En estos tiempos cuando existe más competencia, más población, más cosas por hacer, más puestos de trabajo, es cuando tenemos mayores oportunidades para ayudar a los demás. Esto significa que necesitamos estar más dispuestos para resolver todas las dificultades y transformarlas en grandes oportunidades.
Esta conducta del ser humano se manifiesta al transformar lo que parecía imposible en algo posible, es convertir un NO en un Sí. ¡Es un acto de magia, es la habilidad de actuar con verdadera disposición de ayudar! Creo que todos hemos pasado por la misteriosa y muchas veces inexplicable experiencia de recibir un “no se puede” como respuesta ante una solicitud de ayuda.
Veamos si estás de acuerdo conmigo
Todos en algún momento de apuro hemos sentido la debilitante experiencia de escuchar respuestas tales como:
- Eso está difícil. No se puede. No hay.
- Ya no estamos en el horario para hacer eso.
- No, disculpe, pero no se puede, por políticas de la empresa.
- Me encantaría ayudarle pero no tengo forma de hacerlo, lo siento, no se puede.
- Es que ya vamos a cerrar.
- Mejor de otra vueltica o regrese otro día.
¿Te has encontrado con obstáculos como estos alguna vez?, Pues yo también. Pero la gran diferencia es que algunas personas cuando escuchan este tipo de negaciones las creen y otras ¡no las creen!, y es entonces cuando mantienen su ideal a pesar de las aparentes evidencias que los obstaculizan, es el mismo ideal que desaparece en aquellas otras personas que creyeron que no se podía porque alguien sin disposición les dijo que no.
¿Cuál es el común denominador de todas esas actitudes de negación ante una solicitud? Respuesta contundente: Falta total de verdadera disposición para ayudar.
En mi experiencia he podido constatar, indiscutiblemente, que cuando te encuentras con la dicha de contar con alguien con verdadera disposición de ayudar, todo lo que parecía imposible y que, de hecho, así lo era frente a varias evidencias, se transforma en algo perfectamente posible y alcanzable.
De hecho, se puede lograr. ¿Pero cómo se logró al final de cuentas? Tan solo con la verdadera disposición para ayudar de ese otro que logró hacer lo que los demás juzgaban como imposible. Alguien con disposición es un mago, transforma las cosas y circunstancias que los demás creían imposibles en posibles.
Siempre hay una manera de lograr las cosas Por más imposible que parezca, por más que vayan en contra de toda regla, por más evidencias que muestren que no se puede alcanzar el objetivo, al final de la historia, si hay disponibilidad por las partes involucradas, ¡claro que se puede!
Todo se puede. Solo es cuestión de ese poderoso, mágico y transformacional ingrediente: disposición.
Curioso y motivador es que el diccionario de la lengua española defina la palabra “disposición” con acepciones como las siguientes: “Gallardía y gentileza en la persona”. Otra: “Cómo fórmula de cortesía para ofrecerse una persona a otra”.
También está: “Hallarse apto y listo para algún fin”. Por eso se siente tan bien la gente con disposición, porque se sienten inmensamente útiles para otras personas.
¡Obsérvalo tú mismo(a)! Aplica el conocimiento que has obtenido de este artículo y analiza a muchos colaboradores de trabajo, vendedores o prestadores de servicios: se les nota a leguas su frustración, los ves apoyados sobre los mostradores con la ilusión de que nadie se acerque y que pronto pase el tiempo para irse. Y es lógico, no tienen disposición.
Muchas personas no han despertado su disposición y creen que alguien más debe despertarla. El ser humano por sí mismo puede despertar su disposición de ayuda total y ahí entrar al paraíso de encontrarle sentido a su vida, es cuando la persona toma una misión y solo descansa, física y espiritualmente, cuando cumple su meta.
Es ahí cuando la disposición genera la fortalecedora experiencia de un compromiso, el mismo que no da cabida a la opción de “no se puede”. Es cuando no se sabe quién es más feliz, si la persona con total disposición por ayudar o el ayudado, al lograr juntos su cometido.
Gente dispuesta es la que necesita nuestro país.
¿Quieres tener disposición y vivir la magia de la vida?
Enamórate de ayudar a la gente. Incluso si no te gusta mucho tu trabajo, aún ahí tienes toda la capacidad para reenfocar tus actividades y desarrollarlas al sentido de ayuda. Ahí, como por arte de magia, te empiezas a sentir bien en tu trabajo. Y si aún así definitivamente no te sientes bien donde laboras… ¿Qué haces ahí! Sal y ayuda por otras vías.
El temor a quedarte sin trabajo no es más que temor a quedarte sin dinero, pero si has entendido el mensaje que hoy te presento, el dinero nunca te hará falta siempre y cuando tengas disposición. En tu mente debes pensar: ¿Cómo te puedo servir?, y a la primera respuesta que se asome en tu mente, ¡acción!
Ayuda. Sirve. En una palabra, ten disposición. Si tuviera que sintetizar todo lo que te he dicho en este artículo, te diría:
¡Hay tanto poder en ti si en verdad lo quisieras usar en beneficio de los demás!
¡Se logra tanto si realmente quisieras colaborar con tu ayuda!
Tener disposición para ayudar no es heroísmo sino alegría experimentada por la pasión de servir, donde se goza más la experiencia de invertir ese tiempo en lograr el objetivo tan anhelado. La disposición de ayudar, es servirles a otros sin pedir nada a cambio, es dar la mano sincera para resolver el problema y lograr la solución.
Pensamiento: “Cada uno de nosotros somos ángeles con una sola ala, y sólo podemos volar cuando nos abrazamos a otro.” Luciano de Crescenzo.