Cómo le puedes explicar a tus hijos que tu no fuiste educado de la manera en la que ellos quisieran, sin tener que recurrir a comentar tus historias y hacer referencia a la forma en la que te educaron tus Padres.
Difícilmente podríamos opinar sin recordar; Lo que como Padres enseñamos es referencial a lo que vivimos, aún en aquellas historias en las que hemos cambiado algunos detalles por considerar que nuestros Padres se equivocaron, pero al final sigue siendo referencial.
Expresiones como; Cuando yo tenía tu edad o En mi generación, no son más que una forma de reconocer que somos ignorantes sobre lo que en la actualidad sucede en nuestra sociedad y sobre la forma de aceptar su evolución.
Bajo ninguna premisa lógica podríamos evaluar el presente con información del pasado, y tampoco podemos evaluar el pasado con información del presente; simplemente el mundo evolucionó y nosotros estamos haciendo el intento de evolucionar con él. Es por ello que estamos en desventaja, porque nuestros hijos nacieron en el presente. Lo que alguna vez para nosotros sería el futuro, para ellos es el hoy.
Somos nosotros los que debemos desarrollar la capacidad de adaptación. Para ellos es simplemente su hábitat; Si pretendemos que ellos se adecúen a nuestro pasado, estamos condenándolos a ser obsoletos y a vivir des-adaptados el resto de su vida.
Debemos tener claridad de que a diferencia de nosotros, el niño y el adolescente de hoy tiene muchos distractores, conflictos del Ser y tendencias contemporáneas que absorben la mayor parte de su esfuerzo mental. La cantidad de información que absorben en un día normal es muy superior a la que nosotros absorbíamos a la semana. Difícilmente le están poniendo atención a discernir entre lo correcto o lo incorrecto, el tiempo en el que ellos deben tomar decisiones es muy escaso en comparación al tiempo que nosotros tuvimos para decidir sobre los mismos aspectos. Por ejemplo.
- Decidir qué carrera estudiar. Hoy existen muchas opciones, en nuestro tiempo eran limitadas.
- Decidir qué canal de televisión ver. Hoy existen muchas opciones, en nuestro tiempo eran contadas.
- Decidir qué jugar. Hoy existen muchas opciones y la mayoría de ellas tienen un costo, (por lo que puede llegar a ser frustrante no poder costearlas); En nuestro tiempo la mayoría eran gratis.
- Decidir cómo vestirse. Hoy las tendencias y las modas cambian rápidamente; En nuestro tiempo subsistíamos con la misma ropa durante períodos de tiempo más largos.
- Decidir cómo comunicarse. Hoy es mucho más fácil y rápido, existe diversidad de opciones y medios. En nuestro tiempo hablábamos o escribíamos en papel.
- Decidir qué comer. Hoy existen muchas opciones y muchas teorías al respecto, sobre lo que es sano y lo que no lo es. En nuestro tiempo las opciones estaban en casa.
- Decidir cómo divertirnos un fin de semana. Hoy existen muchas opciones, modas y tendencias, la mayoría de ellas con costo. En nuestro tiempo pocas opciones y algunas de ellas eran gratis.
Estos solamente son ejemplos representativos de lo que para un niño o adolescente hoy significa ser parte de una sociedad y de un mundo que evoluciona. Sin hacer comparaciones sobre cual generación es o era mejor, es indiscutible que las cargas emocionales que se llevan hoy en día son mucho más complejas de las que nosotros tuvimos la suerte de no llevar.
La importancia de la ejemplificación radica en comprender que esas cargas emocionales que hoy tienen nuestros niños y adolescentes, se representan en actitudes diferentes a las que nosotros no estamos acostumbrados; con altos niveles de frustración por no poder obtener fácilmente una respuesta o un recurso.
Estas actitudes se reflejan a través de berrinches, molestias, silencio, tristeza, alegría, etc. Que para nosotros no tienen fundamento ni lo llegarán a tener, pero para ellos sí.
A todo esto debemos agregar que el niño y adolescente de hoy en día, vive en una constante comparación con sus similares, con muchos mensajes directos e indirectos que observan o escuchan a través de los medios de comunicación en general.
Nuestros hijos no son ajenos al mundo y no entenderán nuestra explicación sobre el pasado y sobre los razonamientos que nosotros tratemos de introducir en su mente.
En lo único en lo que nosotros sin duda vamos adelante es en la comprensión y práctica de principios y valores, lo cual nos pone en ventaja sobre ellos. Aquí si es indispensable hacer alusión a nuestra generación, para nosotros si era muy importante la perfección de lo moral sobre lo racional.
Todos los que alguna vez fuimos niños y adolescentes; en nuestra edad adulta hemos llegado a comprender la importancia de la aplicación de principios y valores en nuestra vida, en lo que hacemos, en lo que pensamos, en lo que decimos y sobretodo en lo que decidimos.
Educar a nuestro hijos con un enfoque inter-generacional, es un reto que a la vez nos obligará a actualizarnos y a disfrutar mas de la evolución de la sociedad y de las tendencias que estamos viviendo y que aún vamos a vivir.
El reto es llegar a ser más participativos que impositivos en el proceso de enseñanza /aprendizaje, adecuándonos nosotros a las tendencias de cambio constante en las que viven nuestros niños y adolescentes, comprender que para ellos debemos ser parte de la evolución y no ejemplo de involución.