Como futuros docentes debemos ser personas observadoras, estar alertas a todas las señales que nos mandan nuestros alumnos, ser objetivos y actuar de la manera más adecuada; lo más accesibles posible, para saber cómo actuar, reaccionar y trabajar con toda la diversidad de alumnos que tendremos tenemos que estar consientes y dominar la siguiente información.
Comencemos con Identidad; se le nombra identidad al conjunto de rasgos físicos propios de un individuo que lo diferencian pero a la vez lo hacen formar parte de la colectividad. Este aspecto tiene varias subdivisiones como la identidad cultural, la personal (ideológica), la de género y la física, estas se desarrollan de manera conjunta y armónica en un individuo; como maestros debemos conocerlas y saber cómo se desarrollan para poder apoyar a nuestros alumnos en este proceso.
El maestro se puede percatar de este proceso de identidad cuando el alumno vaya adquiriendo conciencia y normas sobre sus actividades escolares como tareas, trabajos, participación, etc. Si un niño va tomando conciencia de sí mismo y sus actos será un alumno que cumpla con la mayoría de sus deberes, se comportara de manera respetuosa, acatara las normas que le imponga el contexto donde se encuentre, pero si el alumno no está desarrollando su identidad adecuadamente este tendera a ser desobligado, no comprenderá que dependiendo del lugar donde se encuentre tiene que comportarse por qué no tendrá un sentido de conciencia ni de las normas de su alrededor.
Si el alumno forma parte de un grupo social que funja como buena influencia en el desempeño escolar no habrá problema, pero si de lo contrario el niño es parte de un grupo social que no le ayuda al contrario lo perjudique (enseñándole malos hábitos, no sigan las normas, etc.) el alumno se verá afectado por este factor; el maestro debe señalar las conductas inapropiadas, de manera respetuosa y sin culpar al alumno, debe de mostrarle el camino correcto.
Ahora teniendo una identidad correcta el alumno contara con una visión más amplia del “quién soy” y podrá evaluarse de acuerdo a esta formando su autoconcepto, formado a la vez de sus experiencias de vida. Al tener una visión de si mismo podrá formar una definición de el mismo basándose en rasgos físicos y psicológicos.
Como docente se debe estar alerta para poder ayudar a solucionar los conflictos que se le presenten en este proceso al alumno, no permitir que entre los alumnos existan agresiones físicas ni psicológicas, fomentando el respeto y tolerancia dentro del salón así como todos los valores para que se cree un ambiente de confianza y armonía y se de este proceso de autoconcepto.
Cuando el alumno este consciente de su identidad y forme su autoconcepto lograra crearse un “autoestima” que es cuando el alumno percibe su propia valía (si se acepta y se valora); la cual puede ser negativa o positiva, su autoestima es positiva si su valoración y autoevaluación le es satisfactoria, si se percibe como un ser útil, activo y querido.
