La globalización y la continua evolución del mundo han ido de la mano cambiando la estructura de la sociedad, sus niveles de consumo y sus esquemas de producción. El ciclo de vida de los productos cada vez es más corto, y su consumo ha requerido para su sostén una mayor productividad. Como efecto de este proceso, es el incremento considerable en los volúmenes de residuos de todo tipo, incluyendo aquellos que contienen materiales peligrosos.
En países en vías de desarrollo, la poca infraestructura y la falta de tecnología han facilitado de algún modo el depósito o confinamiento descontrolado de residuos peligrosos y la operación de plantas tratadoras y de reciclaje con procesos inadecuados y de baja calidad, provocando un impacto al medio ambiente, daños a la salud y elevados costos.
Es necesario jerarquizar las actividades en una estrategia de gestión de residuos peligrosos.
Estrategia para el manejo integral de residuos peligrosos
- Prevenir por completo la generación de residuos, lo que integra todos los aspectos vinculados a la producción con un enfoque preventivo.
- Minimización mediante la adopción de medidas organizativas, operativas y tecnologías que permitan disminuir la cantidad y peligrosidad de los RP.
- Aprovechamiento para el fomento y recuperación de residuos en un contexto de eficiencia económica y ambiental.
- El tratamiento involucra procesos de transformación ambientalmente aceptables, en donde la reducción de la peligrosidad y volumen son lo primordial.
- Disponer los residuos peligrosos generados en un terreno por medio del confinamiento en instalaciones cuyas características permitan prevenir su liberación al ambiente y las consecuencias ambientales y sociales.
Implementar estrategias de producción más limpia debe ser parte de los objetivos específicos en las políticas de prevención y minimización de residuos.
Actualmente existen plantas tratadoras que cuentan con las autorizaciones y la infraestructura necesaria para realizar una óptima gestión de residuos industriales.
