Sé el empresario fundador de tu propia vida

Todos somos empresarios porque la voluntad de crear está en nuestro ADN, y no simplemente porque deberíamos fundar empresas. De hecho, no todos hemos nacido para crear empresas.

La idea es: Ser fundadores de nuestras propias vidas.

Como dice  Muhammad Yunus, premio Nobel de la Paz y pionero de las microfinanzas:

Todos los seres humanos somos empresarios. Cuando vivíamos en cuevas, éramos autónomos (…), buscábamos nuestra comida y nos alimentábamos solos. Pero cuando llegó la civilización, lo reprimimos. Nos convertimos en «trabajadores» porque nos dijeron «sois trabajadores» y olvidamos que éramos empresarios.

Para mi cumpleaños un amigo especialista en Marca Personal me regaló el libro «El mejor negocio eres TU» de  Reid Hoffman, cofundador de Linkedin, y Ben Casnocha.

Su lectura durante el verano me ha recordado conceptos que tenía en mi mochila y deseo compartiros.

El mejor negocio eres TU

En momentos de cambio (teniendo en cuenta de que el cambio es un concepto permanente desde el momento en el que nacemos) llegan nuevas oportunidades (aunque  no lo creamos por factores inherentes en nosotros como el miedo, baja autoestima, inseguridad…, que producen los desafío implícitos en las situaciones de cambio).

Para ello se necesita una mente Emprendedora para actuar como si se estuviese al frente de un nuevo negocio: Tu carrera.

¿Y por qué como un nuevo negocio? Porque las condiciones en las que los emprendedores crean y desarrollan nuevas empresas son las condiciones en las que hoy día nos encontramos al construir nuestra carrera. Nunca se sabe qué ocurrirá.

Por ejemplo, quienes crean una empresa lidian con incertidumbres, cambios, limitaciones. Tienen que evaluar sus activos, revisar sus aspiraciones y la situación del mercado en la que están para generar una ventaja competitiva. Para ello tienen que desarrollar proyectos, construir, cultivar y mantener una red de contactos que sobreviva a su empresa. Deben buscar y crear oportunidades, tomar decisiones arriesgadas (en determinados momentos), etc. Para alcanzar el éxito profesional en el día de hoy (ya sea dentro de una empresa o como especialista independiente) se necesita adoptar este tipo de estrategias empresariales.

Estado de Beta permanente

Todo está en continuo cambio

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«La adaptabilidad crea estabilidad»

Todas las personas somos empresas en desarrollo. Todos los días tenemos la oportunidad de crecer más en nuestras vidas y en nuestras carreras, aprendiendo más, haciendo más…

La mejor  actitud para que seamos nuestro mejor negocio es estar en estado Beta permanente.

Este estado nos “obliga” a aceptar que tenemos errores, que nos quedan cosas por desarrollar en nuestra persona, que necesitamos adaptarnos y evolucionar. Para mi es una actitud rebosante de optimismo (también de esfuerzo) porque tenemos el poder de mejorarnos y por tanto, como efecto colateral, mejorar nuestro entorno.

No necesitas ser el mejor o el más rápido o el más barato de todos. Al fin y al cabo, las empresas no compiten en todas las categorías.

“En la vida existen muchos tipos de medallas de oro. Si intentas ser superior a los demás y el mejor en todo, terminarás siendo superior a nadie y el mejor en nada” Reid Hoffman

Lo importante es determinar el nicho en el que tú puedas desarrollar una ventaja competitiva, la cual apuntala cualquier estrategia profesional. Ayuda a responder la clásica pregunta “¿Qué debo hacer con mi vida?”, que permite decidir qué oportunidades perseguir, y te guía con respecto a cómo invertir en ti.

Como todo cambia, analizar y evaluar tus ventajas competitivas es un proceso que debes hacer de por vida, no una sola vez. Y para ello es necesario tener en cuenta tres piezas dinámicas como si fueran de un rompecabezas que encajan entre sí, de distintas maneras y en momentos diferentes.

Crea una ventaja competitiva

“La mejor dirección la encontrarás persiguiendo aspiraciones que valgan la pena y utilizando tus activos, mientras navegas por las realidades del mercado” Reid Hoffman

Ser mejor que nuestros competidores es algo básico para la supervivencia de un empresario, autónomo, marca personal… El mundo es ruidoso, desordenado y los clientes no tienen tiempo de analizar todas y cada una de las diferencias.

Si los productos o servicios que ofrece una persona directamente o a través de su empresa no son completamente diferentes al de sus competidores, es muy difícil que llamen la atención de nadie. Ahí está una de las clave es: Diferenciación.

Termina esta frase:

Mis/Nuestros clientes me/nos eligen a mi/nosotros porque _______________________

La ventaja competitiva está constituida por el juego entre tres fuerzas diferentes siempre cambiantes: tus activos, tus aspiraciones/valores  y las realidades del mercado.

Activos

De manera muy resumida, los activos son lo que posees en ese momento.

Antes de soñar con el futuro o hacer planes, se necesita articular lo que ya funciona en nuestra vida. En muchas ocasiones la idea de negocio más efectiva es por lo general la que se construye sobre los activos que posee el “creador”.

Hay dos tipos de activos profesionales que perseguir: los intangibles y los tangibles.

  • Intangibles: los que no se pueden intercambiar directamente por dinero. Contribuyen al éxito: conocimiento y formación que posees, los contactos profesionales y la confianza que se ha construido con ellos,  tus aptitudes, tu reputación, tu estilo personal, tus puntos fuertes, etc.
  • Tangibles: son los que se presentan en un balance: el dinero con el que cuentas, tus posesiones materiales (se incluye el escritorio y el ordenador ☺).

La combinación de tus activos no es algo fijo. Puedes reforzarla invirtiendo en ti mismo. Si crees que te falta ciertos activos que te harían mas competitivo, no lo uses como excusa.

¡Comienza a desarrollarlos! Piensa cómo puedes transformar un punto débil en una ventaja (Haz un análisis DAFO sobre ti mismo)

Tus aspiraciones y valores

Tus aspiraciones se refieren a tus deseos mas profundos, tus ideas, tus objetivos y tu visión de futuro, más allá del mundo real y de tu lista de activos. Incluye: tus  valores clave, lo que es importante en tu vida (ya sea el conocimiento, la independencia, el dinero, el poder…).

Es muy difícil que colmemos todas nuestras aspiraciones, ni que construyamos una vida acorde a todos y cada uno de nuestros valores (no quiero decir que sea imposible, sólo difícil por la totalidad de elementos) y puede que éstos cambien con el tiempo o unos adquieran más importancia y prioridad que otros, pero es importante que nos orientemos en una dirección, hacia una meta, aunque ésta en un futuro cambie.

¿Por qué nuestras aspiraciones y nuestros valores son importantes para forjar una ventaja competitiva a la hora de trazar nuestra carrera? Porque si trabajamos en algo que nos importa, trabajaremos más y mejor.

Las personas que sienten pasión por lo que hacen, conseguirán imponerse sobre las que sólo buscan dinero.

Las realidades del mercado

Tu éxito profesional (tú como negocio) depende de que tus posibles empleadores, clientes o socios elijan comprar tu tiempo» Reid Hoffman.

Al igual que un producto no se venderá si los clientes no lo desean ni lo necesitan, sin importar la excelencia de su forma y de su funcionamiento, tus cualidades, tus experiencias y otros activos intangibles (sin importar lo especiales que creas que son, y lo sean) no serán una ventaja a menos que respondan a as necesidades de un mercado activo.

No olvides que el “mercado” no es algo abstracto, está formado por personas que toman decisiones que te afectan y cuyas necesidades debes satisfacer: tu jefe, tus colegas, tus clientes, tus inversores, proveedores y otros tantos. ¿Hasta qué punto todos ellos necesitan lo que tú ofreces? Y si lo necesitan ¿ofreces algo que pueda superar a tus competidores? (cuales son tus valores añadidos).

Encaja las piezas entre sí

“Construir una ventaja competitiva en el mercado necesita la combinación de las tres piezas en todo momento” Reid Hoffman

Evalúa cada pieza del rompecabezas en relación con las otras. Hazlo con frecuencia. Las piezas cambian de forma y de tamaño con el tiempo.

Por ejemplo, capacitarte en algo determinado, no te brinda automáticamente una ventaja competitiva. Que seas bueno/a en algo (activos), o que algo te apasione (aspiraciones), no implica que alguien te pagará por hacerlo (realidades del mercado).

¿Qué pasa si otra persona puede hacer lo mismo por menos dinero, o simplemente hacerlo mejor? ¿O qué sucede si no hay demanda para tus aptitudes?

Igualmente, seguir nuestras pasiones no nos conducen por si solo a una carrera floreciente, y ser un esclavo de las realidades del mercado tampoco es conveniente.

No importa cual sea la demanda, no seremos más competitivos a menos que nuestras pasiones y nuestros activos esté en juego.

Todas las ventajas son locales

“Escoge un lugar donde haya menos competencia”

Para mejorar nuestra ventaja competitiva hay que fortalecer y diversificar nuestra combinación de activos (como por ejemplo, aprender nuevas habilidades). Es igualmente eficaz establecerse en un nicho de mercado donde los activos que se posee se destaque más que el de los competidores. En este caso, en lugar de cambiar aptitudes, se cambia el medio.

Aptitudes para ser el mejor negocio

  • Desarrolla tus ventajas competitivas: tus activos, tus aspiraciones y las realidades del mercado
  • Planifica (basándote en tus ventajas competitivas)
  • Construye relaciones sociales reales y duraderas para crear una red profesional
  • Mantente en movimiento: Encuentra y crea oportunidades «explotando» otras redes
  • Toma riesgos inteligentes en tu búsqueda de oportunidades profesionales
  • Aprovecha la inteligencia en red de la gente que conoces para obtener los conocimientos que te permitan encontrar las mejores oportunidades y tomar las mejores decisiones en tu carrera

«Ser empresario de tu propia vida es una forma de ver el mundo, que permite descubrir realidades allá donde otras personas ven problemas, y asumir riesgos cuando otras buscan seguridad» Michael Bloomberg

¡Puedes alcanzar el éxito sea cual sea tu trayectoria profesional!

Cita esta página

Martín Abril Fátima. (2012, septiembre 5). Sé el empresario fundador de tu propia vida. Recuperado de https://www.gestiopolis.com/se-el-empresario-fundador-de-tu-propia-vida/
Martín Abril Fátima. "Sé el empresario fundador de tu propia vida". gestiopolis. 5 septiembre 2012. Web. <https://www.gestiopolis.com/se-el-empresario-fundador-de-tu-propia-vida/>.
Martín Abril Fátima. "Sé el empresario fundador de tu propia vida". gestiopolis. septiembre 5, 2012. Consultado el . https://www.gestiopolis.com/se-el-empresario-fundador-de-tu-propia-vida/.
Martín Abril Fátima. Sé el empresario fundador de tu propia vida [en línea]. <https://www.gestiopolis.com/se-el-empresario-fundador-de-tu-propia-vida/> [Citado el ].
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