La administración de tecnología consiste en el desarrollo científico de técnicas para entender y resolver una diversidad de problemas, tales como la predicción tecnológica; el buen manejo de los apoyos gubernamentales, de la información científica y tecnológica, de las estructuras organizacionales adecuadas para la investigación y del comportamiento humano en el proceso de desarrollo tecnológico; la planeación y control de proyectos; la vinculación entre las unidades de investigación y las de producción; la legislación en la materia; etc. La gestión tecnológica es un campo multidisciplinario en el que se mezclan conocimientos de ingeniería, ciencia y administración con el fin de realizar la planeación, el desarrollo y la implantación de soluciones tecnológicas que contribuyan al logro de los objetivos estratégicos y tácticos de una organización.
Funciones críticas de la gestión tecnológica
- Integrar a la tecnología dentro de los objetivos globales de la organización;
- Incorporación rápida y efectiva de nuevas tecnologías para la producción y distribución de bienes y servicios;
- Concepción, negociación, contratación y supervisión de la transferencia de tecnología de las unidades de investigación a las de producción;
- Administración de proyectos interdiscipllnarios y/o ínterorganizacionales;
- Acortar el ciclo de la innovación tecnológica;
- Participar en actividades de comercialización y mercadeo, dar solución a los problemas que plantean los mercados;
- Hacer estudios prospectívos sobre la evolución de las tecnologías:
- Definir la posición de la organización respecto a las tendencias tecnológicas;
- Superar los problemas de comunicación entre la gerencia (y otras áreas operativas) y la función de investigación y desarrollo;
- Integrar y motivar personal creativo e innovador;
- Manejar centros y equipos de investigación y desarrollo.
Funciones de la gestión tecnológica. Fuente: Solleiro
La gestión tecnológica es el proceso de adopción y ejecución de decisiones sobre las políticas, estrategias, planes y acciones relacionadas con la creación, difusión y uso de la tecnología.
La administración de tecnología enlaza a I&D, ingeniería y administración con el fin de planear, desarrollar e implementar nuevas capacidades tecnológicas que permitan realizar las estrategias corporativas y de operaciones. Para eso es necesario identificar las posibilidades tecnológicas hacia las que debería encauzarse I&D, escoger, entre las fuentes internas y externas, las tecnologías por adoptar y seguir paso a paso su aplicación como productos, procesos y servicios, en forma exitosa.
La gestión tecnológica es un sistema de conocimientos que tiene por función el desarrollo, la integración y el uso eficaz de los recursos tecnológicos para crear valor, con el fin de satisfacer competitivamente las necesidades y demandas de los clientes. Como sistema que es, la gestión tecnológica está configurada por procesos enfocados a la producción de innovaciones y ventajas competitivas que contribuyen al crecimiento de la empresa y su entorno.
La gestión tecnológica es un proceso que conduce:
- Al desarrollo, la optimización y el uso efectivo de competencias tecnológicas, de gestión y de recursos disponibles para el cumplimiento de la misión, objetivo, estrategias y operaciones de la empresa.
- Al desarrollo de procesos que también involucran el uso de datos, información y conocimiento.
- A la interacción social de la gente en la creación de conocimiento y el desarrollo de innovaciones para la generación de valor y ventajas competitivas.
Bibliografía
- Hamilton Wilson, Martín. Instrumentos de gestión de la ciencia, la tecnología y la innovación, Convenio Andres Bello, 2005, p.1995
- Krajewski, Lee J. Administración de operaciones: estrategia y análisis, Pearson Educación, 2000, p. 131
- Solleiro Rebolledo, José Luis. La gestión y administración de la tecnología, p.9
- Usher, A. A history of mechanical inventions. Citado por Cordua, S. Joaquín. Tecnología y desarrollo tecnológico. Capítulo del libro: Gestión tecnológica y desarrollo universitario. CINDA. Santiago de Chile, 1994.