La especulación financiera en los mercados

“Las fuertes convulsiones financieras que se han sucedido periódicamente desde el crack bursátil de 1987 (devaluaciones europeas, Baring Brothers, insolvencia en Japón, tequila mexicano, crisis asiática) han popularizado la interpretación de la crisis como un fenómeno primordialmente especulativo.

Introducción

Partiendo de la crítica al «hinchamiento de la burbuja», se convoca a «disciplinar al capital financiero» y a «controlar los movimientos especulativos internacionales». El objetivo es impedir que el «capital industrial sano» continúe ahogado por la «ociosidad financiera» de la «economía-casino». Es totalmente cierto que la hipertrofia financiera ha crecido en las últimas dos décadas, debido a la crisis y a la consecuente emigración de capitales hacia la actividad especulativa. Pero lo más novedoso en este campo no es tanto la magnitud de las sumas en juego, como el carácter primordialmente privado y sofisticado que están asumiendo todas las operaciones.”

Lo expuesto anteriormente por Claudio Katz en su trabajo Como estudiar hoy al capitalismo sirve de base para iniciar el presente trabajo, que está relacionado con la especulación, específicamente la especulación financiera, que indiscutiblemente es un fenómeno inherente a los mercados financieros.

Etimológicamente, él concepto de especulación, proviene del vocablo latino especulo que significa espejo, por extensión este termino se aplica al concepto de imagen, es decir al “no objeto”, a su reflejo, a lo no real, a lo falso. A aquello que se parece pero que en definitiva “no es”.

En el ámbito de la economía la especulación es el ejercicio de cualquier tipo de actividad económica cuyo objeto es solo la obtención de ganancias, sin mediar el aporte de algún producto o servicio que incremente la riqueza de la sociedad. La especulación no es otra cosa que la falsificación de las bases materiales que sustentan la vida de la sociedad: el proceso productivo.

Ahora bien, como se dijo anteriormente en este trabajo trataremos fundamentalmente la especulación financiera, es decir, la actuación que pretende obtener beneficios en el mercado financiero por las diferencias previstas en las cotizaciones, basándose en las posiciones tomadas según la tendencia esperada.

DESARROLLO

El termino especulación es conocido como la practica de comprar a precios bajos con la intención de vender, posteriormente, a un precio mayor. La especulación ha sido siempre criticada, en el lenguaje popular y en el discurso político, como una ganancia fácil semejante a las del juego y el azar; también se la ha hecho responsable -en especial cuando se une al acaparamiento- de producir el alza de los precios y de perjudicar así al consumidor. De hecho, sin embargo, la especulación es una práctica comercial normal que casi todo el mundo realiza de un modo u otro y que sirve para regular indirectamente los mercados, favoreciendo tanto al especulador como a los consumidores. Si en un país determinado, por ejemplo, se obtiene una importante cosecha de trigo, el precio tenderá a bajar y el consumo aumentará, produciendo una rápida baja en las existencias de ese grano; al comprar a precio bajo para revender luego, los especuladores crearán un stock o existencia del producto que luego podrá abastecer al mercado cuando desaparezca el excedente temporal inicial. El precio indudablemente subirá, pero habrá disponibilidad de ese cereal y, en todo caso, el precio resultará menor que si no hubiese existido nadie que se dedicase a la especulación. De esta manera la especulación resultará un mecanismo de regulación espontáneo de los precios.

El especulador asume riesgos como cualquier inversor que interviene en el mercado: compra con su dinero mercancías que supone aumentarán de precio, aunque sin poder jamás tener certidumbre de ello. La no comprensión del sentido económico de la especulación, aunada a la tendencia al intervencionismo económico de las décadas pasadas, llevó a muchos gobiernos a un sistema de precios controlados que, naturalmente, produjo serias distorsiones en la asignación de recursos.

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John Maynard Keynes reservaba el “termino especulación para la actividad de prever la sicología del mercado y la palabra empresa, o espíritu de empresa, a la tarea de prever los rendimientos probables de los bienes por todo el tiempo que duren, opinaba que de ninguna manera es cierto que siempre predominen la especulación por sobre la empresa. No obstante, a medida que mejora la organización de los mercados de inversión, el riesgo del predominio de la especulación aumenta”. Los instrumentos económicos puestos en práctica en aquella época impedían el desarrollo desmesurado de los mercados de inversión.

El éxito de la actividad especuladora depende de varios factores. Uno de ellos es la información, pero también es importante la valoración que realiza el especulador a partir de la información disponible.

La probabilidad de que se produzca un ajuste en los tipos de interés afectará a los tipos de cambio. Como es obvio, las acciones de los especuladores también afectan al mercado, al ser uno de los determinantes de la demanda. Por ejemplo, en 1992 algunos especuladores obtuvieron pingües beneficios vendiendo pesetas, al considerar que esta moneda estaba sobrevaluada. La presión fue tal que la peseta tuvo que devaluarse tres veces hasta alcanzar el nivel que los especuladores consideraban adecuado. Otras monedas, como la libra esterlina y la lira italiana, tuvieron que salirse del mecanismo de tipos de cambios (MTC) del Sistema Monetario Europeo (SME). La especulación en contra de algunas monedas estuvo a punto de acabar con el SME en 1993, provocando profundos cambios en el MTC. Aunque el término “especulación” se utiliza a menudo con un tono peyorativo, no es más que un tipo de inversión donde el agente asume riesgos de los que no se puede cubrir. A diferencia de otros agentes económicos, los especuladores no tratan de evitar riesgos acudiendo a los mercados de opciones y futuros para garantizarse una ganancia mínima, evitando así las fluctuaciones de los tipos de cambios o de los precios de las materias primas.

La Especulación Financiera.

Dos son los ejes principales por los que transcurre la especulación financiera a escala mundial. Los mercados de divisas y los mercados bursátiles.

Los Mercados de Cambios de Divisas.

Todas las empresas exportadoras de todos los países del mundo, que venden bienes y servicios locales en el extranjero, al final de cada ciclo operativo necesitan convertir sus ingresos (dólares, euros, rublos, rupias etc) en la moneda de su país de origen. En sus respectivos países las empresas deben pagar salarios, materias primas, impuestos y prestaciones diversas, lo cual solo puede ser satisfecho con dinero local. El caso inverso es el de los importadores, los que obtienen dinero local y necesitan convertirlo en divisas para comenzar un nuevo ciclo. Como producto de la necesidad de comprar y vender monedas que tienen los agentes económicos ocupados de las importaciones, las exportaciones y las inversiones en los distintos países, se origina un mercado de divisas o de cambios. Mientras que las compras y las ventas de divisas se efectúen conforme a las necesidades y al ritmo que lo requieren las actividades de estas empresas, estas operaciones constituyen un elemento indispensable para el desarrollo de la economía real. En estas condiciones no se puede hablar de especulación.

Existe especulación cuando la compraventa de divisas tiene por objeto la obtención de utilidades al margen de la economía real. Existen diversas y cada día mas variadas modalidades de especulación, (operaciones de ida y vuelta, arbitraje, anticipación del tipo de cambio, productos derivados) etc.

Típicamente la especulación tiene por objeto el aprovechamiento de una coyuntura particular durante la cual una misma divisa puede tener diferentes precios en dos mercados distintos.

Por ejemplo, esto es posible cuando en la ciudad de Londres la Libra esterlina cueste 70 centavos de dólar, mientras que en París la misma Libra cueste solo 60 centavos de dólar. El especulador comprara Libras en París para venderlas en Londres. La operación en cuestión no aporta riqueza alguna para la sociedad excepto para el especulador, el que habrá recibido una utilidad de 10 centavos de dólar por cada Libra esterlina vendida. La sobre oferta intempestiva de Libras en Londres actúa en dirección de la devaluación de la Libra, originando una onda de inestabilidad que afecta negativamente a todo el sistema económico del país. Con el objeto de absorber el golpe los Bancos Centrales de los países se ven obligados a sacrificar sus reservas para estabilizar nuevamente el precio de la moneda. Si las proporciones de la especulación superan un volumen razonable de reservas esto puede llevar a la quiebra del sistema con todas las consecuencias sociales que esto significa. El mismísimo Banco de Inglaterra fue víctima de un ataque especulativo.

El economista y premio Nobel de Economía James Tobin señala que, De los 1,3 billones de dólares cambiados cada día en el mercado financiero, muy pocos tienen que ver con capitales productivos, que pasan del ahorro de un país a la inversión en otro. Actualmente el mundo desarrollado transfiere a los países “en desarrollo” unos 200 mil millones de dólares anuales.

La mayor parte de las transacciones de esos mercados monetarios constituyen operaciones especulativas que no tienen ningún vinculo directo con las corrientes de inversión deseables. No se trata de capital productivo que es el único capital que estos países necesitan.

Los Mercados Bursátiles,

Las Bolsas son mercados de valores donde se financian las empresas, esto es posible a partir de la emisión de Obligaciones y Acciones. Las Obligaciones constituyen préstamos que deben ser reembolsados a una fecha fija pagando un determinado interés por el uso del dinero, por esto se denominan títulos de renta fija. Una Acción constituye un titulo de propiedad de una empresa, la que se divide proporcionalmente en función del numero de acciones entre los accionistas, los beneficios en este caso no son garantizados, razón por la cual se denominan títulos de renta variable. Dicho de un modo muy simple, la bolsa constituye un lugar donde las empresas, pueden acudir para conseguir un préstamo (obligación) o para conseguir asociados (acción).

Hasta este punto se le denomina Mercado Primario o de Emisión, y sirve para canalizar el ahorro hacia la inversión. Hasta aquí no hay especulación.

El problema se plantea a partir del Mercado Secundario, o de renegociación, al interior del cual se cobijan las operaciones especulativas. Por el hecho de que cuando más buscada es una acción más aumenta su cotización, se originan compras en masa para hacer subir las cotizaciones de determinado tipo de acciones para luego venderlas una vez que hayan ganado más valor. Aquí también se produce una ganancia sin aporte a la sociedad. Al hacer subir artificialmente el precio de una acción ( sea esto intencional o no) no se aumenta la riqueza de la sociedad. Es mas, cuando la cotización de las acciones se halla muy por encima del valor de reposición del capital invertido (en la empresa), las ganancias reales solo pueden descender y cuanto más estas desciendan, mayor será la dependencia de la ganancia especulativa del ir venir de la bolsa.

La especulación se puede apreciar a través del crecimiento explosivo que se ha observado en los mercados de acciones. A modo de ejemplo, se pueden citar las cotizaciones de la bolsa de Nueva York, estas crecieron solo en un 25 % entre los años 1965 a 1984 (cuando el crecimiento económico aun era alto) entre los años 1985 y 1999 (cuando el crecimiento económico tendía a estancarse, bajo el 3.% anual) las cotizaciones de la bolsa lo hicieron en 1100 %. ¿Qué es lo que se estaban repartiendo?

Debido a que el ritmo de crecimiento económico es incomparablemente inferior al ritmo de crecimiento de las cotizaciones bursátiles, las expectativas de ganancias solo pueden provenir de la redistribución de la riqueza existente. El dinero futuro invertido en este proceso no puede ser otra cosa que “dinero virtual”.

Especulación y mercado de capitales.

Gran parte de la operativa en el mercado de capitales, se hace con dinero que no existe fuera de estos mercados. Se opera con dinero que se crea por estas operaciones. Los broquers, operadores, especuladores,… de los mercados de capitales y de divisas, operan a crédito de la misma manera que se consigue crédito no formalizado en la economía real.

Tanto en la industria como en el comercio, se suministran productos y servicios continuamente, pero estos productos y servicios se facturan periódicamente, de la misma manera que nosotros conseguimos crédito de las empresas de suministro (teléfono, agua, luz,…) que consumimos continuamente pero se nos factura periódicamente.

Si un particular quiere comprar acciones o divisas lo normal es que el banco al que encarga la compra le pida el depósito previo del importe de la operación o le exigirá una autorización para cargar en la cuenta corriente el importe de la operación y comprobará que tenga suficiente dinero, antes de hacer la operación.

En el mercado de capitales se opera de la misma manera que en la industria o el comercio, los agentes de cambio y bolsa permiten a algunos clientes que operen continuamente y les facturen las operaciones al final de un periodo determinado (un mes, una semana, un día). A cada factura tan solo se liquida el diferencial entre las compras y ventas del periodo, más los gastos de la operativa. Eso permite grande volúmenes de transacciones y por tanto, a pesar de que representan un riesgo no tan solo son aceptadas sino buscadas por las empresas de cambio y bolsa y otros intermediarios financieros, porque reportan grandes comisiones.

Esta operativa comporta una creación de dinero, que tan solo existe para esta finalidad y que no tiene contrapartida material en ningún lugar. Este dinero financiero, gracias a la aplicación interesada de la telemática, ha alcalzado un volumen astronómico. Un estudio de Maurice Allais… cifraba en 38 veces más alto el volume financiero que el valor de las mercancías que se venden internacionalmente, estudios más recientes dicen que ya se supera más de 60 veces. Lo mismo podemos decir de la operativa a las Bolsas, donde el volumen de las operaciones especulativas es muy superior al de las operaciones de inversión.

Las comisiones y otros gastos que provoca este mercado más los beneficios que se consiguen, se transforman en poder de compra que se utilizará en la economía real. Tanto los gastos como la ganancias se transformarán en poder de compra de servicios y productos de la economía real, y repercuten en un menor rendimiento tanto de las inversiones como del trabajo de la economía real, porque tanto los gastos como las ganancias de la economía financiera se transforman en poder de compra que tan solo se puede materializar en la economía real.

Mientras las ganancias se mantienen dentro del mundo de las finanzas, lo único que se produce es un incremento de dinero en la economía financiera, pero en el momento en que parte de este dinero pasa a la economía real en forma de gastos o beneficios materializados, están usurpando poder adquisitivo a la economía real, porque los productos y servicios de la economía real no se pueden conseguir dentro de la economía financiera.

Quien tiene dinero, quien es rico, puede tener crédito, con este crédito puede conseguir beneficios dentro de la economía financiera y estos beneficios los puede transformar en poder de compra real. De esta manera los ricos tienen capacidad para apoderarse de lo que es de los demás y por lo tanto de los pobres. No es extraño que cada vez los pobres sean más pobres y los ricos cada vez más ricos.

Si el dinero conseguido mediante la especulación y la creación de dinero en la economía financiera puede pasar a la economía real de los bienes y servicios, si no se diferencia un dinero del otro o si son convertibles, si el dinero que se ha creado o ganado mediante la economía financiera se puede hacer servir para adquirir bienes y servicios, se está haciendo trampa, se está estafando, se está robando.

El hecho de que esta práctica no tan solo sea posible sino que incluso sea legal en el mundo actual, no es más que uno de los muchos fallos del sistema monetario actual.

Este problema tan solo se podrá resolver con la implantación de una moneda responsable que substituya a la moneda anónima actual.

Esto hoy es factible mediante la generalización de las tarjetas magnéticas centralizadas en forma de cuentas corrientes a la autoridad monetaria. Tan solo de esta manera se puede eliminar la especulación financiera y conseguir la socialización de la creación del dinero que necesita el sistema.

La Necesidad de Control del Capital Financiero.

La inestabilidad de los mercados financieros es trasmitida a la “economía real” (aquella que nos viste y nos alimenta) a través de la inestabilidad de los cambios y de las cotizaciones bursátiles, esta inestabilidad constituye una de las más importantes causas del alza de los intereses reales que frenan el consumo domestico y las inversiones de las empresas, también profundizan los déficit públicos e incitan, a los fondos de pensiones que manejan cientos de miles de millones de dólares, a reclamar dividendos más elevados a sus empresas. Las primeras víctimas de esta partida de caza en pos de la ganancia son los propios asalariados, cuyos despidos en masa hacen subir las cotizaciones bursátiles de sus ex empleadores.

Sobre la base de la experiencia adquirida en las crisis anteriores, es posible afirmar que “Los mercados financieros son intrínsecamente inestables. Imponer disciplina de mercado significa imponer, inestabilidad y ¿Cuánta inestabilidad puede asumir la sociedad?. La disciplina de mercado debe complementarse con otra disciplina: el mantener la estabilidad en los mercados financieros debe ser un objetivo explícito de la política pública.”

En ausencia de una política pública, hoy en día son las organizaciones ciudadanas las que están asumiendo este desafío. En respuesta a la inestabilidad y la precarización que implica el proceso de globalización neoliberal, ATTAC junto a los Movimientos de Acción Ciudadana de diversos países han levantado la Tasa Tobin como una medida eficaz para detener el avance del “fundamentalismo de mercado” que amenaza con destruir, las fuentes mismas de la vida y de la riqueza de la sociedad, “el hombre y la naturaleza”.

La Tasa Tobin es un impuesto que tiene por objeto disuadir al capital financiero de participar en operaciones especulativas. Esta consiste en cobrar un pequeño impuesto por cada operación de compra-venta de acciones en la bolsa y en las operaciones de cambio de divisas.

Debido a las sumas astronómicas que se intercambian en estos mercados, el volumen de los impuestos recaudados al nivel de cada país permitiría resolver los problemas más urgentes que plantea la miseria en cada uno de ellos.

La Tasa Tobin constituye un tema de trascendencia universal, actualmente es objeto de debate en los parlamentos de diversos países europeos entre los cuales se puede citar a Finlandia, Francia, Alemania, Suiza, Gran Bretaña, Bélgica, Irlanda, España y el parlamento Europeo, además de Australia, Canadá, Estados Unidos, Brasil, Argentina y Chile.
Arbitraje y especulación

Tanto el arbitraje como la especulación son operaciones de compra/venta que se realizan con el fin de obtener una plusvalía a corto plazo, independientemente de la empresa en la que se está invirtiendo. Por eso, arbitrajistas y especuladores no están muy bien vistos por la mayoría de los inversores, aunque éstos últimos estarían dispuestos a practicarlo si dispusieran de la información necesaria.

El arbitraje se produce cuando un valor se negocia en varios mercados y, por circunstancias de carácter local, se produce una diferencia de precios. El arbitrajista compra entonces donde está más barato y vende donde se cotiza más caro, obteniendo con ello un beneficio. Aunque a primera vista sólo se ve el lucro del arbitrajista, y de ahí su “mala fama”, lo cierto es que es útil para el mercado porque ayuda a que los precios se compensen: si donde se encuentra más barato entran más órdenes de compra, el precio subirá. Y, si donde resulta más caro, se venden más acciones, el precio bajará.

Los especuladores también son “oportunistas” puesto que compran con la idea de vender a muy corto plazo y obtener una plusvalía. El ajuste, en este caso, se produce en el tiempo. Los especuladores entran y salen del mercado, aprovechándose de que los precios han bajado y vendiendo cuando los precios suben. Como en el caso del arbitraje, también resultan útiles puesto que hacen que el mercado recupere con mayor velocidad su equilibrio. En cualquier caso, una cosa es aprovecharse de la situación, por todos conocida, y otra es utilizar información privilegiada. En ese caso, se trata de un delito y debemos denunciarlo.

Arbitrajistas y especuladores son también inversores, aunque sus operaciones de compra/venta se realizan a muy corto plazo y, como hemos visto, desempeñan un papel importante en los mercados. Para poder realizar estas operaciones es necesario estar muy bien informado y pendiente de los mercados, razón por la que, en general, la mayoría de los pequeños inversores, que destinan una parte de su ahorro a la Bolsa, realizan inversiones a largo plazo y no suelen actuar como arbitrajistas y especuladores.

En todo caso, no está de más recordar que la inversión en Bolsa reporta a los accionistas beneficios a través de tres vías: dividendos, derecho preferente en ampliaciones de capital y plusvalías. Los obligacionistas, a su vez, además de poder obtener rentabilidad a través de los intereses, pueden ganar dinero liquidando sus valores y obteniendo una plusvalía.

Especulación en el mercado de futuro

Cuando se posee o se prevé detentar una posición firme de contado y no se adopta cobertura alguna, también se está especulando. Dicha actuación debe calificarse de especulación pasiva o estática, a diferencia de la anteriormente enunciada, que se refiere a especulación activa o dinámica.

El elevado grado de apalancamiento financiero o «efecto leverage» que se consigue en los contratos de futuros hace especialmente atractiva para el especulador la participación en dichos mercados; por ello, quienes realizan operaciones de carácter especulativo dinámico saben que el importante efecto multiplicativo de las plusvalías va a resultar muy gratificante cuando se prevea correctamente la tendencia de las cotizaciones. Precisamente por el alto grado de apalancamiento que incorporan los contratos de futuros y por su evolución de carácter simétrico respecto a la generación de pérdidas y ganancias, los especuladores deben conocer que el mismo efecto multiplicativo, pero en sentido inverso, se produce al prever erróneamente la tendencia de las cotizaciones, siendo por ello conveniente adoptar medidas de precaución como complemento de la operación especulativa.

La especulación es muy positiva para el buen funcionamiento del mercado, dotando al mismo de mayor grado de liquidez y estabilidad, así como de un mayor grado de amplitud, flexibilidad y profundidad en la cotización de los contratos. Debe considerarse que la contrapartida negociadora de un especulador es, en numerosas ocasiones, alguien que realiza una operación de cobertura.

En el cuadro nº 3 se presentan las principales operaciones especulativas dinámicas, en función de la tendencia prevista, de la actuación a seguir en el mercado de futuros y del objetivo perseguido por el especulador.

Cuadro III:
operaciones de caracter especulativo dinámico

Tendencia prevista(*) Actuación con futuros Objetivo
Alza inminente de los tipos de interés a corto plazo. Venta de contratos de futuros sobre tipos de interés a corto plazo (EURIBOR) Conseguir el beneficio correspondiente a la diferencia de precios de venta y compra, como consecuencia del alza de tipos de interés que hace bajar la cotización del contrato de futuros a un precio inferior al de venta.
Descenso inminente de los tipos de interés a corto plazo Compra de contratos de futuros sobre tipos de interés a corto plazo (EURIBOR) Conseguir el beneficio correspondiente a la diferencia de precios de compra y venta, como consecuencia del descenso de tipos de interés que hace subir la cotización del contrato de futuros a un precio superior al de compra.
Alza inminente de los tipos de interés a medio o largo plazo. Venta de contratos de futuros sobre tipos de interés a medio o largo plazo (Bono nocional a tres o diez años). Igual al supuesto de alza de los tipos de interés a corto plazo, pero con diferente grado de sensibilidad al tratarse de tipos a medio o largo plazo.
Descenso inminente de los tipos de interés a medio o largo plazo. Compra de contratos de futuros sobre tipos de interés a medio o largo plazo (Bono nocional a tres o diez años). Igual al supuesto de alza de los tipos de interés a corto plazo, pero con diferente grado de sensibilidad al tratarse de tipos a medio o largo plazo.
Alza inminente de las cotizaciones bursátiles, con la consiguiente variación positiva del índice bursátil de referencia. Compra de contratos de futuros sobre el índice bursátil. Conseguir el beneficio correspondiente a la diferencia de cotización del índice bursátil para la compra y la venta del contrato.
El alza de las cotizaciones bursátiles se traduce en una variación positiva del índice bursátil y un incremento de la cotización del futuro.
Descenso inminente de las cotizaciones bursátiles, con la consiguiente variación negativa del índice bursátil de referencia. Venta de contratos de futuros sobre el índice bursátil. Conseguir el beneficio correspondiente a la diferencia de cotización del índice bursátil para la venta y la compra del contrato.
El descenso de las cotizaciones bursátiles se traduce en una variación negativa del índice bursátil y un descenso de la cotización del futuro.
(*) Caeteris paribus, se supone que todas las restantes magnitudes de la economía permanecen constantes, si bien, debe considerarse que la curva de rendimiento o estructura temporal de los tipos de interés se desplaza homogéneamente para todos los plazos, manteniendo invariable su forma funcional previa.Otras estrategias dinámicas de especulación muy utilizadas por determinados fondos y sociedades de inversión son las denominadas asset alocation y dinamic portfolio insurance, que consisten en la operativa mixta de bonos con opciones y futuros sobre índices bursátiles.

 

Conclusiones

Aunque la especulación es catalogada como muy positiva para el buen funcionamiento del mercado, dotándolo de mayor grado de liquidez, estabilidad, amplitud, flexibilidad y profundidad, y permitiendo recuperar con mayor velocidad el equilibrio del mismo; no es menos cierto que esta acción es perjudicial para la economía real, puesto que lo único que se produce es un incremento de dinero en la economía financiera, pero en el momento en que parte de este dinero pasa a la economía real en forma de gastos o beneficios materializados, se está usurpando poder adquisitivo a la economía real, porque los productos y servicios de esta economía no se pueden conseguir dentro de la economía financiera.

El hecho de que esta práctica no tan solo sea posible sino que incluso sea legal en el mundo actual, no es más que uno de los muchos fallos del sistema monetario actual.

Bibliografía

1.-Katz Claudio, Cómo estudiar hoy al capitalismo.
2.-Martín, José Luis y Ruiz, Ramón Jesús: El inversor y los mercados financieros. Ariel Economía.
3.-Muñoz A Leopoldo, ¿Porque la Tasa Tobin? ( parte 1)
4.-http://www.iberfinanzas.com
5.-http://www.eumed.net
6.-http://www.wanadoo.es
7.-http://www.alltheweb.com

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Bello Caballero Eyelin. (2007, noviembre 21). La especulación financiera en los mercados. Recuperado de https://www.gestiopolis.com/la-especulacion-financiera-en-los-mercados/
Bello Caballero Eyelin. "La especulación financiera en los mercados". gestiopolis. 21 noviembre 2007. Web. <https://www.gestiopolis.com/la-especulacion-financiera-en-los-mercados/>.
Bello Caballero Eyelin. "La especulación financiera en los mercados". gestiopolis. noviembre 21, 2007. Consultado el . https://www.gestiopolis.com/la-especulacion-financiera-en-los-mercados/.
Bello Caballero Eyelin. La especulación financiera en los mercados [en línea]. <https://www.gestiopolis.com/la-especulacion-financiera-en-los-mercados/> [Citado el ].
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