Cuando tenemos el espíritu emprendedor y en nuestra cabeza la idea de crear empresa, lo hacemos quizás por el deseo de cumplir un sueño, por una oportunidad de mercado, o simplemente el deseo tener mayores ingresos; algunas veces basados en la experiencia en un mercado o simplemente por el deseo de cumplir ese sueño tan anhelado.
Para tener una empresa no basta solo con ser un buen emprendedor, ni buen empresario con grandes capacidades administrativas, de liderazgo, comercialización y conocimiento de un mercado objetivo, cuando piensas ser tu propio jefe e iniciar una empresa distribuidora hay que tener varios ítems en cuenta, en este caso mencionaré cinco, sin ningún orden de importancia ya que todos son muy importantes y no se deben dejar escapar al momento de analizar nuestra nueva empresa distribuidora:
1. Tipo de productos a distribuir
Cuando pensamos en distribuir debemos tener en cuenta que tipo de productos vamos ofrecer, no es lo mismo distribuir lápices que naranjas, ósea debemos pensar si son productos perecederos o no, si tienen fecha de vencimiento o no, puesto que es muy importante al momento de realizar la compra de estos productos para distribuir, no comprar ni entregar productos con un periodo corto de caducidad, sino, se corre el riesgo que al poco tiempo nos estarán devolviendo dicho producto si antes no se ha concretado que la venta se realiza bajo una promoción por fecha de vencimiento produciendo pérdidas por devoluciones.
2. Plaza o zona a distribuir
Debemos tener claro que zona o en cuales zonas están nuestros clientes, nuestro mercado objetivo, si es un área pequeña, dentro de la misma ciudad o si por el contrario debemos recorrer varios kilómetros para llegar a nuestros clientes.
3. El transporte
Basado en el ítem anterior la “plaza o zona a distribuir”, el flete o transporte marca un porcentaje importante en los costos dentro del análisis financiero de la empresa, en este hay que tener muy claro si se piensa manejar como una verdadera empresa distribuidora o simplemente sería manejado muy rudimentariamente con el ahorro de dinero como el envío con los mismos proveedores (que en ocasiones pueden apoyar), lo cual para mí no es lo ideal por el riesgo que se corre por imprevistos al momento del despacho, este tema lo podría ampliar más adelante en otro tema a tratar.
4. Negociación con proveedores
Todos ítems mencionados en este artículo son muy importantes, sin embargo, este ítem pienso que es el que marca la pauta si realmente vale la pena iniciar una empresa distribuidora, si o no, muchas empresas productoras o fabricantes no cuentan con un canal de distribución y desean iniciar operaciones en una zona determinada para lo cual requieren de empresas que conozcan la zona, la clientela, que ya tengan un mercado abarcado, pero si no existe una negociación clara, lealtad y respeto en la negociación, en poco tiempo cuando los productos sean reconocidos, el proveedor podrá o pretenderá continuar sus ventas de manera directa a los clientes que ya viene trabajando la distribuidora, por lo tanto es sumamente importante, tener claro al momento de la negociación las políticas claras, aunque actualmente poco se maneja negocios con exclusividad sería muy bueno poder concretarla, para evitar lo anteriormente mencionado
5. Políticas comerciales con los proveedores
Cuando se tiene una distribución se puede comprar de contado o a crédito depende de las políticas de comercialización de nuestro proveedor y de nuestra capacidad de compra, para lo cual debemos tener en cuenta en las políticas comerciales al momento de vender, si compramos de contado debemos vender de contacto, sino se cuenta con un buen margen de utilidad y excelente músculo financiero, para poder financiar a los clientes cuando no se vende de contado sino a crédito, obvio corriendo un gran riesgo del dinero puesto en los clientes; si al contrario se compra a crédito y se vende a crédito, lo ideal es buscar que el tiempo de retorno del dinero al distribuir sea menor al tiempo que se debe cancelar a los proveedores sino estaríamos nuevamente financiando los clientes y corriendo el riesgo que nuestra cartera tenga un tiempo más largo del que debemos cancelar a nuestros proveedores, y quizás en poco tiempo estar en manos de los clientes, proveedores, y los bancos buscando créditos para financiar a nuestros clientes.