Consejos para luchar por tu crecimiento personal

Dejar de luchar es morir

Sé que estamos en medio de una crisis, envueltos en constantes noticias de corrupción, recortes y desgracias, para qué negarlo, pero ante esta situación sólo te queda 2 opciones: rendirte, quejarte por todo y vivir como una “víctima”, o apostar por la resiliencia, aprender de la situación, levantarte y luchar para seguir adelante. Es el momento de descubrir oportunidades donde haya fracasos, de ver brotes donde los otros ven desierto.

En definitiva, y siento usar esta palabra tan utilizada, de RE-INVENTARSE. Tener claro que lo que ayer era útil, mañana quizás no servirá, de saber vivir en la incertidumbre, y a aprender a desaprender, para dejar espacio a lo que necesitas ahora.

Como decía Darwin, sólo las especies que sepan adaptarse sobrevivirán.

Para reinventarte, debes hacer como aquel discípulo que visitó a un sabio para que le enseñara. Mientras se presentaba le iba contando todo cuanto sabía, lo que había hecho… el sabio cogió una taza de té y mientras hablaba iba llenando la taza, hasta que se derramó. El discípulo al ver que no reaccionaba le avisó, a lo el sabio le dijo: “Esta taza es como tu mente, nada puedo enseñarte ni nada puedes aprender si no le dejas espacio”.

Éstas son algunas píldoras para conseguirlo:

  • Recuerda cuando fuiste un bebé, cuantas veces te caíste y te volviste a levantar tu solo hasta que aprendiste a andar, y hazlo de nuevo.
  • Vive con pasión cada minuto y segundo de tu vida, como aquel niño que fuiste cuando con la ignorancia te sorprendías y disfrutabas de cosas insignificantes.
  • Rodéate de gente positiva, y aléjate de las “víctimas” y pesimistas. No permitas que fichen en su club.
  • Pasa a la acción, y cuando algo no salga como esperabas no te derrumbes, aprende del error, levántate y sigue adelante. Piensa que antes de conseguir grandes éxitos la mayoría de personas han tenido grandes fracasos (Thomas Edison tuvo que hacer más de 1.000 ensayos-errores antes de descubrir la bombilla, entre otros grandes inventos). La diferencia entre un fracaso y un error, es que en el fracaso te caes y no te levantas, mientras que en el error asumes que has tenido un resultado diferente al que esperabas, aprendes, te levantas y sigues.
  • Déjate tiempo para meditar, aclarar tus ideas y objetivos. Objetivos borrosos, metas borrosas. Objetivos claros, metas claras.
  • Déjate fluir por tus sentidos, disfrútalos:
  • – Tacto: tócate y deja que te tocan. Masajéate los pies (muchas terminaciones nerviosas)
  • – Visual: Rodéate de colores, y aprovecha su fuerza (amarillo: actividad /verde: frescura y tranquilidad /azul: comunicación y tranquilidad/ rojo: estimulación y vitalidad).
  • – Auditiva: Escucha con intensidad los sonidos de la naturaleza, así como los cotidianos de tu alrededor (lluvia, olas del mar, agua ducha…). Aprovecha el poder de la musicoterapia.
  • – Olfativas: Huele con intensidad hasta impregnarte del momento: pan recién salido, aromas diversos… así como olores revitalizantes que te llenan de energía como del eucalipto y el mentol.
  • – Gustativas: Como despacio, disfruta de los gustos y comida sana evitando el abuso alimentos con alta concentración de azúcares de absorción rápida, como chocolate y caramelos.
  • Haz una lista y escribe aquellas pequeñas cosas que te llenan, te cargan energía y disfrutas realizando, y busca un espacio para realizarlas cada día, cada semana. No tienen porqué ser costosas ni complicadas, en la sencillez está la grandeza.

Aquí te dejo un cuento para reflexionar:

Había una vez un bosque en el que vivían todos los animales, hasta que un día empezaron a hablar de sus virtudes. El conejo era veloz, el búho listo, el elefante fuerte… así hasta que llegaron a las tortugas, a las que sólo veían debilidades. Entonces decidieron hacer una apuesta: retar a las tortugas a subir arriba de la cima. Así se prepararon todas las tortugas en la línea de salida del bosque, camino a la cima, y dieron la salida. Las lentas y pesadas tortugas empezaron a andar lentamente, con su pesada concha a cuestas. Al lado del camino había todos os animales del bosque, que las miraban y comentaban:

  • “Míralas que lenta, nunca lo conseguirán”.
  • “Es imposible, son muy pesadas”.

Los días iban pasando, y las tortugas poco a poco iban desistiendo. Pasadas unas semanas, cada vez quedaban menos tortugas, y los animales del bosque seguían con sus comentarios. Hasta que al final sólo quedó una tortuga, que despacio pero sin pausa seguía avanzando, hasta que finalmente, contra todo pronóstico y con sorpresa de todos los animales, consiguió llevar a la cima.

¿Sabéis por qué lo consiguió?.

Porque era sorda.

No te pierdas este vídeo, imprégnate de la fuerza de su protagonista, de su pasión por vivir y seguir adelante, no tiene desperdicio: https://www.youtube.com/?v=xet96YiBiE8

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Urgell López Jordi. (2014, septiembre 5). Consejos para luchar por tu crecimiento personal. Recuperado de https://www.gestiopolis.com/consejos-para-luchar-por-tu-crecimiento-personal/
Urgell López Jordi. "Consejos para luchar por tu crecimiento personal". gestiopolis. 5 septiembre 2014. Web. <https://www.gestiopolis.com/consejos-para-luchar-por-tu-crecimiento-personal/>.
Urgell López Jordi. "Consejos para luchar por tu crecimiento personal". gestiopolis. septiembre 5, 2014. Consultado el . https://www.gestiopolis.com/consejos-para-luchar-por-tu-crecimiento-personal/.
Urgell López Jordi. Consejos para luchar por tu crecimiento personal [en línea]. <https://www.gestiopolis.com/consejos-para-luchar-por-tu-crecimiento-personal/> [Citado el ].
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