Si establecemos que la creatividad es un imperativo de la organización moderna, cabría hacerse algunas preguntas. Por ejemplo, ¿Quiénes deben tener el rol protagónico en la gestión de la creatividad dentro de la empresa? De otro lado, ¿Cuál es el papel que le toca jugar al conjunto de clientes de la organización en tanto influencia externa?
Diversos estudios confirman que hasta un 80% de la creatividad generada en una organización responde a factores de contexto. Es decir, más allá del elemento personal o subjetivo que las personas llevan a su lugar de trabajo, en última instancia, será la atmósfera o clima reinante en el centro laboral el que beneficiará o perjudicará la producción de ideas o soluciones originales de los colaboradores.
Para generar este ambiente propicio para la creatividad se requiere de jefes o mandos que se dirijan a despertar la motivación intrínseca entre el personal. Esto pasa por mejorar la comunicación en el negocio, las relaciones interpersonales, el control emocional de los dirigentes y la retroalimentación del desempeño de los colaboradores. Este ambiente horizontal alimenta la creatividad de las personas. Siempre y cuando se combine con la inhibición de la crítica fácil y destructiva o de aquella que oculta el arribismo y la desconfianza.
Tal como lo señalaron Deming y Druker hace décadas, quienes están en mejor posición de aportar ideas renovadoras a la organización son los colaboradores, pues están empapados de la problemática cotidiana del negocio. De ahí que el rol de guías y propiciadores de los líderes sea indispensable.
En torno al aporte de los clientes, aprovecharlo entraña superar algunas dificultades. Los clientes no son siempre conscientes de sus necesidades. Como decía Henry Ford: “Si yo le hubiese preguntado al público cómo podría mejorarse el transporte de personas, me habrían sugerido solamente un coche con más caballos”. Por lo tanto, identificar los requerimientos de los consumidores y tornarlos en aportes originales o innovadores implica un estudio muy prolijo y plural, por varios medios. Resulta indispensable, además, que los colaboradores de la organización sean capacitados para determinar las necesidades de los clientes y registrarlas para convertirlas así en fuentes de innovación.
En síntesis, la explotación de la creatividad en la organización pasa por el aprovechamiento de tres instancias: a) Los líderes, responsables de proveer un clima o ambiente favorable; b) los colaboradores, provistos de facilidades para tal tarea y c) los clientes, cuyas necesidades deben identificarse antes y después de la provisión del bien o servicio.
La interacción de todos los elementos descritos y su interacción se muestra en el Gráfico 1.
Instancias para la creatividad en la empresa y su interacción.
Gráfico 1.
Instancias para la creatividad en la empresa y su interacción.
