El miedo es una limite invisible, que ciega nuestros sentidos, nos impide sonreír, es una barrera espacial que si te detienes un momento observas que no es firme, no posee color ni sabor, es tan insípida y triste que muchas veces le damos más valor que a lo que verdaderamente nos podría regalar muchas sonrisas, generalmente nuestros miedos vienen de situaciones pasadas que no se comparan con tu presente o con tu decisión al cambio, cuantas veces tenemos miedo a experimentar algo agradable, algo que soñamos, por traer como referencia situaciones pasadas, detente un momento, reflexiona quien eras en ese momento, quien decides ser hoy, sigue tus sueños, inténtalo tantas veces como puedas que la perfección no existe, lo único que existe es la alegría de intentar, la alegría de vivir y compartir, busca ese trabajo que anhelas, estudia lo que deseas, vuelve a enamorarte, práctica lo que le regale bienestar a tu alma.
Para tu corazón no existen obstáculos, los obstáculos los trae la mente, nuestros pensamientos arcaicos, rodeados de falsas creencias, rompe los esquemas, decide hacer actividades agradables, recuerda que para ser feliz el tiempo no está contado, no existe límite de edad, la única fuerza que existe es las ganas de empezar, de sonreír, conviértete en tu propio genio.
Comienza a regalarte los deseos de la lámpara maravillosa “tu corazón”.
Que tu mente las visualice y concrete. Y cuando se aparezca nuevamente el miedo a tu vida habla con él y coméntale que viniste a vivir que por favor no intente detenerte, que desde ahora en adelante serás tu propio genio.
