Pensamientos positivos durante el trabajo

A continuación voy a tratar de describir algunos de mis sentimientos, de pensamientos que se me pasan por la cabeza en mi vida diaria, sobre todo cuanto trabajo:

  • ”Mi vida es igual a trabajo”. Me levanto y me acuesto con asuntos de trabajo.
  • “Tengo que tener escrito esto para X día y no me da tiempo,…, sobre todo porque tengo que hacer esto y esto y esto….” (me viene a la cabeza lo que me falta por hacer me paraliza y luego no hago nada…).
  • “Tengo que llamar a este, y a este,…” (esta frase puede ser a las 2 de la mañana cuando hago el biberón de la noche a mi hija, lo cual muestra cómo mi cabeza no deja de funcionar).
  • Cuando tengo algo entre manos que precisa pensarlo (algún proyecto complicado, buscar alguna solución a algún problema que nos han planteado o mismamente pensar en cómo comercializar algún producto…) no dejo de darle vueltas y vueltas al asunto (mientras me ducho, mientras como, mientras duermo, incluso estoy en alguna conversación y me quedo absorto en mis pensamientos). Acabo resolviendo las cosas pero creo que me requiere muchas energías. En cambio sé que las soluciones me llegan más fácilmente descansado y con la mente más tranquila, pero eso empieza a ser muy poco habitual en mí.
  • Si tengo plazos los nervios por llegar me apoderan. “Uf no llego, tengo que quedarme de noche, tengo que cerrarme mañana en casa….”. Lo malo que apuro al final porque siempre puedo “mejorar lo que tengo” (bien sea la maquetación, el modo en que está escrito, etc.). Lo malo es que los proyectos a veces se solapan y exigen mucha atención. Los nervios y los pensamientos negativos y sentimientos de agobio me llegan a la cabeza (“esto no va bien; vaya mierda esto de tener una empresa, mejor estaría de currante de 8 horas; ¿para qué hago esto? ¿Por qué no puedo controlar con más calma todo esto?; soy incapaz de afrontar esto con tranquilidad; no tengo vida porque estoy siempre apagando fuegos, etc.)
  • Si recibo una llamada de mi mujer diciendo cosas como “te echo de menos, ¿cuándo vienes?” me entra un gran sentimiento de culpa, creo que estoy haciendo algo mal, que defraudo a mi familia. De ahí que quiera irme pronto para casa. Trato de imprimir velocidad a todo lo que hago. Pero no resulta porque cuando llego a casa pienso en lo que me queda por hacer, en lo que tengo que escribir o en lo que tengo que planificar (los mail que tengo que enviar, etc.) y al final busco los mecanismos en casa para tratar de trabajar más y más. Y acabo dejando cosas para la noche y me siento mal. “He venido directo del trabajo, no he disfrutado de mi familia y encima no tuve ni un minuto ni para hacer deporte ni para disfrutar…”
  • Si no soy capaz de cumplir los horarios, tanto por la mañana como al mediodía me pongo nervioso, empiezo a ver que la mañana ya tiene menos horas, que tengo muchas cosas que hacer y que otra vez no podré escapar para descansar o estar más relajado al final del día.
  • Ahora que estoy con el nuevo horario (aunque sea aproximado) y que hago deporte, pensar todas estas cosas me hacen ver cómo tengo que cambiar muchas actitudes y pensamientos para disfrutar y mantener lo que tengo ahora.
  • Sé lo que quiero, el problema es que no sé cómo mantenerlo.
  • También me paraliza un miedo: ¿y si no tuviera todo este trabajo y no me sintiera así? “seguro que lloraría por encontrar trabajo y hasta me podría arruinar”. Por eso tiro y tiro pensando que estar así como estoy es mejor que estar sin trabajo. Con la ayuda del coaching espero tratar de interiorizar el pensamiento de que se puede trabajar mucho y sentirse realizado.

Quiero:

  • Tener un horario, como el que perfilé o similar, que me permita tener equilibrio profesional, personal y familiar.
  • No dejar cosas “para el último día” y posponer trabajo (que suele ser un gran error mío). Ser muy disciplinado en el día a día porque eso me generará una gran productividad y una mejora clara en mi calidad de vida.
  • Controlar el móvil, que no me controle a mí como ahora (creo que tengo hasta dependencia).
  • Controlar mis nervios. Saber que el trabajo es trabajo, esto implica que no me puede quemar la salud mental tener trabajo pendiente ni no tenerlo todo al máximo nivel.
  • Planificar y empezar a controlar cuánto trabajo al día puedo hacer y no generar expectativas de tratar de hacer más de lo que puedo (muchas veces creo que no sé hasta dónde puedo trabajar y me comprometo a hacer una carga de trabajo por encima de mis posibilidades “normales”, es decir, no coger trabajo que implique “no vivir”, o al menos que no sea habitual).
  • Buscar los mecanismos para pensar en subir el escalón profesional. Buscar alianzas, buscar y obtener más y mejor formación, ir a mayores proyectos y disfrutar de los retos.
  • Aprender a delegar. Pero también aprender a enseñar a mi equipo y a aprender de él.
  • Controlar mis pensamientos negativos. Jamás podría pensar en algo mejor que tener mi propia empresa, en cambio, en momentos de agobio quiero tirar la toalla o dedicarme a otra cosa (siempre pienso en otro tipo de empresas, vinculadas a la naturaleza o al mundo del turismo rural, es como si ésas fueran las imágenes que me reportan tranquilidad).
  • No sentirme culpable cuando trabajo. Esto de pensar en qué hago mal con mi familia y demás creo que es irracional. Lo que tengo que verdaderamente conseguir es  dedicar a mi familia un tiempo de Calidad, siendo una persona  tranquila (que no se altera por los  nervios y la ansiedad de los  problemas de trabajo) y que está  con ellos 100% (no mi mente en otro lugar).

Un pensamiento que cada vez más claro es:

Preciso descansar la mente al máximo (es como una especie de borrón y cuenta nueva). Me noto cansado mentalmente. Con resaca de todo mi pasado. Hay que tener un dato presente, hasta que me casé en agosto de 2004 casi no he tenido vacaciones. Desde 1995 que empecé a estudiar hasta el año 2003 NUNCA he tenido vacaciones. Siempre he trabajado mucho y a un gran  nivel de exigencia. Mi única válvula de escape fueron algunos días aislados que me quedaba en casa a trabajar (en casa de mis padres), las horas que dedicaba al deporte (que eran casi 2 horas diarias) y los fines de semana (que hacía deporte en lugares muy tranquilos, con amigos, pero yo trabaja sábados y domingos, cierto que estudiando, preparando clases en la facultad para mis alumnos o temas de economía que me apasionaban, me llenaban…). Ahora veo que gran parte de la desmotivación personal radica en que (sobre todo desde que nació Claudia) no he descansado lo suficiente. Me noto cansado y estos días de agosto de este año incluso me noto sin ganas de ir a la oficina, trato de hacer todo desde casa. Y me siento con savia nueva, pero todavía noto que necesito descansar más.

Pregunta: ¿Debería de practicar ejercicios de relajación mental para recuperar mi fortaleza psicológica? Detrás de este cansancio creo que está la falta de motivación para ser más disciplinado con mi tiempo y mi escasa gasolina para afrontar cambios. Nunca rechazo cambiar, pero sé que exige energía ese cambio y precisa tranquilidad. Ahora me siento mejor para afrontar cambios pero creo que todavía tengo mucho que recuperar para ser la persona que era: siempre enérgico y con la voluntad de hacer lo que sea. Me marcaba objetivos y lo daba todo por ellos, y los conseguía sin problemas. Quiero recuperar esto, esta vitalidad.

Cita esta página

Herreros de las Cuevas Carlos. (2013, febrero 15). Pensamientos positivos durante el trabajo. Recuperado de https://www.gestiopolis.com/pensamientos-positivos-durante-trabajo/
Herreros de las Cuevas Carlos. "Pensamientos positivos durante el trabajo". gestiopolis. 15 febrero 2013. Web. <https://www.gestiopolis.com/pensamientos-positivos-durante-trabajo/>.
Herreros de las Cuevas Carlos. "Pensamientos positivos durante el trabajo". gestiopolis. febrero 15, 2013. Consultado el . https://www.gestiopolis.com/pensamientos-positivos-durante-trabajo/.
Herreros de las Cuevas Carlos. Pensamientos positivos durante el trabajo [en línea]. <https://www.gestiopolis.com/pensamientos-positivos-durante-trabajo/> [Citado el ].
Copiar

Escrito por:

Imagen del encabezado cortesía de sagamiono en Flickr