Innovación y organización empresarial

La Innovación, cuando persigue incrementar el potencial competitivo, utiliza su propia Cadena de Valor: Observar el entorno, para descubrir anticipadamente nuevas oportunidades, elegir las que están, o pueden estar pronto, a nuestro alcance, y orientar nuestro esfuerzo hacia soluciones concretas, derivadas de la visión adquirida.

Tecnomanía, Organnovación…y otros factores más críticos: Las Personas y la Observación del Entorno.

“Si no sabes hacia dónde vas, no importa qué camino elijas” (Proverbio Chino)

El fuego, el primer avance tecnológico de la Historia, se instaló con tanta intensidad en el subconsciente humano que, posiblemente, viene condicionando desde entonces nuestras reflexiones respecto de nuestra capacidad potencial, orientada al progreso de nuestra civilización.

La revolución industrial, mucho más tarde, acrecentó aún más nuestro orgullo humano, desde un mayor conocimiento sobre todos los factores de transformación del entorno. Como consecuencia, pudimos descubrir tanto recursos materiales (tecnología) como intangibles (metodología) que, cada vez más adecuadamente combinados, nos permitieron desarrollar técnicas y procedimientos que abrieron el paso a una cultura basada en la eficiencia organizativa, orientada a la producción.

Actualmente, bien entrada la era de la información, y cada vez más sólidamente instalada la del conocimiento, parece sin embargo como si el espíritu humano hubiera sido incapaz de superar el “síndrome del éxito”. Orgullosa de sus logros, tan espectaculares como la llegada a la Luna (todavía cuestionada), o de avances inimaginables en los dominios de telecomunicaciones, biotecnología, medicina, energía, etc., la raza humana persiste en su visión, recreándose en la eficiencia, a veces por encima de la finalidad. Me recuerda, un poco, “lo del carro y los bueyes.”

Invención e Innovación

A estas alturas de la película de “La Innovación”, todos estamos ya convencidos de que solamente una visión puede guiar al inventor, o al innovador…que, sin embargo, no son lo mismo.

Leonardo Da Vinci, paradigma del inventor, no pudo sin embargo ser tan innovador como hubiera deseado. Obviamente, debió tener visiones muy claras, pero sus inventos no lograron despertar (y mucho menos conectar con) necesidades sentidas, y valoradas como prioritarias. Muchas de sus aportaciones se adelantaron excesivamente a las oportunidades reales de aplicación. Su enorme contribución fue inspirar a otros para continuar investigando, y, finalmente, fabricar soluciones.

En mi opinión, la invención se convierte en innovación cuando se orienta a una finalidad concreta: la oportunidad de crear, o transformar radicalmente, soluciones a nuevas, o actuales, necesidades reales.

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En el contexto competitivo, además, es preciso que dichas necesidades lleguen a ser suficientemente percibidas y valoradas, y sus soluciones, adecuadamente retribuidas.

Y pienso que aún falta algo más: la anticipación en identificar la oportunidad.

Admiro profundamente, como una persona realmente innovadora, a Akio Morita, cofundador de SONY, y su contribución al ocio de muchos ciudadanos que disfrutan de la música, libremente elegida, haciendo más útiles, y felices, los desplazamientos, el deporte, etc.

El walkman, una indiscutible innovación radical, fue imaginado por Morita, a partir de su propia necesidad, y la observación del entorno. Según cuentan, solía practicar footing, en solitario, y pensó que sería mucho más entretenido pudiendo escuchar música. En sus viajes a Nueva York, había visto a algunos afroamericanos, en Harlem, acarreando pesados aparatos de radio. No le pareció una solución aceptable…

Pidió a sus ingenieros que construyeran un prototipo, exclusivamente orientado a la reproducción de casettes y a la portabilidad. También pidió a los vendedores que sondearan la opinión de los distribuidores, que fue rotunda: No veían mucho futuro a un aparato sin prestaciones de grabación.

Sin embargo, guiado por su visión, y como no exigía grandes inversiones, ni plazos, en investigación y desarrollo tecnológico, siguió adelante. Envió muestras de la primera serie fabricada a todos los líderes de opinión con capacidad prescriptora: artistas, deportistas, locutores, periodistas, etc. …y fue un éxito. SONY acaparó este nuevo segmento, que ellos mismo habían creado, porque se anticipó. Las reacciones de PANASONIC, y otros competidores, no lograron evitar que el walkman pasara a convertirse en denominación popular de la nueva categoría de producto.

A diferencia de esta historia, el MP3 ha sido más bien un invento, o una innovación incremental, que no ha proporcionado ventajas competitivas claras a ningún fabricante. Eso sí, incrementando la capacidad de almacenamiento, reduciendo el peso, e incorporando la grabación, ha aportado una solución mejorada, más eficiente…para la misma necesidad de autonomía y movilidad personal.

Tecnomanía, Organnovación

El vertiginoso desarrollo, e integración, de tecnologías derivadas de la electrónica, como las telecomunicaciones, informática, y audiovisuales, han producido avances, en muchos casos inimaginables hace pocos años.

Sin embargo, podemos razonablemente preguntarnos si los centenares de millones de usuarios de telefonía móvil aprovechan, realmente, más allá de un 15% de todas las prestaciones que ofrece el potencial de sus respectivos terminales. Este, a priori, gran despilfarro productivo, tiene su origen en el consumismo derivado de la “tecnomanía” imperante.

Personalmente, considero la Tecnomanía como la obsesiva visión de una sociedad que sustenta su progreso, de forma unidimensional, en el desarrollo tecnológico. No obstante, aparte de su contribución al deterioro del planeta (aunque también, en menor medida, a su preservación), ha desarrollado una fuerte asociación de la tecnología como gran paradigma catalizador de la competitividad.

Nada más lejos de mi intención, desde mi formación de base científica, que anatematizar la tecnología. (De hecho, incluso asumo mi condición de geek, o, como yo prefiero traducir, “hipocondríaco tecnológico”, en mi vida profesional… y privada)

Pero sigamos, echando una ojeada, en el entorno competitivo de las soluciones de telecomunicación móvil. Comprobaremos que, aunque inicialmente la tecnología, por su aceleración, apuntaba a ser el permanente conductor del desarrollo del mercado, el líder actual desarrolla su ventaja competitiva mediante una ejemplar y precisa categorización de soluciones, enfocadas a segmentos, y aun nichos, emergentes… incluso incipientes.

Por su parte, el éxito contrastado de la aportación de la Calidad, mediante el desarrollo de una cultura de la eficiencia, nos han hecho concebir un futuro social de progreso continuo. En el ámbito productivo, y de prestación de servicios, esto se ha venido traduciendo, hasta ahora, en la aplicación sistemática de la racionalización de procesos…generalmente desde la óptica del análisis de valor. (No sé por qué le llaman “valor” a lo que podrían llamar “coste”. El auténtico valor se mide al final de la cadena, por el precio que acepta el mercado)

La Organnovación (no la busquen en el diccionario), o tendencia de lograr la Innovación orientada preferentemente desde el factor de la Organización ha aportado, sin duda, casos de éxito competitivo. Sin embargo, en muchas ocasiones, se trataba más de ventajas efímeras, asociadas a la Mejora Continua, que de auténticas innovaciones competitivas.

Solamente implementando modificaciones, en la cadena de valor propia del negocio, o de nuevos modelos de negocio, que aporten, como resultado final, valor añadido diferencial, retribuido por el mercado, se obtienen ventajas perdurables en el tiempo.

Alcanzar la Tecnología más vanguardista, como la Organización más avanzada, son cuestión de capital, pero de escaso plazo temporal. Sin embargo la anticipación, derivada de la observación y la inspiración, no puede adquirirse sin herramientas adecuadas.

Las Personas

Resulta un auténtico plagio, a estas alturas, decir que “La Innovación son Personas”.

Primero, porque “El Cambio son Personas”, es el título de un libro del Profesor Juan José Goñi, (antiguo compañero, en mis primeras andaduras profesionales, y correligionario cultural, siempre) cuya brillante contribución, a nuestro común entorno contemporáneo, sinceramente admiro.

Y también, last, but not the least, porque así lo predica, con entusiasmo y con todo derecho, por su propia y exitosa experiencia, Txomin García, líder carismático del GRUPO ULMA, a quien he tenido el placer, en varias ocasiones, de disfrutar “en directo”, relatando su pragmática visión, ya aplicada, de la Innovación.

Suscribo sin reservas ambos discursos, tanto por la clarividente coincidencia en lo primordial de la contribución humana, en actitud y aptitud, como de la indispensable aportación de la creatividad, que solamente las personas pueden incorporar, a diferencia de otros factores de la Innovación.

Esta contribución humana, para ser persistente en el esfuerzo y en el tiempo, precisa ser guiada, en toda las personas, por una visión concreta, consistente y común, que debe conectar con la identificación de una oportunidad viable: al alcance, fácil o costoso, pero real, de nuestra Empresa o Institución.

Y, además, me gustaría subrayar, enfatizándolo, un factor, que ambos discursos convienen en mencionar, como requisito de la innovación exitosa: La anticipación…en clave competitiva…no podía ser de otra forma.

Pero ¿puede la Innovación organizarse, como un Sistema más, dentro de la Gestión? No soy experto en la disciplina de organización empresarial, y por tanto, me abstengo de opinar públicamente. Intuyo que no, al menos de la forma clásica, estructurada en procesos planificados, porque depende de la Inspiración…que se sienta a la mesa cuando le parece.

Todos estamos de acuerdo, sin embargo, es en que la Innovación es una cuestión cultural, que puede promoverse. Generalmente, la mejor forma de promover internamente (no hay otra manera) dicha cultura es demostrar que, una vez aplicada, es exitosa para el desarrollo competitivo…y económico, del proyecto empresarial. Más, todavía, si resulta ser “tabla de salvación”.

Pero, ya que no podemos asegurar la Innovación (como, por contra, es factible con la Calidad)…tratemos al menos de asegurar la materia prima, para poder encender la caldera de la Inspiración. Y no es otra que la Oportunidad de posicionamiento diferencial anticipado.

La Observación del Entorno

A lo largo de los tiempos, el hombre ha observado el entorno, inicialmente para defenderse de amenazas, en un entorno hostil. Al principio, los procedimientos eran muy reactivos: se vigilaba desde el punto más elevado, de forma que podía verse cómo el peligro se acercaba, antes de que fuera inevitable, e invencible.

Después de pasar por otras técnicas rudimentarias, como las torres en las montañas, donde se encendían hogueras para transmitir los avisos, que proporcionaban mayor anticipación, el hombre decidió pasar a la acción: no solamente vigilar reactivamente, para sobrevivir…sino explorar proactivamente, para conquistar, antes que los demás.

En este largo periplo, la sorpresa ha sido siempre un factor clave del éxito. Obviamente, los que disponían de mejor armamento y más ejército, se erigían en civilización dominante. Esta, además, “convencía” a los pueblos conquistados, imponiendo su cada vez más eficiente organización de la sociedad de su tiempo.

Pero, después de su caída, la hegemonía de la siguiente civilización duraba siempre menos que la anterior: El aprendizaje de la tecnología de combate, la explotación de los recursos naturales y biológicos, etc. era cada vez más rápido.

Hoy, hemos llegado a una sociedad global en la cual, además de acelerarse el desarrollo…las noticias del progreso, y por ende, su aprendizaje, se propagan inmediatamente. Eso es muy positivo, pero hay recursos económicos, concentrados excesivamente, ávidos de la rentabilidad, que no siempre piensan en el desarrollo sostenible, socializado, de forma altruista.

Se hace, pues, indispensable, dotarse de herramientas de observación sistemática, eficientes, que puedan observar lo que, oculto, o difícilmente accesible por nuestros propios medios, podría conocerse, de forma precisa y contrastada. Se trata, fundamentalmente, de identificar, seguir, y medir la evolución de la influencia de los cambios ocurridos en el entorno, que, fuera de nuestro control, podrían convertirse en factores críticos de amenaza o de oportunidad. Y, además y sobre todo, de hacerlo continua y anticipadamente.

Por ello, más allá de la Vigilancia, Tecnológica, de Mercado, etc…es preciso enfocar esta Observación, en nuestro entorno competitivo, con mentalidad integral, sobre todos los agentes, y, especialmente, sobre todos los factores críticos, que son diferentes para cada sector…a veces, incluso para cada empresa. Este Sistema personalizado nos permitirá orientar nuestra innovación en clave estratégica, seleccionando una posición competitiva sostenible en un segmento, o nicho, de oportunidad incipiente o emergente

Epílogo para lectores con prisa

Tecnología y Organización son factores competitivos innegables, que han demostrado su aportación eficiente en la Mejora Continua, pero la innovación derivada genera ventajas de menor alcance temporal, en un mundo globalizado.

La Anticipación, basada en la Observación, puede orientar innovaciones radicales, que, con mayor probabilidad, pueden aportar ventajas competitivas más perdurables.

Para ello, la Observación debe basarse en Sistemas personalizados, enfocados a la identificación, seguimiento y medición de cambios en el entorno competitivo, que puedan ofrecer oportunidades incipientes, mediante el posicionamiento anticipado en segmentos o nichos de alto potencial, dispuestos a retribuir la innovación.

La Visión, guía de la Innovación, y resultante de la Inspiración aplicada a la Observación, debe definirse con precisión, en términos de modificaciones en etapas de la cadena de valor del negocio, o de un nuevo modelo de negocio.

Solamente así podremos alinear todos los factores, orientando a las personas, el conocimiento del entorno, la tecnología disponible, y la organización de procesos, hacia objetivos competitivos.

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Bernad Jose. (2007, julio 15). Innovación y organización empresarial. Recuperado de https://www.gestiopolis.com/innovacion-y-organizacion-empresarial/
Bernad Jose. "Innovación y organización empresarial". gestiopolis. 15 julio 2007. Web. <https://www.gestiopolis.com/innovacion-y-organizacion-empresarial/>.
Bernad Jose. "Innovación y organización empresarial". gestiopolis. julio 15, 2007. Consultado el . https://www.gestiopolis.com/innovacion-y-organizacion-empresarial/.
Bernad Jose. Innovación y organización empresarial [en línea]. <https://www.gestiopolis.com/innovacion-y-organizacion-empresarial/> [Citado el ].
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