El conocimiento histórico de la organización

El conocimiento histórico tiene un valor importante, aunque no logremos encontrar la punta del ovillo, lo que aprendemos en su búsqueda son múltiples enseñanzas y experiencias que servirán al menos para que todos estén en el mismo carretel de hilo. Este es un buen comienzo.

Lo más probable es que para el lector que está inmerso en el mundo de los negocios la prehistoria del conocimiento no tenga mucha implicancia en el management que ejercita día a día como gerente, supervisor, empleado, consultor, profesional independiente, u otra posición, pero si este artículo habla del conocimiento, no hay nada más puro que la historia formal del conocimiento, esa que se escribe en los libros y que figura como punto en común para cualquier teoría o practica de Knowledge Management.

Nací en Mar del Plata, de hecho mi familia aún vive allá, en el mes de Enero me tome unas vacaciones y fui a visitarla. Un día por la mañana me di una vuelta por la biblioteca municipal para recolectar algún tipo de información que estuviera vinculada al Knowledge Management. En realidad debo sincerarme y reconocer que no tenía una idea clara de lo que buscaba, pero me deje fluir y confiar en el factor sorpresa (entre tantos libros algo tenía que haber).

En el momento que buscaba en los ficheros de madera, muy incómodos por cierto, encontré una reliquia de textos antiguos y autores que de seguro no conocieron la máquina de escribir. Muchos de ellos no eran conocidos por la mayoría, lo que sucede es que al buscar por tema: conocimiento, las fichas de títulos y autores empezaron a surgir como hormigas al azúcar.

«El conocimiento figura como hilo conductor de todas las generaciones pasadas y futuras, es a través del conocimiento que edificamos culturas, sociedades, modas, modos de relacionarnos, etc.»

Entre tanta cantidad de información no encontré nada interesante. Con la moral baja víctima de la desilusión se me ocurrió optimizar el tiempo y ser más preciso en la búsqueda de información; investigaría acerca del origen del conocimiento formal con la esperanza que aparecería algo interesante que me indicara el punto de partida lo más preciso posible. Por suerte el instinto no me traicionó y encontré alguno datos relevantes que intentaré resumirlos cronológicamente.

En 1690, el filosofo inglés Jhon Locke escribió: «Ensayos sobre el entendimiento humano», en el cual trata de un modo sistemático y distinto el conocimiento humano, pero esto no es lo más interesante, lo mas interesante es que este libro fue el primero que apareció en la edad moderna y abordo el criterio de la teoría del conocimiento.

Mas tarde, en Inglaterra, en 1765, Leibniz con su obra: «Nuevos ensayos sobre el entendimiento humano» descartó totalmente la visión y el concepto que Locke había aportado y se disparó una sucesión de ensayos entre los cuales se destacó el de George Berkeley: «Tratados de los principios del conocimiento humano», cuyo libro vio la luz hacia el año 1710. Hasta acá lo más sensato parece ser el trabajo de Berkeley, ya que los antecesores versaban sobre el «entendimiento humano» y lo que menos hacían era entenderse con las desacreditaciones y reformulaciones de teorías que se hicieron entre sí.

Sin lugar a dudas que estas discusiones, con sus posteriores aportes, han sumado a lo que hoy conocemos o entendemos por conocimiento, pero aún falta el aporte filosófico y quizás el más conocido dentro de la filosofía continental. Emanuel Kant escribe en 1781 «Critica a la razón», en este libro él no se dedicó a investigar el origen psicológico del conocimiento, sino mas bien su tarea se aboca a profundizar en la lógica del conocimiento y su validez como tal, se pregunta entre otras cosas como es posible y sobre qué bases se apoya.

El concepto filosófico de Kant me hizo abrir la cabeza, no por los contenidos que aportó, sino porque cuando termine de leer, salí de la sala de lectura con muchos interrogantes circulando sobre mí, de manera que seguí filosofando un poco mas y me pregunté a mi mismo, si Locke figura como el primero en tratar el tema de los conocimientos en 1690 …. ¿Sobre qué apoyo sus conocimientos para elaborar su obra?

«El conocimiento de hoy es el fruto de una cadena conocimiento histórico que no tiene comienzo ni tampoco tiene fin.»

La conclusión a la cual llegué es que no pude encontrar el punto de partida exacto en donde se origina el conocimiento, pero sin querer me encontré con algo mucho mejor. La historia está unida por tiempo cronológico y conocimientos. Si ir más lejos, en este momento estoy escribiendo sobre el teclado de la computadora, para llegar a la computadora, se tuvo que pasar las pinturas rupestres, los jeroglíficos, el alfabeto, las matemáticas y la máquina de escribir, entre otras cosas.

El conocimiento de hoy es el fruto de una cadena conocimiento – histórico que no tiene comienzo ni tampoco tiene fin y sobre lo cual se van a apoyar las generaciones futuras para crecer y desarrollarse, así como nosotros nos hemos apoyado en las generaciones pasadas para llegar a la situación que nos encontramos en la actualidad.

¿Estas conclusiones son importantes para el mundo de los negocios? Quizás para los más abiertos pueda ser que si, mientras que para los directos y concretos seguramente estos aspectos filosóficos no tengan nada que ver y continúen interesados en ver de qué manera el conocimiento puede aplicarse e influir en la línea de resultados medibles de su organización. A este tipo de personas les pido que no se desesperen porque hacia ahí vamos.

Lo que une esta breve reseña histórica, junto son sus respectivas conclusiones, al mundo de los negocios es que en ambos casos cuando las analizamos desde afuera, nos referimos a personas, y en el caso que apuntemos a objetos como causa de estudio, no nos podemos despegar del ser humano como creador.

Para entender y comprender esta revolución del conocimiento no nos podemos alejar del factor humano, son los objetos, las culturas, las ciencias, las sociedades, las empresas, creaciones de un elemento en común: la mente humana. Son los recursos humanos los que posen conocimientos y son ellos los que depositan su capital humano para influir en los resultados medibles de las compañías.

En las organizaciones, y cualquier otro ámbito social, no podemos dejar de lado a los Recursos humanos buscando suplantarlos por las tecnologías, la tecnología es en última instancia una herramienta del saber, y su evolución o aplicación, es consecuencia de lo que depositen las personas en ellas. Con esto lo que quiero decir es que los sistemas tecnológicos son diagramados en base a los conocimientos que tienen los recursos humanos del mercado, del cliente, del sistema, de las necesidades de la compañía, etc.

El conocimiento histórico tiene un valor importante, aunque no logremos encontrar la punta del ovillo, lo que aprendemos en su búsqueda son múltiples enseñanzas y experiencias que servirán al menos para que todos estén en el mismo carretel de hilo. Este es un buen comienzo.

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Belly Pablo L.. "El conocimiento histórico de la organización". gestiopolis. febrero 11, 2003. Consultado el . https://www.gestiopolis.com/conocimiento-historico-organizacion/.
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