Uno de los aspectos que más preocupa a los países es el tema económico. Los individuos nos preocupamos, entre otras cosas, por nuestro nivel de vida, es decir, por la cantidad de bienes y servicios que somos capaces de adquirir.
Por lo general cada individuo busca mejorar siempre su situación personal, pero lo cierto es que en un determinado momento, encontraremos que algunos individuos tendrán una mejor posición que otros, algunos sectores estarán mejor que otros.
Entonces, a nivel agregado, en qué se centra la preocupación de un país en términos económicos. La verdad es que existen diversos aspectos que suelen ocupar la agenda económica como lo son los precios, las tasas de interés o el tipo de cambio. Pero un término que suele causar mucho temor es la llamada recesión. Se escucha en los medios y en la calle que hay recesión, pero al mismo tiempo entras a un restaurante y ves mucha gente comiendo allí y te preguntas ¿dónde está la recesión?
En general el término recesión es muy usado, pero me atrevería a decir que en la mayoría de los casos los que lo dicen y los que lo escuchan no tienen en mente lo mismo. ¿A qué se refieren? ¿Menos empleo? ¿Cierre de los comercios? ¿Cae la bolsa? ¿Disminuyen los sueldos? ¿Todas las anteriores? Más aun, ¿cómo se mide la recesión? ¿Cómo sabemos que una economía está en recesión?
En teoría económica se utiliza el Producto Interior Bruto (PIB), es decir, la suma del valor de todos los bienes y servicios producidos en una economía durante un período de tiempo determinado, como un concepto fundamental de medición del comportamiento económico. Esto significa que en la medida que se produzcan más bienes y servicios, vale decir, el PIB esté creciendo, la actividad económica es mejor.
En este particular es importante mencionar que el valor de los bienes y servicios está compuesto por las cantidades y los precios, de manera que en este caso nos referimos a un crecimiento del PIB real, es decir, a un crecimiento de las cantidades. El crecimiento del PIB se debe a que los factores de producción (número de trabajadores, stock de capital) crecen y también a que puede variar la eficiencia con la que se relacionan los medios de producción (productividad).
A lo largo del tiempo muchas economías han logrado incrementar tanto la disponibilidad de factores de producción como la eficiencia en la producción, logrando así que el PIB mantenga una senda de crecimiento en el largo plazo. No obstante, en el corto y mediano plazo, muchos factores intervienen y generan coyunturas que hacen que el nivel de actividad económica cambie de ritmo, formándose etapas de alta actividad y etapas de baja actividad. Esto forma lo que se denominan ciclos económicos. En los ciclos económicos tenemos entonces períodos de crecimiento de la actividad económica y períodos de contracción de la actividad económica, siendo estos últimos los que se denominan “recesión”.
Aun cuando es generalmente aceptado que el término recesión significa una caída en la actividad económica (en términos agregados) durante un período de tiempo, no existe una definición única y universal en cuanto a qué indicadores y qué valores de éstos son los que muestran oficialmente que una economía está en recesión. No se hace referencia precisa a qué sectores se incluyen en el término “actividad económica”, ni se precisa la duración ni la profundidad de la caída.
En algunos casos se ha aceptado que una caída del PIB en dos trimestres seguidos se considera recesión. Algunos países prefieren utilizar varios indicadores para concluir si la economía ha entrado en un período de recesión. En estos casos, además de la variación del PIB, se incorpora al análisis la variación en el empleo (tasa de desempleo, número de industrias en la que ha disminuido la plantilla de personal), la variación en la producción industrial, ventas en a nivel de mayor y minoristas, entre otros.
De hecho, en los Estados Unidos de América el National Bureau of Economic Research (NBER), organismo encargado de hacer seguimiento al comportamiento de la economía, establece que sus mediciones de los ciclos económicos se basan en la observación y análisis de varios factores y definen a la recesión como una disminución de la actividad económica que es visible normalmente en los indicadores de producción, empleo, ingreso real y otros.
El NBER analiza estos factores para determinar los picos en los ciclos económicos de los EUA. Los picos marcan el mes en el cual la economía registró el fin de un ciclo expansivo. El último pico reportado fue en el mes de diciembre 2007, correspondiente a un ciclo expansivo que se inició en el mes de noviembre de 2001, es decir, duró 73 meses.
