Limitaciones de la Ciencia

La ciencia consiste en dar explicaciones satisfactorias de todo aquello que nos parece precisar una explicación. La ciencia no puede ir más allá de los fenómenos, y consiste en la generalización de los mismos bajo una ley uniforme.

La ciencia se ocupa sólo de fenómenos y descubrir los hechos y las leyes que los gobiernan; pero todo lo que hace es investigar la operación actual uniforme, allá donde existe, de aquello que existe antes que surja la indagación. El método científico está limitado a lo que puede ser observado, oído, palpado, olido o probado; vale decir, está involucrado con un conjunto interrelacionado de verdades demostradas o en su defecto por factores observables. Con el desarrollo del capitalismo la ciencia moderna adquirió un gran impulso, evidenciándose en beneficios parciales para la humanidad.

Para nadie es un secreto que con el avance capitalista paradójicamente se ha impedido el avance de la ciencia, ya que han surgido descubrimientos que evidentemente han demostrado ser perjudiciales, como el uso de la energía nuclear con fines destructivos, cuyas consecuencias mortales están íntimamente vinculadas con los valores asociados a los científicos y por ende a la irracionalidad del capitalismo.

Las limitaciones de la ciencia, se pueden resumir de la manera siguiente: La ciencia la realizan seres humanos, por tanto es sujeta de error, La misma forma de utilizar el método científico o de interpretar los resultados puede llevar a error, al ser un proceso muy dinámico, su validez puede ser cuestionable, debido a que, lo que hoy es cierto ayer era otra cosa, pueden manipularse los resultados para obtener algún fin y, no siempre es accesible a todos.

Método científico

El experimento científico es realizado por el investigador como hombre no sólo de pensamiento sino también de acción, donde simplemente manipula de manera controlada algún fenómeno natural, con el único propósito de generar información a los efectos de amplificar la magnitud con que la misma se genera. El Método más riguroso aplicado para la búsqueda de conocimiento es el método científico, el cual, al igual como observaremos más adelante tiene sus limitaciones, tal como se desprende a continuación:

El método científico está limitado a lo que puede ser observado, oído, palpado, olido o probado; vale decir, está involucrado con un conjunto interrelacionado de verdades demostradas o en su defecto por factores observables. De allí que, es únicamente a través del uso de éstos sentidos que esta observación ocurre.

Al respecto, Duane Gish (1973), señala lo siguiente: “Para que una teoría califique como una teoría científica, debe ser sostenida por los eventos, procesos, o propiedades que pueden ser observados” (pp. 2-3). De la misma opinión fue George Gaylord Simpson (1964), cuando años antes escribió: “En cualquier definición de la ciencia, es inherente que las declaraciones que no pueden ser chequeadas por la observación, no están realmente diciendo algo… o al menos no son ciencia” (pp, 143:769).

El método científico está limitado por el hecho que es amoral, debido a que la ciencia sencillamente no tiene en sí el mecanismo para dictar normas de regulación sobre esta. No existe nada inherente en el método científico que provea para la definición o estudio de la moralidad. Sobre el particular diversos autores señalaron lo siguiente, cito: Paul Little (1967), “La ciencia es incapaz de hacer juicios de valor acerca de las cosas que mide… No existe nada en la ciencia misma que determinara si la energía nuclear será usada para destruir el cáncer o ciudades (p. 105). Jacques Monod (1969) “la ciencia es ignorante de los valores” (p. 21) y finalmente Bales (1976) cuando señaló que “El método científico no puede probar que tenemos alguna obligación de aceptar la verdad si la encontramos desagradable, o mostrar por qué no deberíamos aceptar la falsedad si podemos cambiarla para nuestra ventaja” (p. 37).

El método científico no está en capacidad de tratar con el reino del propósito, pero sí con el mecanismo, vale decir, con las relaciones causa efecto. Está limitado a enseñarnos a comprender el cómo y no el por qué funciona un determinado proceso. Hawthorne (1960), al respecto señaló lo siguiente, cito: “La ciencia nos puede dar el saber cómo, pero no nos puede dar el saber por qué” (p. 4).

Ahora bien, una forma de evaluar las limitaciones que tiene la investigación científica es manifestando que, dado su naturaleza, hay muchas cosas que la ciencia como conjunto de conocimientos objetivos sobre ciertas categorías de hechos, de objetos o de fenómenos, que se basa en leyes comprobables y en una metodología de investigación propia, no está capacitada para entender; como por ejemplo: las emociones y el amor y, peor aún el origen de nuestra existencia y del universo.

Responde esta encuesta sobre consumo de redes sociales. Nos ayudará a brindarte mejor información.

¿Usas sitios de redes sociales para encontrar información académica o laboral?*

¿Usas sitios de redes sociales para encontrar información académica o laboral?*

¿Qué sitios de redes sociales utilizas para investigación académica o laboral*

¿Qué sitios de redes sociales utilizas para investigación académica o laboral*

Puedes seleccionar las opciones que quieras.

Que tipo de dispositivo usas al utilizar redes sociales*

Que tipo de dispositivo usas al utilizar redes sociales*

¿Cuántas cuentas de redes sociales tienes?*

¿Cuántas cuentas de redes sociales tienes?*

¿Cuántas horas a la semana le dedicas a las redes sociales?*

¿Cuántas horas a la semana le dedicas a las redes sociales?*

Por consiguiente, el método científico está limitado al presente, debido a que es el único lugar y tiempo en el cual los cinco sentidos descritos anteriormente operan, pues, el pasado está más allá del dominio de dicho método, prestándose a especulaciones. Para Wolthius Enno (1963): “La ciencia busca explicar el funcionamiento de lo que es, y chequear su explicación por vía de los experimentos solamente en el tiempo presente. (p. 50).

En este sentido, vale también señalar que, el método científico trata con aquellas cosas que tienen características universales, fiables, sin tiempo y que son repetibles; las que de alguna manera no afiancen entre ellas, estarán fuera del ámbito de la ciencia. De igual forma, el método científico está limitado por el hecho de que no puede tratar con lo único. La ciencia es auto probativa y auto correctiva.

La ciencia, se basa en la observación, la comparación, la conjetura y la experimentación. Sin embargo, la misma tiene limitaciones, tal como se describe a continuación:

  • De tipo físico: La atracción gravitatoria que experimentan un protón y un neutrón en el interior del núcleo atómico es tan pequeña, que apenas se puede medir, resultando imposible experimentar con la gravedad a nivel cuántico, lo que a su vez impide avanzar en la búsqueda del conocimiento.
  • De tipo técnica y económica: Se necesita disponer de la tecnología necesaria para llevar a cabo un experimento. En los actuales momentos no se dispone de la tecnología para reproducir las condiciones altamente energéticas a los efectos de comprobar la validez de la teoría de cuerdas, como modelo fundamental de la física que básicamente afirma que todos los bloques de materia son en realidad expresiones de un objeto básico unidimensional extendido llamado cuerda o filamento. Algunas veces no se cuentan con los fondos suficientes para llevar a cabo un experimento.
  • De tipo académico: Si no hay la suficiente capacidad de adquirir los conocimientos adecuados, existirá una limitante para avanzar en el campo de estudio de carácter científico; vale decir, habrá dificultades para poner en práctica el método científico a los efectos de estudiar el medio ambiente que nos rodea.
  • De tipo humano: La capacidad humana es limitada. Existen teorías y experimentos que no pueden desarrollarse sin la colaboración de varios científicos que diversifiquen el trabajo y formen la sinergia adecuada para lograr los objetivos de investigación propuestos. Si no se logra consolidar el equipo adecuado, el trabajo no avanzará.
  • De tipo Social: La ciencia moderna, atraviesa una de las limitaciones más importantes, debido a que lamentablemente hacemos vida en una sociedad por demás con características acientífica, pues para nadie es un secreto que existe una gran brecha entre los avances científicos y la población.

Definitivamente los avances científicos repercuten de manera directa y notable en nuestra calidad de vida, pero, la valoración que tenemos de la ciencia debemos cambiarla; ya que, la ciencia en cierta forma avanza en una sociedad que no la comprende y que se acerca peligrosamente al mundo de las pseudociencias, la cual Bunge Mario (2002), definió de la manera siguiente, cito: “Es un montón de macanas que se vende como ciencia. Ejemplos: alquimia, astrología, comunismo científico, caracterología, creacionismo científico, grafología, ufología, parapsicología y psicoanálisis”.

Por consiguiente, se evidencia que la pseudociencia es un término que da cuenta de un conjunto de supuestos conocimientos, metodologías, prácticas o creencias de carácter no científico, no obstante, reclaman dicho carácter. Este concepto es utilizado en los enfoques epistemológicos preocupados por el criterio de demarcación de la ciencia y tiene mayor consenso entre las ciencias exactas y naturales.

Los límites de la experimentación

Si analizamos momentáneamente la historia de la humanidad, nos daremos cuenta que fue durante el transcurso del siglo XX, donde se concretaron la mayor cantidad de avances científicos como la energía nuclear, la carrera espacial, los antibióticos, las tecnologías de avanzada, el viaje a la luna, la búsqueda de vida en el planeta Marte, la biología genética y molecular; sin embargo, la manipulación genética (clonación), como técnica fue el más polémico, debido a que se utiliza para duplicar organismos vivos, bien sea animales, vegetales o seres humanos, como si se tratase de un simple procedimiento de sacar una copia fotostática o escasear algún documento, solo que, dicha clonación es a partir de la célula de un ser vivo, lográndose crear un organismo idéntico al original, una copia, tal como sucedió en el año 1996, con el experimento efectuado por el científico de origen escocés, el Dr Wilmut Ian, cuando nació la famosa oveja Dolly.

Sobre el particular el Dr. Torres José Luis (2005), quien funge como Investigador Asociado del Instituto Nacional de Perintología de México, en su artículo denominado Clonación terapéutica: un dilema bioético actual, publicado en la revista Scielo, es del siguiente criterio:

En 1997 la revista inglesa Nature por primera vez publicó el nacimiento de la oveja Dolly, por medio de un procedimiento llamado clonación artificial, lo cual provocó una fuerte reacción en la sociedad, al cabo que diversos personajes del mundo político como los ex Presidentes Clinton de Estados Unidos y Chirac de Francia, entre otros; del mundo científico como el director de los Institutos Nacionales de Salud de EEUU y en especial del mundo religioso como el Papa Juan Pablo II, se opusieron a este procedimiento.

En la Ciudad del Vaticano se llevó a cabo la III Asamblea General de la Pontificia Academia para la Vida, en donde un grupo amplio de profesionistas de diversos campos (biólogos, médicos, filósofos y juristas) trabajaron para redactar el llamado «Estatuto del Embrión Humano» en donde concluyeron que: «…desde el punto de vista de la biología, la formación, el desarrollo del embrión, era un proceso continuo, coordinado y gradual que se presentaba desde el momento de la fertilización y durante el cual se constituía un nuevo organismo humano».

De igual forma se pronunció la Comisión Nacional de Bioética de los Estados Unidos en su informe de 1997, cuando recomendó que no se intentara la clonación artificial humana en los siguientes cinco años, y no antes de volver a evaluar la situación científica y técnica del momento. La recomendación se basó en la baja eficiencia que el procedimiento había mostrado y por el gran número de productos deformes o monstruosos que se producían en los experimentos y por la incertidumbre sobre las condiciones necesarias para lograr que en el hombre, el núcleo introducido en el óvulo inicie las divisiones celulares y las regule de manera normal.

Sin embargo, y en pleno primer trimestre del año 2009, lo evidente es que tanto la manipulación genética como la enigmática clonación humana, representa una eminente y verdadera amenaza, pues en nuestra historia reciente tenemos una mala y horrenda experiencia con el conocido segregacionismo asesino planteado por el mito de la «raza superior», embanderado por el nazismo en la segunda guerra mundial, que tantas víctimas trajo.

Sobre el particular, la Dra. Isis de Landaeta, Presidenta del Centro Nacional de Bioética de Venezuela, en su artículo publicado en el Nacional de fecha 17/07/2008, página 8, Ciencia y Tecnología señaló lo siguiente, cito: “Hay que proteger al ser humano de los abusos de la tecnología… no existe una persona o ente capaz de determinar qué es ético y qué no en el campo de la investigación médica, pero en definitiva deben tratarse límites.

Para ella, la bioética es “una disciplina que tiene que tratar con todos los problemas surgidos de la excesiva tecnología aplicada al hombre, especialmente cuando en esa aplicación se dejan de lado los valores humanos… hay que proteger a la gente de los abusos de la tecnología y la discusión es justa y necesaria”.

Ciencia

Antes de ahondar sobre las limitaciones de la ciencia, es de importancia comprender su significado:

Según el diccionario Larousse (2005): Se entiende por ciencia el conjunto de conocimientos objetivos sobre ciertas categorías de hechos, de objetos o de fenómenos, que se basa en leyes comprobables y en una metodología de investigación propia.

Popper, (1971, p 180) respecto a este concepto declara: «La ciencia consiste en dar explicaciones satisfactorias de todo aquello que nos parece precisar una explicación» y agrega: «Por explicación (o explicación causal) se entiende un conjunto de enunciados mediante los cuales se describe el estado de la cuestión a explicar (el explicandum) sirviéndose para ello de otros, los enunciados explicativos, que constituyen la «explicación en sentido estricto (el explicans del explicandum).

Alexis González (1983, p15) señala que: «la ciencia es el resultados concreto de la actividad organizada de quienes hacen investigaciones con fines al esclarecimiento de lo oculto dentro del aparente caos o de lo realmente manifiesto de los fenómenos naturales, síquicos, sociales o virtuales, para los cuales, en un primer momento, no tenemos una respuesta obvia que ofrecer».

Wartofsky (1975, p16) establece: «Experimentar, descubrir, medir y observar. Ocuparse del cómo y del por qué de las cosas, inventar técnicas y herramientas, proponer y disponer, hacer hipótesis y ensayar; hacerle preguntas a la naturaleza y obtener repuestas; hacer conjeturas, refutar, confirmar o no confirmar; separar lo verdadero de lo falso, lo que tiene sentido de lo que no tiene; hacer lo que queremos hacer, indicarnos como llegar a donde queremos llegar».

La ciencia no puede ir más allá de los fenómenos, y consiste en la generalización de los mismos bajo una ley uniforme. La ciencia se ocupa sólo de fenómenos y descubrir los hechos y las leyes que los gobiernan; pero todo lo que hace es investigar la operación actual uniforme, allá donde existe, de aquello que existe antes que surja la indagación.

De los conceptos antes descritos, se desprende que la ciencia es el conocimiento sistematizado, debido a que esencialmente trata de comprender los fenómenos y de arribar a probar en esencia las verdades científicas, bajo la aplicación de la investigación científica, elaborado mediante observaciones y razonamientos metódicamente organizados, que utiliza diferentes métodos y técnicas para la adquisición y organización de conocimientos sobre la estructura de un conjunto de hechos objetivos y accesibles a varios observadores.

La ciencia busca la verdad; vale decir, busca afirmar la buena correspondencia que existe entre la realidad y las ideas que nos hacemos de ella. En definitiva, la función central de la ciencia es descubrir la verdad, aunque no sea visible o vaya contra el sentido común, como lo es: describir y categorizar los fenómenos, explicarlos en base a leyes o principios lo más simples posibles y tal vez predecirlos. La aplicación de esos métodos y conocimientos conduce a la generación de más conocimiento objetivo en forma de predicciones concretas, cuantitativas y comprobables referidas a hechos observables pasados, presentes y futuros.

El prestigio de la ciencia como garantía inexacta de la verdad en lo que se dice es muy valiosa, debido a que la ciencia no admite ambigüedades, pues lo que ya ha sido demostrado científicamente como verdadero es contundentemente cierto, se demuestra con facilidad, debido a que es posible confirmar que las predicciones hechas a partir de ellas se cumplen. En fin, la ciencia es algo más que hacer descubrimientos. La ciencia es una actividad humana creativa cuyo objetivo es la comprensión de la naturaleza y cuyo producto es el conocimiento.

Implicaciones de la ciencia

En realidad, no es nuevo el pensamiento que se tiene sobre la ciencia, respecto al cumplimiento y alcance que se espera de ella. Desde hace más de tres siglos cuando el astrónomo, filósofo y matemático, Galileo Galilei introdujo en la física el ya conocido método experimental, se viene evidenciando que la ciencia ha crecido de manera irregular, no sólo en las ciencia denominadas exactas como la astronomía, la química y la física; sino también en las ciencias sociales como la psicología, sociología y la antropología, entre otras.

De igual forma, en las ciencias biológicas, pero con menor ahínco cuando fue igualmente incluido el método experimental en la biología por Harvey William, médico a quien se le acreditó ser la primera persona en describir correctamente las propiedades de la sangre al ser distribuidas por todo el cuerpo.

Si nos ponemos a evaluar la historia y por supuesto la actualidad, lamentablemente observamos que la ciencia ha producido un mundo por demás infeliz, pues a pesar de los avances en la medicina por ejemplo, que si bien es cierto a salvado vidas, seguimos teniendo irritantes y sorprendentes genocidios producto de las guerras dado la aplicación malsanas de las técnicas científicas de exterminio.

Esto sin dejar de contar la explotación y contaminación de nuestra ecología que día a día de manera inconsciente y acelerada estamos destruyendo y que para muchos expertos como Fedorov Eugueny (1966), según correo de la UNESCO, es del criterio siguiente: “En el momento actual no hay casi ningún elemento al que no se le haya encontrado aplicación práctica… La explotación de los numerosos recursos está llevada a un ritmo tal que por momentos cabe inquietarse sobre la posibilidad de que se agoten. En ciertas regiones del mundo se ha comprobado ya una penuria de agua potable”.

Si a lo anterior, le añadimos que en la actualidad seguimos teniendo crisis económicas graves, como el caso del incremento de los precios internacionales y la escasez de los alimentos, que aún la ciencia económica no ha dado respuestas concretas y por supuesto muchos economistas no comprenden, de allí que persista la acusación del fracaso para muchos de ciencia, dado su participación fundamental en la aparente inminencia de destrucción que amenaza a la humanidad y a naciones enteras.

En definitiva y dado lo expuesto, la ciencia a tenido sus grandes avances, pero indudablemente su aplicación a mostrado verdaderos signos de incompetencia para generar un mundo más respetuoso de la vida humana, de la integridad del medio ambiente; vale decir, un mundo menos competitivo, menos violento, con menos problemas, a ciencia cierta, necesitamos un mundo que sea más conducente a la nobleza de los sentimientos y a la elevación del espíritu, de la fraternidad para el bien de todos.

Finalmente, es importante resaltar que con la génesis de la ciencia, se empezó a generar conocimientos sobre nuestra realidad; vale decir, el hombre como creador de ciencia, empezó a conocerse mejor, pero también y de manera perjudicial pronto comenzó con el conocimiento creciente de las distintas fuerzas existentes aumentando su poder hasta llegar no sólo a controlar aspectos como las energías hidráulica, calórica, mecánica, eléctrica y solar, sino también, la energía nuclear, que tal como se señaló y es evidente, se ha utilizado con fines destructivos.

Limitaciones de la ciencia

El ser humano por naturaleza busca la explicación de lo que suele suceder a su alrededor; vale decir, busca, desea y quiere conocer y tener una explicación de la realidad que la afecta, en el medio ambiente donde se desenvuelve. No obstante, se observa que la ciencia se encuentra atrapada en una evidente entropía, en una endogamia, en un lenguaje técnico que no entiende el ciudadano normal y corriente. No lográndose la verdadera simbiosis entre ciencia y población. Visto esto, al parecer el problema no es la ciencia, sino más bien la pseudociencia, debido a que la sociedad acepta sus explicaciones por demás inteligibles, más sencillas, más directas, aunque también más erróneas. Para Moore John N. (1973). “La sociedad moderna carece de capacidad crítica, de un sentido del escepticismo que le haga plantearse si los mensajes que recibe de las pseudociencias, concepto ampliamente descritos como se refirió y que evidentemente son engañosos. Y ello se traduce en un aislamiento de la ciencia que, a la larga, acaba suponiéndole una grave limitación.

Con el auge y desarrollo del capitalismo la ciencia moderna adquirió un gran impulso, evidenciándose en beneficios parciales para la humanidad. Para nadie es un secreto que con el avance capitalista paradójicamente se ha impedido el avance de la ciencia, ya que han surgido descubrimientos que evidentemente han demostrado ser perjudiciales, como por ejemplo el uso de la energía nuclear con fines destructivos, cuyas consecuencias mortales están íntimamente vinculadas con los valores asociados a los científicos y por ende a la irracionalidad del capitalismo.

Varsavskyn (1972), afirmó al respecto lo siguiente, cito: “Se generan algunos logros puntuales que benefician al conjunto… en ocasiones los criterios de las clases dominantes producen espacios para el beneficio colectivo, aunque el fin perseguido sea una maximización del beneficio acotado a esos grupos minoritarios”.

Sin la ciencia, la humanidad se encontraría acéfala o en total abandono para resolver la infinidad de problemas que la aquejan. La ciencia, está condicionada a la postura adoptada por cada científico, los prejuicios y el contexto histórico social; día a día se ve amenazada y mermada por la competencia individual, la persecución enfermiza del prestigio, el éxito y el ejercicio profesional atado al lucro y los fuertes intereses económicos encuadrados a través de las patentes.

De allí que sea necesario que los científicos se expongan a un tribunal de certificación; ya que sería la única instancia en que las hipótesis formuladas logren ser validadas o no con autoridad; a los efectos de la búsqueda de su transformación en conocimiento científico. No es lógico aseverar que todo conocimiento gestado dentro del campo científico sea definitivo, lo que si es lógico es considerar que está al margen de cualquier sospecha sobre posibles condicionantes.

Para Varsavsky Oscar (1972): “La misión del científico rebelde es estudiar con toda seriedad y usando todas las armas de la ciencia los problemas del cambio de sistema social, en todas sus etapas y en todos sus aspectos, teóricos y prácticos”.

Las sospechas son lógicas dados los acontecimientos que se han presentado, como por ejemplo, el enfrentamiento surgido para el año 1984, entre Gallo Robert de EEUU y Montagnier Luc de Francia, respecto al descubrimiento del virus del SIDA. De igual forma, cuando coreano Hwang Woo Suk, falsificó sus estudios sobre la clonación de células madre; así como también, Jon Subdo (2004-2005), científico noruego, quien confesó haber falsificado estudios sobre cáncer de boca a los efectos de ganar reconocimiento.

Estas historias son las que reflejan los obstáculos que enfrenta el desarrollo de la ciencia, los cuales evidentemente están condicionados por factores gestados en el contexto competitivo, cuya intención es mejorar el posicionamiento de competidores, en vez de investigadores, preocupados más por el prestigio y sus consecuencias materiales, que por el desarrollo de la ciencia en beneficio de la sociedad.

En un artículo publicado en el Nacional de fecha 17/07/2008, página 8, de la sección Ciencia y Ambiente, denominado el virus del SIDA tiene un talón de Aquiles, se aprecia lo siguiente, cito: “Los científicos de la Universidad de Texas Sudhir Paul, Yasuhiro Nishiyama y Stephanie Planque, encontraron el talón de Aquiles del virus del SIDA en una parte de la proteína que lo recubre, esencial para el desarrollo del virus en las células a las que ataca… es un pequeño tramo entre los aminoácidos 421-433 de la proteína gp 120, que envuelve al virus de inmunodeficiencia humana… El equipo médico fue capaz de fragmentar la proteína y destruir el tramo de aminoácidos que actúa como cerebro y engaña al organismo, algo que será muy útil en el tratamiento y la prevención de la enfermedad”.

Sin embargo y en definitiva las limitaciones de la ciencia la podemos resumir de la manera siguiente: La ciencia la realizan seres humanos, por tanto es sujeta de error. La misma forma de utilizar el método científico o de interpretar los resultados puede llevar a error. Al ser un proceso muy dinámico, su validez puede ser cuestionable, debido a que, lo que hoy es cierto ayer era otra cosa. Pueden manipularse los resultados para obtener algún fin y no siempre es accesible a todos.

Conclusiones

A la ciencia le corresponde su lugar en la sociedad, pero no como si fuera una lumbrera infalible. Tal como se manifestó en el transcurso del escrito, no hay negar que los logros de la ciencia sobre la humanidad, pero no debemos olvidar que los científicos son humanos. Por consiguiente, no son inmunes a las tentaciones de ningún tipo, sobre todo de corrupción, de ética, y de bioética; de allí que sus motivos no son siempre nobles. Por consiguiente, no debemos olvidar que la ciencia es únicamente un medio que el hombre utiliza a los efectos de obtener conocimientos; pero una cosa también es cierta, los fines a los que estos conocimientos se aplican no están determinados por el instrumento que sirvió para obtenerla.

La ciencia está ahí para cumplir con nuestros deseos, pero no es responsable de ellos, dado que si pensamos por un instante, nos damos cuenta que el mismo veneno que sirve para exterminar a ciertos animales que causan enfermedades epidémicas como las ratas, también sirve para envenenar al hombre. Pero lo que no debemos perder de vista es que el veneno en sí no es por si solo el que toma la decisión de a quien envenenar y destruir, todo lo contrario el ser que hace ciencia, en si el ser humano evidentemente si es el responsables del resultado de su aplicación, puesto que él decide con libertad absoluta lo que va a hacer y hace una vez generada la información científica.

Referencias

Bales, J.D. (1976), Evolution and the Scientific Method (Searcy, AR: Privately published by author).

De Landaeta Isis (2008), II Congreso Venezolano de Bioética. El Nacional, 17/07/2008, pág 8, sección Ciencia y Ambiente.

González Alexis (2000). Medición, experimentación y descubrimiento en las ciencias sociales. Venezuela. Ediciones FACES. UCV.

Gish, Duane T. (1973), Evolution: The Fossils Say No (San Diego, CA: Creation-Life Publishers).
Hawthorne, J.N. (1960), Questions of Science and Faith (London: Tyndale).

Little, Paul (1967), Know Why You Believe (Wheaton, IL: Victor Books).

Mario Bunge, (2002). Crisis y reconstrucción de la filosofía, Barcelona, Gedisa.

Monod, Jacques (1969), From Biology to Ethics (Salk Institute for Biological Studies), October.

Moore, John N. (1973), The American Biology Teacher, pp. 23-26,34, January.

Popper Kart Raimundo (2005). El mito del marco común: en defensa de la ciencia y la racionalidad. Ediciones Paidos Ibérica, S.A.

Simpson, George Gaylord (1964), “The Nonprevalence of Humanoids,” Science, 143:769-775, February 21.

Torres Cosme, José Luis. Clonación terapéutica: un dilema bioético actual. Perinatol. Reprod. Hum. [online]. 2005, vol. 19, no. 2 [citado 2008-07-21], pp. 71-76. Disponible en: . ISSN 0187-5337.

Varsavsky Oscar (1972). La Ciencia, política y cientificismo. Centro Editor de América Latina.

Wartofsky, Marx W. (1973) Introducción a la filosofía de la ciencia. Madrid: Alianza, 1973 . – 2 v.

Wolthius, Enno (1963), Science, God & You (Grand Rapids, MI: Baker).

Cita esta página

Campos C. Gustavo E.. (2009, julio 3). Limitaciones de la Ciencia. Recuperado de https://www.gestiopolis.com/limitaciones-de-la-ciencia/
Campos C. Gustavo E.. "Limitaciones de la Ciencia". gestiopolis. 3 julio 2009. Web. <https://www.gestiopolis.com/limitaciones-de-la-ciencia/>.
Campos C. Gustavo E.. "Limitaciones de la Ciencia". gestiopolis. julio 3, 2009. Consultado el . https://www.gestiopolis.com/limitaciones-de-la-ciencia/.
Campos C. Gustavo E.. Limitaciones de la Ciencia [en línea]. <https://www.gestiopolis.com/limitaciones-de-la-ciencia/> [Citado el ].
Copiar

Escrito por:

Imagen del encabezado cortesía de twmlabs en Flickr