¿Alguien se atrevería a afirmar que no estamos entrando en crisis? No lo creo. Pero esto, lejos de lo que parece, no es una mala noticia. En Improven hemos presenciado multitud de crisis en distintos sectores y países y tenemos una visión muy optimista de estas situaciones debido al fenómeno que nosotros llamamos “concentración de crisis”.
¿Cómo se llega a la concentración de crisis? Hay dos entornos competitivos absolutamente distintos para situaciones de crisis: sectores atomizados y sectores concentrados. Como en España la mayoría de los sectores son bastante atomizados, vamos a ver la dinámica competitiva en una situación de crisis que se da habitualmente.
Nuestro sector ejemplo contaba antes de la crisis con 225 empresas pymes con las siguientes características:
- Tamaño total del mercado: 2.306 millones de euros.
- Sólo 5 empresas (aprox. 2% del total) por encima de los 100 millones de euros de facturación.
- Estas 5 empresas concentran el 44% de la cuota de mercado.
- Un total de 54 empresas por debajo de los 24 millones de euros.
- No se encuentra una correlación clara entre el tamaño y la rentabilidad.
Gráficamente, representando en una matriz facturación/rentabilidad:
Ante una tipología de sector como esta, la crisis no es una mala noticia sino que lo que suele generar es que “concentra” el sector, es decir, hay una minoría de empresas que les va muy bien y una mayoría que no les va tan bien. En esa situación, habitualmente están mejor posicionados los líderes.
Tras unos años de crisis, fue un sector que creció a una tasa del 2% aunque lo más relevante es que se transformó el número de empresas (y también su rentabilidad) pasando de un sector de 72 empresas a sólo 31 (es decir, que salieron del sector el 57%) y sólo tres empresas tenían prácticamente el 50% de la cuota.
Y gráficamente, representándolo en una matriz facturación-rentabilidad:
Obviamente, tras ver la evolución del sector en cuanto a tamaños y rentabilidades, vemos que tras la situación complicada del sector, ha habido una minoría de empresas que han crecido de una manera importante (una parte por adquisiciones) y que además han mejorado su rentabilidad.
Así se demuestra que la crisis puede ser una gran oportunidad y para aprovecharla le recomendamos el decálogo para mejorar en tiempos de crisis:
- Tenga un plan estratégico y sígalo a rajatabla.
- Tome decisiones reflexionadas y con tranquilidad
- Sea optimista.
- Tome decisiones y no entre en parálisis.
- Analice los negocios en los que está, y estudie oportunidades de inversión de negocios interesantes en momentos turbulentos.
- Focalice en sus mejores clientes.
- Identifique riesgos y oportunidades en las relaciones con los jugadores clave: proveedores, banca, clientes…
- Recorte costes radicalmente, pero no en actividades estratégicas.
- Retenga al mejor talento.
- ¡Ejecute, ejecute y ejecute!
La conclusión creo que parece clara… la crisis no es una mala noticia para todos pero si que es cierto que hay que gestionar bien para aprovechar las ventajas que la crisis le aporta a unos pocos.
