Cómo fomentar la creación de empleo en España

Desde que se pusieron en práctica las políticas de creación de empleo, siempre han consistido en lo mismo:

  • Subvencionar la contratación para colectivos de trabajadores específicos, entregando cantidades de dinero a fondo perdido.
  • Bonificar o reducir  las cotizaciones a la seguridad social de las aportaciones de los empresarios.
  • Subvencionar con reducción de impuestos a la nueva creación de empresas.

Todas ellas con diferentes formulas más o menos imaginativas, pero con la misma filosofía, con un resultado más que discutible, ya que en la mayoría de los casos cuando se han terminado estas ayudas, el empleo que se creo, desapareció con el fin de la subvención o bonificación.

Estas políticas demás de ser ineficientes, ya que no consiguen su fin último, que es crear empleos estables, tienes unos efectos colaterales perversos, a saber:

Se crea una competencia desleal entre las nuevas empresas o las que contratan trabajadores bonificados,  y las ya establecidas con plantillas fijas y con mucha antigüedad, que ven como sus costes son superiores a las primeras y por tanto no pueden competir en igualdad de condiciones, con lo que pueden verse abocadas al cierre.

Un ejemplo extremo nos hará  visible la realidad. Imaginemos una ciudad de 40.000 habitantes, donde hay una supermercado dese hace 20 años con una plantilla estable de 10 trabajadores desde entonces, ahora se montamos uno nuevo con 10 trabajadores menores de 30 años o mayores de 45, cuyos empresario además tiene menos de 30 años, con las bonificaciones, reducciones de cotizaciones y beneficios fiscales que tendría esta nueva empresa,  sus costos sociales sería de un 10% los del supermercado antiguo, con lo que la pérdida de competitividad de este, exclusivamente por la política del Gobierno de turno, lo llevaría al cierre o a despedir a más de la mitad de la plantilla. Con lo cual hemos creado 10 puestos de trabajo de muy dudosa estabilidad, cuyos costes sociales reales tienen que ser pagados con los impuestos de los demás trabajadores, y hemos destruido, en el mejor de los casos 5 puestos que contribuían sobradamente al mantenimiento del sistema de seguridad social.

En su momento expondré cual es la manera, a mi entender, de crear empleo estable y a su vez la reforma necesaria en el sistema de la Seguridad Social, para de una vez por todas hacerlo sostenible, ya que las criticas deben ser constructivas, y por tanto dar alternativas a lo que no compartimos.

Ahora  vamos a ver otro de los inconvenientes que tiene el hacer una bajada selectiva de las cotizaciones sociales. Las aportaciones empresariales a la Seguridad Social representan, con las bases y tipos de cotización generales, es decir sin ningún  tipo reducción o bonificación,  un 30% aproximadamente de los costos salariales, una partida importante que hay  que tener en cuenta a la hora de calcular los costos de explotación de la empresa.

Los pequeños y medianos empresarios, sobre todo aquellas empresas  con menos de 10 trabajadores, que en España son la mayoría, no acostumbra hacer cálculos exhaustivos de constes y, menos a llevar una contabilidad analítica, entre otras cosas porque su dimensión no les permite el gasto que ello supone, con lo que más bien marcan los precios de venta, más o menos, según la competencia,  y los costos para ellos son los que mensualmente pagan, sin tener en cuenta otras costos implícitos o diferido.

Pues así las cosas, cuando a una empresa  de estas características, se les hace una bonificación o reducción de las cotizaciones sociales por un tiempo, ya que la mayoría de estas son por tiempo limitado, consideran que sus costes son los que en ese periodo tienen, sin tener en cuenta la duración de las mismas, gozando durante un tiempo de unos beneficios ficticios, los cuales además reparten o los retira el empresario individual, repartiendo de esa manera lo que tenía que ser una inversión en capital humano, para que cuando desaparezcan las ayudas, las productividad que estos aportaran al proceso productivo, supliera con creces la falta de subvención que venían percibiendo.

Pero la realidad es que no se hace esto y, cuando la empresa tiene que hacer frente a los costos reales de la masa salarial, entra en perdidas, ya que sus beneficios están calculado sobre bases ficticias, de manera que volvemos de nuevo al principio, despedimos a los trabajadores que ya no tienen bonificaciones, para contratar otros en las mismas condiciones, si podemos, o de lo contrario cerramos la empresa por falta de viabilidad, y si somos un poco “espabilaos”, cosa que en nuestro país llamado España además de abundar, está bien visto, creamos otra sociedad capitalista y a empezar de nuevo.

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Con lo cual no hemos hecho nada con este tipo de políticas de fomento del empleo, como viene poniéndose de manifiesto, cuando ya en los gobiernos de Felipe González inventamos los contratos de aprendizaje y formación, sin ningún tipo de protección social a futuro.

Siendo lo visto hasta ahora, suficiente para poner en cuarentena este tipo de políticas, no debemos de olvidar los costes burocráticos de tanto tipo de contrato, diferentes bases de cotización, tipo, etc. costes para la Administración de la Seguridad Social, para la Agencia Tributaría y para las empresas, que se ven inmersas en una maraña de normas, tipos de contratos, fechas de entrada en vigor y finalización de ayudas, que necesariamente tienen que contratar una empresa externa que les lleve las relaciones humanas o disponer de un departamento especifico para poder cumplir adecuadamente con tanta normativa.

A mi juicio, hay otra forma de hacer que las empresas sean competitivas y capaces de crear empleo.

Empresa que vende sus productos, empresa que puede crear empleo

Excepto las organizaciones sin ánimo de lucro, que muchas veces no es tal y, las caritativas que en este caso sí que prestan sus servicios sin buscar ninguna contrapartida, el fin último de las empresas es la obtención de beneficios, bien para el empresario individual o bien para remunerar a sus accionistas, lo cual no quita que coyunturalmente pueda tener perdidas, en un periodo limitado en el tiempo y, siempre dentro de una estrategia clara de conseguir su fin en el tiempo estimado en su plan de viabilidad.

Téngase en cuenta, que la única forma de contribuir al crecimiento económico y ser útil a la sociedad, es que la empresa obtenga beneficios, de lo contrario no pagará a sus empleados, no contribuirá al sostenimiento de la Seguridad Social ni a los gastos del Estado con sus aportaciones en impuestos.

Los beneficios solo pueden venir de la diferencia positiva entre los costos y los ingresos, esto que parece una obviedad, tiene un premisa importante, que los productos y servicios que la empresa genera se venda, y además que se cobren, ya que si no se dan las dos, todo lo demás es inútil, de nada sirve fabricar para almacenar, y, peor es todavía vender y no cobrar.

Pues para que las empresas puedan vender sus productos y servicios, y además cobrarlos, tienen que ser competitivas; este es el talón de Aquiles de todo el entramado, porque además de vender, también podrá elegir a quien vender, que lógicamente será a quien le pague puntualmente.

Por tanto vamos a centrarnos en cómo una empresa puede vender, con la misma calidad, más barato que otras empresas, de ser posible del exterior, o en cómo fabricar productos que no tengan competencia por su alto valor añadido, diferente al de sus competidores.

Menos Costos.- Se puede lograr bajado el nivel general de precios, incluidos claro esta los salarios y los costes sociales, en cuanto a los primeros tiene que venir por acuerdo entre trabajadores y empresarios, los segundos dependen de la política económica del Gobierno. Y lo que yo propongo en este punto, es una bajada generalizada del tipo de cotización a la Seguridad Social, porcentaje que tendrán que determinar los técnicos del Ministerio de Empleo y Seguridad Social, pero dentro de un plan estratégico a largo plazo, donde tienen que estar implicado la reforma profunda del Sistema de Pensiones, en la siguiente línea:

Reforma del Sistema de Pensiones.- Ir progresivamente a un sistema mixto, donde se garantice una pensión mínima a todos los cotizantes y una pensión complementaria mediante la capitalización de la parte de cuota empresarial y obrera que el empresario y el trabajador deja de ingresar a la Seguridad Social debido a la bajada de los tipos. El trabajador con su dinero puede depositarlo en un plan de pensiones privado o si no confía en el sistema financiero, se puede habilitar una mutualidad pública donde el estado garantice esos planes de pensiones. De esta forma, de una vez por todas, con la precariedad del sistema de pensiones, además de dejar de poner parches en él, que lo único que hacen es crear desasosiego en los españoles. Además esos fondos ahorrados servirán para dinamizar la economía, mediante el proceso de inversión que todo ahorro lleva aparejado.

Formación del capital humano.- Programas de formación de los trabajadores, llevados a cabo por la propia empresa, si disponer de los medios para ello, evaluados por las autoridades laborales, o a través del sistema institucional del formación profesional, en combinación con las empresas, de manera que se formen a los trabajadores en lo que realmente necesitan las mismas, y compatibilizar el aprendizaje o formación en ellas con la formación teórica en los Institutos de Formación Profesional. Bajo ningún concepto atribuir esta tarea a otras organizaciones sociales (sindicatos, patronales, etc.). De esta forma aumentará la productividad del factor trabajo y las empresas ganaran en competitividad.

Aumentar a eficiencia tecnológica.- Mediante procesos productivos más eficaces, provenientes de la investigación, desarrollo e innovación de las empresas, para lo cual debe de establecerse con carácter general una reducción impositiva para aquellas empresas que hagan este esfuerzo de innovación. Con ello se conseguirán productos con mayor valor añadido que los de la competencia exterior, abaratar el costo de los ya existentes y con ello vender más. Una prueba de esto último, unido a la moderación salarial, son las empresas del sector de automóvil que han decido permanecer en España.

Ahora bien para hacer todo esto hacen falta cumplir, como mínimo, con tres requisitos: que el Gobierno implemente estas políticas, que los trabajadores estén dispuestos a realizar los cambios que los afecten y, lo fundamental, que existan personas dispuestas a ser empresarios (emprendedores).

Lo último es lo más difícil de conseguir, pero no imposible, hay que cambiar nuestra mentalidad con respecto a los empresarios, hay que permitir que las personas se equivoquen y, si lo hacen ayudarles a comenzar de nuevo, para ello hay que facilitarles a los empresarios que han iniciado una aventura -porque a veces, eso es poner en marcha una empresa- y no han tenido éxito, la financiación necesaria para comenzar otra, si tienen una nueva idea que pueda ser viable, y no estigmatizarlos para toda la vida, además de trabarles todos los bienes presentes y futuros, y a veces dejarles únicamente con el salario mínimo interprofesional, para que por lo menos puedan comer. Tomas Edison fracasó 1.000 veces antes de inventar la bombilla eléctrica.

Pero qué propongo yo para que esto no pase, dos cosas: (1) agilizar al máximo los trámites para iniciar una actividad empresarial y (2) constituir un seguro anti ruina, para que los emprendedores pierdan el miedo al riesgo. Lo del seguro ya funciona desde hace mucho tiempo en el sector primario de la economía, después de mucho pedirlo los empresarios agrícolas, y ha dado muy buenos resultados.

Que duda cabe que todo lo que acabo de exponer, necesita de unos estudios pormenorizados, pero para hacerlos están los técnicos de la Administración del Estado, que por cierto son muy buenos.

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Avilés Caballero Antonio. (2013, marzo 22). Cómo fomentar la creación de empleo en España. Recuperado de https://www.gestiopolis.com/como-fomentar-la-creacion-de-empleo-en-espana/
Avilés Caballero Antonio. "Cómo fomentar la creación de empleo en España". gestiopolis. 22 marzo 2013. Web. <https://www.gestiopolis.com/como-fomentar-la-creacion-de-empleo-en-espana/>.
Avilés Caballero Antonio. "Cómo fomentar la creación de empleo en España". gestiopolis. marzo 22, 2013. Consultado el . https://www.gestiopolis.com/como-fomentar-la-creacion-de-empleo-en-espana/.
Avilés Caballero Antonio. Cómo fomentar la creación de empleo en España [en línea]. <https://www.gestiopolis.com/como-fomentar-la-creacion-de-empleo-en-espana/> [Citado el ].
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