Diagnóstico agrario de la microcuenca de Los Dajaos República Dominicana

Contexto y objetivo de un diagnostico agrario.

Este estudio fue realizado como pasantía de maestría del Institut National Agronomique de Paris-Grignon (INA P-G) para el Consejo Nacional de Investigación Agropecuaria y Forestal (CONIAF), entre el 1ero de Octubre 2003 y el 15 de mayo 2004. El objetivo era caracterizar la agricultura de una zona, para que pueda servir de herramienta a proyectos de desarrollo agrícola. La microcuenca de Los Dajaos fue elegida por su microclima particular y la presencia de agua en cantidad gracias a los numerosos arroyos, que le confieren un potencial importante para la agricultura. Varios proyectos gubernamentales (IDIAF) y no gubernamentales (mayormente PROCARYN) ya están comenzando para intentar de valorizar este potencial. Como medida previa a la concretización de cualquier proyecto de desarrollo, es imprescindible realizar un diagnóstico agrícola de la zona considerada. El principio de ese diagnostico no es solamente de caracterizar las condiciones de clima y de suelo y las posibilidades de mercado en la zona, sino de tratar de entender “los distintos elementos (agro ecológicos, técnicos, socio-económicos,…) que condicionan las elecciones de los productores de una región y en consecuencia la evolución de sus sistemas de producción” (Apollin. F y Eberhart. C, 1999). Es sobre la combinación de esos elementos que los proyectos de desarrollo tienen que intervenir para lograr apoyar y orientar la agricultura en la zona. Por ejemplo, la manera más eficaz para limitar un cultivo dañino para el medio ambiente será proponer otro cultivo u otra técnica más interesante para los agricultores, lo que los incitará a dejar el cultivo inicial. Por lo tanto, de la exactitud de la caracterización hecha en el diagnóstico agrario dependerá el éxito de los proyectos por venir.

El enfoque sistémico.

Básicamente, consideramos  la sociedad rural de nuestra zona de estudio como constituida de tres niveles de organización: el sistema agrario, el sistema de producción, y el sistema de cultivo o de crianza.

Los sistemas de cultivo describen la organización de varios cultivos que constituyen un grupo homogéneo: una alternancia o una asociación de cultivos en un grupo de parcelas con condiciones agroecológicas parecidas. Se toman en cuenta los itinerarios técnicos, con la lógica agronómica que los justifica. Según el mismo concepto, se caracteriza el mantenimiento de un rebaño, con condiciones y manejo. En el sistema de producción, se toma en cuenta la combinación de los sistemas de cultivo / crianza, y el nivel de prioridad de cada uno para el agricultor. El sistema agrario se caracteriza por la repartición y la organización de los sistemas de producción que lo componen, y sus dinámicas, por ejemplo las posibilidades de evolución de un sistema de producción a otro.

Metodología: encuestas con agricultores y modelización.

Nuestro trabajo, luego de una caracterización física de la microcuenca, consistió en realizar encuestas a agricultores. La elección de los agricultores se hizo de manera razonada: se intentó hacer una muestra representativa de la diversidad de los sistemas de producción identificados (aún los minoritarios), más que de sus importancias estadísticas. Para cada sistema de cultivo identificado en un sistema de producción, intentamos conocer todas las operaciones culturales practicadas y sus características (tiempo de trabajo, costos, frecuencia…). Por eso, usamos una guía de encuesta establecida previamente (ver anexo 1), pero que adaptamos a la situación de la finca considerada y al tipo de información requerido: por ejemplo, no se intento en cada encuesta conocer el sistema de producción entero, sino a veces detalles sobre un sistema de cultivo particular.

El procesamiento de los datos recogidos permitió hacer una análisis costo-beneficio de los sistemas de cultivos, y una evaluación económica del funcionamiento de los distintos tipos de sistemas de producción, después de haberlos modelizados. Luego, comparamos esos modelos con criterios no solamente económicos, sino también agro-ecológicos, de sostenibilidad,… Este análisis permitió establecer algunas propuestas de ejes de desarrollo primordiales para la microcuenca.

Descripción geográfica de la microcuenca.

En un primer paso, se trata de presentar las características generales de la zona de estudio, para entender en qué contexto se desarrolla la actividad agrícola.

Ubicación y condiciones físicas.

Localización del área de estudio.

La microcuenca de Los Dajaos es una área rural ubicada a unos 15 km al suroeste de Jarabacoa (provincia de La Vega), y a unos 10 km al norte de Constanza (Provincia de la Vega), en la región norcentral del país. Esta zona corresponde a la principal cordillera de la isla Hispañola, la Cordillera central. Esta microcuenca forma parte de la cuenca alta del Yaqué del Norte, uno de los tres principales ríos del país. Notamos la proximidad con el Parque Nacional Armando Bermúdez, una de las áreas protegidas más importantes del país.

Los límites teóricos de la zona de estudio son los límites naturales de la cuenca hidrológica. Es un espacio de aproximadamente 42 km2, extenso de El Manguito a la comunidad de Josafá según un eje noroeste – sureste de unos 10 km. Las microcuencas vecinas de la de Los Dajaos son la microcuenca del Arroyo Grande al oeste y las microcuencas del Baiguate y del Arroyo de las Manatianles al este.

Por razones prácticas de unidad del área, la zona real de estudio es limitada al norte por la carretera Jarabacoa – Manabao. La parte colocada al sur de la comunidad de Arroyo El Dulce, con  poblaciones y actividades débiles, no fue objeto de un estudio tan profundo como la parte norte.

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Relieves, altitudes, clima.

Esta zona se caracteriza por una masa de montañas con altitudes desde 700 a 1700 metros sobre el nivel del mar (msnm), con topografía irregular. La presencia de varios afluentes del arroyo Los Dajaos da una geometría variable vertical y horizontalmente.

Se encuentran tierras llanas en las orillas de los arroyos, y en general a dentro del lecho mayor del arroyo Los Dajaos, hasta 500 m del lecho menor. Los otros arroyos no tienen lechos tan anchos, y presentan pendientes más fuertes.

Más lejos del arroyo, empiezan las laderas, con hasta 60% de pendiente en cañadas escarpadas.

Como consecuencia de la altura, la microcuenca disfruta de una temperatura fresca todo el año (promedio: 18°C), así como de altos niveles de humedad relativa y de precipitaciones (1650 mm / año). Aunque existen dos temporadas secas (de noviembre a abril y de junio a agosto), nunca se llega a una escasez de agua muy crítica, pues el periodo sin lluvia no excede dos semanas. No existe estación climática en Los Dajaos, así que los datos existentes más cercanos son los de Manabao, 5 km más al oeste, y a una  altura de 900 m, que corresponde con la de los pueblo de los Dajaos y del Arroyo el Dulce. (Ver diagrama de precipitaciones).

Subsuelos, suelos y recursos hídricos.

El sustrato geológico es constituido de rocas ígneas a metamórficas ácidas parcialmente meteorizadas que afloran en las pendientes, con varios depósitos de aluviones y coluviones más recientes (cuaternario), en el fondo del valle. Las emergencias de rocas a nivel del suelo muestran un granito en estado de descomposición activa y transformación rápida en arena y arcillas (barro rojo), formadas por la  liberación y transformación de cristales de feldspath.

Como resultado de esa degradación intensa del granito del subsuelo, una gran parte de la cuenca posee suelos franco arcillosos con fertilidades medianas. Se encuentra una mayor concentración de materia orgánica en las quebradas o cañadas, sitios de acumulación. En el área más seca, al este de la cuenca, los suelos son franco arenosos y de alto potencial erosivo.

En la zona fluyen múltiples corrientes de agua (red hidrográfica densa) : los arroyos presentados en la tabla siguiente son todos afluentes del arroyo Los Dajaos.

El arroyo Los Dajaos tiene su nacimiento principal a 1726 metros de altura, y sus afluentes principales son ubicados casi todos al oeste del arroyo Los Dajaos, con nacimientos arriba de los 1000 msnm.

 

Nombre del arroyo Altura (m)
nacimiento desembocadura
Los Dajaos 1726 790
Josafá 1620 1490
Cruz de Cuaba 1580 1240
Palero de Eusebio 1580 1160
El Nuez 1430 1050
Montellano 1270 980
Rubecindo 1380 930
Palo de Cuaba 1150 905
Los Peces
Manaclar 1000 895

 

Fauna y flora natural

Para esta parte, nos apoyamos sobre la Evaluación Rural Rápida de la Población y los recursos Ambientales en la Subcuenca de Los Dajaos, Jarabacoa, República Dominicana en 1994.  Los autores caracterizan la microcuenca como “[…] zona de vida del bosque muy húmedo montano bajo (bmh – MB) […]. Hay también componentes del bosque húmedo montano bajo (bh – MB) en las partes más altas de la subcuenca donde hay laderas con pendientes muy pronunciadas y las elevaciones oscilan entre 1400 a 1700 msnm. “

La especie de árbol predominante es el pino o cuaba (Pinus occidentalis Sw.), que es el más usado como maderable para construcción, por su fuerte proporción de resina que actúa como un conservador. En las parcelas de bosque natural, el pino está mezclado con guama (Inga vera), algunos grayumbos y palmas manaclas en la parte baja. El estrato arbustivo se compone principalmente de guayuyo, de guayabos. En las orillas de los arroyos crece la caña brava y el limoncillo así como varias especies de helechos (Pteridium sp.) y datura en zonas de bosque.

Según una de las únicas descripción de la fauna natural de la zona es en el mismo estudio (Evaluación rural rápida): “En esos ambientes prosperan poblaciones de la cotorra de la Hispaniola (Amazona ventralis), el papagayo (temnotrogon roseigaster), el jilguero (Myadestes genebardis), la cigüita del pinar (Dentroica pinus) y varios taxones de anfibios, reptiles y mamíferos (murciélagos).”, pero la Cotorra de la Hispaniola parece reducida.

 

Historia de las comunidades de la microcuenca.

1920 – 1970 colonización de la microcuenca de Los Dajaos.

  • Llegada de los primeros colones.
  • 1940 ocupación de Piedra Llana.
  • Cultivo de conuco en roza / quema: habichuela, arroz, café. Casi nada de venta de la producción.

 

1970 – 1990: reforma agraria y cultivo de café.

  • 1971: formación de la Asociación de los agricultores de Los Dajaos (ASADA).
  • 1979: con el huracán David, llegada de los primeros fertilizantes químicos en la zona, sobre todo para el cultivo de habichuela.
  • 1980 a 1981: como efecto de la reforma agraria, se establecieron 90 familias conuqueras en zonas de laderas de alta fragilidad ecológica, que en pocos años contribuyó a la degradación de la base de recursos y la despoblación del área.
  • 1986: boom de la plantación de café de venta. Llegada de la variedad caturra, en matas injertas, más adaptadas a las zonas con suelos menos ricos que las quebradas.
  • años 90: crisis del café.

 

1990 hacia presente: llegada de cultivos intensivos.

  • 1994: la fundación Falconbridge paga la tubería del acueducto de la comunidad de Los Dajaos (arroyo El Rubecindo). La mayoría de la comunidad toma parte en los trabajos de instalación. El objetivo de este acueducto fue en primer lugar el riego de tierras cultivables para dar un freno a la deforestación, y después el consumo de las casas.
  • Reducción del cultivo de habichuela, que deja un suelo demasiado cansado por la reducción del descanso arbustivo. Desarrollo del cultivo de la tayota, en substitución del café o de la habichuela. Los cafetales, que tienen los mejores suelos (partes baja de la cuenca, cañadas, orillas de ríos), son arrancados para liberar espacio para la tayota, dejando a veces los troncos para que le sirvan de tutor.
  • Con la bajada del precio del café, y la atracción de la tayota que emplea mucha mano de obra en las partes bajas, despoblación de las partes altas de la cuenca (Josafá, y luego El Bolo).
  • 2000: primeras tareas sembradas de fresa en pleno campo.
  • 2002: el último habitante de El Bolo baja en la comunidad de los Dajaos.

 Las condiciones socioeconómicas.

Población y localización de las comunidades.

Las cifras más recientes son las del censo de 1994 (las del censo de 2003 aún no están disponibles). La población total de la microcuenca es 1120 habitantes, divididos en 285 hogares. El balance de género es 57% de hombres y 43 % de mujeres. Ese desequilibrio se puede explicar por el hecho que muchas hembras jóvenes prefieren instalarse en Jarabacoa  o en la capital, mientras que los varones a menudo se quedan trabajando en agricultura. La población es bastante joven, ya que cuenta con 588 adultos y 532 (47,5%) menores de edad.

El hábitat es muy disperso, pero sin embargo se destacan algunas comunidades, mayormente en la parte baja de la zona de estudio. Las de El Manguito, Los Marranitos, La Paloma, y la más poblada, Los Dajaos, son ubicadas en la entrada de la microcuenca (menos de 2 Km de la carretera Manabao-Jarabacoa), entre 700 y 900 msnm.  La comunidad de Arroyo Dulce (o el Dulce) es la más extendida, ya que empieza en la salida de la comunidad Los Dajaos y se termina más de 4 km más adentro de la microcuenca. Al oeste del Dulce, la comunidad de Piedra Llana (la Pelua) reúne toda la microcuenca del Rubecindo, uno de los principales afluentes de los Dajaos. Las dos aldeas del Bolo y Josafá son más difíciles de acceso por su altura y los pendientes fuertes, y fueron abandonadas en los últimos años, pero todavía acogen a trabajadores que vienen a cultivar sus conucos durante varios días seguidos.

Infraestructuras.

No existe carretera con asfalto en la microcuenca, pero un camino abierto al tránsito rodado une el Manguito al Dulce (atravesando los Dajaos), a menudo en mal estado (en tiempo de lluvia) y reservado a vehículos 4×4. Otros permiten llegar hasta Los Marranitos, La paloma, y recientemente hasta Piedra Llana. El acceso a la microcuenca se hace por la carretera Manabao – Jarabacoa, que está en bueno estado, lo que facilita las relaciones con el eje Santo Domingo – Santiago.

La comunidad de Los Dajaos disfruta también de un acueducto para el riego y el consumo de la mayoría de las casas. Los tubos fueron pagados por la Fundación Falconbridge e instalados por los agricultores de la zona en 1994. Tiene su presa en el Rubecindo a 1071 msnm, cuenta con más de 8 km de tubo principal y 8 tanques, y riega unas 3000 tareas de tierras agrícolas, en beneficio de 70 familias.

En la cuenca se encuentran 3 escuelas elementarías, en Los Dajaos, El Dulce y Los Marranitos, una iglesia católica y una clínica rural con la presencia de un doctor en los Dajaos.

La asociación de agricultores ASADA tiene unas infraestructuras que benefician a la mayoría de las familias de la microcuenca, aún si no son miembros de aquella. Un aserradero ubicado en Pinar Quemado, comprado en 1994, permite el abastecimiento en madera de construcción a buenos precios para la comunidad, y un laboratorio rústico de producción de plántulas in vitro produce para los agricultores matas sanas de fresa y papa a bajo costo.

Organizaciones y apoyos.

Organizaciones locales.

La Asociación de los Agricultores de Los Dajaos, ASADA, fue fundada en 1971 con el objetivo de organizar las actividades agrícolas, y de aprovechar el efecto de grupo para conseguir apoyos externos así como para comprar materiales a mayoristas. Es por el medio de la ASADA (y de unos líderes comunitarios) que se consiguieron ayudas para las comunidades, como la instalación de la clínica rural, el arreglo de los caminos principales y de los puentes colgantes, o intervenciones de instituciones de capacitación y apoyo técnico. Un comité de mujeres de Los Dajaos se reunió con la ASADA recientemente.

La asociación Junta Yaque, nacida de la ASADA, facilita trabajos de construcciones en toda la zona entre Manabao y Jarabacoa.

La asociación San Ramon en El Dulce y la Junta de Vecinos de Los Marranitos tratan de unificar los habitantes de esas comunidades. Se formó también una asociación de padres y Madres de la escuela de Los Dajaos. Se nota también la presencia de la sede de la Fundación Lomas Verdes en Los Dajaos, que promueve y financia la reforestación en la zona del Paragua, que por parte pertenece a la parte alta de la microcuenca.

Últimamente se creó un Comité de defensa de la microcuenca de Los Dajaos, que será encargado de coestablecer con PROCARYN un plan de manejo integral de la cuenca, y de supervisar su aplicación. También hay que notar la formación de un Comité de productores de café orgánico, cuyo objetivo es definir un manejo de café orgánico para obtener una certificación.

Actores externos principales.

A nivel regional, los caficultores de la zona de Jarabacoa se unificaron en una cooperativa, la ASCAJA (Asociación de los Caficultores de Jarabacoa), que compra y procesa el café de pequeños productores. Además, CODOCAFE (Consejo Dominicano del Café) proporciona ayuda de capacitación  por el mejoramiento de la calidad del café. En aspectos sociales como agrícolas,  PROCARYN (Proyecto Cuenca Alta del Río Yaque del Norte) es muy activo en la zona de estudio, con la organización de talleres de capacitación y organización, el abastecimiento en matas de árboles para la reforestación.

Algunos organismos gubernamentales (IDIAF y CONIAF) manejan varios proyectos de investigación, para el desarrollo de la agricultura de Los Dajaos.

La cuenca disfruta de las acciones de organizaciones de escala mundial de protección de la naturaleza y de desarrollo. Dentro de ellas se destacan la Fundación Falconbridge (Financiamiento del acueducto, del laboratorio, arreglo de caminos, etc.), The Nature Conservancy (TNC) y la Fundación Moscoso Puello para certificaciones de agricultura orgánica, etc.

Actividades económicas.

La agricultura es la primera actividad económica dentro del área estudiada. La casi totalidad de los hogares están ligados a la producción o a la comercialización de productos agrícolas. En la Evaluación Rural Rápida de la subcuenca en 1994, los autores notan: “la producción agrícola, aunque desarrolla algunas fuentes de empleo, parece estar mayormente articulada en base a la explotación familiar. Lo que lleva a algunas personas de las comunidades a pensar que la vitalidad y bienestar de la subcuenca depende de cómo vaya la agricultura.”. Hoy en día, esto sigue siendo la realidad, pero se nota un crecimiento del empleo de mano de obra ajena a la familia, ligado con el crecimiento del área ocupada por la tayota. También se desarrollan, por la misma razón, los trabajos de transporte de las cosechas, que se hacen todo el año, y casi todos los días en temporadas de producción.

Se notan también unos 8 colmados o pequeños negocios que venden productos de primera necesidad.

Además de esto, como en todas las comunidades de la zona, se encuentran personas quienes, además de ser agricultores, son albañiles y carpinteros, lo que agrega ingresos a la familia: el precio del trabajo de obreros calificados es más grande en la construcción que en  agricultura.

Esbozo de tipología de las fincas campesinas de Los Dajaos.

Se puede desde ahora establecer una categorización de los sistemas de producción, para introducir los tipos de explotaciones agrícolas, que se explicitaran más adelante. Se consideraron aquí el acceso a los recursos naturales (tenencia de la tierra, disponibilidad del agua,…), el nivel de intensificación y de tecnicidad, la variedad de los sistemas de cultivos, así como una apreciación cualitativa de la capacidad de ahorro y de inversión.

Tipo 1: trabajadores sin tierra.

Esta primera clase de campesinos corresponde a una situación límite, pues les faltan dos de los tres componentes constitutivos de un sistema de producción: la tierra y el capital. Solo poseen su fuerza de trabajo que venden en explotaciones ajenas. En este sentido, son considerados como obreros más que como agricultores, estatus que les deja un poder de decisión para la agricultura de la cuenca casi nulo.

Forman parte importante de la población de la cuenca, hasta 100 personas (9 %). Participan principalmente en los trabajos de mantenimiento de cafetales (chapia, mantenimiento de sombra), de cosecha del café entre los meses de noviembre y abril, y de la tayota todo el año. El precio de la mano de obra varía entre 100 y 200 RD$ por día, más una comida sencilla (que se puede estimar a 20 RD$), para los trabajos agrícolas. Pero generalmente, los trabajadores sin tierras aceptan sueldos de 25 a 50 RD$ menores que otros, es decir que su costo de oportunidad es más bajo porque no tienen otra fuente de recursos (una producción propia) con que comparar su sueldo.

Hay que notar que estos trabajadores son mayormente Haitianos instalados desde poco en la microcuenca,  que no pudieron heredar tierras de familiares y llegaron sin el capital necesario para comprarla. También pertenecen a esa categoría los jóvenes que todavía no poseen tierra propia y que, además de ayudar en la finca familiar, trabajan a veces en finca ajena.

Tipo 2: Fincas exclusivamente conuqueras.

Los conuqueros exclusivos constan de todas las familias que tienen pocas tierras, algunas veces propias pero más a menudo prestadas, que usan solamente para el cultivo de víveres en conucos. Practican la agricultura más tradicional de la microcuenca, un sistema de producción cuyo objetivo principal es asegurar el abastecimiento en víveres para la casa durante todo el año, limitando al mínimo los gastos del hogar. En ese sentido, eligen itinerarios de cultivo que no siempre optimizaran los rendimientos o el margen bruto, sino que evitaran periodos de escasez de comida. Usan muy pocos insumos químicos, la mano de obra es únicamente familiar, y venden solamente lo que sobra después del consumo de la familia, a menudo unos 5 a 20 % de su producción, a menudo la única fuente de ingresos de la familia.

Practican una agricultura de tipo roza / quema en tierras con laderas de pendientes medianos a fuertes (30 – 50 %), con parcelas de 5 a 20 tareas, sin riego.

Tipo 3: fincas de policultivo de venta.

En estas fincas, los agricultores tienen varios cultivos principales con destinación a la venta (tayota, café, fresa y hortalizas en algunos casos, limón), que manejan a veces  sucesivamente con rotaciones, a veces simultáneamente en varias parcelas. Para esos cultivos, dedican sus mejores tierras (ubicadas en partes llanas o cañadas), usan riego y insumos químicos para mantener unos rendimientos y una calidad de producción estables. Para algunas operaciones recurren a mano de obra ajena pagada. Las áreas cultivadas son pequeñas, de tierras propias o prestadas, generalmente con riego

Al mismo tiempo casi todos siguen con la agricultura tradicional de conuco en tierras más altas para el autoconsumo, lo cual constituye una seguridad en termino de abastecimiento de comida para la familia en caso de bajada de los ingresos (perdidas, caída de los precios,…), además de permitir que la mayor parte de los ingresos sea usada para el funcionamiento de la finca (auto inversión).

Tipo 4. Fincas de monocultivo.

Son fincas que tuvieron una fase de especialización en un solo cultivo. La inversión necesaria a esta especialización provino de recursos generados por un sistema de policultivo de renta, o incluso de capitales de origen extra agrícola.

La mayoría de estos agricultores producen tayota en tierras con buena fertilidad. Su objetivo es maximizar el rendimiento por tarea, mediante el uso de una gran cantidad de insumos químicos, de mano de obra pagada, y de manera general, una capitalización de la finca.

En esta categoría se encuentran también fincas de producción de café, que a pesar de ser pocas, desempeñan un papel importante por la superficie ocupada y la grande cantidad de mano de obra que emplean.

Tipo 6: Fincas de ganadería.

Ocupan pastos naturales, y en algunos casos sembrados, en las partes las más altas de la cuenca, o unas lomitas con pendientes fuertes en la parte baja de la cuenca. Las vacas están sueltas en áreas muy grandes, con cercanías de alambre de espina.

Generalmente, son dueños de la remada y de la tierra, pero viven a fuera de la cuenca (Jarabacoa, Santo Domingo, o Nueva York)

Zonificación de la microcuenca.

Para analizar el área de estudio, se realiza una caracterizaciones de las zonas agroecológicas, tomando en cuenta varios criterios, no solamente físicos, sino también sociales y históricos. Además de la simple descripción, se trata de construir una herramienta que permite de situar los casos concretos y los modelos de sistemas de producción en el contexto de zonas agroecológicas.

Las altitudes dan el criterio principal para una delimitación de zonas agro-ecológicas: se identifican tres zonas de morfología y uso de suelos distintos:

 

  • Parte baja, de 700 a 1000 msnm ;
  • Parte mediana, de 1000 a 1400 msnm ;
  • Parte alta, de 1400 a 1600 msnm.

 

Parte Baja.

  • Altitud: menos de 1000 msnm.
  • Pendientes débiles, de 0 hasta 30%: orillas de arroyos, lomitas.
  • Cercanía del arroyo Los Dajaos y afluentes en abundancia
  • Muchas cañadas y zonas de acumulación de materia orgánica: suelos negros, arenosos con buen drenaje, fértiles. Laderas con suelos profundos, más arcillosos (barro rojo), pedregosidad no limitante (menos de 30%)
  • Vegetación natural : zona de vida del bosque muy húmedo montano bajo (bmh – MB) ;
  • La temperatura mediana es de 18°C.

 

Uso del suelo:

  • Cultivo de tayota con riego, sin rotaciones, sin descanso de la tierra.
  • Cultivo de hortalizas sobre pequeñas áreas (parcelas de 1 a 10 tareas): fresa, repollo, lechuga, tomate, cebolla.
  • Pocos cultivos de víveres y granos básicos, alrededor de las casas, economía de patio.

 

Además, esa parte concentra de la mayoría de los habitantes y de las dinámicas económicas, así como de las infraestructuras comunitarias: dos escuelas (Arroyo El Dulce, Los Dajaos), carretera transitable (El Manguito – Arroyo El Dulce), clínica rural (Los Dajaos), dos puentes colgantes (Los Dajaos), 4 turbinas micro eléctricas;

 

Parte mediana.

  • Altitud: 1000 a 1400 msnm.
  • Pendientes más fuertes, generalmente limitante para agricultura (20 a 60%), pocas parcelas llanas.
  • Cañadas con fondos reducidos y pendiente: menor acumulación de materia orgánica, suelos arcillosos con drenaje a veces limitante, pedregosidad baja.
  • Vegetación natural: zona de vida del bosque muy húmedo hasta húmedo montano bajo (bmh – MB hasta mh – MB).
  • Temperatura parecida a la de la zona precedente.
  • Presencia de varios nacimientos y arroyos de caudal medio a bajo (5 a 70 L/s)[1], presas de pequeños acueductos privados (para el riego y el consumo de la casa) y del acueducto de la comunidad en el Rubecindo, Piedra Llana (con un caudal de 1 a 5 L/s ) ;

 

Uso del suelo:

  • Poco cultivos de renta, parcelas de conuco : siembra de víveres con baja tecnicidad, sin riego, roza-quema de descanso corto (3 a 8 años) ;
  • Cafetales abandonados.
  • Parcelas de reforestación (Pino Occidentalis, Gravilea, cedro).

Las pocas familias que viven en esa zona tienen que ir a las partes bajas para ir a la escuela, vender sus producciones, participar a talleres de capacitación, etc., lo que les toma tiempo, además de los trabajos agrícolas.

 

Parte alta.

  • Altitud : 1400 a 1700 msnm ;
  • Cumbres y altos de quebradas, pendientes medianos, a veces limitantes;
  • Fertilidad mediana a baja : la sobreexplotación del bosque y la ganadería extensiva limitaron la reproducción de fertilidad de los suelos ;
  • A pesar de todo, profundidad del suelo no limitante ;
  • Zona de vida del bosque húmedo montano bajo (bh – MB), pero con temperaturas menores y precipitaciones mayores que en las partes más bajas de la cuenca.

 

Uso del suelo:

  • Ganadería extensiva y explotación del bosque (madera, leña, y carbón) en regresión ;
  • Agricultura de renta muy reducida por falta de cómodo y de medios de transporte de la producción: cultivo de víveres para el autoconsumo casi exclusivamente.
  • Parcelas de reforestación ;

 

 

Caracterización de los sistemas de producción.

Los sistemas de cultivo y ganadería.

Un sistema de cultivo se define a nivel de parcela o grupo de parcelas. Se caracteriza por unas condiciones de suelo e hídricas homogéneas, asociadas con prácticas culturales especificas. Cada rubro aislado no necesariamente constituye un sistema de cultivo: se toman en cuenta las sucesiones y asociaciones de cultivos, así como la lógica agronómica que las orienta.

Por ejemplo, cabe considerar el efecto residual, es decir en qué estado el cultivo precedente dejó la parcela en término de fertilidad, estructura del suelo, presencia de maleza o de residuos de productos fitosanitarios, y la sensibilidad del cultivo siguiente (cual cultivo aprovechará mejor la fijación del nitrógeno por la habichuela, etc.).

Para cada cultivo de ese sistema, se trata de caracterizar los itinerarios técnicos (costos, mano de obra y equipamiento requerido, frecuencia), es decir la sucesión de las operaciones culturales, sus efectos sobre el rendimiento, y la razón de esa estrategia. Hay que notar que los pastos, los bosques y el patio son considerados como sistemas de cultivos.

Los sistemas de ganancia, a menudo muy ligados con los sistemas de pastos, son evaluados de la misma manera: analizando la gestión de la reproducción y de la alimentación se caracterizan las estrategias de manejo del rebaño.

Paralelamente al análisis de las operaciones culturales, se evalúan los rendimientos resultantes, así como el modo de comercialización de los productos y el uso de los subproductos (venta, uso de pulpa de café y desechos de cosechas como fertilizante orgánico, comida para animales).

Los datos conseguidos en las entrevistas con los agricultores permitieron caracterizar los principales sistemas de cultivo y ganancia de la zona de estudio.

 

Hortalizas trepadoras: la tayota (Sechium edule).

Localización: partes bajas, proximidad de los arroyos.

El cultivo de la tayota se desarrolló en la microcuenca como producción de venta durante los últimos 10 – 15 años, conjuntamente con el retroceso de las producciones de habichuela y de café, debido a la bajada de sus precios de venta. Actualmente acapara una parte importante de las tierras más llanas y fértiles de la microcuenca, donde se pueden conseguir los mejores rendimientos. Sin embargo, se encuentran parcelas de tayota en pendientes muy fuertes. Ese rubro es muy poco consumido por los agricultores, así que se puede considerar como un cultivo de venta exclusivamente, y – se puede añadir desde ahora – el más importante de la microcuenca tanto en cuanto a la cantidad de actividad que genera que como fuente de ingresos. Estimamos la superficie de tayota en la microcuenca entre 500 y 550 tareas, que se reparten de la manera siguiente:

 

El dulce Los Dajaos La paloma piedra llana Total
260 ta 130 ta 100 ta 60 ta 550 ta

 

La superficie de tayota en cada comunidad es proporcional a la cantidad de tierras apropiadas para ese cultivo disponibles, y no a su población: por ejemplo, unos agricultores de Los Dajaos tienen la mayoría de sus tierras en el Dulce, área más vasta.

 

Itinerario técnico:

  • Preparación de la parcela: la primera etapa, después del arado, es la instalación de la estructura de trepación. En efecto, las matas de tayota se desarrollan sobre un tejido de alambre a 1,50 / 2 m encima del suelo, lo cual facilita los distintos trabajos de mantenimiento de las plantas, tan bien como aumenta significativamente los rendimientos, según los agricultores. No obstante, como todo el aparato vegetativo de la mata está sobrealzado, el suelo queda desnudo, lo que puede provocar su “lesivage” y su erosión en parcelas de pendiente fuerte.

Se encuentra una grande uniformidad en la realización de la estructura de trepación. Primero se hacen hoyos y se plantan palos en líneas, distantes de 4 a 5 metros uno de otro. Se usan palos de acacia, o preferiblemente de cuaba (pino occidental) que son más resistentes. Algunos agricultores cortan sus propios palos en sus parcelas de bosques, mientras que otros los compran (por 60 a 100 RD$ la unidad), lo que les ahorra el tiempo de corta. La mayoría de los productores alternan líneas de palos gruesos (o “fuertes”) de diámetro 25 cm con palos débiles, más baratos y más cómodos de cargar. La proporción de palos fuertes puede ser un tercio o la mitad, y se usan principalmente en la periferia de la parcela. Después de los palos se instala el tejido de alambre. En toda la periferia de la parcela se usa alambre de espina, mas fuerte, mientras que adentro se hace una mezcla: alambre de espina o alambre grueso sin espina (que disminuye los riesgos de heridas de los trabajadores) para reunir los palos, y alambre “dulce” fino dentro de los cuadros así formados. El resultado es un tejido cuadrado de 40 – 50 cm de lado.

 

  • La siembra de la tayota se hace al principio de la instalación, de tal manera que las matas ya hayan nacido y estén listas para trepar cuando aquella esté acabada de construir. Se siembra la fruta entera en un hoyo, a veces dos en cada hoyo, con una densidad 40 a 80 matas por tarea, según el pendiente. Con una densidad superior, las matas se molestan y entran en competencia para la luz. Algunos agricultores siembran las tayotas abajo de los palos fuertes, para que el peso se reparta mejor, ya que la densidad de palos fuertes es parecida a la de las matas. La producción no es optima hasta que la tayota esté cerrada, es decir hasta que las matas formen un techado continuo. La fase de establecimiento (antes que se cierre la tayota) puede durar 12 a 15 meces según la densidad de siembra, el uso de fertilizante, o las condiciones climáticas. Después de eso, la parcela puede seguir en producción durante 2 a 10 años según la variedad de tayota, hasta que todas las matas se sequen, o que la producción baje. Entonces, si la estructura está en buen estado (lo que muy a menudo es cierto si está hecha de pino occidental), se puede hacer una resiembra, cada 5 años. Solamente hace falta arrancar las matas secas, levantar el tejido de alambre, arar toda la parcela con bueyes o voltear la tierra en los sitios de siembra, y sembrar de nuevo.

 

Durante la fase de producción, el cultivo de la tayota en la microcuenca requiere un uso importante de insumos, así como de fuerza de trabajo. Para algunas operaciones culturales, la mano de obra familiar no basta y se recurre a mano ajena pagada. Esos argumentos, juntos con unas superficies de cultivo medianas (entre 5 y 15 tareas en promedio) nos inducen a considerar la tayota como un cultivo semi intensivo. Sin embargo, la alza rápida del precio de los insumos (debida a la crisis económica), que interviene previa a la alza de precios de venta de la producción de tayota, tuvo como resultado una reducción de la cantidad y de la frecuencia del uso de los insumos de parte de muchos productores, y en particular un uso más razonado de los plaguicidas.

 

  • La fertilización se hace con abono químico completo (principalmente 15/15/15, a veces alternando con sulfato), aunque dos agricultores entrevistados usaban abono orgánico (gallinaza y estiércol). La mayoría de los agricultores riegan aproximadamente una libra de fertilizante alrededor del tronco de cada mata, cada mes o mes y medio. Es un trabajo sencillo que puede tomar, cada vez, un HD (hombre día) para 10 o aún 20 tareas. En promedio, los agricultores entrevistados echan 4,3 qq de fertilizante por año y por tarea.

 

  • La fumigación se hace principalmente con una mezcla de tres productos:
  • un abono foliar,
  • un insecticida,
  • un fungicida.

Muchos agricultores tienen conciencia de los mecanismos de adaptación de las plagas, y por eso alternan distintos insecticidas y fungicidas. Usan insecticidas de 3 categorías principales: órganofosforados (metamidofos), carbamato metomyl (de largo espectro y muy poderosos) y piretro idas. Los fungicidas más usados son los mancozeb, ditiocarbamates y ftalinin (a base de cobre), y los azufrados. Mientras que la mayoría de los agricultores tienen un uso sistemático de los pesticidas, con una frecuencia de fumigación bien establecida, algunos otros parecen adaptar el uso de esos productos a las necesidades del momento (uso razonado), en particular echando los fungicidas especialmente en tiempo húmedo. Ese tipo de actitud se encontró animado últimamente por el alza generalizada de los precios de los insumos importados (que son la mayoría).

La frecuencia de fumigación es un poco más alta que la de la fertilización (mensual o un poco menos), y los tiempos de trabajo son parecidos.

 

  • Desbejucamiento: para un buen desarrollo de las frutas y evitar un ahogo de la matas, así como para limitar la fuerza del peso que aplasta la estructura de trepación, los agricultores tienen que cortar las hojas y bejucos secos. Ese trabajo se hace con un cuchillo como sola herramienta, se realiza en promedio 9  veces al año, y puede necesitar  1 a 2 HD por tarea cada vez. Junto con la cosecha, representa una de las operaciones culturales claves en cuanto a la cantidad de trabajo necesario. Se recurre a menudo a mano de obra ajena, a veces pagada por ajuste (es decir negociando un precio por parcela y no por días trabajados). Algunos agricultores eligen desbejucar más frecuentemente sus matas, lo que resulta economizarles tiempo en el total anual, y sobre todo les permite realizar ellos mismos ese trabajo, sin tener que pagar obreros. Los desechos arrancados son dejados en la parcela, y sirven de abono orgánico para la tayota, y pueden beneficiarle al cultivo siguiente como efecto residual.

 

  • Cuando la tayota está cerrada, no es necesario desherbar la parcela, ya que la luz que atraviesa el techado de hojas es diminuta, y poca maleza puede crecer.

 

  • La cosecha se hace 3 veces al mes, lo que es considerado como la ventaja principal de ese rubro por los agricultores: en cuanto la parcela está establecida, es un cultivo de muy corto plazo, lo que facilita la liquidez de la finca y limita los riesgos, y eso aún más en periodo de inestabilidad de los precios. La cosecha es una operación que a menudo requiere un uso importante de mano de obra pagada (50% en promedio), ya que representa un pico de trabajo. En efecto, aunque que totaliza solamente unos 11 HD de trabajo por año y por tarea, es necesario cosechar la parcela entera en un día a cada vez para facilitar la venta, lo cual un agricultor solo no puede hacer, sino con la ayuda de 2 a 4 obreros. El rendimiento promedio es unas 1800 docenas por tarea y por año. Sin embargo, se nota una grande variación entre agricultores (de 730 a 3000 docenas por año y por tarea), según el manejo y el tipo de tierra. Los que practican el monocultivo con muchos insumos tienen los mayores rendimientos. Además, todos los agricultores insistieron en decir que existe una grande variabilidad de los rendimientos durante el año. De una cosecha a otra, la cantidad de frutas recolectadas puede doblar, oscilación a la cual se agrega un efecto de temporada: tiempos demasiado fríos o secos pueden disminuir la producción.

 

  • La venta se hace el mismo día de la cosecha, generalmente a compradores que vienen en la cuenca para recolectar la producción de varios productores. A nivel de finca, la tayota se vende por docena. Los camiones son llenados en la carretera El Dulce – Los Dajaos, por los cosechadores. Si la parcela está lejos de la carretera, o si el camino está demasiado malo por los camiones (tiempos de lluvia), los productores usan mulos o pagan a vecinos que tienen camionetas para llevar la producción hacia los camiones. Son los compradores quienes imponen el precio, según el precio de venta en los mercados de la capital, de Santiago, o de Dajabón (para exportación en Haití). Algunos productores tienen un contrato de venta, que les garantiza un precio fijo negociado previamente contra una exclusividad de venta a un comprador, pero permanecen una minoría. Dos productores en la microcuenca tienen su propio camión y pueden vender ellos mismo su producción en mercados de mayoristas.

Los precios de la tayota son muy variables, dependiendo sobre todo de la cantidad de tayota disponible en el mercado. Además, cabe señalar que se agrego a este efecto el del alza generalizada de precios de todos productos del país. Entre los meses de octubre y de abril, los precios de la tayota a nivel de finca variaron de 5 a 20 RD$ por docena, y los de los insumos químicos (importados), siguieron la taza del dólar, es decir que padecieron una alza aproximativo de 60% en ese mismo periodo. El precio usado en las evaluaciones (18 RD $ por docena) corresponde a una estabilización observada entre fines de febrero y el final de este estudio; como tanto, no puede ser considerado como un promedio anual.

 

El año de instalación de una parcela de tayota no parece rentable en la mayoría de los casos. La producción empieza 3 o 4 meses después la siembra, y es óptima solamente 1 año después: los rendimientos son bajos y los costos elevados por la instalación de la estructura trepadora. En cuanto la tayota se cierra, los años de producción permiten lograr margen brutos elevados, aún los años de resiembra con producción baja (cada 5 años) que permiten sacar un pequeño beneficio (unos 3400 RD$ por tarea).

 

La tabla cifras del cultivo de tayota (anexo 2) reúne cifras promedias para el establecimiento y el cultivo de una tarea de tayota, basado sobre datos provenientes de entrevistas con 12 productores de tayota en la distintas comunidades de la microcuenca

Café bajo sombra (y cultivos asociados).

El café es uno de los rubros tradicionales de la microcuenca, pues las condiciones climáticas (frescura y humedad durante la mayoría del año) corresponden a su hábitat natural, y consecuentemente son muy apropiadas para su cultivo. A pesar de las crisis sucesivas del precio del café (precios de venta muy bajos, no rentables) y de la llegada de la roya y de la broca del café (hasta 70 % de pérdidas) que provocaron un disgusto y un rechazo masivo de ese cultivo (por lo menos como fuente principal de ingreso), quedan varios cafetales en producción. Ocupan una grande superficie, con fincas de 10 a 2300 tareas en la zona estudiada.

Los suelos utilizados son muy variados. Como resultado del retroceso de ese cultivo, muchos de los cafetales que ocupaban suelos fértiles fueron arrancados para sembrar tayota. Los cafetales sembrados en cañadas dan mejores rendimientos.

Los primeros cafetales fueron sembrados hace 80 años (ver « historia de la microcuenca ») con la variedad típica (Coffea arabica típica). Los cafetales más recientes incluyen también la variedad caturra, en proporción variada (hasta 100 % en las parcelas más nuevas). Las matas de esta variedad son más pequeñas, así como las uvas, pero la productividad es mayor en terrenos menos fértiles.

 

Una parcela de café bajo sombra aparece como una asociación de varios estratos de cultivos, así que a menudo se puede considerar como un sistema agro forestal, orientado hacia un cultivo principal. Los estratos son los siguientes:

 

estrato arbóreo: árboles de sombra, necesarios al buen desarrollo del café. Los más corrientes son los pinos (Pinus occidentalis, la especie local) pero también se utiliza guama, grayumbo, o cualquier otro árbol nativo que existía en el bosque previo al establecimiento del cafetal. El estrato arbóreo es poco explotado como leña o madera, pero sin embargo es imprescindible para proteger el café de la luz directa del sol y extraer los minerales de les capas profundas del subsuelo (renovación vertical de la fertilidad), incrementando así la fertilidad natural del suelo.

estrato intermediario: se pueden encontrar en las parcelas algunas matas de frutales (naranja agria o dulce), de macadamia, de musaceas (guineo o plátano), que además de agregar un poco de sombra a la del estrato superior, dan una producción de víveres y frutas para la casa.

estrato arbustivo: se consta de la matas de café, que tienen la prioridad para el agricultor y orientan el devenir de toda la parcela.

– estrato herbáceo: en algunas parcelas se encuentran matas de yautía o de yuca abajo del café, e incluso de jengibre, para el consumo de la casa.

Según el manejo en general (sombra, variedad,…), se distinguen 3 tipos de cafetales:

  • Tradicional, de variedad Típica, con muy poco trabajo de mantenimiento.
  • Renovado, de variedad Típica con inserción progresiva de matas de variedad Caturra, una inversión baja y un trabajo de mantenimiento general que permite una producción, pero baja.
  • Tecnicizado bajo sombra o semi sombra, de variedad Caturra, recientes (menos de 20 años), con densidad regular, sombra monoespecifica regulada, unas matas de frutales, que necesita una inversión más grande.

 

Se puede notar también la presencia de varios cafetales abandonados, sin ningún mantenimiento. En ese caso, la parcela vuelve al estado de bosque inexplotado, pero la plantación de café permanece y representa un capital que, aunque degradado, se podrá utilizar de nuevo mediante un trabajo de renuevo.

 

Itinerario técnico:

Ene. Feb. Mar. Abr. May. Jun. Jul. Ago. Sep. Oct. Nov. Dic.
Poda, sombra
Fertilización
Control maleza / chapia
Siembra/resiembra
Cosecha

Itinerario técnico del cultivo de café (indicativo).

 

  • La operación de siembra de un cafetal es importante, pues las matas pueden producir durante varios años. Entonces, la preparación de la parcela, el control de la sombra, y la repartición de las matas pueden influir sobre la cantidad de trabajo y la producción de los años que siguen.

Se siembran matas compradas en viveros privados o de organizaciones de apoyo a los agricultores (PROCARYN, CODOCAFE,…), que proporcionan matas sanas, por semillas seleccionadas. Hoy en día, casi todas las matas sembradas son de la variedad caturra, elegido por técnicos por el bueno rendimiento en tierras de fertilidad mediana.

A menudo, las parcelas usadas para sembrar son antiguos cafetales abandonados o bosques inexplotados. A veces, se siembran matas de guama o de pino antes de sembrar café, para instalar la sombra. La preparación de la parcela necesita mucho trabajo: chapiar, realizar terrazas para limitar la erosión (mas o menos 3 HD por tarea), hoyar y sembrar (1 HD por tarea). Al mismo tiempo, los agricultores echan fertilizante químico o materia orgánica en los hoyos. La distancia entre dos matas de café oscila entre 1 y 10 metros, según el pendiente, el tipo de suelo y la sombra: demasiado cercas los unas de las de más, las matas se molestan, y no hay espacio para los recolectadores; demasiado lejos, el rendimiento de la parcela baja, el trabajo es más grande, y el control de la maleza más difícil.

Generalmente, las temporadas de lluvia son preferidas para sembrar, particularmente en abril y mayo: el arraigado es óptimo. De más, la temporada más seca y más caliente que sigue (meses de julio y agosto) favorece el desarrollo vegetativo de la planta.

 

  • Poda, mantenimiento de la sombra, control de la maleza. Este trabajo consiste en el mantenimiento del cafetal en general. Se controla la sombra para que sea lo más homogénea posible, sin molestar las matas de café. Esta tarea se realiza generalmente después de la cosecha. En el mismo tiempo, los agricultores podan las matas, es decir eliminan ramas secas o dañadas, lo que favorece un buen desarrollo de los brotes nuevos y más sanos. El efecto positivo de la poda se nota después de 2 años, pues al principio las matas padecen la disminución de su aparato vegetativo. según que el café sea el cultivo principal del sistema de producción, o un rubro secundario, se puede podar entre 10 y 25 % de las matas cada año o la totalidad de la parcela cada 4 o 5 años. Este trabajo, acoplado con el control de la sombra y el control de la maleza, necesita más o menos 2 HD por tarea. Es un trabajo duro que generalmente los agricultores no cumplen ellos mismos, sino que delegan a obreros pagados. Los desechos producidos son organizados en carreras siguiendo las curvas de nivel, lo que constituye una barrera anti erosiva efectiva. Además, esa práctica permite limitar las pérdidas de fertilidad del ecosistema, ya que esta biomasa restituye los elementos minerales prelavados en la misma parcela.

 

  • Los caficultores usan pocos fertilizantes químicos, por culpa de la reciente alza de los precios de insumos, y de la inseguridad de los precios de la producción. Usan abono orgánico, estiércol de vaca o gallinaza que compran a fuera de la cuenca, y la pulpa del mismo café. Así, proporcionan las matas de café en materia orgánica, elemento clave para su crecimiento y una buena producción. Esta práctica puede también tener la ventaja de abrir acceso al mercados de café orgánico (sin certificación por ahora, pero un proceso está en curso), lo que le podría agregar un gran valor al producto final. Los fertilizantes se echan cada 3 o 4 años para una parcela, con 2 HD de trabajo por tarea en promedio.

De la misma manera, los caficultores no usan pesticidas. En la zona, el mayor problema de plagas es la presencia, como en todo el país, de la broca del café (Hypotenemus hampei). A provocado pérdidas, pero el impacto se reduzco con la introducción y el establecimiento de un patógeno fungoso (Bauveria bassiana), y el uso generalizado de trampas elaboradas por el CIRAD, proporcionadas por CODOCAFE. La roya del café (Hemileia vastratix) no causó muchas pérdidas porque no se desarrolla a esa altura.

 

  • La cosecha se hace cada año, entre los meses de octubre y de febrero principalmente, pero dependiendo de la zona: en las zonas bajas de la cuenca, las matas de café paren hasta un mes más temprano que en las partes mediana y alta de la cuenca. Se hace una cosecha por semana durante ese periodo, trabajo que necesita generalmente 0,25 HD por tarea, más si el café está en un año de grande producción (más granos a recolectar), o si está ubicado en laderas de pendientes muy fuertes. La casi totalidad de los productores emplean mano de obra ajena, que pagan por lata recolectada. Las fincas que tienen cafetales semi abandonados usan mano de obra familiar para la cosecha, porque las cantidades son muy pequeñas.

Los técnicos recomiendan cosechar solamente las uvas bien maduras, es decir totalmente rojas. Pero los obreros privilegian la cantidad, y a menudo recolectan granos verdes o negros (demasiado maduros), lo que baja la calidad del café.

Según lo reconocen los agricultores ellos mismos, los rendimientos son más bajos que los rendimientos clásicos para este tipo de altitudes y de suelos, por culpa de un manejo no óptima. De manera general, tienen como objetivo el rendimiento de 1 quintal (50 kg) de café oro por año y por tarea, que a menudo no lo alcanzan.

 

Tratamiento post cosecha y venta:

El beneficio del café, es decir el procesamiento post-cosecha del café, se hace por el productor mismo, o a veces por una cooperativa ubicada en Jarabacoa (ASCAJA, Asociación de los Caficultores de Jarabacoa), o por otros productores privados. Este tratamiento post cosecha se compone de las 5 operaciones siguientes:

El despulpado se hace con una maquina sencilla, animada a mano o con un motor térmico, que separa el grano de la pulpa. Esta operación se realiza el mismo día de la cosecha o el siguiente, porque la fermentación que sigue debe ser controlada: una sobrefermentación aumenta demasiado la acidez del café.

El día siguiente, los granos son lavados en estanques con agua del acueducto, o, a veces, directamente en el río si el productor no tiene infraestructuras adecuadas. Este trabajo necesita una grande cantidad de agua, y la presencia del acueducto que lleva el agua directamente en la finca facilita la tarea. Una vez que la mayoría de la pulpa es extractada, los granos son secados en áreas de concreto orientadas al sol, durante uno a tres días, según las condiciones del tiempo.

La operación siguiente consiste en sacar la última cáscara del grano y secar lo una última vez, y se realiza siempre fuera de la cuenca, generalmente en Jarabacoa. Así se consigue el café oro, listo para tostar o exportar.

Los trabajos de tratamiento del café oscilan alrededor de 1 HD por tarea y por año si el agricultor tiene una despulpadora animada a mano, 0,5 HD sino: el equipamiento del agricultor influye bastante sobre el rendimiento del trabajo.

 

Entonces, la venta del café tiene varias formas, según el grado de transformación: generalmente, los productores venden café pergamino u oro solamente si consideran este cultivo como cultivo principal. Se nota también una confusión en las unidades usadas para medir las cantidades de café, unas son unidades de volumen (latas, cajas) otros son de peso (quintal), y dependen del tipo de café: uva, pergamino, oro, de buena calidad o no… Ese es a menudo fuente de problemas de mercadeo para los productores.

 

El conuco.

Ese sistema de cultivo, el más tradicional identificado en la microcuenca, fue la base del sistema de producción de los primeros colones de la zona. Luego de haber retrocesado en frente de los cultivos de venta, ha vuelto a desarrollarse con la reciente alza de los precios en general, y permite de bajar los gastos de comida. Hoy en día, el es practicado por muchos agricultores como fuente de víveres para la familia, pero mayormente constituye parte integrante de un sistema de producción más complejo que incluye otros sistemas de cultivo, con destinación a la venta. Es un sistema de tipo roza – quema, con un periodo de uso de la tierra de 2 o 3 años, seguido de un periodo de descanso arbustivo (barbecho) de duración variable (pero que raramente excede 8 años). El sistema de cultivo conuco se basa en una asociación, en una misma parcela, de los cultivos siguientes:

 

Tipo Cultivo de conuco
cereales maíz
leguminosas habichuela, guandul, haba
tubérculos yuca, yautía, rábano, batata
Musáceas plátano, guineo, rulo
otros Caña, Auyama

 

No se encuentran todos esos rubros en una parcela, pero casi siempre los agricultores escogen cultivos de cada categoría para asegurar el proporcionamiento en víveres variados durante todo el año si posible, dejando como sola base alimentaria que comprar el arroz (y el aceite) que no se produce en ninguna parte de la microcuenca. Las tierras usadas son a menudo en las partes altas, y con pendientes fuertes (> 25 – 30 %).

 

Itinerario técnico:

El manejo de un conuco casi no ha evolucionado desde su origen en la microcuenca, salvo un uso muy escaso de fertilizantes químicos por algunos campesinos. Las estrategias del manejo también reflejan la voluntad de asegurar una comida variada al precio más bajo posible. Por ejemplo, un agricultor podrá sembrar auyama en marzo sabiendo que no es el periodo más adecuado, pero que le permitirá beneficiar de esa cosecha 6 meces después, aunque sea con rendimientos muy reducidos. Podrá compensar esa baja producción con una densidad de siembra superior.

  • Chapia y quema: la primera etapa consiste en limpiar la parcela cortando los árboles o arbustos presentes con hacha y colín, y quemar los desechos. La quema mineraliza rápidamente toda la biomasa vegetal de la parcela, volviéndola disponible para los cultivos por venir, así como elimina las semillas de maleza colocadas en las partes superficiales del suelo. Notemos aquí que esas dos ventajas solo se aprovechan durante uno o dos años: los minerales son consumidos por los primeros cultivos que siguen la quema, y la “esterilidad” de maleza es poco a poco perdida con la llegada de semillas trasladadas de fuera de la parcela por el vientos, los animales… Según que el conuco es establecido en una parcela de bosque o de barbecho arbustivo, el tiempo de trabajo de la chapia varía entre 3 y 1 HD por tarea.
  • Preparación del suelo: La mayoría de los agricultores aran sus conucos con bueyes, o lo hacen hacer por un obrero labrador (500 RD $ por día). Ese tipo de arado necesita 0,5 HD por tarea. Sin embargo, si el conuco tiene mucho pendiente, si es difícil de acceso para bueyes, o si el agricultor no tiene los recursos suficientes, el remueve el mismo la tierra con una azada.
  • Las siembras se hacen en todas temporadas del año, pero existe una cierta regularidad para algunos cultivos que tienen temporadas optimas.

La asociación maíz – habichuela se siembra en enero o febrero. Las semillas de maíz son echadas por tres o cuatro en el mismo hoyo, y las semillas de habichuela en un hoyo cercano para que crezcan al pie del maíz. Se hacen carreras que siguen la curvas de nivel, con una distancia de 80 cm entre cada hoyo y 2 m entre cada carrera. Según los agricultores, sembrar el maíz junto con la habichuela mejora el rendimiento del maíz. En efecto, el maíz  aprovecha la captación del nitrógeno del aire por la habichuela (que es una leguminosa), sin que la producción de habichuela padezca (baja competencia entre las dos matas).

El otro periodo importante de siembra es agosto, cuando se vuelve a sembrar la habichuela,  y se siembra también la auyama. Ese último cultivo se siembra con unos 8 m de una distancia entre cada mata, para que tengan bastante espacio para desarrollarse, pues son matas trepadoras.

Los otros cultivos se siembran en todas épocas del año.

Las semillas son generalmente semillas de finca, a veces compradas para el maíz y la habichuela. Los tubérculos son sembrados con huevos guardados de cosechas anteriores o regaladas por otros agricultores. El caso de la yuca es diferente, pues se siembran pedazos de ramas prelevados en matas que ya produjeron.

Las densidades de siembra varían mucho según la morfología de las parcelas, a menudo accidentada. Los productores eligen la densidad y la ubicación de cada cultivo: algunas matas son más adaptadas a tierras frescas (“tierra izquierda”), como la yautía o la auyama, mientras que otras se desarrollan mejor en tierras calientes (tierras derechas), como la yuca o el guandúl.

Nombre del cultivo Época de siembra Distancia entre matas (cm) ubicación Densidad por tarea
Maíz Ene – feb – mar 80 x 200 Parte mediana de la parcela, siguiendo las curvas de nivel 2 lb
Habichuela Ene – feb  ago 80 x 200

150 x 150

Al pie de las matas de maíz, parte mediana de la parcela, siguiendo las curvas de nivel 6 lb
Batata Indiferente 80 x 80 Tierras frías, partes bajas de la parcela 25 matas
Yuca Dic – ene – feb 100 x 80 Tierras calientes, partes altas de la parcela 20 matas
Rábano ago 80 x 80 Tierras frías, partes bajas de la parcela 25 matas
Yautía Jun – jul – ago 80 x 80 Tierras frías, partes bajas de la parcela 25 matas
Guandúl Abr – ago 100 x 200 Tierras calientes, partes altas de la parcela 10 matas
Auyama ago 800 x 800 Tierras frías, partes bajas de la parcela 2 matas
Características de siembra de los cultivos de conuco

 

  • Los agricultores deshierban las parcelas de conuco en todas temporadas del año, ellos mismo, con el solo uso de un machete ancho. Ese trabajo se hace poco a poco, cada semana. Permite controlar la maleza y de cuidar el desarrollo de las matas.

Generalmente, no usan insumos químicos, tan pesticidas como fertilizantes, aun que a veces, echan unas libras de fertilizante completo en la parcela si sobra de otros cultivos, y si la parcela no es demasiado lejos.

 

  • Las cosechas del conuco son de dos tipos. Las primeras se hacen de una vez, con almacenamiento de la producción (maíz, habichuela), y conllevan un tratamiento post-cosecha importante (secar, desgranar, etc.). Esas cosechas dejan poca libertad en cuanto a las fechas de recolección, y pueden inducir picos de trabajo para la familia. Las segundas se hacen poco a poco, según las necesidades de la familia (yuca, yautía, batata). Estas últimas producciones representan así un “almacén vivo” en pleno campo. Por ejemplo, la auyama puede permanecer más de un mes en el campo después de madura, y el tubérculo de yuca no se dañas si se queda más de un año en la tierra.

Los rendimientos anunciados por los campesinos son bastante homogéneos, pero parecen ser dependientes de la calidad de la tierra ya que usan pocos insumos químicos. Para resumir, los rendimientos son reunidos en la tabla siguiente:

 

  Duración de desarrollo Duración de cosecha Rendimiento
Maíz 7 meses 1 día 100 libras / libra sembrada
Habichuela 3 meses 1 día 10 libras / libra sembrada
Yuca 12 meses 2 o 3 años 10 libras / mata
Rábano 10 meses 12 meses 8 – 10 libras / mata
Yautía 10 meses 1 a 2 años 6 libras / mata
Guandúl 7 meses 2 años 3 a 5 libras / mata el primer año
Auyama 6 meses 1 año 10 frutas de 5 libras / mata

 

 

Algunos agricultores desean vender parte de sus producciones, lo que sobra del autoconsumo (hasta 70 %). Así, pueden elegir prácticas culturales que pretenden aumentar el valor agregado por tarea, como siembra más denso de unos cultivos o usar unos fertilizantes químicos.

 

Hortalizas y fresa.

Es un sistema de cultivo destinado a la producción de legumbres en pleno campo, con rotaciones en las mismas parcelas, aunque no estén definidas precisamente (no hay un orden establecido en la sucesión de cultivos). Se puede encontrar repollo, brócoli y lechuga, habichuela y papa, fresa, cebolla, ají, tomates y pepino, aunque todos no son presentes juntos a un momento dado en la zona.

Son cultivos intensivos: necesitan grandes costos de producción para maximizar el valor agregado por tarea. Los productores eligen tierras buenas, o invierten en instalaciones de riego importantes, en trabajo del suelo frecuente, etc. A veces, se usa un cultivo de ese tipo durante la temporada de resiembra de tayota: mientras las nuevas matas de tayota van creciendo y aún no producen, se puede sembrar repollo para aprovechar de la parcela, ya equipada del sistema de riego.

Estos productos se cosechan de una vez y, por su fragilidad, no se pueden almacenar (salvo habichuela y papa). Por lo tanto, son muy dependientes de las fluctuaciones de los precios, y como además los riesgos de pérdida por asunto de condiciones ambientales (lluvia, temperaturas, o plagas) son grandes, ningún agricultor recurre a ese sistema de cultivo como fuente principal de ingresos. Por ejemplo, uno de los agricultores entrevistados quiso esperar una alza de los precios para vender su lechuga (4 tareas), y perdió 90 % de la producción (ver estudio de caso de Freddy Moronta).

Sin embargo, los rendimientos pueden alcanzar buenos resultados, con cosechas de cultivos sucesivos en la misma parcela. Por ejemplo, ese mismo agricultor anunció un margen bruto de 30 000 RD$ por tarea para el cultivo de cebolla durante 3 meses, después de haber cosechado ají y pepino en la misma parcela.

En general, los agricultores que eligen este sistema de cultivo delegan los trabajos a obreros diarios ya que mayormente no es su cultivo principal. El arado de la tierra es sistemático antes de cada cultivo: el precio es de 400 a 500 RD$ por día según la facilidad de acceso a la parcela, y se harán de 2 a 5 tareas por día dependiendo del pendiente y  de la pedregosidad (aún que generalmente no limitante). Los trabajos de fertilización y fumigación juntos necesitan más o menos la misma cantidad de trabajo que la tayota: alrededor de 0,25 HD por tarea, cada mes.

Las semillas o matas, generalmente compradas, son sembradas directamente en el campo, o en un vivero para la fresa, el repollo, la lechuga, y la cebolla. El vivero, de menos de un décimo de tarea, recibe poco fertilizante o pesticidas, pero es desyerbado frecuentemente.

El mercado es menos establecido en la microcuenca que el del café o de la tayota: el productor tiene que buscar compradores y negociar el mismo los precios.

 

Dentro de ese sistema de cultivo, un rubro se destaca por la importancia que le acuerdan algunos agricultores, tan bien como por la especificad de su técnica de cultivo: la fresa.

 

La fresa (Fragaria spp) en pleno campo:

La fresa fue introducida en la microcuenca durante la última década, pero se desarrolló sobre todo desde el año 2000 como cultivo de venta en las fincas de policultivo. Sin embargo, solo conciernaba unas 10 explotaciones en el periodo de este estudio. Los productores de fresa disfrutan de un apoyo importante por parte de ASADA, pues la asociación tiene un laboratorio de reproducción in vitro, y les puede proporcionar matas sanas en grande cantidad y a un precio muy bajo (1 a 2 RD $). Así, los agricultores siguen experimentando en sus manejos, y las superficies permanecen limitadas, la cantidad de variedades disponible y bien caracterizada es baja. Hay un núcleo de 5 productores de fresa en la comunidad de Piedra Llana (La Pelua).

 

Itinerario técnico

El manejo de la fresa hace de ese cultivo el mas tecnificado y intensivo de la microcuenca.

  • El vivero: después de haber comprado la cantidad de matas que desean, los agricultores a menudo las siembran en un vivero para que se reproduzcan vegetativamente por estolones. Esta etapa puede durar dos meses. Durante este periodo, los agricultores no usan fertilizante y escasos pesticidas, y dedican muy poco tiempo a ese cultivo: el único trabajo consiste en cortar los estolones (“mochar”) para separar las matas, y desyerbar el vivero, trabajo muy sencillo ya que la superficie ocupada es muy pequeña (un décimo de tarea).
  • Preparación de la parcela y siembra: Las matas de fresa son sembradas en montículos de tierra (canteros) de un metro de ancho y 30 – 40 cm de alto, lo que permite drenar el agua que reciben, y así evitar que se pudran. La confección de las zanjas se hace después de arar la parcela, es un trabajo difícil que se lleva 5 HD por tarea, y que hay que repetir cada año. El uso de tubos de goteo que corren en cada cantero es generalizado. Las zanjas son cubiertas de un plástico opaco, lo que permite evitar que se pudran las frutas al estar en contacto con el suelo, y además impide que se desarrolle la maleza que podría entrar en competencia con la fresa y contaminar las matas con virus.

La siembra empieza en noviembre y puede durar algunos días o más de dos meces si el agricultor no tiene bastantes plantas listas al mismo tiempo. Aquí cabe señalar que un buen manejo del vivero puede desarrollar un papel clave en el cultivo de fresas, ya que permite tener una producción más sincronizada y así mismo más controlada. La producción empieza en enero / febrero, y alcanza su pico en los meces de marzo y abril. No obstante, este calendario establecido en los últimos tres años aún no está fijo, pues la fresa es un cultivo nuevo en la microcuenca, y muchos agricultores están dispuestos a hacer ensayos de modificaciones de su itinerario técnico. En particular les interesaría avanzar el periodo de cultivo para producir cuando los precios están más altos (noviembre, diciembre).

 

  • Fertilización, riego: El fertilizante químico es regado mediante el tubo de goteo, lo que permite dirigirlo más precisamente hacia la planta y limitar los desperdicios. Los agricultores lo diluyen primero en un tanque, antes de agregarlo por un sistema de T al agua de riego (ver esquema siguiente). Usan fertilizante completo (15-15-15), o abono más complejos y especializados (nitrofoska, fertilizante químico completo enriquecido: 15/5/20, con anhídrido sulfúrico a 20 % y Zn, Ca, Cu, Fe, Mn, Mo). Sin embargo, uno de los agricultores entrevistados producía fresas usando solamente abono orgánico.

El riego por goteo se hace cada dos días. El agua utilizada proviene del acueducto comunitario así que no hay que pagar para usarla, y circula por gravedad, ningún productor necesita bomba.

Los pesticidas

Utilizados son los mismos que los de la tayota, pero se les agregan los acaricidas de tipo abamectina (Vertimec), que se usan de manera controlada en tiempo seco si se han identificado ácaros sobre las matas, y Babosin contra las babosas y caracoles en tiempo húmedo.

  • Mochar”: Durante la fase de producción, es necesario cortar las hojas y los estolones que siguen echando las matas, para que aquellas no gasten sus recursos propios en el crecimiento vegetativo, sino en la producción de frutas. Esto es el trabajo principal de ese cultivo (con la preparación de la parcela), que necesita 6 HD por tarea cada dos semanas.
  • Los rendimientos pueden variar mucho. En particular, un periodo de lluvia ininterrumpido puede dañar mucho la producción, pues favorece el desarrollo de hongos. Durante el mejor periodo (marzo-abril, o sea a partir de la sexta-séptima semana de producción), se pueden recolectar 90 libras por tarea y por semana, aunque en el año de estudio (2004) los rendimientos fueron muchos más bajos por culpa de las lluvias abundantes que obligaron los agricultores a sembrar demasiado tarde. Los agricultores cosechan 2 y hasta 3 veces por semana.

El gráfico que sigue presenta la producción de fresa un agricultor en la comunidad de Piedra Llana. Hay que notar que este año los rendimientos fue muy debajo de la del año pasado.

La mayoría de ellos se juntan para vender su producción en Jarabacoa, transportándolas en una moto propia y dividiendo los costos de gasolina. Una libra se vende entre 35 y 40 RD $ (0,9 US $). Uno de los agricultores entrevistados vende sus fresas por contrato a un comprador que viene a buscarlas, por 35 RD$ la libra. Los productores compran envases de plástico que cuestan alrededor de 2 RD$ la unidad, para proteger las frutas durante el transporte de la cosecha.

Al final de la producción (junio), las matas de fresas son arrancadas para remplazarlas por otro cultivo, y al año siguiente es necesario hacer de nuevo los trabajos de preparación de la parcela y de siembra.

 

 

La fresa (Fragaria spp) bajo techo:

Este manejo fue experimentado de manera sostenida y eficiente por un solo productor. Sin embargo nos parece importante describirlo pues aparece como una buena oportunidad para la microcuenca, y consiguió atraer el interés de varios productores, que ya han construido pequeños invernaderos aún no en producción, o tienen el proyecto de hacerlo.

El invernadero es a menudo sencillo, y de tamaño limitado por la disponibilidad de tierras llanas. Damos el ejemplo del invernadero usado por el productor de fresa bajo techo de la zona. La estructura es de metal, y el tiene 5 naves esquematizada así:

Se nota la disposición de los paneles de plástico que dejan un espacio de aeración, y las paredes verticales son de tela anti plagas: el aire circula, los insectos son frenados.

Producir fresas en invernadero permite disfrutar de un medio controlado con mucha eficiencia: la única agua que llega hasta las matas es la que proviene del goteo de riego, lo que impide un desarrollo de hongos. Además, si el invernadero está protegido por una red anti-insectos en las paredes verticales, o aún mejor una tela anti-virus, los ataques padecidos por las matas son diminutos. Consecuentemente, ese manejo induce un uso muy reducido de pesticidas, lo que baja los gastos de producción así como mejora la calidad de las fresas y reduce el daño ambiental. El agricultor entrevistado tiene un invernadero con un alto nivel de tecnicidad, pero los proyectos en curso dan ejemplos de sistemas más sencillos.

 

  • Siembra: Las matas son sembradas en un sustrato artificial (ceniza de cáscara de arroz) dentro de fundas plásticas, lo que limita las contaminaciones en caso de infección de una planta por un virus o una bacteria. Esa práctica tiene también como efecto disminuir la cantidad de fertilizante necesario, pues el volumen de sustrato efectivamente atribuido a cada mata es pequeño, y así el abono no se pierde en el medio ambiente. Entre los nuevos proyectos de fresa bajo techo, algunos optaron por el uso de sustrato artificial, mientras que otros eligieron sembrar las matas en plena tierra. La ventaja del sustrato artificial es que es estéril, pero por esta misma razón es muy pobre, ya que carece de microorganismos mineralizadores: hace falta agregar todos los nutrientes necesarios, y entonces conocer las necesidades de la planta durante su desarrollo.
  • Riego, fertilización: El riego se hace con un sistema de microgoteo que le proporciona agua a cada mata individualmente. Un distribuidor permite agregar una dosis de fertilizante medida al agua de riego. Se usa más o menos 80 libras de fertilizante por año y por tarea (con un promedio de 4000 matas), lo que emplea el trabajo de 11 HD por año.
  • El uso de pesticida es casi nulo, por el papel protector que desempeñan el techo y la tela anti plagas. En efecto, el techo contribuye a disminuir significativamente la humedad ambiente, lo que limita el desarrollo de hongos: no se necesita más de 1 kg de fungicida y menos de 4 HD de trabajo de fumigación por una tarea en un año de cultivo normal. Sin embargo, el riesgo de ataques de ácaros es más grande que para las fresas en pleno campo, puesto que esta plaga prefiere atmósferas más secas. Puede ser controlado por un seguimiento regular de las matas y una eliminación de las hojas dañadas, trabajo facilitado por la pequeña superficie de los invernaderos.
  • Los rendimientos observados son algo más altos, y sobre todo más estables que los de la fresa en pleno campo, ya que el efecto aleatorio de las precipitaciones es eliminado.

 

También observamos un ensayo de tomate bajo techo (aunque en las afueras de la zona de estudio), con buenos resultados en cuanto a rendimientos, y con el mismo tipo de ventajas comparadas con el tomate en pleno campo

 

Patio

La economía de patio se compone de todos los cultivos y el ganado menor que se colocan alrededor de la casa, y que son principalmente para el uso de la familia, aunque se pueda vender una parte de la producción. A pesar de que a menudo no sea considerado como un verdadero sistema de cultivo/ganancia por los agricultores, lo tratamos como tal en este estudio, ya que puede desempeñar un papel clave en la diversificación del régimen alimentario.

En primer lugar se encuentran frutales de árboles (limón, naranja), o trepadores en pequeñas estructuras de alambre (frutas de la pasión: granadillo, granadilla dulce, chinola). Además, muchas familias tienen algunas matas de hortalizas (tomate, ají o berenjena) y aromáticas (cilantro, orégano, cebolla). También se pueden sembrar víveres de conuco (a menudo guineo o plátano, y a veces auyama y yuca).

El ganado menor tiene su importancia, por su presencia casi sistemática, con algunas gallinas criollas (de una hasta 10 en familias grandes), guineas, y a veces una puerca criolla. De hecho, los puercos representan una inversión a corto plazo, puesto que las puercas producen unos 6 a 10 marranos al año, que se venden engordados (con desechos de la casa, tayota, y alimento comprado) a los 7 meses si la familia necesita liquidez. La alza de los costos de alimentos completos para el engordamiento indujo una bajada del interés financiad de esta producción. El mantenimiento de las gallinas es sencillo: son sueltas, reciben granos de maíz y desechos de la casa, generalmente cuidadas por los niños.

 

Combinación de los Sistemas de cultivos y de ganancia: los sistemas de producción.

La noción de sistema de producción.

En este capítulo trataremos del escalón superior: el sistema de producción, que se define a nivel de finca. Lo que nos interesa ahora es entender cómo se combinan los sistemas de cultivo y de ganancia descritos más alto en el funcionamiento de una finca. En efecto, existen complementariedades, competencias entre ellos, que influyen sobre la organización general de la finca, y sobre el manejo particular de cada uno de ellos. El productor puede decidir dar la prioridad a uno u otro de estos sistemas de cultivo y de ganancia, que recibirá más inversión de capital y trabajo.

Un sistema de producción se define por 3 componentes:

  • la fuerza de trabajo,
  • el medio explotado,
  • los instrumentos de producción.

 

La fuerza de trabajo incluye la cantidad de mano de obra familiar disponible (la mujer participa a las tareas agrícolas o solo a los trabajos de la casa? los hijos pueden ayudar cuando salen de la escuela?), el empleo eventual de un obrero permanente (y su modo de remuneración). También cabe tomar en cuenta el saber-hacer particular de cada agricultor.

El medio explotado reúne las características de la tierra cultivada: la superficie, la repartición (cercanía de la finca y comodidad de acceso), el tipo de terreno encontrado (pendiente, tierra, forma de la parcela), y el acceso al agua: proximidad del arroyo, posibilidad de usar el acueducto comunitario.

Los instrumentos de producción son las herramientas y equipamientos (colín, azada, aro…), así como las infraestructuras de producción (sistema de riego, estructura de trepación) y de transformación (área de seca de café por ejemplo). También son incluidos los animales, en particular caballos, mulos y bueyes de trabajo. En resumen, se trata del capital vivo e inmovilizado utilizado por la finca.

Metodología: modelización de fincas.

Para cada tipo de sistema de producción identificado, se trata de elaborar un modelo, que sería una finca promedia, construida a partir del análisis de los datos recogidos en las encuestas a los agricultores. No necesariamente existe con todas las características descritas, pero tiende a ser más representativa que lo sería aún un caso real, con todas sus particularidades.
Las características tomadas en cuenta son principalmente:
·          La superficie agrícola,
  • El capital y equipamiento movilizado,
  • Los principales sistemas de cultivo / ganancia , y su importancia relativa para el jefe de explotación, así como la cantidad de trabajo necesaria para cada uno,
  • La capacidad de inversión generada por el sistema.

 

Cada sistema de producción tiene una zona de existencia definida. No se trata de una ubicación geográfica, sino de una delimitación del dominio de factibilidad técnica y de sostenibilidad del sistema. Por ejemplo, bajo una superficie-umbral, los ingresos generados son demasiado bajos y este sistema de producción deja de ser rentable, debe ser remplazado por otro, más intensivo. De la misma manera, encima de una superficie límite, hará falta invertir más en mano de obra, o en instalaciones, y podrá ser más ventajoso elegir otro sistema de producción.

Luego, para representar gráficamente los sistemas de producción, aplicamos una modelización matemática sencilla, con el establecimiento de una ecuación para cada sistema de producción, de la forma siguiente:

En la cual:

Ing. Fin es el ingreso de la finca, considerando el equivalente monetario de las producciones del sistema de producción, aunque algunas de esas no sean realmente vendidas.

PBp es el producto bruto proporcional a la superficie, suma de los valores de producción de cada sistema de cultivo y de ganancia.

CIp es la suma de los costos intermediarios de producción proporcionales a la superficie, incluyendo los costos de mano de obra ajena.

Ap representa la amortización, es decir la depreciación del capital, proporcional a la superficie.

PBnp, CInp y Anp representan los mismos valores, pero no proporcionales a la superficie. Por ejemplo, la producción de marranitos en estabulaciones, o el precio de una bomba fumigadora motorizada no dependen del área disponible.

 

El último paso de esa modelización consiste en la determinación de límites o umbrales al sistema de producción descrito. Básicamente, un sistema de producción tiene un límite de superficie máxima, encima de cual no es técnicamente factible: para trabajar más tierras, el agricultor tendría que cambiar de estrategia productiva (inversión más grande, empleo de mano de obra más importante, o una nueva atribución de superficie a los distintos sistemas de cultivo. Además, se puede hacer la comparación de los ingresos del sistema de producción con el costo alimentario aproximativo de un año para una familia de 5 personas que es el promedio de la cuenca. Si los ingresos producidos no están encima de ese valor, el no basta para la alimentación de la familia.

 

Los modelos construidos permiten disponer de herramientas para caracterizar el sistema agrario de la zona, pero no tienen por ambición hacer una descripción exhaustiva de todas las fincas presentes. Por eso, además de ellos, presentamos algunos casos concretos de fincas relacionadas, para ilustrarlos así como para dar cuenta de la diversidad observada en la realidad.

Typología de los principales sistemas de producción.

Fincas conuqueras

Consideramos una finca que produce solamente víveres para la familia, es decir donde los únicos sistemas de cultivo son el conuco y la economía de patio (unas gallinas y guineas). El conuco descrito contiene todos los tipos de cultivos vistos, puesto que el agricultor busca a producir la mayoría de la comida  necesaria para la familia, y por lo tanto tiene que diversificar sus rubros de producción. Además, el conuco es un sistema de alternancia con un periodo de cultivo seguido de un periodo más largo de descanso con barbecho arbóreo o más a menudo arbustivo, o sea que la superficie necesaria es más grande que la superficie cultivada a un momento dado. Consideramos que un 20 % de la superficie es efectivamente cultivada. Por eso, los valores de superficie indicados en abscisa son superiores a las áreas de cultivo observables en el terreno, puesto que consideramos aquí el sistema de cultivo en su integralidad.

Los rendimientos y las cantidades de matas de cada cultivo usados para el cálculo son los  que están indicados en la descripción del sistema de cultivo (ver capítulo 0). Los únicos costos son las de las herramientas, ya que el uso de insumos es muy reducido, y que la mano de obra es únicamente familiar.

En el gráfico aparecen distintas rectas, que corresponden a umbrales. La primera es el sueldo anual de un obrero agrícola permanente en la zona (36 000 RD$ en promedio). Bajo ese valor de ingresos, el sistema deja de ser rentable, y es más interesante para el agricultor vender su fuerza de trabajo en finca ajena. La segunda corresponde a una evaluación monetaria del consumo alimentario de una familia de 5 personas (ver anexo 4 para el régimen alimentario estimado). Bajo este umbral, los ingresos producidos no bastan para las necesidades de una familia de 5 miembros. Cabe señalar que en el caso de una finca conuquera, una gran parte de la producción es destinada al autoconsumo, y solo hace falta

vender con que comprar arroz, aceite y azúcar.

 

El límite inferior indicado para la recta azul es la superficie mínima para una finca conuquera exclusiva descrito más arriba. El valor estimado (alrededor de 50 tareas) corresponde a un umbral de reproducción del sistema, es decir lo que permite satisfacer el consumo mínimo de la familia, con la comida, y los demás costos de la vida… Si la finca no dispone de esa superficie, el agricultor deberá aumentar la proporción de tierras cultivadas, y por tanto disminuir el periodo de descanso arbustivo, lo que baja la fertilidad del suelo, y la sostenibilidad del sistema. Es lo que ocurre a menudo, y muchos agricultores de esta categoría, que carecen de capacidad de inversión suficiente para desarrollar sistemas de cultivo más rentables, tienen que vender su fuerza de trabajo.

De la misma manera, establecimos un límite superior de 150 tareas. Ello fue definido primero considerando la cantidad de tierra disponible, y no solamente propia, ya que a menudo es prestada para una finca de ese tipo (lo que crea una inseguridad en la tenencia de la tierra). En esas condiciones, se encuentran pocas fincas de ese tipo con una superficie muy importante. Además, ese sistema de producción se practica en parcelas de pendientes fuertes y entonces requiere trabajos fuertes. No se pueden realizar esos trabajos en parcelas de más de 30 tareas, es decir con una área total disponible de más de 150 tareas. Encima de esa cifra, se llegaría a otro sistema de producción, con descanso más largo (arbóreo) del conuco, o la introducción de otros sistemas de cultivo, como la plantación forestal, etc.

 

Finca de policultivo.

Modelizamos aquí un sistema de producción que corresponde a una combinación de 3 sistemas de cultivos. Unos 80% de superficie ocupados por el conuco, con un descanso promedio de 5 años, y rendimientos más bajos que lo del sistema precedente: el agricultor de una finca de ese tipo se dedica menos a sus sistemas de cultivo de víveres (conuco y patio) que a los de venta. Alrededor de 16 % del área agropecuario son reservados a una plantación de tayota, con renovación de las matas cada 6 años y de la estructura trepadora cada 10 años. La estrategia elegida es de minimizar los costos operativos: los rendimientos son bajos, pero el margen por tarea es elevado (pendiente de la curva azul). Los 3 % que sobran de la superficie agrícola corresponden a una parcela de fresa en pleno campo. Las características de ese sistema de cultivo son las descritas en el análisis costo – beneficio, en el capítulo 0. Consideramos también una economía de patio, representada por una cerda que produce 10 marranos al año.

Solo consideramos aquí el área agropecuaria, pero cabe añadir que a menudo en este tipo de fincas, existe un área forestal totalmente inusada (no representado aquí), que puede ser equivalente por su tamaño al área de producción agropecuaria, y que representa un enorme potencial económico inexplotada.

El límite inferior considerado fue unas 20 tareas: bajo ese umbral, el ingreso producido por ese sistema de finca no basta para el consumo de base anual de una familia campesina de 5 personas. Además, las superficies atribuidas a cada sistema de cultivo no serian suficientes para valorizar las inversiones. Y encima de unas 80 tareas de ese sistema de producción, las áreas cultivadas son demasiado grandes, e imponen un manejo diferente: empleo de mano de obra ajena suplementaria, descanso arbustivo del conuco más largo, u otra distribución de los sistemas de cultivo.

Estudio de casos concretos:

Los datos relativos a estas fincas están en el anexo 5.
 

La finca de RAMON MARRERO:

Agricultor de 46 años, nació y vive en la comunidad de Piedra Llana (la Pelúa) en la microcuenca, con su esposa y dos hijos de 16 y 18 años. Ocupa la función de presidente de la Asociación de los Agricultores de Los Dajaos (ASADA) desde febrero 2004.

Fuerza de trabajo: El no puede dedicarse a pleno tiempo para sus trabajos agrícolas, por su función a la ASADA : por lo tanto estimamos que contaba como 0,75 activo, y el resto de su familia como mas o menos 1 activo suplementario para la finca. Puede recurrir a obreros diarios (vecinos) para picos de trabajo.

Medio explotado: El área total de la finca es aproximadamente 200  tareas. El bosque cubre una superficie de 184 tareas, incluyendo 14 ta de plantación forestal (con el proyecto PROCARYN). El área agropecuaria se extiende sobre unas 20 tareas (nunca fueron medidas). Las tierras de bosque pertenecen a su padre, que no las trabaja más, las parcelas agropecuarias son prestadas o alquiladas. Todas las tierras cultivadas se colocan en la parte mediana de la microcuenca, salvo una tarea sembrada de fresa, cuyas características son las de la parte baja.

6 tareas tienen riego gracias al acueducto comunitario.

Instrumentos de producción: Las herramientas que usa son el colín, la azada, el machete y una hacha. También dispone de tubos de goteo suficientes para regar dos tareas. Además, tiene cuatro caballos que no utiliza para reproducción, pero para los trabajos de fuerza, en particular el transporte de la cosecha de tayota.

 

Los sistemas de cultivos:

1-   Fresa pleno campo: 1 tarea, en tierras llanas. La tierra es alquilada por su tío, contra la mitad del margen obtenido. Utiliza el manejo clásico de fresa en pleno campo: riego y fertilización por goteo, usando la gravedad, con un uso importante de pesticidas. El realiza todos las tareas, pero paga para el transporte de la producción.

2-   Tayota: una pequeña parcela de 5 tareas, con un uso razonado  de insumos químicos. Necesita usar sus caballos para el transporte de la cosecha hasta la carretera Los Dajaos – El Dulce para venderla.

3-   Tiene dos parcelas de conuco : una de 2,5 tareas, sembrada en enero 2004 de habichuela, maíz, y yuca, y una de 2 tareas sembrada el año pasado de plátano, caña, rábano y yautía. Estas producciones son dedicadas al autoconsumo.

4-   Ganado menor: una cerda que produce 6 marranos por año. Puede vender uno en cuanto esta destetado por 1000 RD$, y engorda los demás hasta los 8 meses, cuando pesan unas 180 libras. Se venden al precio internacional, 1 US$ / kg vivo (23 RD$ / libra).

Casi no tiene economía de patio, porque tiene poca tierra alrededor de su casa.

Tiene por proyecto renovar un cafetal abandonado de 8 tareas, para comercializar café orgánico. (posibilidades de certificación).

 

 

La finca de Freddy MORONTA:

Agricultor de 63 años, nacido en la microcuenca. Vive con su esposa (Amparo), 5 de sus hijos (en casa separadas pero que pertenecen a la finca) y 4 nietos, en la comunidad de los Dajaos.

Fuerza de trabajo : Para los trabajos agrícolas, el es considerado como un activo a pleno tiempo, y el resto de su familia representa un total estimado de 2 activos : toman parte en las tareas de post cosecha, la economía de patio y algunas operaciones del café. También recurre a mano de obra diaria pagada 125 RD $ /día sin la comida.

Medio explotado : La finca dispone de 320 tareas, incluyendo 260 ta de plantación forestal en parte alta de la cuenca, sembrado con el apoyo de PROCARYN. Tiene 15 tareas de tierras llanas, en la orilla del arroyo Manaclar (parte baja de la cuenca), con instalación de sistemas de riego por aspersión y por goteo, usando el acueducto comunitario.

Instrumentos de producción : Además de las herramientas de base (colín, azada, machete), tiene una bomba de fumigación,  un aro, una despulpadora a mano para el café de la casa. Además, dispone de 3 tareas prestadas de invernadero equipado de goteo  en la microcuenca, y otra tarea prestada en Pinar Quemado (carretera de Jarabacoa).

La finca también conlleva un tanque de almacenamiento del agua que proviene del acueducto comunitario, conectado con una una microturbina (300 W).

Los sistemas de cultivos :

1-    Fresas bajo techo : 1 tarea en producción. Es su principal fuente de ingresos a pesar de la pequeña superficie, pues el manejo es muy intensivo. Requiere un uso de mano de obra importante.

2-    Café orgánico : 40 tareas de tierras con pendiente. Vende 80 % de su producción. En la misma parcela se encuentran matas de guineo (para la casa).

3-    Hortalizas y habichuela: 15 tareas. alternancias de cultivos es, aunque sin orden fijo, en las tierras mas llanas y fértiles. Principalmente tomate, cebolla, pepino, lechuga y repollo, brocoli.

4-    Tomate bajo techo : en el invernadero de pinar quemado.

5-    Conuco : parcela de víveres, con auyama, maíz, habichuela, batata, yuca y guandúl. Para el consumo de la casa.

6-    Economía de patio : ganado menor : unas 20 gallinas y guineas.

Matas medicinales y aromáticas (cilantro, bija), y frutales (naranja, macadamia).

 

Finca de tipo plantación.

Consideramos una finca que produce café en 90 % de su área y limón (lima persa) en el resto. Esto fue elaborado a partir de varios casos concretos, aunque la producción de limón bajo la forma de plantaciones es una novedad en la microcuenca. Cabe señalar que las fincas que producen café son un poco particulares: el cultivo del café es bastante antiguo en la zona, pero las crisis del precio internacional del café provocaron el arranque o el abandono de muchos cafetales. Por eso, el sistema de producción descrito aquí modeliza fincas que lograron seguir produciendo café pese a estos obstáculos. A menudo, son fincas que benefician de una fuente de recursos ajena,  que no se dedican solamente a ese cultivo, o que se especializaron en el café de calidad, lo que les permitió conservar el capital vivo que representa un cafetal, no obstante su depreciación. Son esos tipos de agricultores quienes actualmente invierten más en pequeñas plantaciones de limón, como fuente de ingresos no inmediatos, pero a largo plazo. Sin embargo, ese fenómeno permanece limitado.

Como lo describimos en el sistema de cultivo del café bajo sombra, los costos incluyen una gran parte de mano de obra comprada. Por ello, las plantaciones de café son uno de los principales empleadores para los obreros agrícolas diarios, es decir mayormente para la comunidad de trabajadores haitianos que no disponen de tierras. Para las fincas más grandes, el jefe de explotación está en muchos casos ausente, y delega todos los trabajos, así que algunas decisiones, a un salariado permanente encargado del cafetal, por lo cual no se trata propiamente de agricultura campesina.

Ese sistema de producción incluye la inversión en infraestructuras necesarias al beneficio del café: despulpadora motorizada, tanque de lavado, y área de seca del café, costo no proporcional a la superficie cultivada.

 

En este tipo se consideraron solamente las fincas de más de 25 tareas, ya que en lo observado, los cafetales de tamaño inferior a menudo pertenecen a sistemas de producción distintos, de tipo policultivo, donde no representan una prioridad para el agricultor. El límite superior de ese sistema se situar alrededor de 150 tareas, encima de la cual el tratamiento postcosecha del café impone instalaciones de mayor capacidad. Cabe notar la presencia de una plantación de café de 2300 tareas en tres parcelas, con un tratamiento post cosecha incluyendo una planta de transformación del café de escala industrial, que por sus características no corresponde al sistema descrito aquí.

Hoy en día, los caficultores que lograron conservar un área consecuente de plantación de café bajo techo están a punto de aprovechar la revalorización de ese capital (y de hecho algunos ya lo lograron con éxito), con una alza de los precios del café debida a la aparición de redes de comercialización de café de calidad. Por eso añadimos una recta en puntillas que representa el presupuesto de un sistema de producción cuyo cafetal tiene mejor mantenimiento, con una producción de 1 quintal por tarea, vendido a precio de café de calidad (3600 RD$/ql).

También es importante agregar que a parte de las fincas de plantación de café, muchas fincas incluyen unas cuantas matas de café como economía de patio, para el consumo de la casa, o usan para eso un cafetal abandonado.

 

 

Estudio de casos concretos:

Finca de monocultivo de tayota.

Ese sistema de producción caracteriza las fincas que tienen solamente el sistema de cultivo de tayota. En la realidad se encuentran también en este tipo unas fincas que tienen algún otro sistema de cultivo (por ejemplo la economía de patio), pero con una importancia muy reducida en comparación con la tayota (en cuanto al trabajo necesario, a las tierras ocupadas, a los ingresos generados…).

Los costos de producción y establecimiento son los descritos en el capítulo 0, que corresponden al promedio observado en la zona. En estas fincas se recurre sistemáticamente a fertilizantes y pesticidas químicos y a mano de obra ajena,  por lo menos para la cosecha, la instalación de la estructura, y parte del mantenimiento general. Los costos no proporcionales a la superficie son los de las herramientas (colín, azada, bomba fumigadora). Hay que agregarles costos de instalación proporcionales a la superficie, que son los de la estructura de trepación y del riego por acueducto de PVC y aspersores. Para el cálculo, dividimos esos costos por la duración de las instalaciones, para obtener un precio promedio anual.

 

El umbral mínimo fue evaluado a 5 tareas, que es la observación de los casos concretos que corresponden a ese tipo de sistema de producción. Se nota que bajo ese valor, la sobrevivencia del sistema no está asegurada: hace falta introducir nuevos sistemas de cultivo que producen más ingresos en la misma superficie, conseguir más tierras agrícolas, o vender su fuerza de trabajo además del manejo de ese sistema de producción.

 

Estudio de casos concretos:

Otros sistemas de producción.

Hay que notar que estos son los principales tipos de sistemas de producción observados, pero que existen otros más minoritarios, y que por eso no caracterizamos aquí de manera precisa. Dentro de ellos, la ganadería vacuna extensiva es importante a pesar del pequeño número de explotaciones (menos de cinco), por la grande cantidad de tierras necesarias: hace falta más de 25 tareas de tierras por vaca. A menudo los dueños de rebaño necesitan alquilar pastos, y por tanto favorecen los mecanismos de deforestación. El mantenimiento anual de los pastos exige que se corten todos los nuevos brotes de árboles y arbustos, lo que representa un trabajo importante.

También cabe señalar la presencia en la microcuenca de una unidad de crianza de cerdos intensiva ubicada en la comunidad de Los Dajaos. La cría se organiza con unas treinta madres en tres grupos de puercas sincronizadas para la reproducción y el parto (los cerdos tienen una duración de gestación muy fija de 3 meses, 3 semanas y 3 días). Los marranitos son destetados a un mes, engordados, y vendidos vivos a los 6 meses. La productividad de una puerca oscila entre 8 y 9 marranos por parto, es decir 20 por año.

La alimentación es basada sobre alimentos completos comprados. Es un sistema que parece muy rentable, pero que necesita un buen conocimiento de este tipo de crianza intensivo. Este sistema de ganadería es acoplado con la producción de 20 tareas de tayota, con un intercambio de subproductos: los desechos de tayota (frutas dañadas o no vendidas) sirven de complemento a la alimentación de los puercos, y el estiércol es almacenado con lombrices para producir un abono rico en materia orgánica que sirve para la tayota.

 

 

 

Análisis y propuestas.

Síntesis: modelo general y comparación de los sistemas de producción.

Presentamos aquí todas las rectas de los modelos construidos y descritos en el capítulo precedente. Así, en el mismo gráfico, se puede comparar los niveles de intensificación y las superficies necesarias para cada tipo de sistema de producción.

Lo que se destaca inmediatamente es que el sistema de producción de monocultivo de tayota es el que tiene el nivel de intensificación más elevado (detrás del cultivo de la fresa bajo techo que observamos en un caso): permite de producir ingresos fuertes con superficies débiles (con un uso importante de mano de obra). De hecho, ese modelo representa un número importante de fincas (alrededor de 600 tareas de la microcuenca son sembradas de tayota, mayormente en este sistema de producción).

Pero hay que notar que el sistema descrito incluye el uso de tierras bastante llanas, en la parte baja de la microcuenca, donde el valor de la tierra es elevado: alrededor de 30000 RD$ por tarea para una parcela llana cerca de la carretera. Ese precio no fue incluido en los cálculos porque a menudo esas tierras son transmitidas de una generación a otra sin acto de venta. Sin embargo, ese factor limita el establecimiento de una finca de ese tipo, ya que hay que disponer de esas tierras de calidad para esperar rendimientos parecidos a los descritos. Además, el cultivo de tayota, por la ausencia de alternancias de cultivos y la falta de cobertura vegetal directamente en el suelo, es exigente con los suelos. La pérdida de fertilidad de los suelos no solamente constituye un efecto ambiental teórico, sino que repercute de manera económica directa en los costos de producción: muchos agricultores admiten que tienen que usar más y más fertilizante para mantener sus parcelas a sus niveles de producción. Además, la atracción para ese cultivo indujo muchos agricultores a instalar tayota en parcelas no apropiadas, con pendientes fuertes, donde el daño ambiental es mayor, y además donde todas las operaciones culturales se encuentran complicadas. Eso nos explicita un punto crucial de la análisis de los sistemas de producción: no es suficiente juzgarlos sobre los ingresos generados por tarea, sino que hay que considerar con la misma importancia otros asuntos, como la sostenibilidad del sistema, su dependencia hacia los insumos (cuyos precios pueden variar de manera aguda, como lo hicieron en el periodo de estudio), y su integración en el sistema agrario entero (cuales son los efectos de la predominancia de un tipo de producción?).

 

En cuanto al sistema de conuco exclusivo, puede ser viable en casos de superficies disponibles de más de 50 tareas, pero sin alcanzar ingresos muy elevados. Además, el cultivo de autoconsumo exclusivo permite producir comida todo el año y en cantidades suficientes, pero no generar capacidad de inversión. En efecto, el manejo de ese sistema de producción casi no introduce recursos monetarios para crear un fondo de operaciones. Además, la venta de las cosechas no parece rentable: los costos de venta serian elevados por las dificultades de transporte y las pequeñas cantidades repartidas en todo el año (salvo por el maíz y la habichuela). La venta directa en la microcuenca se hace por pequeñas cantidades y a precios bajos, ya que muchas fincas producen sus propios víveres y no necesitan comprar.

Hay que notar que la sostenibilidad de este sistema es limitada por las grandes superficies necesarias, y el descanso demasiado corto entre dos periodos de cultivo. En efecto, si los árboles no tienen tiempo de crecer en ese intervalo de tiempo, no se realiza el traslado vertical de elementos minerales profundos, y la fertilidad de los suelos va bajando. Además el riesgo de erosión es favorecido por la falta de cobertura vegetal en pendientes fuertes cuando las parcelas son chapiadas.

 

El sistema de producción policultivo se coloca en una situación intermediaria entre los dos sistemas precedentes. Son fincas que, a partir de un sistema conuquero exclusivo, lograron el establecimiento de varios sistemas de cultivo juntos, con la inversión en cultivos intensivos (tayota, fresa y otras hortalizas). A parte de eso, conservaron el conuco para bajar los gastos de la casa. Ese sistema de producción tiene así una capacidad de inversión que permite diversificar las fuentes de recursos, y asegurar un fondo de operaciones, aun que  generalmente débil. Se nota que a menudo, las fincas de este tipo tienen bastantes tierras a su disposición (tierras agrícolas y forestales), lo que representa un capital importante.

La mayoría de estas fincas están en constante evolución y en búsqueda permanente de maneras de optimizarse. Por lo tanto, son las más dispuestas a ensayos e innovaciones para maximizar el valor agregado de sus tierras y por eso, son un blanco muy interesante para proyectos de desarrollo.

Los sistemas de plantación de café son más extensivos: necesitan más superficie para obtener rendimientos comparables a los otros presentados. Pero hay que notar que generalmente, el manejo de los cafetales no es óptimo: las tierras usadas son a menudo de calidad mediana, el mantenimiento mínimo y el uso de insumos casi nulo. Entonces, los cafetales pueden valorizar tierras con pendientes y fertilidades bajas que no tendrían buenos rendimientos con otros sistemas de cultivo. Es una ventaja que no se contabiliza, pero que es de primera importancia: el cultivo del café, con un manejo de tipo agroforestería, mantiene unos estratos arbóreo y arbustivo que protegen los suelos, permite una producción anexa (frutales, madera, víveres de sombra), y limita el uso de insumos químicos.

Además, en muchos casos, el manejo puede ser mejorado para lograr rendimientos más elevados por tarea (hasta 5 quintales de café pergamino por tarea), y con la posibilidad del acceso al mercado de café de calidad y café orgánico que tienen precios altos y más estables que lo del café clásico. De esa manera, un cafetal podría ser rentable a partir de superficies débiles, y no hace falta disponer de tierras en grandes cantidades para sembrarlo, sobre todo si el sistema de producción incluye otros sistemas de cultivo.

 

Propuestas de ejes de desarrollo.

Problemáticas y oportunidades

Como lo hemos visto, la microcuenca de los Dajaos disfruta de condiciones de temperatura, de precipitaciones de hidrografía, así como de accesibilidad que le confiere un excelente potencial para un buen desarrollo agropecuario, y por lo tanto, económico y social, ya que la agricultura es la actividad predominante de la cual depende en mayoría el bienestar de los hogares. Sin embargo, la presencia de pendientes fuertes y de lluvias en abundancia induce un riesgo importante de erosión de los suelos en las parte más altas. Además, los numerosos arroyos que corren en la microcuenca son una oportunidad que agarrar, pero también un patrimonio que preservar: es esencial garantizar la calidad del agua que se desemboca luego en el Yaque del Norte, uno de los principales ríos del país.

La tayota, por su alta rentabilidad y la necesidad de tener tierras bastante llanas para mejores rendimientos, permitió una primera « bajada » de las zonas de cultivo hacia las partes bajas, a proximidad del río los Dajaos. A pesar de eso, su cultivo se extendió a zonas de pendientes fuertes, donde no es apropiada pues favorece la erosión y la pérdida de fertilidad de los suelos, que se traslada entonces en las partes bajas, acentuando así la desigualdad que ya existe entre ambas partes.

Por lo tanto, es importante desarrollar nuevos cultivos, y mejorar los que ya existen, para ofrecer otras oportunidades que la de la tayota, y que cada zona tenga el uso más adecuado.

 

 Ejes de trabajo

Hacia un manejo integrado de la microcuenca

Para promover un manejo agrícola de la microcuenca que permita incrementar los ingresos de los agricultores así como garantizar la sostenibilidad del sistema, incluyendo la calidad del agua y la fertilidad de los suelos, conviene tomar en cuenta la heterogeneidad de las condiciones físicas y diversificar las propuestas para que de verdad sean adaptadas al sitio considerado. De hecho, se trata de un manejo integrado de la microcuenca, es decir un sistema agrario que permita que cada zona agro ecológica sea cultivada de la manera la más apropiada. Con ello queremos decir de manera a optimizar la producción, limitar si posible los costos de producción y permitir que la calidad del medio ambiente sea preservada, ya que es la condición necesaria para un uso durable de la tierra, y un desarrollo sostenible. La noción de manejo integrado conlleva también la toma en cuenta de las interrelaciones entre los distintos sistemas de producción de la microcuenca así como las relaciones con el exterior, en particular por lo que es la comercialización de los productos agrícolas.

 

  • Partes bajas, pendientes débiles :

Esas tierras son las más adecuadas para cultivos intensivos, ya que representan una superficie pequeña pero con los mejores suelos, más facilidades de trabajar, y proximidad de la carretera. Hoy en día son dedicadas al cultivo masivo de la tayota.  Ese sistema de cultivo, bastante rentables todavía podría ser mejorado en varios aspectos. En particular, se pueden disminuir los costos de insumos usando abono orgánico (estiércol), que da buenos resultados de rendimientos, y permite reducir el uso de fertilizantes químicos, a menudo importados y caros. También se pueden sembrar otros cultivos a cada resiembra de tayota, para aprovechar de la parcela antes que aquella se cierre. Si se usa una leguminosa (habichuela por ejemplo) y se dejan los desechos (hojas, raíces) en la parcela, la fertilidad natural de la parcela será mejorada. Se puede también aprovechar la estructura para sembrar algunas matas de granadillo o de chinola en la orilla de la parcela, ya que estos dos cultivos no parecen competir con la tayota, y diversificar así las fuentes de ingresos, en caso de una bajada de precio.

También conviene desarrollar en las partes llanas los cultivos de hortalizas, que se pueden producir todo el año con alternancia de variedades diferentes de ciclo corto, lo que es menos exigente para el suelo y que, con un buen manejo, puede generar más ingresos por tarea que la tayota. Además, la producción de varios cultivos permite la toma de autoconsumo para la casa, y la disminución de los riesgos en cuanto a variaciones de producción: si la cosecha de un cultivo se pierde, un otro sigue muy pronto.

 

  • Partes medianas, pendientes variables : 

El cultivo de la tayota, a pesar de ser bien adaptado al microclima de la microcuenca y de desarrollarse bien en las parcelas llanas y bien regadas, conviene menos en zonas de pendientes más fuertes. No obstante, se sigue extendiendo su área de cultivo, llegando a zonas cada vez más delicadas, ya que a menudo es considerada como el único cultivo verdaderamente rentable por los agricultores. Por eso, es importante disminuir su de cultivo, ya que requiere un uso de tierra importante, dejando el suelo desnudo en zonas de fuerte lesivación. Por eso conviene promover soluciones que permitan generar ingresos tan grandes, o hasta mejores, con superficies más pequeñas, y dejar las superficies sensibles para cultivos más extensivos.

 

Intensificación localizada: el cultivo bajo techo.

El cultivo de hortalizas en invernaderos (y en particular de fresas) puede ser una opción para lograr una reducción de las áreas cultivadas en zonas de pendientes limitantes para la tayota. El invernadero tiene la ventaja de ofrecer un medio semi controlado, a condición de disponer de un sistema de riego y de agua en cantidad (lo que es un recurso no limitante en la microcuenca). Permite limitar el efecto aleatorio de las lluvias, que en la micro cuenca a menudo son responsables de pérdidas importantes en las hortalizas de fuerte valor agregado. En consecuencia, el interés principal de un cultivo bajo techo es de dar más seguridad, lo que permite sembrar con una densidad fuerte. Además, se pueden esperar rendimientos superiores a los del cultivo en pleno campo. En un invernadero de 1 tarea, alternando fresas y otras hortalizas (tomate, ají, flores), una familia puede obtener ingresos superiores a los de 5 tareas de tayota en parcelas de pendiente. Las 4 tareas que sobran pueden servir para otro cultivo, como limón u otros frutales. Aún la inversión de principio no necesariamente debe ser importante, ya que se pueden construir invernaderos rústicos (y de hecho ya se construyeron algunos), donde el único costo es el del plástico (15 000 RD$ por una media tarea si se compra nuevo), ya que para la madera se puede ir acumulando la que uno consiga en la cuenca.

El invernadero se puede colocar en el sitio más llano de la finca, y aún se puede realizar unas terrazas previas a su construcción. Contrariamente a una idea muy propagada, un invernadero no requiere una tecnificación importante y grandes inversiones, por lo menos en un primer tiempo: un sistema de cultivo bajo techo se puede desarrollar por etapas. Aquí se presenta un ejemplo de establecimiento de un sistema de cultivo bajo techo:

  • Primera etapa: aplanización del área (terrazas), y construcción de la estructura del invernadero. La parcela se puede usar (con fresas en canteros por ejemplo, u otra hortaliza de fuerte rendimiento, que no teme la humedad).
  • Secunda etapa: cultivo bajo techo en medio semi controlado: cultivo en el suelo natural, haciendo alternancias: fresas en canteros, hortalizas de tipo tomate, ají,… Se controla la humedad, pero no las plagas. Instalación del riego por goteo si alcanzan los ingresos ya generados, o por pichuetes, más barato.
  • Tercera etapa: optimización del sistema, intensificación y mejoramiento del control. Instalación de una red anti-plagas o si posible, una tela anti-viral. Cultivo en fundas, que evita la transmisión de enfermedades de una mata a la otra, y también permite aumentar la densidad de ocupación del área. El uso de variedades seleccionadas por sus características de adaptación a la temporada puede también permitir producir fresas todo el año.

 

Con la misma voluntad de maximizar el valor agregado sobre una pequeña superficie, se puede promover la instalación de pequeñas unidades de ganadería, que no necesitan una superficie grande, con el uso de forraje producido en la finca (por ejemplo usando la cobertura vegetal seleccionada y sembrada en el conuco durante el periodo de descanso) o alimentos completos. Por ejemplo, la producción de conejos en jaulas, patos, o cabras, pueden ser valorizadas por la transformación local, además del autoconsumo.

 

Extensificación en las zonas con pendiente: plantaciones frutales.

En las zonas con  pendiente, pueden tener un buen éxito parcelas de plantaciones de frutales. En particular, ya se comprobó que la lima persa (Citrus latifolia) puede dar buenos resultados, sin necesitar el uso de riego, y con pequeñas cantidades de fertilizante. La primera inversión   no es muy importante, pues consiste en la compra de matas injertadas, que se venden alrededor de 30 RD $ por unidad, y que se podrían producir sin mucha dificultad en el laboratorio a un precio más bajo. Esto es solamente un ejemplo, pero se pueden establecer plantaciones de otros frutales, empezando con lo que ya existe en la microcuenca, pero aún no está explotado para comercialización (macadamia, toronja, mandarina). Los dos primeros años, cuando la producción no es importante, se puede usar la misma parcela para sembrar otros cultivos, víveres de conuco por ejemplo, o forraje.

 

Café y agroforestería.

Para que la reforestación sea considerada por los agricultores no como una medida impuesta, sino como una opción de interés económico importante, conviene valorizar y aprovechar el bosque de manera más optima. Por lo tanto es importante desarrollar y promover la agroforestería, y en particular en los cafetales. Aquellos son una base importante para un desarrollo de sistemas de agroforestería, pues el cultivo del café bajo sombra es conocido de los agricultores locales, e inclusivo muchos de ellos todavía poseen cafetales abandonados que se podrían renovar. Para darle animo a esta renovación, hay que difundir conocimientos sobre el manejo de una parcela en agroforestería, que permite de disfrutar de producciones diversificadas, y puede multiplicar los ingresos por tarea, sin inducir unos costos mucho más grandes. El principio, sencillo, es solamente de aprovechar cada estrato de cultivo de la mejor manera posible.

 

Estrato arbóreo: ese estrato es esencial pues facilita la ascensión hacia las partes superficiales del suelo de elementos minerales profundos, además de darle sombra al café. Una manera de aumentar aún este efecto de fertilización natural sería de sembrar árboles de leguminosas (por ejemplo una mata local como la gravilea) que enriquecen el suelo en nitrógeno captado en la atmósfera. También conviene optimizar el uso de los maderables, y eso no solamente en las parcelas de café bajo sombra, sino también en las parcelas de bosque natural y sobre todo de plantación forestal, donde hay más conocimiento de las especies presentes. Para salir de la era de restricción, cuando era prohibido cortar un árbol, y permitir que la reforestación sea hecha de manera voluntaria por los agricultores, es importante hacer capacitación e información sobre el manejo forestal, para explicar lo que se puede (y se debería) cortar y lo que tiene que quedarse para regeneración, y establecer un calendario de resiembra.

 

Estrato intermedio: se puede intensificar el uso de este estrato, a menudo desconocido y destinado al consumo familiar. Aún que el guineo y el plátano posiblemente sean competitivos con el café, puede ser interesante sembrar matas de macadamia, naranja, u otros frutales y especies que tienen un interés para la venta, el autoconsumo, o el mejoramiento del suelo.

 

Estrato arbustivo básicamente el café. El asunto principal es penetrar mercados de café de calidad. Unas de las etapas claves en la elaboración del café es la cosecha. A menudo, los granos de café recolectados no son bien maduros, lo que altera el sabor del producto final, y las ramas son dañadas durante la cosecha (los pedúnculos son arrancados). Eso tiene por razón principal que los cosechadores son pagados por lata recolectada, sin mucho control de la calidad de los granos. Una manera de evitar este fenómeno sería de establecer unos coeficientes (porcentaje de granos verdes en una muestra) que inducirían precios distintos de las latas según la calidad del café recolectado. Otra manera, más sencilla, sería de pagar los obreros no al rendimiento, sino al tiempo pasado como para las demás operaciones agrícolas. En un concepto general, el caficultor tiene todo interés a involucrarse mucho en ese cultivo, aún participando en las cosechas cuando puede.

El comité de productores de café orgánico recientemente formado intenta definir un manejo unificado del café de calidad para obtener la certificación orgánica para sus miembros. Mediante esa organización, los productores pueden determinar las operaciones de tratamiento postcosecha del café más adecuadas para lograr la producción de un café de calidad. Además, así pueden también definir los manejos de cafetales para aumentar los rendimientos, hasta 4 o 5 quintales de café pergamino por tarea.

 

El estrato herbáceo: es actualmente usado solamente con algunos víveres (principalmente yautía), pero puede ser fuente importante de ingresos si usan algunas plantas herbáceas de sombra. Además, aquellas pueden hacerle competencia a la maleza y frenar su desarrollo, lo que facilita el trabajo de mantenimiento. Plantas decorativas que exigen sombra, como el helecho Leder Lie o aromáticas (jengibre, por ejemplo) podrían agregar una producción económicamente interesante a la del café.

 

El caso del conuco.

El conuco, aunque sea un sistema de cultivo muy tradicional y que parezca de pequeño interés económico tiene su importancia, ya que se refiere a una noción clave a menudo no considerada en la estimación del nivel de desarrollo, porque es difícil de cuantificar : la de seguridad alimentaria. Así, después de un periodo de retroceso, se volvieron a sembrar este año (2004) muchos conucos como consecuencia de la alza de los precios de los víveres. Aunque en el pasado se luchó mucho (y con razón) contra este sistema de cultivo como vinculo principal de la deforestación, hoy en día está mucho más limitado y no parece razonable frenar este sistema: su extensión es controlada, y representa una seguridad de abastecimiento en víveres.

Sin embargo, hace falta pensar en soluciones para evitar las pérdidas de fertilidad de las parcelas de conuco. El medio el más eficiente es de mejorar el descanso que sigue el cultivo de una parcela. Por eso, la primera medida es de aumentar la duración de ese descanso, si la superficie lo permite: un descanso de 10 años sería más apropiado para suceder a un cultivo de dos años en ese tipo de suelo con pendientes fuertes. La segunda solución es de mejorar la calidad del descanso: después del periodo de cultivo, se puede sembrar matas de leguminosas que enriquecen el suelo en nitrógeno (mucuna, maní forrajero o otra especie de crecimiento rápido) o árboles que tienen raíces profundas que van a buscar elementos minerales en profundidad y que mantienen el suelo. De manera general, el establecimiento de una cobertura vegetal eficiente permite de mejorar la fertilidad y la estructura del suelo.

  • Parte alta.

Conviene en esas zonas acelerar la reforestación para proteger los nacimientos de los arroyos. Se podría establecer plantaciones forestales que tienen un potencial de rendimiento alto en esa zona de vida natural del pino, u otras especies, con la producción de biomasa todo el año. Así, con planes de manejo de bosques, de podría aprovechar de los ingresos de una madera de buena calidad y en cantidades, y del beneficio de mantenimiento de los suelos y recursos hídricos.

Además, la ganadería vacuna, con pocas fincas, necesita mucha superficie: más de 25 tareas de pastos por cabeza. Por eso, limitar la extensión de la ganadería vacuna en esta zona parece importante.

 

Una vía de desarrollo: el uso de energía en agricultura

Un estudio realizado por el CONIAF en el 2004 e intitulado  Estudio de desarrollo de energía hidroeléctrica fortaleciendo la agro producción en la microcuenca de Los Dajaos  evaluó a 1200 kW el potencial hidroeléctrico de la microcuenca. Esa energía podría ser utilizada para la agricultura, con el establecimiento de talleres de transformación de las cosechas: refrigeración o congelación de fresas, producción de mermeladas, procesamiento del café, o para mejorar la producción en invernaderos, como controlar la floración de plantas ornamentales vía el fotoperiodo, ventilación, etc.

 

Otras oportunidades fuera de la agricultura.

La microcuenca también puede aprovechar el nuevo atracto hacia el ecoturismo, con la construcción de pequeñas cabañas que podrán recibir la electricidad comunitaria, si es que se establecen micro turbinas. Un proyecto del tipo turismo solidario ya se desarrolló recientemente en Los Calabazos. Este tipo de proyecto tiene la ventaja de generar ingresos directamente para la gente de la comunidad, vendiendo servicios, artesanía y productos locales.

Se puede imaginar también, con la producción de energía hidroeléctrica, unos proyectos de venta de electricidad a comunidades vecinas, o instalaciones de pequeñas empresas diversas.

 

Medios de acción.

Actores locales.

  • Asociación de los agricultores ASADA y laboratorio.

En caso de desarrollo de un nuevo cultivo en la microcuenca, el laboratorio puede producir plantas sanas en cantidad. Se puede también usar esa producción para vender plantas fuera de la microcuenca, como fuente de ingresos para la asociación, que le permitiría invertir en nuevas variedades, etc. Además, la ASADA ya demostró su capacidad para unificar los esfuerzos de la comunidad como ocurrió durante la construcción del acueducto del Rubecindo en 1994, y puede así servir de relevo para organismos de desarrollo. La ASADA es el contexto ideal para organizar talleres de información y de capacitación por técnicos externos, así como intercambios de técnicas y métodos entre los mismos agricultores.

También cabe señalar que ASADA desempeña un papel importante de financiadora de proyectos campesinos, ya que otorga préstamos de duración determinada (entre un mes y un año), a la taza de 2% por mes. Una vía de acción interesante para orientar las producciones y ayudar a nuevas iniciativas podría ser el establecimiento de préstamos bajo contrato, con tasas de interés que varían según el impacto ambiental.

  • El comité de defensa de la microcuenca.

Formado recientemente, puede ser un medio de acción poderoso para planes de ordenamiento territorial de la microcuenca. Fundado principalmente por la iniciativa de PROCARYN, reúne representantes de cada comunidad, con el objetivo de orientar el desarrollo de aquella, en particular en el sector agropecuario, pero también para que los recursos naturales (tierra, agua y energía hidroeléctrica) sean aprovechado de la mejor manera posible dentro de la microcuenca. De hecho, se trata de una protección por la valorización: si los recursos naturales son considerados como una fuente de ingresos y de bienestar por la gente de la comunidad, ellos van a protegerlos.

 

  • Agricultores individuales.

Como los agricultores de la zona le dan mucha importancia al ejemplo, puede ser de un gran interés establecer fincas modelos, apoyándose por eso en agricultores nacidos en la microcuenca para más éxito. Pueden servir de ejemplo concreto para demostrar la factibilidad de proyectos campesinos, como invernaderos rústicos.

Gobierno y asociaciones no gubernamentales.

  • Subvenciones condicionales.

Las subvenciones se deben otorgar de manera razonada, considerando los argumentos de necesidad como de interés ambiental y de sostenibilidad del cultivo. Un subsidio o un préstamo a tasa preferencial puede permitir el salto de inversión necesario para lograr el establecimiento de un  sistema de producción más eficiente. Por ejemplo, muchos agricultores que quisieran dedicarse a cultivos bajo techo no lo hacen porque no pueden hacer la primera inversión que representa el invernadero.

 

  • Investigación científica.

Algunos proyectos (del IDIAF en particular) ya están en curso para determinar las potencialidades de distintas variedades de fresas según la temperatura, el foto periodo y la altura. Sería necesario extender estas investigaciones a otras frutas y hortalizas con fuerte valor agregado, y que crece en condiciones agroecológicas parecidas a las de la microcuenca. Por ejemplo, ya se probaron por iniciativa personal (José Cruz) la frambuesa y la mora con buenos resultados.

 

Conclusión.

La microcuenca de los Dajaos disfruta de un microclima fresco y húmedo y de una accesibilidad muy importante al recurso agua, que le confieren un potencial agropecuario excepcional en el país, que conviene de aprovechar lo mejor posible. La llegada de la tayota en los años 1990 trajo una solución local a las crisis del café (bajada de los precios internacionales, broca, huracán) y permitió una especialización de unos agricultores y la aumentación de sus ingresos. Hoy en día, la situación es diferente, ya que la extensión del área del cultivo de tayota (como la deforestación) constituye un riesgo para el medio ambiente en zonas sensibles, así como para la sostenibilidad de la agricultura, por la pérdida de fertilidad de los suelos. Ahora se plantea el problema del uso de las distintas zonas agroecológicas: conviene diversificar los sistemas de cultivo y desarrollar un manejo integral de la cuenca que permita que se saque un provecho optimo de cada zona, en vez que se extienda a toda la microcuenca un modelo único de sistema de producción de monocultivo, sinónimo de éxito económico para los agricultores, pero no necesariamente adaptado a todas las condiciones de la zona.

Ya existen sistemas de producción que usan la estrategia de policultivo, agricultores que buscan otras soluciones en superficies sensibles, como el cultivo de hortalizas. En particular, consideran la fresa como un cultivo de gran potencial para la cuenca entera, a pesar de una falta de experiencia  y de un año mediocre. El uso de invernaderos parece una mejoración técnica clave en este sentido ya que permite producir hortalizas con más seguridad y que bajo techo se podría lograr producir fresas todo el año con rendimientos fuertes. Esa intensificación local se puede acompañar de extensificación en zonas más sensibles, con plantaciones de frutales, y explotación razonada del bosque.

Hay que agregar que en el contexto de libre comercio con Estados Unidos que se perfile, los agricultores tienen que estar consientes de sus ventajas comparativas, para aprovechar nuevos mercados, en particular el de las frutas y hortalizas « fuera de temporada » (fresas en invierno por ejemplo), además de las producciones para el mercado nacional.

 

Bibliografía

APOLLIN, Frédéric y EBERHART, Christophe

Analysis y diagnostico de los sistemas de producción en el medio rural. Guía metodológica. Consorcio Camaren / CICDA / RURALTER. Quitó-Ecuador. 1999

Corporación dominicana de electricidad.

Proyecto hidroeléctrico Manabao – Bejucal – Tavera.    Estudio de impacto ambiental.

Intecsa- inarsa. Santo Domingo, R.D. 2001

Peña Franjúl

Evaluación rural rápida de la microcuenca de Los Dajaos.

Falconbridge, Inc. Santo Domingo, R.D.1994.

PROCARYN

Consultoría agrícola de la cuenca alta del río Yaque del Norte

PROCARYN Jarabacoa, R.D. 2002

COUETIL, Anne y ROUSSEAU, Audrey

Estudio de desarrollo de energía hidroeléctrica fortaleciendo la agro producción en la microcuenca de Los Dajaos.

CONIAF, Santo Domingo, 2004.

Nos apoyamos también en los cursos de desarrollo agrícola recibidos durante el año de maestría en el INA P-G, y dirigidos por Marc DUFUMIER.

[1] Fuente: Estudio de desarrollo de energía hidroeléctrica fortaleciendo la producción agrícola en la subcuenca de Los Dajaos, Jarabacoa, 2004.

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Melgar Ceballos Marvin. (2006, marzo 22). Diagnóstico agrario de la microcuenca de Los Dajaos República Dominicana. Recuperado de https://www.gestiopolis.com/diagnostico-agrario-de-la-microcuenca-de-los-dajaos-republica-dominicana/
Melgar Ceballos Marvin. "Diagnóstico agrario de la microcuenca de Los Dajaos República Dominicana". gestiopolis. 22 marzo 2006. Web. <https://www.gestiopolis.com/diagnostico-agrario-de-la-microcuenca-de-los-dajaos-republica-dominicana/>.
Melgar Ceballos Marvin. "Diagnóstico agrario de la microcuenca de Los Dajaos República Dominicana". gestiopolis. marzo 22, 2006. Consultado el . https://www.gestiopolis.com/diagnostico-agrario-de-la-microcuenca-de-los-dajaos-republica-dominicana/.
Melgar Ceballos Marvin. Diagnóstico agrario de la microcuenca de Los Dajaos República Dominicana [en línea]. <https://www.gestiopolis.com/diagnostico-agrario-de-la-microcuenca-de-los-dajaos-republica-dominicana/> [Citado el ].
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