Estrategia Kaizen

1. Introducción

¿Por qué planificar? ¿Por qué preocuparse en mejorar de forma continua? ¿A qué apunta la estrategia? Todas preguntas importantes de responder y a las cuales muchos directivos, profesionales y empresarios no les dan la debida importancia o la suficiente atención.

Responder a éstas y otras cuestiones es lo que marca la diferencia entre empresas que sólo subsisten, con directivos que tratan de poner parches a los desequilibrios financieros, tratando de apaciguar las arremetidas de consumidores y clientes descontentos, luchando contra costos cada día más altos y niveles de productividad en claro declive. Empresas éstas que ven la luz cuando la situación global es óptima, pero que nunca aprovechan en su plenitud estas situaciones, y que cuando el mercado se deprime entran en un fuerte cono de sombra e incertidumbre.

Y por otro lado tenemos a aquellas empresas y organizaciones que con objetivos claramente definidos, y un perfecto enfoque en las actividades a realizar, planifican proactivamente, no sólo anticipándose al futuro sino creándolo. Empresas para las cuales los recursos tienen un valor y saben en consecuencia administrarlo. Entre esos recursos fundamentales se encuentra el tiempo. Elemento crucial que una vez consumido ya no se puede recuperar. Así tenemos a las empresas que malgastan el tiempo de sus clientes, empleados y el de su propio futuro como entidad, de aquellas que lo saben valorar no desperdiciando tan importante recurso.

No menor importancia tiene como recurso el capital humano que cada empresa posee y que muy pocas saben en realidad valorar. Se despilfarran sistemáticamente recursos humanos, cuando no se hace lugar a su participación activa, cuando sus experiencias, habilidades, capacidades y conocimientos no son tenidos en cuenta, o son lisa y llanamente subestimados por los directivos.

En vistas al mediano y largo plazo sólo podrán sobrevivir aquellas empresas que menos recursos desperdicien. Para ello es fundamental lograr un óptimo nivel de planificación, y tener la disciplina de mejorar día a día. Cada día se agregan nuevos competidores a escala global. Piense en cualquier actividad y verá nuevas empresas y nuevos países ingresar con mas fuerza y profundidad en los mercados mundiales. Acaso alguien pensaba hace unas décadas atrás en que Malasia sería hoy el principal productor mundial de chips de informática, o que Corea del Sur entraría en los mercados occidentales en materia automotriz. Pues bien estos son sólo unos pocos ejemplos de los cambios que están teniendo lugar. Los países y las empresas carentes de estrategias están destinadas a ver cada día más lejos un nivel óptimo de crecimiento y desarrollo.

No es lo mismo ser propietario o empleado de una empresa en la cual no se sabe que día se abonarán los sueldos, ni si se podrán cubrir las deudas bancarias, o en la que los obreros no saben si continuarán empleados en los próximos meses, que aquellos que formando parte de empresas de primera línea planifican como ingresar en nuevos mercados, analizan su participación, diseñan nuevos productos y servicios, sus marcas son sinónimo de calidad y excelencia a nivel mundial, o como mínimo regional o nacional.

No es lo mismo ser parte de empresas que con el paso de los años no registran cambio alguno, y si lo han registrado es de manera negativa, que estar involucrados en organizaciones que mejoran día tras día, brindando mejores productos y servicios a los consumidores, y haciendo participes a sus propietarios, directivos y empleados de niveles de vida más ricos no sólo en materia económica, sino además en crecimiento y desarrollo personal.

Tampoco es lo mismo para un cliente probar suerte con los productos y servicios que una organización le brinda, que adquirir bienes y servicios de empresas confiables, que otorgan alto valor a los niveles de satisfacción, ofreciendo cada día una más variada gama de productos y servicios.

Nada de ello es producto de la casualidad. Las cosas ocurren porque se planifica y realizan acciones concretas para su obtención, o sea hay una causalidad. Es muy fácil hablar de planificación, organización, dirección y control. Pero otra muy distinta es llevarlo a la práctica y mejorarlos de manera continua.

Es la hora en que los inversionistas se preguntan en que empresa vale la pena realmente colocar sus ahorros y su confianza, es también el momento en que los obreros se preguntan si vale la pena dejar parte de sus vidas y proyectos personales en empresas que no le permiten ningún crecimiento personal ni económico. Es el momento en que los consumidores piensan si deben seguir adquiriendo productos de escaso valor, mala calidad, precio elevado y un servicio al cliente atroz.

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Es el momento en el cual los líderes deberán hacerse cargo de sus responsabilidades implantando una estrategia que permita dar vida a la excelencia. La excelencia sólo se obtiene con la ética del trabajo, la disciplina de la mejora continua y un cambio de paradigmas que permita hacer de la empresa y el trabajo una base para la creatividad y expansión humana, y no meramente una máquina de triturar recursos y proyectos.

2. Definición de la Estrategia Kaizen

Podemos definir la Estrategia Kaizen como “el proceso continuo de análisis de situación para la adopción proactiva de decisiones creativas e innovadoras tendientes a incrementar de manera consistente la competitividad de la empresa mediante la mejora continua de los productos, servicios y procesos (tanto productivos, como de apoyo y planificación)”.

El concepto de proceso define un conjunto de actividades (como lo son la definición de los valores, misiones, visiones, y objetivos de la empresa, como así también los análisis de las fortalezas y debilidades de la empresa, las oportunidades y amenazas del entorno, el análisis de la brecha, entre otras) que de forma armónica (siguiendo una metodología) permite marcar una clara diferencia competitiva en el mercado.

El hecho de ser continuo, lo diferencia de aquel accionar que tiende a realizarse durante un período del ejercicio y que no se vuelve a ver hasta el próximo. De lo que se trata es de realizar la estrategia como una forma de vida corporativa. Una actividad continua en la cual se evalúa de manera constante las situaciones a los efectos de formular y reformular las estrategias, su implantación y evaluación.

El análisis de la situación hace referencia tanto a las cuestiones internas como externas a la empresa. Entre las cuestiones internas se encuentran tanto la fijación o determinación de los valores, como de las misiones, visiones y objetivos de la corporación.

El hecho de tratarse de decisiones proactivas es porque ya no basta con adelantarse a los sucesos, es necesario actuar de manera tal de generar el futuro.

Cómo se genera este futuro. Analizando la situación actual de la empresa, comprendiendo la evolución del entorno, definiendo donde se quiere estar, evaluando la brecha que separa la situación actual de la firma, de aquella a la cual se quiere llegar y adoptando decisiones creativas e innovadoras. Decisiones que marquen una clara diferencia con los competidores, mediante la adopción de soluciones no dentro de límites, sino trabajando (modificando) los límites.

El objetivo es lograrlo de manera consistente, lo cual implica obtener resultados no sólo en el corto plazo sino y por sobre todas las cosas en el largo plazo, la competitividad de la corporación. O sea tener en los mercados globalizados la mayor participación de mercado, con la mayor rentabilidad sobre la inversión, mediante el mayor valor agregado por empleado y los mejores índices de satisfacciones por parte de clientes y consumidores.

La pregunta es como lograrlo. La respuesta es, “mediante la mejora continua no sólo de los procesos productivos de bienes y servicios, sino también de los productos y servicios, y de los procesos de apoyo y de la planificación en sí”. Nada debe escapar al proceso de mejora continua. Se debe mejorar el enfoque y posicionamiento de la empresa, se debe mejorar la percepción que de sus productos y servicios tienen los usuarios, se debe mejorar la manera de comunicase con los consumidores. Se debe mejorar metódica y sistemáticamente todos y cada una de las actividades y procesos realizados por la corporación.

La mejora continua que podrá parecer como insignificante en un corto período de tiempo, separará de manera significativa a la empresa de sus competidores en un plazo no muy largo, pues la suma constante y sinérgica de conocimientos, calidad, productividades, ahorros y tiempos del ciclo engendran espacios difíciles o costosos de igualar.

Es justamente una cuestión de estrategia al igual que en las competiciones atléticas, un competidor puede ser muy bueno en el tramo corto de velocidad pero quedarse sin energías para el resto de la carrera. En la competencia económica las carreras son de largo aliento, es más importante por lo tanto aquella empresa que conocedora de sus fortalezas y debilidades, administra sabiamente sus recursos y capacidades para hacer frente a las amenazas y aprovechar las oportunidades.

Descuidar la mejora continua como estrategia competitiva, puede llevar a la empresa a permanecer en la cúspide durante un período muy corto de tiempo; para ello sólo basta ver cuales eran las 500 empresas de Fortune en el año 1970, y cuales conservaban esa colocación entre las 500 Top veinte años después.

Claro está que la mejora continua para ser efectiva no sólo debe concentrarse en los procesos fabriles y los productos, sino además y prestándole especial significación a la mejora continua en los conocimientos (mediante la capacitación continua), y atacando de manera constante los paradigmas (de lo contrario se corre el riesgo de hallar la muerte presa de los mismos).

3. Proceso de planificación y mejora estratégica

Lo primero y fundamental es la toma de conciencia por parte de los directivos acerca de la importancia que tiene la gestión del cambio por medio de la Estrategia Kaizen. La obligación, la necesidad y los beneficios de mejorar de manera sistemática en las diversas actividades y procesos organizacionales. Ello se denomina en japonés dantotsu, que significa “el esfuerzo que se realiza para ser el mejor de los mejores”.

Es crítico tener bien en claro cuales son los factores que determinan el éxito (y cuya ausencia por tanto producen el fracaso) del sistema a implantar.

  1. Compromiso de los máximos directivos. Es menester que éstos no sólo manifiesten su interés y subrayen la importancia de instaurar la Mejora Continua como objetivo estratégico, sino además que presten su apoyo económico y moral a la plena ejecución del mismo. Ello además implica seguir una determinada línea de conducta, evitando las contradicciones entre las acciones y las palabras (evitando de tal forma desmotivar a los empleados y obreros). Debe ponerse en juego un claro compromiso de liderazgo y motivación.
  2. Hacer conocer con claridad y precisión las necesidades y ventajas a los empleados.
  3. Dar plena participación a los empleados. No hay compromiso sin participación.
  4. Capacitación. Continua y en todos los niveles y áreas de la organización.
  5. Planificación. Implica definir en primer lugar con precisión la misión, valores, visión y objetivos de la empresa, para a partir de allí proceder a profundizar el análisis de la misma, pasando luego a fijar objetivos cuantitativos y cualitativos a lograr en determinados plazos de tiempo.
  6. Reconocer explícitamente los Factores Fundamentales de Supervivencia.
  7. Comprometerse con un trabajo en equipo no sólo a nivel de sectores y procesos, sino además a nivel de toda la organización.
  8. Implementar un sistema de evaluación, control e información, eficaz y confiable, que permita contar con datos precisos en tiempo y forma.
  9. Participación de los integrantes de la organización en los beneficios.

Con plena conciencia de parte de los directivos de aquellos factores fundamentales en los cuales no se puede fallar si se pretenden lograr los objetivos estratégicos, el segundo paso es convencer y lograr el total apoyo tanto del personal como de sus delegados sindicales.

Continuando con el proceso, el paso siguiente es el de la planificación estratégica, táctica y operativa. Es necesario saber a donde se quiere llegar para de esta forma apuntar los esfuerzos y capacidades hacia ellos. Conocer con claridad las fortalezas y debilidades, reconociendo las capacidades competitivas le permitirá a la empresa sacar partido de las oportunidades, esquivando o superando las amenazas.

Conocer las fortalezas permitirá hacer un máximo uso de ellas, y ser conciente de las debilidades dará el impulso para su superación. Conocer las debilidades no implica sólo tomar conciencia de ellas para impedir fallas o fracasos, sino planificar y realizar acciones concretas para superar las mismas.

Dentro del marco estratégico cobra especial importancia la configuración de los diversos escenarios a los cuales la empresa puede tener que enfrentarse. A que viene ello? De poco a de servir las mas eficientes formas de actuación y los mejores controles, sino se prevé de forma creativa las diversas circunstancias tanto positivas como negativas que pueden darse tanto interna como externamente y que obligarían a la empresa a adoptar decisiones rápidas para obtener beneficios o impedir pérdidas.

Continuar con el proceso implica por un lado llevar los planes a la acción concreta y por otro lado continuar mejorando día a día la planificación en sí. Aplicar los planes implica tanto la capacitación del personal, como así también la capacidad de dirección. En este caso se trata de la dirección para la mejora continua en todos los aspectos de la empresa.

Por último el control y evaluación constante de los resultados obtenidos permitirá hacer los ajustes tanto en los planes como en los presupuestos a fin de cerrar la brecha entre los objetivos propuestos y los logros alcanzados.

La idea simplificada no es otra que el proceso denominado PREA (Planificar – Realizar – Evaluar – Actuar), llamado también Círculo de Deming. Proceso continuo que tiende a superar de forma sistemática diversos niveles en materia de calidad, productividad, costos, tiempos de entrega, capacidad de respuesta, flexibilidad, capacidad de innovación, y satisfacción de los clientes y consumidores entre otros.

4. La estrategia kaizen. Equipos – Sistemas – Procesos

En primera instancia debe conformarse un Equipo de Mejoras y Proyectos Estratégicos (EMPE). Constituido por los máximos responsables de la organización, serán los encargados no sólo de desarrollar las estrategias, sino además de apoyar las actividades para poner en práctica éstas. Una de sus funciones principales será aprobar los presupuestos y proyectos de mejoras que se le eleven.

El EMPE tendrá entre sus tareas fundamentales las de analizar, corregir y eliminar las Mudas (desperdicio en japonés) Estratégicos. Cuales son? Porqué son estratégicos? Como eliminarlos?

Los Mudas Estratégicos están constituidos por:

  1. Las capacidades de empleados desaprovechadas.
  2. La falta de enfoque y posicionamiento
  3. Tiempo
  4. Información
  5. Oportunidades del entorno
  6. Fortalezas de la empresa
  7. Clientes / Consumidores

5. Capacidad desaprovechada de los empleados

Uno de los mayores desperdicios en la mayoría de las empresas es la falta o infrautilización de las capacidades (conocimientos, aptitudes, experiencias) de los empleados y obreros. Fundamentalmente se debe a la aplicación de los criterios taylorianos de que los directivos piensan y los empleados sólo ejecutan. Criterio que impide utilizar las experiencias y conocimientos de aquellos que día a día realizan sus tareas en la línea de batalla de las operaciones. Debe reconocerse que el empleado no sólo está en condiciones de utilizar sus manos, sino también su cerebro. Impedir ello es desperdiciar un enorme potencial de crecimiento para la organización y sus individuos.

Otra actitud muy típica de las empresas es contratar a externos sin darle la posibilidad a aquellos que trabajando en ella, y poseen conocimientos y experiencias para ejecutar las mismas. Ello origina la desmotivación de los empleados por capacitarse, y la disminución del apoyo de éstos hacia la organización.

La excesiva división del trabajo tiende no sólo a limitar las capacidades de los individuos, sino que provocan su agotamiento físico y mental.

Todos estos son causas de bajos niveles de performance y alta rotación de empleados, o bien empleados con pérdida de interés por el futuro de la empresa. De estudios realizados por diversas consultoras estadounidenses se ha observado como promedio que las empresas con menores índices de rotación de personal poseen mayores niveles de rentabilidad.

Como hacer para superar ello? En primer lugar la participación de los empleados por medio de equipos de trabajo y sistemas de sugerencia le permiten una mayor autovaloración y crecimiento personal, logrando una mayor participación y con ello un superior compromiso con los destinos de la empresa.

De parte de la organización es primordial contar con una base de datos que sirva de inventario de todas las experiencias (tanto dentro como fuera de la empresa), conocimientos, cursos de capacitación y aptitudes, de los distintos empleados. Ello le permitirá hacer una utilización óptima de sus recursos humanos.

Los recursos humanos son fundamentales para la existencia de la empresa. Depende de cómo trate ésta a sus empleados, tratarán estos a sus clientes. Ello es un punto a considerar en el marco de lo que se considera la satisfacción plena de los consumidores. Por otra parte para realizar cualquier tipo de cambios es fundamental superar la resistencia al mismo de los empleados; sólo se logrará ello haciendo a estos participes reales de tales cambios operativos, y escuchando activamente y sinceramente sus sugerencias, alertas y reclamos.

El personal es una fuente inagotable de sugerencias y ello quedó claramente demostrado en los procesos implementados tanto por las empresas japonesas como americanas.

Sea cual sea las características de los procesos productivos, posean estos mayor o menor automatización o robótica, los empleados cuentan tanto en la mejora de los procesos, como en los diseños de los productos y servicios, así también en los procesos de mantenimiento, en la atención de los clientes y en los procesos de comercialización. Dejar de lado a los empleados y obreros es una invitación al desastre.

6. Falta de enfoque y posicionamiento

La ausencia de enfoque lleva a la empresa a malgastar sus recursos, incurriendo en bajos rendimientos e inclusive en pérdidas. El enfoque implica concentrar las energías y capacidades empresariales en aquellas actividades o negocios en los cuales la compañía tenga ventajas competitivas o bien generen las mayores utilidades o niveles de rentabilidad.

Se dan frecuentemente casos en los cuales las actividades generadoras de los mayores beneficios no coinciden con las que poseen mayor rentabilidad. Habrá que analizar si se concentran los recursos en las actividades más rentables, o bien si estás no son factibles de ampliar concentrar un mayor esfuerzo en hacer más rentables las actividades que generan mayores niveles de ganancia.

El destinar recursos a un sin fin de actividades lleva a disminuir los controles, hacer menos eficiente la asignación de los recursos, y perder posicionamiento en la mente de los consumidores.

Se puede fabricar el mejor producto, con el mejor proceso, con óptimos niveles en materia de calidad, costos y distribución, pero si se carece de un buen enfoque y posicionamiento todo se vendrá a bajo. Tal vez sirva de ejemplo cuando Xerox se dedicó a la producción de computadoras (PC). Xerox estaba y está posicionada en la mente de los consumidores como sinónimo de fotocopiadoras, razón por la cual no generó la confianza del público para la adquisición de las PC. Por lo tanto se desaprovecharon enormes recursos en generar un proyecto que quedo totalmente trunco.

También es menester subrayar la importancia del posicionamiento. Concepto poco claro para muchos empresarios y que lleva a estos a cometer enormes desaguisados. El posicionamiento tiene que ver como se dijo antes con la posición que un producto o concepto tiene en la mente de los consumidores. En ello tiene suma importancia el nombre que se de a los mismos. Así por ejemplo un producto comestible como la yerba mate, producida con materia prima de calidad y buenos procedimientos llevó a falta de ventas, exceso de inventarios, y pérdida de imagen para la empresa, por el sólo hecho de haberle dado de nombre al producto “Tierra Colorada”. La pregunta que cabe hacerse es: a que consumidor se le ocurriría llevar tierra a su sistema digestivo?

7. Tiempo

Recurso no contabilizado y por lo tanto no tenido en cuenta a la hora de mostrar los resultados. Recurso que no puede reservarse, sino que se consume hagamos o no una utilización útil del mismo. Malgastar el tiempo es algo muy grave, sólo cuando a pasado un período largo de tiempo suelen darse cuenta la forma en que este a trascurrido sin haberse generado resultado alguno. Malgastar el tiempo de clientes, usuarios, empleados, inversionistas y de los propios directivos es algo grave, que termina con la pérdida de confianza de muchos de éstos.

El tiempo debe enfocarse tanto en cuanto a los tiempos de espera, preparación, de cola, de proceso, y de inactividad, sino también los tiempos de entrega, de mejoras, de atención y respuestas, de producción de nuevos diseños y de generación de resultados positivos para las partes interesadas en los procesos y actividades de la empresa.

Es necesario tanto presupuestar como inventariar la utilización de este recurso a los efectos de hacer un uso más productivo y eficaz del mismo. Deben fijarse objetivos con fechas claras de ejecución y realización. Es menester realizar la mayor cantidad posible de mejoras tanto en productos como en procesos en la menor cantidad de tiempo posible.

La empresa cuyos directivos y procesos pierden en hacer un óptimo uso de éste recurso están sin lugar a dudas a perder la carrera de la competitividad.

8. Información

En este caso el problema puede estar dado tanto por la ausencia como por la mala utilización de la misma. La falta de información en tiempo y forma genera la incapacidad para aprovechar las oportunidades, corregir los defectos, hacer frente a adversidades y mejorar los procesos de producción y satisfacción. En muchos casos si bien los procesos existen, estos son ineficientes e ineficaces, al consumir ingentes recursos suministrando información poco confiable e inoportuna.

9. Desperdiciar las oportunidades del entorno

Ya sea por falta de información, mala planificación, incapacidad de dirección, o carencia de recursos materiales o humanos una empresa puede perder importantes oportunidades engendradas en el entorno externo a la misma. Es obligación de los directivos planificar de antemano las acciones a realizar para aprovechar oportunidades que se pueden dar en determinados escenarios económicos – sociales – tecnológicos y políticos.

10. Desperdiciar las fortalezas de la empresa

La mala planificación, la ausencia de inventarios permanente de recursos humanos, una mala o pésima gestión de tesorería son entre otras las razones por las que no se aprovechan plenamente las fortalezas de la empresa para generar beneficios económicos y de posicionamiento.

11. Pérdida de clientes y consumidores

Por no hacer caso a sus reclamos, no tomar en consideración sus sugerencias, no prestar un servicio de calidad, no estudiar debidamente sus necesidades y deseos gran cantidad de compañías pierden día a día su activo más preciado “el cliente”.

Todas estas mudas estratégicas pueden ser resumidas en un gran muda constituido por la falta de planificación. Confirmándose la famosa frase que expresa “no planificar es planificar para el desastre”.

La planificación como la mejora continua requiere de disciplina y responde a una cultura que fije claramente objetivos de excelencia. Pocos planifican, y muy pocos lo hacen a conciencia, como un proceso que debe evaluarse y mejorarse día a día.

Como se dijo antes es responsabilidad de los directivos eliminar estos desperdicios que tanto daño hacen a la empresa, y la forma de realizarlo es mediante la excelencia en los procesos de planificación. Una planificación continua y llena de vida, en contraposición a los planes meramente formales, periódicos y que acumulan polvo en las oficinas.

Más importante que el plan en sí mismo, es el proceso de planificación como metodología de diagnóstico, análisis, evaluación, creatividad, innovación y actitud proactiva, por parte de los directivos y con participación plena de la organización en su conjunto.

A nivel operativo se trabajará con los Equipos de Prevención y Reducción de Desperdicios (EPRD), y con los sistemas de sugerencias para mejora de productos, servicios y atención al cliente.

Para la eliminación de los desperdicios los EPRD trabajarán en el Proceso de Detección de Mudas (PDM) y del Proceso de Eliminación de Mudas (PEM), ello será de tal forma cuando el personal operativo se encarga de la detección, dejando a personal técnico, de apoyo o staff realizar el proceso de eliminación mediante cambios técnicos y procesos de simplificación. Ello no implica que pueda darse en un mismo equipo ambos procesos, el de detección y posterior eliminación (Proceso de Detección y Eliminación de Mudas – PDEM).

12. Proceso de Innovación Permanente

Innovar como acción creativa de mejora en los procesos productivos, diseños de productos, y procesos administrativos y comerciales, es una estrategia que realizada de forma continua y sistemáticamente permite a las empresas importantes ventajas sobre sus competidores. Al respecto cabe decir que “nadie puede pretender triunfar en el mercado de hoy si utiliza los procesos de ayer”.

Un buen ejemplo de ello son las estrategias innovadoras de empresas como 3M, Casio, Sony, Microsoft y Toyota entre otras. Estas empresas se caracterizan por producir de manera constante nuevos diseños de procesos y productos, destruyendo sus propias creaciones para generar nuevas. De tal forma logran altos niveles de participación en el mercado, acompañados de elevados niveles de rentabilidad.

Estas innovaciones no son producto de casualidades o simples desarrollos personales, son el producto de una filosofía en la cual la actitud de permitir la comisión de errores es una invitación a la creatividad e innovación. Es también el resultado de organizaciones donde se insta y provoca no sólo la utilización de los procesos racionales y lógicos – matemáticos (lado izquierdo del cerebro), sino también se promueve la intuición y la imaginación (lado derecho del cerebro) como elementos claves para el desarrollo del personal y de la organización.

Además estos procesos serán más fecundos en la medida en que se promueva el trabajo en equipo. Si bien el trabajo individual es algo valioso, la inteligencia y experiencia colectivas permite por medio de las sinergias una mayor velocidad para la puesta en el mercado de nuevos productos y servicios.

13. Factores Fundamentales de Supervivencia

El reconocer cuales son para un empresa determinada, en un tipo de industria, dentro de un marco y entornos sociales, económicos y políticos específicos, los factores de los cuales depende su supervivencia es extremadamente crítico. Entre los factores de supervivencia para una empresa en el mediano y largo plazo se encuentra la mejora continua. Factor esencial para poder competir como ya fuera expresado en varios pasajes de este trabajo. La mejora continua como valor estratégico se plasma tanta en materia de costos unitarios como de niveles de productividad a través de los que se da en llamar la Curva de Aprendizaje. Esta curva es el resultado de la experiencia acumulada por los trabajadores y la empresa para un proceso determinado, como también la que surge de las mejoras continuas en los métodos o procesos de producción. Es en este segundo aspecto que el kaizen toma especial y trascendental relevancia como método estratégico para la programación y definición de capacidades y procesos productivos.

14. Conclusiones

Queda bien en claro que superar a los demás y sobrevivir en la lucha por la subsistencia, significa para las empresas mejorar día tras día. Dejar de mejorar un momento significa darle paso a los competidores. Es por eso que el kaizen no es sólo un proceso de mejora continua, es una opción estratégica fundamental para estar en condiciones de participar en la competencia por los mercados. Mejorar la forma en que servimos a los clientes, mejorar la forma en que utilizamos los recursos, mejorar no sólo los diseños, sino también la manera en que diseñamos los productos y servicios, mejorar los tiempos de respuestas y los niveles de calidad de los productos y servicios es la consigna del momento y del futuro.

Las organizaciones son y serán evaluadas por su capacidad de producir bienes y servicios de calidad, al menor costo, con máxima velocidad de respuesta y altos niveles de innovación.

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Lefcovich Mauricio. (2004, enero 2). Estrategia Kaizen. Recuperado de https://www.gestiopolis.com/estrategia-kaizen/
Lefcovich Mauricio. "Estrategia Kaizen". gestiopolis. 2 enero 2004. Web. <https://www.gestiopolis.com/estrategia-kaizen/>.
Lefcovich Mauricio. "Estrategia Kaizen". gestiopolis. enero 2, 2004. Consultado el . https://www.gestiopolis.com/estrategia-kaizen/.
Lefcovich Mauricio. Estrategia Kaizen [en línea]. <https://www.gestiopolis.com/estrategia-kaizen/> [Citado el ].
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