Uno de los temas de mayor debate político y también académico en los países latinoamericanos es el de la fuga de talentos en el sector público, y es que muchos gobiernos de países como consecuencia de la actual crisis económico financiera internacional, deciden congelar o incluso reducir el salario de los funcionarios públicos lo cual es uno de los elementos que motiva a que cuadros técnicos calificados migren al sector privado o en su defecto decidan iniciar sus propios proyectos empresariales en busca de mejores horizontes.
Esto conlleva a que las instituciones públicas tiendan a perder eficiencia y eficacia en su gestión, poniendo en riesgo el cumplimiento de sus objetivos y también las expectativas que tienen en estas instituciones la ciudadanía en general, por ello surge la pregunta ¿se deben ajustar los salarios en el sector público para atraer técnicos?. Para responder a esta interrogante voy a tomar como modelo el caso del sector público peruano.
De acuerdo al enfoque de gestión de recursos humanos, el salario es solo un factor motivacional para los trabajadores en una organización, otros factores son las expectativas de desarrollo en una organización, el clima laboral, el sistema de evaluación de rendimiento, el respeto a los derechos laborales según la legislación vigente, entre otros.
Bajo este enfoque, basar el tema remunerativo como elemento clave en la búsqueda de técnicos calificados para el sector público quedaría muy limitado, porque primero habría que crear un ambiente adecuado para que técnicos calificados se sientan atraídos a incorporarse al sector público, para ello es importante realizar cambios estructurales en la gestión del recurso humano en el sector público, que hagan atractivo a un técnico calificado ingresar al sector público y quedarse un tiempo razonable en el, si no de lo contrario se corre el riesgo de que ingresen por un breve tiempo y luego lo abandonen, al sentirse desilusionados, lo cual sería muy perjudicial, dado que una organización necesita cuadros de técnicos calificados, que mantengan cierta estabilidad en la organización para que puedan aportar lo mejor de sus competencias y que estas sean sostenibles en el tiempo.
En tal sentido el tema impostergable que debe de realizarse es realizar de una vez el mencionado cambio estructural en la gestión del recurso humano en el sector público, no solo para ajustar los bajos salarios actuales, fomentar la línea de carrera basada en la meritocracia, la no injerencia política en las decisiones de los funcionarios públicos, el fortalecimiento de una cultura organizacional basada en sólidos principios éticos y morales, sino también para retener a los cuadros técnicos calificados que aún quedan y evitar que continúe la fuga de talentos del sector público en nuestro país.