La gerencia militar y la negociación en Venezuela

El inicio de los militares venezolanos se remonta a la época de la colonia española, cuando algunos criollos (hijos de españoles nacidos en Venezuela) comenzaron a prestar su servicio militar, para lo cual se alistaron en las milicias de Caracas, donde a los más aprovechados los mandaban a la Madre Patria para que se prepararan mejor como Oficiales.

En este orden de ideas, es necesario tocar la situación cultural de la época, a efecto de comprender mejor la total situación que enmarcó la actividad militar en la Capitanía General de Venezuela:

  • Primero: La causa considerada real y aceptada por la mayoría de los historiadores contemporáneos de nuestra gesta emancipadora fue que ya ¨a mediados del siglo XVIII América sentía en si misma una pujanza que en España continuaba adormecida y por eso, para la renovación mundial que se anunciaba, el criollo americano estaba mejor preparado que aquellos peninsulares – escritores, políticos y funcionarios – que siendo sus contemporáneos parecían ser siempre sus abuelos¨ (Augusto Mijares: El Libertador. Biblioteca Simón Bolívar, Edit. Cumbre, México, tomo I, 1979), lo cual impulsó, entre otras causas, la voluntad de no depender de la Corona.
  • Segundo: El eminente criollo Miguel José Sanz, denunció ante el Ayuntamiento de Caracas a ¨… la vanidad como el defecto que transformaba las ideas de padres e hijos sobre la formación que debía darse a éstos.  Generalmente se juzga no existir más ciencia fuera de la contenida en la Gramática de Nebrija, la filosofía Aristotélica, las Institutas de Justiniano, la Curia Philippica, la Teología de Gont y la de Larraga y se cree que basta con saber redactar memorias, decir misas, lucir cordones de Doctor o llevar hábitos sacerdotales o monacales; que la decencia prohíbe trabajar la tierra y ordena el desprecio de las artes mecánicas y útiles.  Por pura ostentación se viste el uniforme militar, se traduce mal el francés para afectar el castellano; se obtiene el título de abogado para ganar el sustento diario, se reciben las órdenes sacerdotales para adquirir consideración y se hace voto de pobreza en un convento precisamente para librarse de ella¨. (Augusto Mijares: El Libertador. Biblioteca Simón Bolívar, Edit. Cumbre, México, tomo I, 1979). En este trozo se nota un pensamiento o sentimiento de desagrado con la sociedad peninsular y su manera de administrar, donde ya no se comparten valores, ni visión.
  • Tercero: Mucho más adelante en nuestra historia, ante la necesidad de profesionalizar la actividad y en procura de aumentar la eficiencia de la artillería (ante la amenaza latente de ataque por parte de los piratas) se crea la escuela de matemáticas con sede en la Planicie, Caracas. En esta Escuela, en 1798, se graduó el Subteniente Simón Bolívar.  Esta escuela, a la larga, se convertirá en la Escuela Militar de Venezuela, crisol de los Oficiales del Ejército propiamente dicho que nacerá mucho después.
  • Cuarto: Hasta ahora hemos hablado de la época colonial en Venezuela. Es más adelante, cuando el ¨General¨ Juan Vicente Gómez (Jefe de peones en la Mulera que acompañó a Castro en su Revolución Restauradora y que al llegar a Caracas ya era ¨Coronel¨) funda las Fuerzas Armadas Venezolanas, empujado por las circunstancias políticas predominantes en su momento y por la necesidad de contar con un cuerpo armado, entrenado, disciplinado y capacitado que le garantizara estabilidad y paz en el territorio de la Nación venezolana.

Hasta este momento nos conseguimos con mucha influencia de Europa en el desarrollo de nuestra sociedad.  Para el entrenamiento de las Fuerzas Armadas como tal, traen instructores Prusianos, considerados con mucho, como el ejército más disciplinado del mundo y la visión de Gómez definió como uno de los problemas álgidos de su montonera, a la indisciplina. Se inicia así un período de entrenamiento y transformación de nuestros ¨militares¨, donde a su tradicional uso de la fuerza (crueldad y/o simple abuso) sumamos técnica, disciplina y el castigo físico, orientado a la formación del carácter del soldado (Oficiales y Tropa).  Esta última consideración signó la imagen del militar venezolano, pues muchas fueron las oportunidades donde, en nombre de la disciplina o del deber,  se abusó de la autoridad y del mando.

Al sucesor de Gómez, General Eleazar López Contreras, le correspondió avanzar en la profesionalización de las Fuerzas Armadas y a la vez impulsar el inicio de la democratización de las mismas.  Comenzaron así los Cursos de Estado Mayor en la Escuela del Chorrillo, Perú (también de ascendencia Prusiana) donde el graduado con más altas notas, hasta hace muy poco tiempo, fue el Mayor (Ej-Ven) Marcos Evangelista Pérez Jiménez.

  • Quinto: Corresponde este quinto comentario a la administración del General Pérez Jiménez (década de los 50´) odiado enemigo de los ¨demócratas¨ contemporáneos y a quien no se le ha podido ocultar su obra por el engrandecimiento de Venezuela.  Rescató a las Fuerzas Armadas ¨botiquineras¨ y las introdujo a la ¨ética militar¨, las hizo instruidas, tecnificadas, pensantes, eficientes y planificadoras.  Implantó el sistema norteamericano de conducción militar, por demás, bastante más ¨humano¨ que el concepto prusiano.  El ámbito social del Oficial militar mejoró muchísimo (la extracción del Oficial venezolano es todavía hoy, de cualquiera de las capas que componen a nuestra sociedad) y para mantener esta mejora, el General Pérez Jiménez ordenó construir el Círculo Militar de las Fuerzas Armadas, donde los diferentes Oficiales, en sus diferentes jerarquías y marcos sociales, se comenzaron a reunir y departían con sus familiares y amigos en un ambiente cónsono con su profesión y carrera.  Ya no más el botiquín del barrio y sus complacientes mesoneras.

¿QUÉ ES LA INSTITUCIÓN MILITAR EN VENEZUELA?:

No podemos menos que reconocer la injerencia, para bien o para mal, de las Fuerzas Armadas de Venezuela en todos o en la gran mayoría de los procesos históricos del país.  La lucha en contra del poder político de los españoles en la Capitanía General de Venezuela, fratricida por demás, cimentó los principios que todavía hoy orientan a la institución militar venezolana.  Bajo el control del Libertador, se unificó doctrina, esfuerzo, moral, disciplina y liderazgo, valores que a la larga permitieron la victoria ante los Generales realistas (que fueron enterrados junto con el Libertador y luego rescatadas por el General Juan Vicente Gómez).

Fundamentalmente, la institución militar posee sus propios símbolos, manifestados en el lenguaje, vestuario, ceremonias, disciplina y carácter que la convierten en un segmento social singular dentro de la nación venezolana.

En tercer lugar, tenemos presente un submundo tecnológico exclusivo, definido, porque los miembros de esta institución son los únicos en Venezuela, autorizados para manejar la totalidad del material bélico del Estado, lo cual hace indispensable la especialización de su personal para la correcta operación del heterogéneo equipo con el que se ha dotado a las Fuerzas Armadas.

En cuarto lugar ¨ … lo relacionado con el estatus, en donde cada eslabón representa un poder interno que le asigna a sus Comandantes una responsabilidad sobre personas, materiales y situaciones, absolutamente institucionales.  (El Militar como Líder. General de División Iván Darío Jiménez Sánchez, Ministerio de la Defensa, Caracas, 1993).

En quinto lugar nos conseguimos con ¨la socialización militar¨, a través del cual se logran los procesos de enseñanza y aprendizaje, donde se transmiten e internalizan los valores, normas y doctrina de la vida castrense.  (Doctrina para nosotros los militares es el cómo hacemos las cosas, recogido en textos como manuales, directivas y reglamentos, oficializados y estandarizados.  Su característica principal es que no deben ser rígidos y deben ser susceptibles de cambio para mejorar).  Así mismo, se pasa de generación en generación, el conocimiento específico que define el empleo (cargo o nombramiento de responsabilidad) de acuerdo con los grados (conocidos los grados en el ambiente civil como Jerarquía.  En nuestro ambiente Jerarquía define el rango para los suboficiales y el Grado define el rango para los Oficiales. Ej: Un suboficial va desde la Jerarquía de Sargento Técnico de Tercera hasta la de Maestro Supervisor y un Oficial va desde el Grado de Subteniente hasta el Grado de General de División) y a una división del trabajo producto de organismos especializados.

Otro aspecto, el sexto que define a nuestras Fuerzas Armadas es que precisamente por la realidad del devenir histórico, político y social de nuestra nación, hemos evolucionado en forma organizativa, tecnológica y operacional para adaptarnos a la modernidad militar del presente y a la vez estar conscientes de las inmensas responsabilidades institucionales que le asigna el Estado para su empleo en Tiempo de Paz (La conquista del Sur, apoyo a las instituciones nacionales como Universidades, Gobernaciones, apoyo a comunidades indígenas, custodia de nuestra inmensa frontera, por demás desolada, habitada casi exclusivamente por nuestros indígenas y nuestros soldados con sus Oficiales y Suboficiales).

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Desafortunadamente, nuestra conducción política, adolece de la consistencia y persistencia suficientes como para determinar y definir de manera exacta las Políticas Nacionales que marquen el rumbo de la Nación y sus instituciones.

Como séptimo, la renovación de los cuadros de mando tiene como propósito el mantenernos actualizados con los cambios organizacionales y tecnológicos (entrada a las generaciones de relevo) lo que amerita y justifica la selección del personal que ejercerá el mando en sus diferentes niveles.

La larga tradición institucional de las Fuerzas Armadas, tomando en especial el aporte doctrinario del Libertador Simón Bolívar, generó un proceso de integración para crear en la comunidad venezolana un sector profesional de la carrera de las armas, con un fuerte sentimiento de pertenencia experimentado por sus participantes, cuya colectividad es a veces afectiva, vocacional y en oportunidades tradicional.  Las Fuerzas Armadas, como grupo humano, son un agregado de la sociedad venezolana; en ellas puede ingresar todo ciudadano, sin distingos de raza, credos o condición socioeconómica.  Esta situación ha favorecido la integración de las Fuerzas Armadas a la comunidad nacional. 

LA LEGITIMIDAD DEL LIDERAZGO Y EL MANDO EN LAS FUERZAS ARMADAS VENEZOLANAS:

Es evidente que se han planteado interrogantes en cuanto a la dinámica de los aspectos psicosociales de la organización militar, como los siguientes: Autoridad, conducción, legitimidad, obediencia, dominación, prestigio y liderazgo, en su sentido más amplio.  También cuesta entender la razón del por qué los individuos participan en forma activa o pasiva en los procesos de dirección, control, guía o la manera de comportarse, pensar o sentir de los miembros de las Fuerzas Armadas y sus relaciones humanas.

Más allá de los principios de integración social, sobresale el carácter institucional de las Fuerzas Armadas, en donde sus miembros están regidos por leyes y reglamentos especiales.  La relación de dominio es eminentemente legal y la obediencia se basa en el reconocimiento formal de las órdenes y reglas que se imparten.  En este sentido, se entiende por subordinación, la aceptación consciente y disposición anímica de obedecer los mandatos recibidos.  La subordinación crea una relación recíproca de mando y obediencia en una organización muy bien estructurada y regida por sistemas legales, sistema de sanciones  y premios racionales que son garantía de la continuidad y legitimidad de la relación de dominación (en la más pura presencia del modelo burocrático).

Es necesario recordar que el estricto apego a este sistema, puede generar una relación social impersonal, debido al espíritu formalista de la organización burocrática y que al aplicarse todo el peso de la letra de los reglamentos y disposiciones, no se prevean reivindicaciones subjetivas, humanas o afectivas que muchas veces caracterizan la comunión entre los hombres y los supremos intereses de la Institución Militar.  Ha sido preocupación constante  del Ministerio de la Defensa como institución que no como lineamiento de un Ministro, el tomar en cuenta al hombre como individuo, como ser vivo, con sentimientos, necesidades, padecimientos y aspiraciones, así como elemento de trabajo y esa, en parte, es la razón de existir de una de las mejores organizaciones de bienestar social de la sociedad venezolana, la cual y vale la aclaratoria, es totalmente sostenida por descuentos del sueldo de los integrantes de las Fuerzas Armadas, sin aportes del Ejecutivo Nacional. 

ÉTICA Y MORAL MILITAR:

Jean Beachler define la ética como ¨La elaboración consciente e individual del bien y el mal y como la tentativa para adecuar la propia conducta a ciertos principios¨.  Vale decir que la ética tiene que ver con el establecimiento, por parte de la sociedad, de normas para convivir y como el comportamiento de la sociedad varía en el tiempo, podemos decir que la ética es variable.

La ética y la moral son intrínsecas del hombre, son valores personales, están en el espíritu y se forman según la sociedad en la cual se vive. Esta les da forma y cuerpo, a través de las expresiones culturales, incluyendo a la religión y otros símbolos y valores, los cuales serán expresados por el hombre en su comportamiento.

Sobre la Moral (moral según lo entendemos los militares, moral militar) José Ingenieros expresó:  ¨El hombre que atesora esas fuerzas adquiere valor moral, recto sentimiento del deber que condiciona su dignidad.  Piensa como debe, dice cómo siente, obra como quiere.  No persigue recompensas, ni le arredran desventuras, recibe con serenidad el contraste y con prudencia la victoria.  Acepta la responsabilidad de sus propios yerros y rehúsa su complicidad en los errores ajenos.  Sólo el Valor Moral puede sostener a los que impenden (ofrendan, desgastan) la vida por su patria o por su doctrina, ascendiendo al heroísmo.  Nada se les parece menos que la temeridad ocasional del matamoros o del pretoriano que aceptan riesgos estériles por vanidad o por mesada, una hora de bravura episódica no equivale al valor de Sócrates, de Cristo, de Spinoza; constante convergencia de pensamiento y acción, pulcritud de condena frente a las insanas supersticiones del pasado.¨  En breve y apretado resumen, Moral Militar es  la fuerza interior que impulsa al cuerpo cuando éste ya no se puede mover por sí mismo, es la voluntad pura (no por pureza, sino por sólo voluntad) que nos impulsa al cumplimiento de la Misión, cuando el agotamiento imposibilitaba a cualquier otro mortal, sin esa fuerza interior, continuar en su esfuerzo.  También Moral es ese halo que rodea al militar capaz, probó, eficiente, voluntarioso y que como tal es reconocido por superiores y subalternos, generando respeto y ascendiente (ascendiente moral).

El Líder militar dirige a seres pensantes que conocen muy bien las realidades de la sociedad actual, hombres inteligentes que poseen voluntad y disposición para utilizar su libre albedrío, hombres capaces de actuar y pensar igual que él (el Líder), quizás con menos experiencia y tal vez con menos conocimientos, pero hombres al fin, capaces y con control absoluto del ¨Yo personal¨.  Es importante entonces que el Líder se ocupe de su mejoramiento personal, con el estudio de la historia, de la filosofía, de la guerra, de la literatura clásica y del pensamiento en general, para contar con ascendiente profesional ante sus subalternos.  En esto, es bueno decirlo, coinciden la mayoría de los autores y grandes líderes de la humanidad.

¨Kant enseñó que el raciocinio demanda de nosotros un trato imparcial con nuestros vecinos, o mejor dicho, con nuestros prójimos que no debemos vernos como una excepción de la regla, porque debemos tener a alguien a quien seguir, reglas y leyes que cumplir; así mismo, afirma que la razón nos demanda un trato a las personas con dignidad y sin manipulación.  Según Kant, un Comandante que exige lealtad a sus subordinados, debe tomar la función de evaluarlos con responsabilidad y un alto sentido de justicia, debe tratarlos con dignidad y respeto y actuar bajo los principios morales en los cuales hemos sido educados¨.  (El Militar como Líder, General de División (Av) Iván Darío Jiménez Sánchez, Ministerio de la Defensa).

Tenemos pues que ética: Es la ciencia de las costumbres, parte de la filosofía que se ocupa de la moral y de las obligaciones del hombre¨ [1].

Mientras que la moral es definida: ¨Moral, como adjetivo, lo referente a la moral cual ciencia y conducta, considerada algo espiritual, abstracto; concerniente a la percepción o valoración del entendimiento y de la conciencia.  Perteneciente al fuero interno, por contraposición a lo coactivo.  En su aspecto sustantivo, la moral constituye nada menos que la ciencia del bien en general, el conjunto de normas de conducta que la mutua convivencia fija entre los hombres, la ciencia de las costumbres sociales, además, el conjunto de las facultades del espíritu. 

La resistencia, la confianza en los Jefes o en los principios o ideales, la fé en el triunfo de una cosa.  En la guerra, el ansia y la convicción de la victoria.  En la derrota, la certeza del desquite inmediato, tras el análisis de los yerros, la superación de las debilidades y la interna confesión de las culpas.¨ [2]

En este intento de explicar lo que es Moral y la Ética Militares, quiero agregar que el Ejemplo (dar el ejemplo) es una característica que todo militar debe exhibir y practicar con naturalidad y a título de graficar mejor lo que deseo transmitir, transcribir el artículo 5º del Reglamento de Castigos Disciplinarios Nº 6 (el cual data de  mediados de los 40¨) :

 ¨Todo militar cualquiera que sea su grado, clase o empleo, deberá ser culto en su trato, aseado en su porte, respetuoso con el superior, atento con el subalterno, severo en la disciplina, exacto en el deber e irreprochable en su conducta¨. 

Estas son las  características que todo subalterno admira y se siente impulsado a seguir, a internalizarlas, cuando las observa en un superior jerárquico y hacen de este superior jerárquico un líder carismático que arrastra a su personal hacia el cumplimiento de la misión asignada, sin importar penalidades, carencias ni dificultades.  Seguir al ¨Jefe¨ y tratar de hacerlo ¨como él¨ llega a convertirse en la meta de sus subordinados, ante una misión aceptada.

Deseo transcribir ahora, el Código de Ética de las Fuerzas Armadas Nacionales que si bien hemos leído, escuchado o visto en alguna oportunidad que ha sido transgredido por algún Alto Oficial, debemos estar conscientes que ese transgresor no representa la masa de las Fuerzas Armadas y que normalmente son de las mismas Fuerzas Armadas sus denunciantes, según lo pautado en el siguiente…

CÓDIGO DE ÉTICA:

  1. Seré responsable, en todo momento, por mis actos u omisiones en que incurra directamente o a consecuencia de mis funciones.
  2. Estudiaré con ahínco para lograr el perfeccionamiento militar, así como una mejor educación ciudadana.
  3. Seré justo e imparcial en el trato con mis subalternos y no les ordenaré algo que atente contra su dignidad e integridad moral.
  4. Seré honesto en todos los actos de mi vida profesional y privada.
  5. Contribuiré con el perfeccionamiento y desarrollo de las Fuerzas Armadas Nacionales. No emitiré juicios, ni ejecutaré acciones que desdigan de su prestigio y majestad.
  6. Cumpliré y haré cumplir la disciplina, la subordinación y la exactitud en el deber militar.
  7. Profesaré, practicaré y enseñaré permanentemente la doctrina del Libertador Simón Bolívar, Padre de la Patria.
  8. La verdad será la guía permanente de todas las acciones de mi vida.
  9. Amaré a Dios, a mi Patria y a mi familia; serán mis valores supremos, les dedicaré esfuerzos y lucharé por ellos hasta la muerte si fuere necesario.
  10. Seré defensor permanente de nuestra Soberanía, Integridad Territorial y de la Constitución y las Leyes de la República. 

Comentaré ahora, algunos de estos principios éticos, tratando de irme introduciendo cada vez más en el tema del Gerente Militar y la negociación:

  • Artículo 3. Seré justo e imparcial en el trato con mis subalternos y no les ordenaré algo que atente contra su dignidad e integridad moral.

El respeto a la dignidad humana debe ser el punto focal que oriente el trato que se dé al personal.  Por ser dignos, se nos puede exigir honor, integridad, lealtad y en general, la observancia de los valores característicos de la vida militar.

El Oficial debe privilegiar la justicia.  Su atención debe ser igual tanto en las pequeñas como en las grandes cosas.  Cuando se desatienden las primeras, por considerarlas irrelevantes, pueden desembocar en daños mayores y en una percepción distorsionada de su equidad.

  • Artículo 6. Cumpliré y haré cumplir la disciplina, la subordinación y la exactitud en el deber militar.

Tales aspectos nos distinguen como organización militar.  El Oficial tiene el ineludible deber de reforzarlos y de llevar una vida recta que vislumbre el ejemplo.  La permisividad, el paternalismo y la aquiescencia ante el quebrantamiento de las normas, por ningún concepto podrán tener justificación; constituyen un factor erosivo de los cimientos de la Institución y no deberán ser practicados, es por esto que el militar no puede dejar pasar faltas o transgresiones a las normas, pues esta acción va en detrimento de su credibilidad, autoridad y confianza.

  • Artículo 9. Amaré a Dios, a mi Patria y a mi familia:  Serán mis valores supremos, les dedicaré mis mejores esfuerzos y lucharé por ellos hasta la muerte, si fuere necesario.

Quien ama a Dios (cualquiera sea la concepción que de él se tenga) se halla (idealmente) envuelto por la verdad y la luz.  Su Ser es fuente inagotable de vida, sabiduría y felicidad.  Su Omnipotencia nos da la entereza necesaria para enfrentar las responsabilidades y obligaciones características de nuestra existencia.  Dios nos proporciona la fé, la esperanza y la paz espiritual, necesarios para perseverar.

El Amor a la Patria que en cada uno de nosotros encarna su inmortalidad y su gloria, heredada de nuestros próceres originales, conforma el motor impulsor del sacrificio máximo por su supervivencia.  Ella convoca, concentra nuestros sentimientos, afectos y creencias, materializa nuestro espíritu de identidad nacional.

La Familia: El círculo del hogar; nuestros primeros amores, los más sinceros y desinteresados; allí comienza nuestra identidad y es donde se conjugan todas las emociones y situaciones de confianza, amor, solidaridad, lealtad; es donde se concentra el motivo de nuestros esfuerzos y el deseo del triunfo; es donde aprendemos a vivir y a buscar la felicidad.  ¿Quién no moriría o mataría por su familia?

No, los militares venezolanos no estamos entrenados para morir por nuestra Patria y Familia, sino para que los enemigos de ellas mueran por las suyas (Como dijo el General Patton durante la Segunda Guerra Mundial, cuando se hizo cargo del 10º Ejército norteamericano en Europa).  Pero sí estamos convencidos de que en caso de necesidad, lucharemos por su respeto y pervivencia hasta mucho más allá de nuestras fuerzas, en el convencimiento de que los que tengo a los lados, al frente y atrás, están compartiendo el mismo sentimiento de entrega, dedicación, profesionalismo y capacidad de sacrificio. 

El Código de Ética (y sus comentarios) y el siguiente pensamiento son tomados, como mucho de este trabajo, del libro ¨El Militar como Líder¨, del General de División (Av) Iván Darío Jiménez Sánchez, quien a su vez cita a José Almirante:

¨Apenas el hombre viste de uniforme y más al ceñir la espada del profesional, contrae el compromiso de mantener el honor militar que dista mucho del suspicaz y jactancioso del duelista.  Hay en el honor militar idea más elevada y filosófica que la simple satisfacción de la honra y muchas veces, del amor propio … el honor militar exige al soldado más que suicida y mártir que obre, que luche, que venza.  El honor militar no se aplaca con estériles deseos, ni con estériles sacrificios; impone, hasta más allá de lo imposible:  Al que se acobarda, lo empuja hacia delante; al moribundo, lo empuja a combatir¨. 

Estamos hablando entonces,  de personas con un alto concepto  de la moral y de la ética que siguen, en su gran mayoría, un Código de Etica aceptado por todos nosotros y que no se puede defender esos valores por un lado y por otro, ofenderlos (al menos impunemente). 

EL MILITAR COMO LÍDER Y COMO GERENTE ¿HAY DIFERENCIAS?:

En las Fuerzas Armadas Nacionales, es doctrina, concepto aceptado y compartido que el Líder debe  tener características peculiares, según las obligaciones que su trabajo le impone.  Por otro lado,  concordamos con la opinión de que el Líder excepcionalmente nace y que lo común es que se haga con entrenamiento y educación, fundamentados ambos en principios que debe poseer el individuo y que generalmente se adquieren durante nuestros primeros años de vida, en nuestro hogar o con nuestra experiencia en la vida.   Un Líder dirige, (en nuestro medio militar de hoy decimos Comanda, lo cual lo separa del concepto anterior de Mando) o guía una actividad y/o a un grupo.

El General (Ej) Martín García Villasmil ensayó definir al Líder de la siguiente manera:

¨El Líder es aquel capaz de inspirar, motivar e impresionar a los individuos, debido a las propias características personales, a la confianza que inspira, a su manera de lograr los objetivos, a la habilidad para actuar y expresarse y a la fé que genera en los otros.  Por ello, es secundado en sus disposiciones, es seguido, es imitado.  El Líder es un Maestro que es seguido espontáneamente¨.

El Líder debe tener la facultad de comprender y conocer.  Según el ¨Manual de Don de Mando¨ de la Escuela Superior de la Fuerza Aérea Venezolana:

¨Una imaginación controlada y sin desenfreno, acompañada de un buen sentido, intuición y agilidad reflexiva, así como un apropiado sentido de su apreciación y mente alerta, son las características esenciales de inteligencia adecuada y adiestrada que debe poseer todo jefe militar.  El Líder debe desarrollar su inteligencia y mantener una actitud de mente abierta ante las nuevas ideas y conceptos, analizándolos y buscando su aplicación a las realidades de la organización militar¨.

Esto que dice el Manual de Don de Mando expresa muy claramente que el Líder Militar (el Comandante de cualquier unidad militar) debe de escuchar, ser permeable a ideas diferentes de las suyas, por supuesto, analizandolas (según la información complementaria de que disponga, contrastada con la Misión) y consiguiéndo aplicabilidad.

Ningún otra persona que no sea de su personal subalterno, estará en capacidad de conocer, particularmente,  lo que esa unidad militar esta llevando a cabo y por ende, ninguna otra persona que no sea un subalterno de ese comandante, en esa unidad militar específica, podrá sugerir una nueva idea o curso de acción o contrastar con la idea o curso de acción ideado por el comandante.

Por otro lado, las Fuerzas Armadas Nacionales, en su diario trajinar, están imbuidas en procesos administrativos, ejercidos por medio de acciones gerenciales (según lo que se estila por los estudiosos del tema) en conjunción con acciones de liderazgo, lo cual ha llevado a las Fuerzas Armadas Nacionales a la necesidad de desarrollar Líderes para comandar sus unidades militares (personal militar y civil) con capacidad para atender los procesos administrativos lógicos de la dinámica diaria, caracterizadas ambas actividades por el empleo de una alta tecnología y especialización.

El General de la Fuerza Aérea norteamericana Bennie Davis, en un artículo publicado en la revista de la Universidad del Aire, comenta:

¨El Oficial actual debe poseer cualidades adicionales a las ya tradicionalmente conocidas (lealtad, valor, etc.) definiendo estas cualidades como una mezcla de liderazgo, gerencia y profesionalismo¨. (El Militar como Líder, General de División (Av) Iván Darío Jiménez Sánchez).

En Venezuela, la dinámica diaria y todos los años de experiencia, nos han hecho coincidir con estos pensamientos y hemos llegado a la conclusión de que debemos prescindir de la dicotomía que separa a los Líderes de los Gerentes.  Para nosotros esta separación contribuye a confundir y hacer más difícil la conceptualización del Líder o Gerente Militar.   La Gerencia es fundamental para todos los Oficiales, sin importar su especialidad, ya que durante la época de Paz y en la preparación para el combate, la efectividad y el éxito se logran operando con márgenes de confianza (reduciendo la incertidumbre con información y acercándose a sus subordinados) con la seguridad de un grado de entrenamiento adecuado y con la participación en un trabajo conjunto e integrado, donde cada miembro de la unidad debe conocer su  tarea y ser capaz de cumplirla. 

Alejados ya por más de sesenta (60) años de nuestro inicio con el ejército prusiano, el Comandante Militar, considerando en particular al de la Fuerza Aérea Venezolana de hoy, ha incorporado a su conocimiento y manera de ser, las características de Líder y de Gerente, tal como son conocidos y explicados (de manera separada) por los diferentes textos que del tema tratan.  Cuando se analiza al elemento humano, la Motivación personal, la comprensión de sus necesidades, el ejercicio pleno de la función de  dirección  requiere de una alta calidad, la cual se fundamenta en la serie de principios y teorías de la conducta, de forma tal que se pueda lograr el compromiso que significa el cumplimiento de la Misión asignada, mediante la aceptación voluntaria. (Gral de División (Av) Iván Jiménez Sánchez, El Militar como Líder). Ello demanda entonces, Liderazgo, a fin de obtener de este recurso el compromiso para el aporte máximo de sus capacidades y el desempeño eficiente.  Pensar que un militar es solamente un infante, artillero, de a bordo, piloto o logístico, es tal vez minimizar demasiado su capacidad y formación general.  Tal vez sea restringir la posibilidad de ubicarlo en aquellas áreas donde se demanda capacidad de negociación, de cualidades particulares para representar a la organización, para demandar a sus subordinados el cumplimiento de tareas de alto riesgo y de compromiso institucional y hoy por hoy, militares han ocupado, con éxito, diversos cargos privados y en la administración pública, éxito que se logra por existir en cada uno de esos hombres una simbiosis sana entre el líder y el gerente, ya que las organizaciones, con más razón la organización militar, requieren de la conjunción de estas dos cualidades intelectuales.

¨Los Líderes Militares deben poseer habilidades bien desarrolladas para establecer buenas relaciones humanas con sus subordinados y ser capaz de influir en ellos para el logro de los objetivos, pero también deben ser capaces de utilizar los recursos a su disposición, en forma eficaz, por lo que la separación conceptual de Gerente y Líder es inútil,  estéril y contraproducente¨ (según el punto de vista de la Fuerza Aérea Venezolana y su personal). ¨La buena gerencia sin liderazgo garantiza orden y estabilidad, pero no aporta la dirección innovadora ni prevé el futuro; el liderazgo sin gerencia, a su vez, aporta entusiasmo y mística a la organización, pero no garantiza el conocimiento apropiado para el manejo adecuado de problemas y situaciones¨.  (Doctor Alberto Krygier, Presidente organizador del Congreso Gerencia 88, en su discurso de inauguración). 

El objetivo, en relación al factor humano, es conseguir y conservar un equipo humano de trabajo ¨satisfactorio y satisfecho¨.  Si seleccionamos al hombre adecuado (por méritos y competencia) para el puesto adecuado, logramos lo satisfactorio.  Si lo mantenemos motivado y le resolvemos sus necesidades, logramos su satisfacción. (El Militar como Líder, General de División  Iván Jiménez Sánchez).

PRINCIPIOS DEL DON DE MANDO:

No quiero dejar pasar la oportunidad de presentar y tal vez comentar los doce Principios del Don de Mando, algo así como nuestros mandamientos supremos que internalizados por todos nosotros, conforman parte de nuestra manera de ser, de nuestra personalidad.  De acuerdo con el Manual de la Escuela Superior de la Fuerza Aérea Venezolana, por Don de Mando se entiende:

¨El arte de imponer nuestra voluntad sobre otros en forma tal  de obtener obediencia, confianza, respeto y cooperación leal¨ .

¿Cuáles son los Principios de Don de Mando?.  A continuación los transcribo:

CONOZCA SU TRABAJO:

El Jefe debe ser un estudioso de los asuntos militares, así como de los del campo civil, con la finalidad de poseer un amplio campo de conocimientos y experiencias que le den dominio de los métodos y procedimientos de la organización, administración e instrucción de su personal; el conocimiento del trabajo está ampliamente relacionado con su entendimiento claro de las Relaciones Humanas.  Debe conocer muy bien los deberes, responsabilidades y problemas de sus subordinados, con la finalidad de ayudarlos con un consejo de amigo a tiempo.  Lo más importante, el Jefe debe dominar su especialidad y adornar ese conocimiento con una rica y amplia cultura general.

CONÓZCASE A SI MISMO Y PREOCUPESE POR SU MEJORAMIENTO:

La introspección objetiva es una saludable disciplina para el propio conocimiento.  El conocimiento de los defectos es el primer paso para ser mejor y esto incluye el ser permeable a las críticas o consejos de los superiores y subalternos.  Luego de este conocimiento, procede el esfuerzo por superar esas áreas débiles de nuestro conocimiento o personalidad que influyen fuertemente en mi posición de Jefe.

CONOZCA A SUS HOMBRES Y PREOCUPESE POR SU BIENESTAR:

La observación y el contacto personal ayudan de manera insustituible al conocimiento de las diferencias del recurso humano que se comanda y a predecir su comportamiento en diferentes circunstancias, particularmente bajo presión.  Este conocimiento capacita al comandante para la asignación de tareas al hombre indicado, así como a anticiparse  a las necesidades de este hombre en el cumplimiento de esas tareas.  Esto contribuye grandemente a la generación de confianza, respeto y cooperación  mutuas.

MANTENGA A SUS HOMBRES INFORMADOS:

La mejor manera de lograr una efectiva colaboración y provechosas iniciativas de sus subordinados, es tratando que ellos alcancen una exacta comprensión de sus deberes y/o de la misión y mientras mayor sea el conocimiento, mejor será el resultado.  El ejecutante es mucho más efectivo cuando comprende su misión, la situación y el objetivo de la tarea que le ha sido asignada.  La información motiva a los hombres y los capacita para ejercitar una mayor iniciativa en cualquier situación que pueda presentarse.  La información aleja los rumores. 

DE EL EJEMPLO:

Haga usted mismo lo que espera de sus hombres.  Estos, en una forma instintiva, hacen  de la conducta de sus jefes el patrón de la suya.  Mediante su ejemplo, usted será capaz de establecer normas para su unidad y ganar el respeto y subordinación espontánea de sus hombres. Este es uno de los más importantes principios, pues si el jefe ha destruído el respeto mutuo que debe existir entre él y sus subordinados, habrá poca oportunidad para que ejerza su Don de Mando.

CERCIÓRESE DE QUE LA TAREA HA SIDO ENTENDIDA, SUPERVISADA Y CUMPLIDA:

Pocas tareas son apropiadamente cumplidas, si no han sido impartidas órdenes claras y precisas.  No es suficiente el sólo hecho de entregar las órdenes, el jefe debe cerciorarse de que sus órdenes han sido entendidas.  Una vez que la dirección ha sido indicada, el jefe debe cumplir la difícil tarea de supervisar.  Debe emplear buen juicio para evitar demasiada o poca supervisión.  Debe interferir sólo cuando sea necesario, debido a errores considerables.  Si la supervisión no se realiza en forma eficiente, se corre el riesgo de coartar al subordinado y hacerle perder la confianza.

ENTRENE A SUS HOMBRES PARA QUE TRABAJEN EN EQUIPO:

El trabajo en equipo es la llave para el éxito de las operaciones.  Por tanto, es deber de todo líder desarrollar el trabajo en equipo.  Comenzando por los escalones más bajos y progresando en ascenso hasta las unidades superiores; ello permitirá una operación eficiente y exitosa en su unidad.

  • TOME DECISIONES CORRECTAS Y OPORTUNAS:

La habilidad para tomar decisiones se basa en la capacidad del jefe para pensar en forma lógica y ordenada.  Requiere una comprensión plena de la situación y un respaldo intelectual suficiente que lo capaciten para reconocer y evaluar todos los aspectos de las circunstancias que enfrenten.  Un jefe alerta practica y hace observaciones objetivas de todas las situaciones nuevas o cambiantes.  Se prepara así para reaccionar  rápida y eficientemente cuando las circunstancias lo requieran.

BUSQUE RESPONSABILIDADES Y DESARROLLE EL SENTIDO DE RESPONSABILIDAD ENTRE SUS SUBORDINADOS:

Con la búsqueda de responsabilidades, el jefe se capacita en su profesión y  desarrolla su habilidad potencial.  Debe asumir con rapidez la iniciativa en ausencia de instrucciones de la superioridad.  Mediante la delegación adecuada de autoridad, el jefe desarrolla el sentido de responsabilidad en sus subordinados.  Debe alentar la iniciativa en ellos y aunque a menudo necesitan supervisión, no debe interferir sino en caso de ser muy necesario.

  • EMPLEE SU COMANDO DE ACUERDO A SUS CAPACIDADES:

Los objetivos que le sean asignados serán logrados si la eficiencia y la moral de la unidad son desarrolladas y mantenidas y si el jefe conoce las capacidades y limitaciones de su unidad.  La práctica juiciosa en la asignación de objetivos estimulará la confianza y el desarrollo de las habilidades en la unidad.  En ocasiones, ciertas situaciones pueden hacer que el jefe demande de sus hombres más de lo que ellos normalmente pueden dar.  La eficiencia y la moral no se perderán a menos que esa práctica se haga un proceder común.

  • RESPONSABILÍCESE POR LAS ACCIONES DE LA UNIDAD:

El comandante de una unidad es responsable por todo lo que la unidad haga o deje de hacer.  Es importante que el jefe se esfuerce por asegurar que su unidad haga las cosas de una manera ¨aceptable¨, pero siempre deberá asumir la responsabilidad de ellas aún cuando no salgan bien.  Si el jefe falla en asumir esta responsabilidad, su posición y ascendiente ante sus hombres se verán afectadas y las posibilidades del logro exitoso de la misión serán reducidas.

  • SEA FIRME, PERO JUSTO:

Por lo general en el servicio, el individuo espera ser tratado de un modo firme.  La firmeza no significa, de modo alguno, un tratamiento tiránico para los subordinados.  Como una norma firme, debe haber imparcialidad y justicia.  Tal proceder es muy efectivo en el trato con los subalternos, pero demanda mucho sentido común y buen juicio por parte del jefe.  Se deben evitar las parcialidades y la tendencia a formar ¨corte de favoritos¨.

¿HAY NEGOCIACIÓN O NO?:

Sí, es verdad, me he extendido en una maraña de conceptos, de citas, de copia casi textual de grandes párrafos de libros (la mayoría citados) que tocan el tema y aún no he entrado en la razón plena de este trabajo.  Pretendo ahora, con toda la argumentación planteada como antecedente, iniciar la exposición de la parte medular del trabajo.     Lo escrito hasta ahora, conforma el marco teórico de donde parto para iniciar a exponer ¿Cómo se conduce el Gerente Militar en su carrera?.

Siento una gran presión en la misión de hacer entender cómo somos, para pasar a explicar cómo vemos la relación con nuestros superiores y subalternos de manera apropiada, rompiendo los esquemas mentales existentes que están tan arraigados en nuestros compatriotas.  Es como discutir que lo que hacían los soldados japoneses de la Segunda Guerra Mundial y particularmente los pilotos con sus ataques Kamikaze (que terminaban con la muerte del piloto dirigiendo su avión contra el blanco y estrellándose, para asegurar la destrucción del mismo)  no era considerado suicidio por ellos y que nosotros aceptemos su definición del acto.  Evidentemente para nosotros es suicidio lo cometido por los japoneses, pero es suicidio jugando con nuestras reglas, principios y costumbres.  Para entender la acción japonesa, debemos involucrarnos en su mentalidad y cultura y lo que pretendo es que el lector se haya involucrado con nuestra mentalidad y cultura. 

En su carta al General José Antonio Páez, del 19 de abril de 1820, el Libertador Simón Bolívar escribió:

¨(…) El que gobierna una gran familia tiene que pasar por todo, sea agradable o no.  Ud. no debe incomodarse porque le digan el dictamen de los otros, a mí me lo dicen todos los días y no me incomodo, porque el que manda debe oir aunque sean las más duras verdades y después de oídas, debe aprovecharse de ellas para corregir los males que producen los errores.  Todos los moralistas y filósofos aconsejan a los príncipes que consulten a sus vasallos prudentes y que sigan sus consejos.

¿Con cuánta más razón no será indispensable hacerlo en un gobierno democrático? (…)¨. 

Este mensaje del Libertador al General Páez (y el Libertador, para nosotros los militares, es nuestra gran luz, nuestro guía, sin fanatismo) me da un perfecto introito a la exposición de lo que llamamos ¨La Reunión del Estado Mayor¨ (la cual define la mecánica a seguir en todos los niveles organizacionales de cada unidad militar de la Fuerza Aérea Venezolana, para analizar un problema y su consecuente toma de decisiones).  En primera instancia, tenemos el concepto de que lo que haga o deje de hacer cualquier Oficial, repercute de una u otra forma en la Organización, así como sus problemas.  Por eso el individuo es importante para la Fuerza Aérea y se le da la importancia que tiene bajo la premisa de que en tanto y en cuanto esté bien el individuo, bien estará la organización.

Todos los problemas, proyectos, contingencias y responsabilidades rutinarias o emergentes de la Fuerza Aérea Venezolana, en cualquiera de sus niveles organizacionales, son tratados en lo que se llama ¨La Reunión de Estado Mayor¨ o de ¨Plana Mayor¨ (según el nivel organizacional que se trate; la Fuerza Aérea Venezolana tiene su Estado Mayor General Aéreo (que se encarga de la elaboración de los planes de desarrollo y los planes de guerra y/o contingencias) y sus cuatro  grandes Comandos: El Comando de Operaciones Aéreas, el Comando de Operaciones de Defensa Aérea, el Comando de Personal y el Comando Logístico, los cuales cuentan en su organización con un Estado Mayor que se encarga del análisis de los problemas, la elaboración de los planes, la elaboración de estudios y la evaluación de situaciones, entre otras actividades.  Podemos definir al Estado Mayor de la Fuerza o de los grandes Comandos, como un organismo multidisciplinario de estudio, análisis, planificación y evaluación de los problemas de la Organización y los referidos a la realidad nacional, así como los planes de desarrollo y la visualización del futuro (en lo posible) que de alguna manera toquen o influyan en su Misión.

En los niveles más bajos de la Organización, hasta nivel Escuadrilla, el Comandante de la Escuadrilla y su Plana Mayor (sucedáneo del Estado Mayor, conformado por especialistas de bajo rango (Jefes de Sección) desde los grados de Subteniente hasta Capitán, con los Sub-Oficiales que tengan responsabilidad y dominio en el tema a tratar) se reúnen mensualmente para la programación de las actividades del mes siguiente y cada semana, para el reajuste semanal de la programación mensual, todo referido al plan anual que ya han desarrollado.  Cuando me refiera al Estado Mayor, también incluyo a la Plana Mayor, como referencia general de hacer las cosas, difiriendo mayormente en el nivel y la extensión del problema a tratar, pero siendo muy parecido el funcionamiento y el tratamiento del problema.

Realmente, mucho de lo que se discute en las reuniones de Estado Mayor (o Plana Mayor)  es una vital etapa de transición entre la elección de las hipótesis más prometedoras, generadas por uno o más Oficiales de Estado Mayor y la decisión final por parte del Comandante.  Pero éste no es un proceso eminentemente autoritario, pues los Oficiales que presentan las hipótesis de solución, han realizado un Estudio de Estado Mayor, donde han analizado el problema o la situación desde varios puntos de vista: Operaciones, Inteligencia, Personal y Logístico, a la vez que han llamado a los especialistas en variadas materias, para asesorías específicas (de ser necesario), lo cual convierte a su opinión en algo valioso, digno de ser escuchado con atención, de ser analizado y por qué no, de ser aplicado.

Una de las características del Oficial de Estado Mayor, es la Capacidad de Coordinación y entendamos como coordinación a:  ¨El acto de lograr acuerdo, comprensión o ayuda positiva en el desarrollo de planes y su respectiva ejecución¨.  Y también encierra ¨La necesidad de evitar malos entendimientos, rumores, duplicación del esfuerzo y otros efectos indeseables de la mala coordinación¨.  La cooperación es considerada como uno de los principios básicos de la guerra y la coordinación representa el medio para lograr esa cooperación.

Por lo general, la coordinación esta destinada a cuatro propósitos:

  1. Determinar hasta qué grado las operaciones influyen o son influídas por las actividades externas.
  2. Establecer comunicación con otras unidades (externas) para: (a) informar o conseguir información; (b) fomentar la comprensión de un propósito común;  (c) llegar a un acuerdo cuando sea necesario y  (d) obtener una ayuda positiva cuando sea preciso.
  3. Resolver situaciones conflictivas.
  4. Mantener relaciones satisfactorias para facilitar una coordinación futura. 

Según lo que podemos apreciar en lo transcrito del Manual del Oficial de Estado Mayor Aéreo, el fomentar la comprensión  de un propósito común, llegar a un acuerdo, resolver situaciones conflictivas y mantener relaciones satisfactorias, tan sólo se puede lograr aplicando la negociación.

Pero no siempre se llega a un acuerdo en primera instancia y a menudo surgen desacuerdos en el fondo, en la forma y hasta en la hipótesis de solución planteada y en tales casos, la solución de la Fuerza Aérea Venezolana es bastante parecida a lo que transcribo a continuación (extractado del Manual del Oficial de Estado Mayor Aéreo – MOEMA, del año 1964, en su volumen I, capítulo X, página 335):

¨Desacuerdo:

-(1)  Si cualquier coordinador no esta de acuerdo con la forma en la que se escribió la comunicación, discutirá personalmente las razones de su discrepancia con la persona encargada de la oficina de origen y hará recomendaciones para que sea revisado.  La oficina de origen puede escribir nuevamente la comunicación en la forma recomendada y reiniciar los procedimientos de coordinación.  Sin embargo, si persiste en la controversia, ambas partes informarán al Vice-Comandante para su resolución. 

-(2) Los documentos redactados por segunda vez como resultado de las acciones tomadas en el subpárrafo (1) anterior, serán COORDINADOS NUEVAMENTE, con todos los elementos de estado mayor interesados.  La coordinación original y la hoja de archivo, serán anexados a la nueva coordinación y hoja de archivo respectiva y todo el conjunto será enviado en forma exactamente igual a la primera vez.  Se pondrá una observación en la hoja original de coordinación, indicando los cambios efectuados (por ejemplo, párrafo 4 y 8 modificados, etc.)… 

Otro párrafo:

…. Se deben celebrar muchas reuniones informales y se debe prestar atención a cualquier persona que tenga una idea susceptible de brindar ayuda.  Las reuniones informales darán lugar a una mejor coordinación que la brindada por un montón de papeles.  Sin embargo, si usted confía solamente en la coordinación informal, es muy difícil establecer responsabilidades y señalar simplemente los pasos que se deben tomar. 

¨1.- Reuniones de Estado Mayor:

Por lo menos una vez a la semana, en estas reuniones se sigue un procedimiento sistemático y ordenado para revisar el trabajo realizado por los diferentes miembros del Estado Mayor y para la discusión de nuevos problemas.  Es una norma invitar al personal subordinado de Estado Mayor cuando se discute un asunto que conocen a fondo.  Las reuniones de Estado Mayor son dirigidas generalmente por el Comandante o su Jefe de Estado Mayor¨. (Los nombres en mayúscula fueron colocados por mí, siguiendo la costumbre de hoy, en adelante irán en minúscula como en el texto original).

No puedo menos que copiar textualmente otro aparte del manual en referencia que trata en lo específico de las CONFERENCIAS Y REUNIONES DE ESTADO MAYOR:

¨Una conferencia es la reunión de un pequeño grupo de individuos cuyo propósito consiste en encontrar respuestas a una pregunta, soluciones a un problema o dilucidar las diferencias de opinión (subrayado por mí).   Una conferencia es la mancomunación del conocimiento y experiencia de un grupo de individuos, mediante la discusión de un problema en el cual tienen un interés común.

Para que la conferencia sea realmente exitosa, cada uno de sus miembros debe tomar parte en la discusión, debe contribuir con su conocimiento del asunto y debe ayudar en la solución del problema.  En realidad, gran parte del valor de la conferencia tiene su origen en este intercambio recíproco y mancomunación del conocimiento, experiencia y opiniones.

Tal vez la ventaja más importante de la conferencia radica en la aceptación voluntaria que hace de la participación del grupo y el hecho de que las decisiones y conclusiones son las de ese mismo grupo.  En una conferencia, cada individuo tiene oportunidad para expresar sus opiniones y participar de la decisión de la forma en que se debe actuar.  En consecuencia, cada uno acepta la solución, cuando en realidad podría rechazarla si fuese propuesta por una persona extraña.  Cuando un individuo participa en la decisión de lo que se debe hacer, es más probable que dedique todo su empeño y atención que en el caso de que se le diga, simplemente, lo que debe hacer.

Un comandante puede convocar a su estado mayor, o un oficial de estado mayor puede reunir a sus subordinados para varios propósitos.  No todas las reuniones son conferencias en toda la extensión de la palabra.  Empleamos aquí el término conferencia para cubrir aquellas reuniones en las cuales se emplea el método de discusión en grupo para cumplir cualquiera de los siguientes propósitos:

  • Recolección de información
  • Presentación de la información
  • Solución del problema
  • Formulación de una decisión
  • Aprobación de la decisión 

Nuestro principal interés radica en la solución de problemas y formulación de decisiones.  Una conferencia cuyo propósito es el de solucionar un problema o tomar una decisión, puede definirse como aquella conferencia en la cual los miembros de un pequeño grupo, bajo una dirección responsable, tratan sistemáticamente de llegar a un acuerdo general sobre un problema planteado, recurriendo a la técnica de conversación y razonamiento lógico¨.

Este texto, copiado del referido Manual Fuerza Aérea, es en sí mismo revelador (como respuesta) del motivo de este trabajo y debo aclarar que este manual data del año 1964.  Desde entonces ha sufrido múltiples modificaciones y mejoras, de manera tal que hoy el manual es bastante diferente en su contenido y en su forma, pero se mantiene  el espíritu de libre participación, respeto a todas las opiniones y el logro de la solución por consenso, todo lo anterior dentro de las normas de disciplina militar que es estricta en su fondo, como debe ser, pero flexible en su práctica diaria, profesional. Los contratos son necesarios, a pesar de que la buena voluntad nos colme a la hora de iniciar una relación comercial, pues en el momento de que la buena relación se agrie (por cualquier motivo) lo escrito en el contrato (originalmente aceptado de buen grado) se convierte en obligación para el que trata de eludir su cumplimiento. No puedo yo negar la posibilidad de que algún oficial, o suboficial se sobrepase en algún momento con sus subalternos e imponga tratos no cónsonos con lo que hasta ahora he tratado de explicar, pero ocurriendo realmente, conforman una excepción a la norma y a la costumbre, exponiéndose esa persona, al castigo que el Reglamento de Castigos Disciplinarios Nº 6 defina  (si la naturaleza de la acción cometida por ese superior es definida como Falta Militar) o por la Ley Orgánica de las Fuerzas Armadas (si es considerado delito la acción ejercida por ese superior en contra de subalternos)

He tratado de exponer lo más claramente posible la realidad del trato de problemas dentro de la Fuerza Aérea Venezolana, sin cometer infidencias respecto a la manera actual en la cual tratamos nuestras situaciones y solución de problemas, lo que es igual a decir que debe mantenerse en conocimiento sólo del personal  que está autorizado para ello y se debe negar toda posibilidad que permita que los potenciales enemigos conozcan de nosotros, según aquello que Tzung Tzu (filósofo chino de la guerra) dijo:

¨Si se conoce al enemigo y a sí mismo, no hay que temer por el resultado de cien batallas.  Si no se conoce a sí mismo, pero se conoce al enemigo, por cada victoria, sufrirá una derrota.  Si no se conoce a ninguno de los dos, siempre será vencido.¨

Con este comentario no pretendo parecer misterioso o importante, sólo es una conducta aprendida y entendida, a la vez que practicada en el transcurso de 27 años y medio de carrera (más los cuatro de la Escuela) donde con una mentalidad adecuada al combate y sus situaciones (que no guerrerísta) no puedo menos que (en un ambiente extraño a las Fuerzas Armadas) tratar de evitar dar más información que la que sea necesaria para la comprensión del tema que se trate.  Por ello pido disculpas y solicito comprensión.  He usado un texto viejo, en desuso desde hace muchísimos años (el Manual del Oficial de Estado Mayor Aéreo) que me permitió dos cosas:  Copiar textualmente trozos (que pueden  ser comparados con el original sin problemas de seguridad) que resultan claves para el cumplimiento de los objetivos académicos y a la vez tener fundamento o referencia bibliográfica accesible para consulta que me permite cumplir con el objetivo del trabajo. 

Espero haber cumplido con el objetivo (que me resultó bastante complicado elaborar) de dilucidar o mejor, dar luces, sobre si en la gerencia militar existe o no la negociación. Pero más interesante para mí fue el aprovechar la oportunidad para tratar de aclarar mal entendidos y hacerle justicia a nuestras Fuerzas Armadas ante la imagen de inmoral, despótica y extremadamente autoritaria por que sí (porque me da la gana) que la mayoría de nuestros conciudadanos tiene de nosotros.

[1] La Compilación Léxico Técnica Militar.

[2] La Compilación Léxico Técnica Militar.

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Guariguata Mederos Igor René. (2001, diciembre 12). La gerencia militar y la negociación en Venezuela. Recuperado de https://www.gestiopolis.com/la-gerencia-militar-y-la-negociacion-en-venezuela/
Guariguata Mederos Igor René. "La gerencia militar y la negociación en Venezuela". gestiopolis. 12 diciembre 2001. Web. <https://www.gestiopolis.com/la-gerencia-militar-y-la-negociacion-en-venezuela/>.
Guariguata Mederos Igor René. "La gerencia militar y la negociación en Venezuela". gestiopolis. diciembre 12, 2001. Consultado el . https://www.gestiopolis.com/la-gerencia-militar-y-la-negociacion-en-venezuela/.
Guariguata Mederos Igor René. La gerencia militar y la negociación en Venezuela [en línea]. <https://www.gestiopolis.com/la-gerencia-militar-y-la-negociacion-en-venezuela/> [Citado el ].
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