El establecimiento de programas de seguridad física y de la información son fundamentales en el entorno actual que vive el mundo globalizado, con procesos de intercambio comercial cada vez más dinámicos y ante la proliferación de conflictos bélicos y del terrorismo a través del mundo.
Tales medidas de seguridad pueden ocasionar, en un principio, ciertos retrasos en los flujos a través de las cadenas de suministro mientras se logran institucionalizar y generalizar las iniciativas de seguridad. No obstante, sucesos como los atentados terroristas del 11 de septiembre de 2001 en los Estados Unidos y algunos posteriores y más recientes registrados en otras partes del mundo, así como el avance y crecimiento de la delincuencia organizada o la escalada de la inseguridad en el caso de países como México son razones suficientes para fomentar su desarrollo, implantación y gestión que asegurará la velocidad y flujos constantes de bienes, información y capitales dentro de las cadenas de suministro mundiales y reducirá el riesgo de pérdidas que se registran en el mundo por factores provocados por la inseguridad, calculadas en varios billones de dólares anuales. Frente a tal panorama, las compañías deberán destinar mayores porcentajes de su inversión al tema de seguridad.
Reflejo de lo anterior son las medidas asumidas y por las empresas estadounidenses establecidas en México, las cuales destinan alrededor de 5% de su inversión en seguridad para hacer frente a la delincuencia que prevalece en nuestro y evitar pérdidas en sus negocios, como lo señaló Larry Rubin, director general de la American Chamber./
Flujos seguros en la Cadena de Suministro
Garantizar la seguridad de la Cadena de Suministro no es un desafío nuevo. Hace más de 2500 años Sun Tzu, filósofo, militar y estratega chino, autor del Arte de la Guerra escribió acerca de la importancia de asegurar las cadenas de suministros. Por su parte, Napoleón Bonaparte también entendía la trascendencia de asegurar las cadenas de suministro y debemos recordar su celebre frase “despacio que voy de prisa”.
A través de la historia de la humanidad los más grandes líderes militares han aprendido (algunos de manera dura) la relevancia que tiene el proveer seguridad en las cadenas de suministro.
Para muchos, la importancia de la seguridad de la cadena de suministro llegó a ser evidente después de los ataques terroristas que tuvieron lugar en los Estados Unidos el 11 de septiembre de 2001 y por la creciente preocupación que se desató por posibles atentados terroristas futuros. Algunas estimaciones establecieron que los costos de estos sucesos fueron aproximadamente de 2 billones de dólares por día debido a las interrupciones registradas en las cadenas de suministro y a la inhabilidad de mover bienes y mercancías durante los días subsecuentes a los desafortunados sucesos.
Indudablemente, estos hechos dejaron ver en su momento y hoy en día, después de más de cinco años lo han confirmado y permiten establecer que existe un acoplamiento directo entre la seguridad y la velocidad que requieren las cadenas de suministro. La velocidad es la esencia en las cadenas de suministro de hoy, pero centrarse solamente en velocidad sin seguridad puede dar lugar a cadenas de suministro más lentas. La buena gestión de la seguridad de la cadena de suministro es en nuestros días un buen negocio. Reflejo de lo anterior son las medidas asumidas y anunciadas por las empresas estadounidenses establecidas en México en el último año, las cuales destinan alrededor de 5% de su inversión total en seguridad, ante todo para hacer frente a la delincuencia que prevalece en nuestro país para evitar mayores pérdidas en sus negocios, como lo señaló Larry Rubin, director general de la American Chamber.
Al respecto, es importante señalar que según datos de la misma Cámara Americana la inversión estadounidense en México representó 100 mil millones de dólares en los últimos seis años, es decir, un promedio de 16 mil 600 millones de dólares por año, razón por la cual el 5% destinado a seguridad representaría un promedio de 830 millones de dólares anuales.
Principios de seguridad
Siendo Estados Unidos el principal socio comercial de México, es necesario que entendamos su enfoque hacia la seguridad para lograr flujos comerciales eficientes. El ejército estadounidense (U.S. military), como lo establecen algunos informes y artículos periodísticos publicados en diversos medios de aquel país, considera cuatro aspectos claves para la seguridad:
1. Seguridad física.
2. Seguridad de la información.
3. Valoración y gestión del riesgo.
4. Seguridad de las operaciones.
El problema radica en el hecho de que en algunas organización el hacerlo seguro implica retrasar los procesos o pensar que para hacerlo rápido debemos dejar a un lado los aspectos básicos de la seguridad.
En este sentido, APICS, la Asociación para la Administración de las Operaciones establece en algunos materiales utilizados dentro del programa de Certificación como Profesional en Cadena de Suministro (CSCP) que la logística moderna enfrenta tres grandes “Ts”: Terrorismo, Tecnología de la Información y Trade (Global Trade). Es indudable que estos 3 aspectos deben ser administrados no solo desde la perspectiva de la velocidad sino también de la seguridad.
Veamos a continuación las implicaciones de los cuatro aspectos claves para la seguridad sobre las cadenas de suministros de nuestros días, como lo estableció Joseph Walden, CFPIM, Director del Supply Chain Research Institute en su conferencia dictada en el marco de la Conferencia y Exposición Internacional de APICS en octubre de 2006.
1. Seguridad física.
El concepto abarca a los diferentes participantes en la cadena: materiales, almacenes (centros de distribución), flotas de transporte, instalaciones corporativas y personal.
Para el caso de los materiales y almacenes la adopción de la iniciativa Customs-Trade Partnership Against Terrorism (C-TPAT) / Clientes y Socios Comerciales contra el Terrorismo, desarrollada en los Estados Unidos de Norteamérica es una buena medida que garantiza el resguardo de la mercancía en todo momento que permanece en manos de la empresa, lo que se traduce para los participantes del C-TPAT en reducciones en el tiempo trámite en las aduanas estadounidenses y finalmente en una ventaja competitiva hacia los clientes finales.
En el caso del personal, un estudio elaborado por el Warehousing Education and Research Council muestra que el hurto de bienes por parte de los empleados ha ido en aumento debido a la facilidad que tienen éstos de disponer de las mercancías. Un adeudado proceso de reclutamiento ayuda a evitar este tipo de conductas por parte de los empleados al igual que el establecimiento de políticas claras sobre las acciones a tomar ante la presencia de estos hechos delictivos.
2. Seguridad de la información.
Los informes recientes en los Estados Unidos acerca de una computadora portátil que fue robada con la información sobre más de 26 millones de veteranos de guerra, o el reporte relacionado con un memory stick que contenía información confidencial y fue vendido en un mercado en Afganistán demuestran cómo es fácil perder datos fundamentales en el mundo electrónico de hoy. Estos incidentes tuvieron un fuerte impacto en operaciones militares y de veteranos. El extravío o robo de datos similares sobre los clientes y socios de la cadena de suministro de una compañía podría dañar la confianza de socios de negocio y perder información confidencial.
Todos hemos escuchado la frase de que la “información es poder” y en manos equivocadas puede ser de gran fuerza destructiva. Hoy gran parte de la velocidad de la cadena se debe al manejo en tiempo real de la información del punto de venta. Saber qué pasa en todo momento en el mercado permite a las cadenas realizar ajustes que reducen drásticamente los inventarios de especulación y los tiempos muertos de producción y distribución.
Sin embargo el cuidado de la información no solo debe contemplar posibles atentados digitales. En la actualidad gran parte de la información de las empresas se fuga mediante cámaras fotográficas encontradas en celulares o mediante envíos de información a correos personales y/o a través de medios portátiles como memorias USB, con fines bien intencionados, como poder trabajar desde casa con alguna información de la oficina, que termina estando disponible para personas ajenas a la empresa. Sin ir más lejos, recordemos que existen en el mundo empresas que compran la “basura” de grandes corporativos con el fin de rescatar de entre ella documentos con información vital para el negocio.
La cultura de la seguridad informática debe extenderse a aspectos de manejo de desecho de documentos y uso de celulares o memorias portátiles.
Valoración y gestión del riesgo.
La administración de los riesgos y el diseño de planes de continuidad son una constante en las cadenas de suministro bien diseñadas. Las cadenas deben diseñarse para “garantizar” el suministro oportuno, lo que implica un análisis detallado de todos los factores externos que pueden impedir el “garantizar” dicho suministro.
El proceso inicia con la identificación de los hechos que pueden perturbar la cadena, que van desde errores humanos en la ejecución de procesos hasta acciones específicas de la competencia o fenómenos globales como el terrorismo o las pandemias, y continúa con su valoración, generalmente definiendo una probabilidad de ocurrencia y un impacto sobre la operación.
Una vez cuantificados los posibles eventos es necesario desarrollar planes de respuesta que pueden ser tan dramáticos como un rediseño de la cadena para evitar su presencia o menos severos como el uso de medios de transferencia basados en seguros y fianzas o la toma de acciones específicas para mitigar la probabilidad de ocurrencia y/o el impacto del mismo.
Las cadenas de suministro globales son intrínsecamente complejas, dinámicas, fluidas y caracterizadas por la incertidumbre o fricción. Esto crea riesgos a la cadena de suministro.
La valoración del riesgo es la actividad que determina los procesos de una compañía e identifica los riesgos y peligros potenciales para la cadena. Además de identificar el riesgo es importante establecer la probabilidad que tiene de ocurrir y la severidad potencial de éste en la cadena de suministro. Una vez que los peligros y riesgos hayan sido identificados es hora de desarrollar los controles para atenuarlos, reducirlos y/o minimizarlos; una vez realizado lo anterior se implementan los controles y entonces se supervisan y evalúan las medidas adoptadas.
La implementación de tecnologías de punto como el rastreo satelital y la RFID contribuyen a un mejor manejo del riesgo de pérdida física del material.
4. Seguridad de las operaciones.
El uso eficaz de la combinación de seguridad física, seguridad de la información y de la valoración y gestión del riesgo da lugar a la seguridad total de las operaciones de la cadena de suministros de una compañía.
Conclusión
La seguridad no es un costo, es de hecho una inversión que permite a las empresas una operación global más eficiente y una mayor satisfacción de los clientes.
La seguridad es una responsabilidad de todos los miembros de la cadena, la globalización continuará demandado cadenas de suministro complejas con mayores exigencias en la entrega rápida y oportuna de productos y solo con un enfoque integral sobre el problema podemos garantizar una operación eficiente.
