Faltando tres meses para que Alemania comenzara la fugaz invasión de Francia, Rommel recibe el mando de la séptima División Panzer. Esta unidad quedaría bautizada como la “división fantasma”, por sus veloces e impredecibles tácticas.
Erwin Rommel fue un mariscal alemán, uno de los militares más famosos por sus brillantes hazañas. Aunque concedió sus mayores victorias a la Alemania Nazi, en sus últimos días volvería sus esfuerzos contra las atrocidades de Hitler.
Antes de entrar en combate, Rommel puso a prueba a los tanques y a sus oficiales. El mariscal tenía fama de ser insistente con los entrenamientos antes de la batalla.
«Demasiado trabajo de pala es mejor que demasiado poco. El sudor ahorra sangre, la sangre ahorra vidas y el cerebro ahorra ambas cosas».
Rommel desplaza con osadía sus divisiones por los campos franceses. Sin perder un minuto alcanzan Dinant y cruzan el río Mosa. El día 15 llegan a Arras.
Los británicos intentaran detener al ejército alemán en este punto, si lo consiguen impedirán o al menos retrasarán la invasión a Gran Bretaña.
Las fuerzas británicas a cargo del Mayor General Harol Franklin, contaban con brigadas de tanques y unidades de infantería.
Los británicos lanzan un ataque enérgico contra las filas alemanas capturando a varios prisioneros.
Ante la coraza de los tanques británicos Matilda, los cañones antitanques y los Panzer alemanes resultaban insuficientes.
El Ejercito Expedicionario Británico estaba a punto de cambiar el curso de avance alemán en la guerra. En ese momento, Rommel entre la creatividad y la desesperación ordena utilizar los cañones antiaéreos Flak 18.
En un hecho que pasó a la historia militar como leyenda, los flak 18 y los obuses de Rommel batieron a los tanques británicos con el apoyo de la fuerza aérea alemana.
Rommel, condecorado con la Cruz de Caballero prosigue el avance. Llega al Canal de la Mancha, toma Cherburgo y se hace con el control del puerto. Los alemanes ya están en el mar a las puertas del Reino Unido.
La ofensiva de Rommel no fue para nada el ataque coordinado que los jefes del estado mayor tenían en mente. El mariscal utilizó a las unidades más rápidas y con una independencia de mando que le permitía dirigir con facilidad.
La sétima División no solo hizo “invisible” para el enemigo sino también para los jefes del alto mando alemán. Rommel cortó las comunicaciones con sus superiores para tener libertad de acción.
Después de la conquista de Francia, la séptima División Panzer pasó al frente oriental, para luego ser rendida por los Aliados en la toma de Berlín.
Pero los movimientos invisibles de la división pasaron a las nuevas unidades del General Rommel en África donde tendrían escenario las más espectaculares tácticas con vehículos mecanizados.
El marketing
En el marketing se pueden aplicar infinidades de estrategias, una no descarta a la otra.
Pero las estructuras tienden a volverse rígidas y se necesitan estrategas como Rommel que viren el tablero de ajedrez.
Las acciones no tienen por qué ser a escalas: derrotando una línea tras otra.
Rommel infiltraba sus unidades mucho después de la línea de combate, tomando al enemigo por la retaguardia. Interrumpía los flujos de suministros y de los refuerzos. Destruía las comunicaciones creando un caos en el ejército contrario.
Hay que buscar el avance por encima de la victoria inmediata.
No tienes por qué ganar la batalla inmediatamente, infíltrate con paciencia y gana terreno.
Piensa si hay áreas dentro de la empresa que estén demasiado inmóviles. ¿Qué tan lejos podrían llegar si se les da mayor libertad de acción y se le impulsa al frente?
Dale vida a los equipos para que avancen tanto como puedan, que encuentren oportunidades y puntos muertos en el mercado.
