Tener proyectos, objetivos y metas es inherente a la condición humana. Eso significa que todos, en menor o mayor medida, tenemos proyectos y objetivos por cumplir. Lo que cambia de una personalidad a la otra, de una historia a la otra, tiene que ver con lo que hacemos para lograrlo y no con el objetivo en sí. Hay personas que tienen una determinación férrea y que, contra viento marea, siguen en el camino hacia sus objetivos. En cambio, otros se decepcionan ante el primer tropiezo y desisten.
Pero, si eres de los que sí tienen un objetivo profesional y les quita el sueño no conseguirlo, seguro te puedes preguntar ¿qué es lo que hace que a veces no logremos lo que queremos? Te doy mi respuesta en versión simplificada: falta de dirección y falta de estrategia.
Déjame regalarte MI modelo personal para el logro de objetivos profesionales, un esquema paso a paso para saber cómo lograr lo que quieres y tener éxito en tu carrera profesional. Cada paso, con un ejemplo para que comprendas perfectamente su significado. Como es un poco largo, lo he dividido en dos artículos (para que no te canses de leer). Síguelo, y lograrás ser exitoso en lo que te propones. Sin secretos ni trucos.
Este es MI modelo personal para el logro de objetivos profesionales:
¿Cuál es tu dirección?
No me canso de decirte (y escribirte) que es bien importante saber qué es lo que quieres lograr. Si no sabes dónde irás de vacaciones, ¿cómo vas a saber si puedes ir en auto o en avión? Pero, por favor no olvides, debes definirlo con profundidad.
¿Qué es específicamente lo que quieres lograr? Incluye detalles. Esto te ayudará a profundizar y a descubrir qué es lo que quieres detrás de lo que dices que quieres. Por ejemplo, una de mis clientas decidió que su objetivo profesional es tener un exitoso negocio propio, uno en el que pudiera ayudar a mamás trabajadoras a compatibilizar su vida laboral y la crianza de los niños menores de 10 años.
¿Lo ves? Eso es específico. Ella no va en busca de cualquier negocio exitoso, ni va a buscar ayudar mamás que no trabajen, o a trabajadores que no sean mamás.
¿Cuál es tu propósito?
Esto también es bien importante. ¿Para qué quieres lograr esto? Además de ser tu motivador, te ayuda a detectar incoherencias. Te doy un ejemplo, tu objetivo, tu dirección es lograr una prestigiosa y bien paga posición gerencial regional en tu compañía, y tu propósito es poder darle más a tu familia. ¿Te suena coherente? A primera vista “regional” para significar viajes a distintos países, ¿no? (Bueno, algunas empresas podrán manejar el mundo virtual de manera espectacular, pero hasta donde yo sé los aviones están repletos de gente que se desplaza por trabajo). Y “darle más a tu familia” podría ser sólo dinero, o también podría ser tiempo, energía, afecto. Algo bien difícil (no dije imposible) de dar a distancia.
¿Cuáles son tus límites?
Esto es fundamental. Saber qué cosas NO estás dispuesto a hacer para lograr tu objetivo profesional es primordial. ¿Por qué? Porque determina qué caminos no puedes tomar. O mejor dicho, no debes tomar, porque sino estarías traspasando tus límites y además de que te sentirás mal, no durarás mucho en ese camino. Por ejemplo: una de mis mentoras tiene un hijo pequeñito y siempre dice que ella podría ganar mucho más dinero y ser aún más reconocida si hiciera sus talleres y seminarios presenciales en otras partes del mundo. Pero ella sabe que allí está su límite. Su prioridad está en criar y disfrutar de su niño y no traspasará esa barrera. Todas tus decisiones y sus estrategias están dentro del campo de acción que está cercado por tus límites.
¿Qué opciones tienes?
Normalmente no hay una sola forma de alcanzar lo que quieres. Aquí tienes que usar tu creatividad. Cuantas más opciones evalúes, mejor. No las dejes boyando en tu cabeza. Bájalas a papel. No las descartes mentalmente. Escríbelas en un papel y luego las evalúas y las descartas. Muchas veces una opción no te parece muy buena, pero al verla escrita luego asocias otra idea y descubres otra opción. Muchas veces las mejores opciones son combinaciones de varias ideas.
Por ejemplo: una de mis clientas quería tener un mentor técnico (es una persona que tiene tu misma profesión y conoce técnicamente el trabajo y lleva más experiencia en el rubro de manera que puede enseñarte). Por un lado estaba su jefe, lo cual era muy conveniente por la cercanía, pero ella no estaba contenta con las habilidades interpersonales de su jefe y no se sentía cómoda adoptándolo como mentor. Por otro lado, hacía tiempo había tenido una profesora que cumplía las expectativas de mi clienta pero siempre tenía mucho trabajo y no le era posible hacer los encuentros necesarios para mentorear a mi clienta. Hasta que descubrió que una posibilidad era cambiarse de empresa y trabajar con esta persona. De esa forma sería su jefe y tendría la cercanía y la oportunidad de entrenarla y mi clienta lograría su objetivo.
¿Qué obstáculos se interpondrán en tu camino?
Pensar que todo va a ser perfecto en el camino hacia el logro de tus objetivos es tan irreal como pensar que todo saldrá mal. Los extremos no son recomendables. Así que una buena técnica es conocer cuáles son los obstáculos que pueden interponerse en tu camino y prepararte para ellos. Por ejemplo: cuando yo dejé mi trabajo seguro para darle fuerza a mi negocio propio sabía que el primer obstáculo que iba a aparecer es la inestabilidad de los ingresos. Todos necesitamos pagar las cuentas y el salario fijo a fin de mes ayuda. Pero cuando tienes un negocio propio, nada es fijo. Saber que esto iba a ocurrirme me ayudó a prepararme. Agudicé mi planificación financiera del hogar (siempre fui fanática de esta planificación, pero la mejoré aún más) e hice lo mismo con la planificación financiera de mi negocio. Prepararme para “los problemas” me ayudó a ser más eficiente con mis cuentas y a que la inestabilidad no me tomara por sorpresa y me hiciera abandonar.
Con esta parte del modelo, ya estás en condiciones de definir tu objetivo profesional y comenzar a explorar el camino hacia ese logro.
¿Qué te falta para lograrlo?
En otro artículo te hablé de la “tensión creativa”. Es la diferencia entre lo que quieres conseguir y lo que tienes hoy. Hacer un análisis de qué habilidades o capacidades o conocimientos necesitas para lograr lo que quieres, te pone en una fuerte posición de conocimiento personal, lo que te ayuda a prepararte mejor (y normalmente con mayor tiempo y menos presión) para tu objetivo profesional. Por ejemplo: uno de mis clientes es hoy jefe de un área técnica en una importante empresa. Su objetivo profesional es tener una posición gerencial en 3 ó 4 años. Cuando hicimos este ejercicio, descubrió que lo que le faltaba era más roce político y más contacto con directivos. Ahora que lo descubrió (y que tiene 3 años para prepararse) no desperdicia ninguna oportunidad de presenciar reuniones donde pueda aprender y hasta “practicar” sin presión y sin riesgo (porque no hay aún expectativas de este estilo sobre él) sus nuevas habilidades políticas. Probablemente su preparación lo ayuden a conseguir su objetivo aún en menos tiempo de lo que él lo espera.
¿Cómo puedes hacerlo?
Nadie nace sabiendo, así que es bastante común que necesites entrenarte y aprender técnicas y estrategias para poder lograr tus objetivos. Lamentablemente la mayoría de los conocimientos o habilidades o talentos que necesitas para lograr tus objetivos profesionales, no se enseñan en la educación formal o en la universidad. Así que probablemente tengas que hacer un poco más de esfuerzo para lograr adquirir esos conocimientos y hacer la experiencia. Mi recomendación es que busques un mentor que te pueda guiar paso a paso, que te entrene en cuanto a los conocimientos que te falten, pero también que te acompañe en el proceso de experimentar esos conocimientos.
Por ejemplo: una de mis clientas se lanzó como independiente en una profesión que tenía “encajonada” hacía muchos años. Si bien sus conocimientos de la profesión afloraron enseguida, no tenía ni idea cómo vender sus servicios o cómo manejar esas conversaciones. Para eso, me contrató a mí que le enseñé varias técnicas y la ayudé en sus primeros pasos. Cuando ponía en práctica sus conocimientos y le surgían dudas, las traía a la sesión y juntas buscábamos la forma de resolver sus problemas. Así hasta que se hizo experta en vender sus servicios.
Si no naces sabiendo, no puedes exigirte hacer todo bien sin ayuda.
¿Cuál es paso a paso el esquema que seguirás para lograrlo?
La organización es fundamental en todo objetivo profesional. Tener un esquema paso a paso, es como tener una receta de cocina o una fórmula para un medicamento. Si estás haciendo una torta, seguramente no mezclarás el agua, los huevos, y las cerezas de decoración. Tampoco es lo mismo si pones 1 huevo o pones cuatro, o no pones ninguno. Diseñar tu plan de carrera paso a paso implica que descubras qué pasos (o ingredientes) necesitas para lograrlo y cuándo. Las “cantidades” y el “orden” son fundamentales.
Por ejemplo: una amiga mía pidió mi consulta y empezamos a diseñar su plan de carrera. Su objetivo profesional era tener una posición de gerencia de área de aquí a 5 años. Utilizamos una técnica que aprendí cuando me certifiqué como Coach y que todavía utilizo que es muy efectiva para no dejarte limitar por tu situación actual o por tus creencias hoy y es armar un plan de acción hacia tu objetivo profesional a largo plazo. Definíamos paso a paso y descubrió que para poder llegar a esa posición, necesitaba tener su título de grado (que ya tenía, sólo que le faltaba la tesis). Y para terminar esa tesis estaba pensando en hacer una investigación y un prototipo de una tecnología moderna que está muy de moda. Y así descubrió que en su trabajo actual había una oportunidad de llevar adelante un proyecto con un cliente que quería comprar una plataforma con esa nueva y moderna tecnología.
¿Ves lo que significa tener organizada y esquematizada tu secuencia de pasos? Un sueño puede parecer muy utópico pero cuando diseñas cómo llegar a él ya comenzó a convertirse en realidad.
¿Cuáles serán tus puntos de control?
No vas a creer que las cosas suceden así como las planificas, ¿verdad? La mayoría de las veces no es así. Eso no es ni bueno ni malo, simplemente es así. Lo importante es que sepas cómo suceden las cosas y las evalúes. A veces suceden mejor de lo que esperas, entonces, ¿quieres cambiar tu objetivo? ¿quieres adelantarlo? A veces suceden como lo esperas. Bien, sigues igual. A veces no suceden como esperas. ¿Qué hacer entonces? Buscar una nueva estrategia, replegarte y volver a probar. Aprender de tus errores es fundamental.
Pero, ¿cómo cambiar de estrategia si no mides tus resultados? Si no te enteras que las cosas sucedieron de una u otra forma, no hay nada que puedas hacer. Por eso, debes tener puntos de control en tu plan de acción, para verificar si estás en el camino correcto. Y si no, poder hacer cambios.
Por ejemplo: uno de los líderes de proyecto con los que trabajé hace años omitió este paso. Tenía que cumplir una fase del proyecto entregando 200 documentos. Los había planificado en 4 semanas, así que su equipo tenía que hacer 50 por semana. Una semana antes del cierre hizo una revisión y se encontró con que habían hecho menos de 100. En la semana que le quedaba era prácticamente imposible doblar la cuota y ya era bastante ambiciosa la meta de por sí. ¿Qué podía haber hecho si lo hubiera descubierto al cabo de la primera semana? Se habría dado cuenta que no era cumplible en esas condiciones y hubiera generado otras condiciones: incorporar otros recursos temporales para ayudar, sumar algunas horas de trabajo en el día o en el fin de semana de forma rotativa para que no lo sintiera todo el equipo, etc. La anticipación es una ventaja.
¿Cuándo darás el próximo paso?
No puedo enfatizar más este punto. Si todo lo que has aprendido hasta aquí no es llevado a la acción, realmente no sirvió de mucho. Implementar, tomar acción, tomar la decisión de dar el próximo paso son fundamentales. Por ejemplo: 4 años y medio atrás (desde el momento que estoy escribiendo este artículo) empecé a descubrir mis talentos para ayudar a los demás y encontré que el coaching era un herramienta para poder canalizarlos.
Hice una consulta con una Coach de Carrera muy prestigiosa en mi país, hice un plan de acción, plasmé mi idea. Compré muchísimos libros (me encanta leer y mas sobre temas que me apasionan). Todo era muy interesante y desafiante. Pero quedó en el papel. No tomé acción sino hasta el año pasado donde retomé mis viejas anotaciones y descubrí, con sorpresa, que lo que quería para mi futuro profesional… ya lo había descubierto y lo quería desde hacía años! Un año después tengo mi propia empresa ya consolidada y ayudo a otros para lograr sus objetivos profesionales.
¿Qué cambió? Que tomé la decisión y tomé acción. No vale con crear en tu mente o en el papel, hay que concretarlo y materializarlo dando el primer paso.
He compartido contigo Mi modelo personal para el logro de objetivos profesionales. ¿Qué cambió para ti haber leído esto? ¿Cuándo tomarás la decisión y tomarás acción para ponerte en marcha hacia tus objetivos profesionales?
