“La diferencia entre grandeza y mediocridad es a menudo cómo una persona ve sus errores”. Nelson Boswell.
En definitiva, el cómo enfocamos y percibimos las situaciones que la vida nos presenta, determinara nuestra manera de reaccionar.
“Uno de los más grandes problemas que la gente tiene respecto del fracaso es que juzga apresuradamente situaciones aisladas en su vida y las clasifica como fracaso (Maxwell 2008)”.
Somos demasiado duros con nosotros mismos, somos muy subjetivos al juzgarnos. Podemos tener un arsenal de habilidades y potencialidades, y si a pesar de ello no podemos salir adelante, es muy probable que sea porque no hemos aprendido a modificar ciertas acciones (maniobras) que solucionen problemas o fallas que tuvimos. Así cíclicamente emprendemos otro proyecto y por azares del destino volvemos a fallar y desistimos, y creemos que no somos inteligentes, que no tenemos la capacidad, que somos de lo peor entre otros calificativos.
Sin embargo, no nos damos cuenta que hubo fallas aisladas, en el proceso del proyecto y no las corregimos adecuadamente, mas no significa que somos fracasados por ello.
Es importante aprender a identificar fallas aisladas dentro de un proceso que al solucionarlas, permitirá que nuestro proyecto siga marchando bien.
Voy a poner un ejemplo de una señora que está comenzando a vender artículos de segunda en un tianguis de México.
Supongamos que el primer día que se puso, llego y todos los demás tiangueros ya estaban acomodados, por lo que ella tuvo que colocarse a las orillas. Llevaba buen producto, sin embargo vendió la módica cantidad de 30 pesos, menos los 15 pesos mexicanos que le cobraron por su espacio, le quedaron 15 pesos únicamente de venta.
La persona típica que piensa fracasadamente diría “esto no es para mí, esto no es negocio, como fue posible que se me ocurriera invertir lo poco que tenía en esto y no me resulto, vi que a los otros puestos les fue muy bien, seguro que estoy salada, necesito hacerme una limpia”.
Una persona que ve el lado positivo del fracaso diría “es muy probable que obtuve ese resultado tan pésimo ya que llegue tarde, y quizás los buenos lugares son los del medio, los que están en el puro centro o corazón del tianguis, observe que llevan mesas donde colocar productos, los limpian y acomodan presentablemente, dan buenos precios, pasan los clientes y vocean sus productos motivándolos a comprar, llevan tu toldo, etc., etc., entonces para la próxima vez que venga, llegare más temprano y me vendré más preparada, lo volveré a intentar competitivamente de forma diferente”.
Cuando uno falla, es porque hizo ciertas acciones que produjeron un resultado, mas no es que la persona sea fracasada.
Referencia
- Maxwell John C. (2008). El lado positivo del fracaso. Ed. Caribe. EUA.
