Ya se ha dicho repetidamente que el fin de siglo y la entrada en el nuevo milenio están asociados a un profundo proceso de transformación social.
Una sociedad del conocimiento tiene la capacidad para generar, compartir, y utilizar… el conocimiento para atender las necesidades de su desarrollo y construir su propio futuro y bienestar.
Las sociedades contemporáneas se enfrentan cada día al reto de proyectarse en el tiempo y adaptarse a un proceso de cambio permanente que viene ganando espacios en forma vertiginosa hacia la construcción de Sociedades del Conocimiento.
Actualmente nuestra sociedad está viviendo una etapa de transición que lo está transformando todo de un modo extraordinariamente acelerado. Estamos siendo los protagonistas del paso de la sociedad industrial a la sociedad de la información y del conocimiento en la nueva sociedad en que vivimos ya no son válidos ciertos modelos ni ciertos conceptos tradicionales, pues el mundo se rige actualmente según un nuevo orden y nuevos códigos.
El proceso de aprendizaje tiene un dinamismo diferente hoy se aplican herramientas a través de redes, empresas, gremios, comunicación, interacción, etc. entre comunidades y países.
Convergen vertiginosamente el desarrollo de tecnologías relacionadas con la Informática, las Telecomunicaciones y el Procesamiento de Datos, y su cada vez ilimitadas posibilidades de aplicación, están transformando en este escenario las sociedades modernas en Sociedades de la Información así de simple.
Hay que reconocer que este proceso de «informatización», se ha constituido a su vez, en la base técnica del fenómeno de la globalización, puesto que ha posibilitado por primera vez en la historia superar las distancias y hacer de la geografía un tema cada vez más simple y amigable lo cual permite a su vez ponernos en contacto con grupos sociales de todo el mundo a un mismo tiempo.
Gracias a la globalización ahora más visible y reconocido como un fenómeno imparable dentro del ámbito económico ,es necesario resaltar que es perceptible su tremendo impacto y el motor para el surgimiento de una verdadera Sociedad Económica, Global con el desarrollo de nuevas propuestas, valores, actitudes y de nuevas entidades e instituciones sociales.
Por cierto estos grandes cambios en el mundo y el entorno del hombre se han constituido en nuevos paradigmas científico-tecnológicos que contribuyen a aperturar nuevas oportunidades técnicas y económicas para las personas, que combinadas con las técnicas tradicionales generan estrategias muy poderosas.
Todas estas tecnologías comparten el hecho de ser tecnologías genéricas de un rango muy amplio de aplicaciones y de grandes posibilidades. Sin embargo, la revolución en las tecnologías y, sobre todo, en la tecnología de la información, no garantiza la trasferencia de conocimiento, sólo la facilita.
Podemos colegir que en un mundo donde la información y los conocimientos se acumulan y circulan a través de medios tecnológicos cada vez más sofisticados y poderosos, el papel de la Educación debe ser definido por su capacidad para preparar para el uso consciente, crítico, activo, de los aparatos que acumulan la información y el conocimiento.
La necesidad de aprender a lo largo de toda la vida se ha convertido en un lema cotidiano. Zabalza hablaba de que hemos convertido «la agradable experiencia de aprender algo nuevo cada día, en un inexcusable principio de supervivencia» y esa es la razón que sustenta a la nueva sociedad del conocimiento.
