¿Te has planteado alguna vez, en serio, qué es exactamente lo que te impide lograr tus objetivos o sueños? Seguro que se te ocurren mil y una razones u obstáculos, y que incluso te sientes con las manos atadas porque crees que eres incapaz de hacer nada al respecto, pero ¿hasta qué punto es verdad?
Te aviso de antemano que este es un artículo muy directo, porque a veces hay que poner los puntos sobre las íes (por cierto, esta expresión que solía significar ser demasiado minucioso, pero hoy en día significa dejar las cosas claras).
A estas alturas ya sabes que hay ciertas cosas que puedes controlar y modificar (como tu actitud, por ejemplo), y otras que, por mucho que quieras, no está en tu mano controlar. Es absurdo quedarte atrapada en estas últimas cuando no hay nada que puedas hacer, porque lo único que consigues es frustrarte. Estas “otras cosas” son lo que yo llamo falsos obstáculos y no son más que excusas porque la realidad es que sí hay cosas que puedes hacer al respecto, pero te da miedo. Déjame darte algunos ejemplos de falsos obstáculos:
● Otras personas. Tema interesante cuando piensas que tu jefe, tu pareja o la vecina de enfrente son tu mayor obstáculo. Siento decirte que eso no es más que una excusa. No puedes cambiar a las personas, pero sí tu actitud y comportamiento. Que no soportas a tu jefe, pues hay tres opciones así a priori: cambias de trabajo, cambias tu actitud o te conformas. No hay peros que valgan, esa es la verdad, lo peros que te surjan son miedos. Se puede hablar también del chantaje emocional que te hacen algunas personas, pero también depende de ti aceptarlo o no. Y sí, ya sé que no es fácil, pocas cosas lo son. Te dejo con un artículo de Ana Zabaleta sobre este tema: Cuando tus obstáculos son otras personas.
● La situación actual. Hay mucha gente que lo está pasando mal en estos momentos, y también hay mucha gente a la que esta situación le sirve de perlas como excusa. “Para que voy a buscar trabajo si no hay”, “con lo mal que están las cosas no lo voy ni a intentar”. O peor, personas que no sólo no intentan nada, sino que critican o desaniman a los que sí lo hacen. Hay mucha gente haciendo cosas en estos tiempos (yo misma), quizá podrías verlo como el mejor momento, el empujón que necesitabas; ya que a veces hasta que no pasa algo de este tipo no te animas a salir de tu rinconcito. Hay un documental fantástico sobre esto, la pena es que sólo está en inglés. Se llama Lemonade (haciendo referencia al famoso dicho de “si la vida te da limones, haz limonada”) y cuenta la historia de varias personas que fueron despedidas de un día para otro y lo que hicieron después. Te la recomiendo.
● Edad, aspecto físico y similares. Otra gran excusa, otro falso obstáculo en la mayoría de los casos (siempre hay excepciones claro, si quieres ser bailarina a los 60 años, fácil no es. Pero tampoco imposible, no voy a ser yo quién te quite la esperanza. Probablemente podrías encontrar alguna alternativa satisfactoria que te permitiera bailar de alguna forma). Hay muchas personas que con sus añitos encima empezaron a hacer cosas, ya fuera escribir, cantar o actuar, por ejemplo. Y por supuesto lo mismo con tu aspecto físico, ya seas más o menos guapa, más o menos delgada, no dejes que eso se convierta en una excusa.
● Falta de tiempo. Una excusa muy utilizada cuando quieres hacer algo: montar tu propio negocio, hacer un curso nuevo, contratar a un coach ; ) Excusa, porque cuando realmente quieres algo sacas el tiempo de donde sea. No es cuestión de tiempo sino de prioridades, de estar centrada, de dedicación y de trabajo duro. Mucha gente ha empezado su negocio teniendo un trabajo a tiempo completo e incluso hijos. De hecho, una de mis clientas ha conseguido tener su trabajo a tiempo completo, llevar una fundación que también requiere bastante trabajo, sacar tiempo para ella misma y poner en marcha una nueva página web como proyecto lateral. ¿Cómo lo consiguen? Levantándose más temprano, acostándose más tarde, dejando de ver la tele, organizándose mejor… Analiza bien cómo usas tu tiempo y verás que puedes sacar horas muertas para sacar adelante tu proyecto o lo que sea que tengas en mente. Como siempre, no digo que sea fácil, será duro, pero es tu elección. ¿Qué es lo que realmente quieres hacer?
Una cosa está clara, quien algo quiere algo le cuesta. Las cosas no se regalan, ni se van a abrir los cielos para que tu vida cambie de la noche a la mañana. Si quieres que algo cambie, empieza a cambiar tú. Todas las personas que tú ves con éxito han empezado trabajando, luchando, haciendo sacrificios. Así que no te engañes mirando su situación actual y pensando que es porque han tenido suerte o porque son más guapos, tienen más contactos o cualquier otra cosa. Todo eso puede influir, pero no te engañes, han trabajado mucho para estar ahí. Así que si quieres cambios, empieza a hacerlos y si te resulta difícil busca ayuda, pero no te quedes con los brazos cruzados mirando la vida pasar. Como dice un antiguo refrán inglés:
“Where there is a will, there is a way” (o dicho de otro modo: querer es poder).