De acuerdo con la información que publica el Banco Mundial (2017), Canadá es una de las economías más sólidas y estables a nivel mundial. Se coloca por debajo de países como Francia, Brasil e Italia, ocupando la décima posición con base a su contribución al PIB mundial, la cual asciende a los 1.65 billones de dólares. Su importancia es tal, que la región Norteamérica contribuye aproximadamente con una cuarta parte del comercio internacional.
La fortaleza de esta economía se encuentra apoyada principalmente por las exportaciones, las cuales representan una tercera parte de su PIB, siendo los recursos minerales energéticos, forestales y la pesca, las principales fuentes de ingreso de la nación.
En el año 2015 la economía canadiense se vio inmersa en un periodo de recesión originada por la caída de precios del petróleo y materias primas. A pesar de ello, durante los años 2016 y 2017 dicha economía alcanzó niveles de crecimiento del 1.5 y 3.0% respectivamente, colocándolo como el país que en el 2017 reflejó el mayor crecimiento dentro del grupo del G7, en el que también participan Alemania, Estados Unidos, Francia, Italia, Japón y Reino Unido. Adicionalmente, el panorama económico que se proyecta es alentador, ya que sus expectativas de crecimiento para el 2018 y 2019 se estiman en 2.2 y 1.6% respectivamente.
Cabe señalar que este crecimiento, no sólo ha sido propiciado por la solidez de sus variables macroeconómicas como el PIB per cápita, nivel de deuda, consumo doméstico o tasa de desempleo; sino también por el enfoque progresista que el primer ministro, Justin Trudeau, del Partido Liberal, está imprimiendo en su gestión. Por mencionar algunas de las iniciativas se encuentran: el apoyo a la clase media al bajar la tasa del impuesto sobre la renta, la creación del Banco de Infraestructura, la firma del Acuerdo Integral de Economía y Comercio con la Unión Europea (CETA), e incluso la presión ante la renegociación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN).
Adicional a los elementos antes mencionados, el país resulta también una buena alternativa económica gracias al desarrollo de sus tres principales sectores económicos, los cuales se describen a continuación:
- El sector terciario, el cual en promedio concentra el 70.2% del PIB y emplea a más de 78% de la fuerza laboral del país, es uno de los principales motores económicos del país. A nivel global, Canadá es reconocido líder en áreas como las telecomunicaciones, la informática y la computación, la industria aeroespacial, la energía hidroeléctrica y nuclear, la biotecnología, etc. Adicionalmente la banca canadiense, también es considerada como altamente confiable y sólida.
- Por su parte, el sector secundario representa aproximadamente un 28.1% del PIB y emplea al 20% de la población activa, siendo las industrias de las energías renovables (principalmente la eólica) y la manufacturera las más valoradas. En específico, la industria automotriz atrae inversiones significativas de su país vecino, Estados Unidos, y empresas japonesas poseen plantas de fabricación en Canadá.
- Finalmente el sector primario, el cual representa el 1.7% del PIB y emplea al 2% de la población, reitera que Canadá es uno de los principales exportadores de productos agrícolas a nivel mundial, particularmente el trigo. Es además reconocido económicamente por sus actividades forestales (madera), pesca, minas, metales y minerales (principalmente níquel, zinc y uranio). El país cuenta con grandes reservas de gas y tiene la tercera mayor reserva de petróleo del mundo.
Todo esto y muchos elementos más permiten posicionar a Canadá como un mercado interesante y atractivo, no sólo por su riqueza, sino también por su fortaleza económica. Algunos de los elementos que las empresas tienen que considerar antes de incursionar en el país son los siguientes:
- Canadá es considerado uno de los lugares más seguros del mundo para invertir.
- El sector financiero y su moneda son consideradas de las más sólidas entre los países desarrollados.
- Es una economía rica en recursos naturales y materias primas.
- Es un país dinámico y próspero, cuenta con una de las tasas per cápita más altas del mundo, por lo que las opciones para crecer o expandir un negocio son diversas.
- Impulsa fuertemente la inversión en Investigación y Desarrollo.
- Los impuestos fiscales son los más bajos en el G7.
- Es un país muy variado en cultura e idioma (inglés y francés).
- Es un mercado comercialmente abierto, prueba de ello son los tratados en los que participa, como el CETA o el TLCAN, etc.
- Es un país integrador, es decir, concentra personas procedentes de todo el mundo y por consiguiente tiene una de las tasas de inmigración más altas del mundo.
En términos generales, Canadá ha demostrado ser una economía sólida y en constante crecimiento. A pesar de ser un mercado pequeño, su estabilidad económica y comercial resulta sumamente atractiva para la incursión de empresas en el país y como consecuencia para la promoción de la inversión extranjera directa.
Bibliografía:
Banco Mundial (2017). Datos sobre las cuentas nacionales del Banco Mundial. World Bank Group. [Digital]. Recuperado de <https://datos.bancomundial.org/indicador/NY.GDP.MKTP.CD?year_high_desc=true>.
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Portal Santander Trade. (2018). Canadá Política y Economía. Banco Santander. [Digital]. Recuperado de <https://es.portal.santandertrade.com/analizar-mercados/canada/politica-y-economiar>.