Promoción de la salud. Fundamentos científicos, morales y jurídicos

Las transformaciones económicas, políticas, sociales y demográficas operadas en el mundo han complejizado e identificado nuevos problemas en las condiciones de salud.

En este sentido se hace necesario que su promoción y educación se identifique como un bien social, de ahí que en el presente trabajo se analizan las bases científicas: filosóficas, económico legales, pedagógicas, psicológicas y médicas que la fundamentan. Asimismo, se valora la relación de estas bases con las normas morales y jurídicas que se tendrán en cuenta para conservar y fortalecer la salud a escala social.

Introducción

Como resultado del proceso de transformación económica, política, sociocultural y demográfica que se ha operado en el mundo las condiciones de salud se presentan con gran complejidad y se identifican problemas que no pueden ser atendidos solamente desde la perspectiva tradicional que ha caracterizado la atención médica. En este contexto se hace necesario que todos los sectores desarrollen iniciativas que propicien la creación de entornos más saludables.

La promoción de la salud se presenta entonces como una estrategia que la desarrolla como un bien social, responsabilidad de los gobiernos, instituciones y de cada ciudadano; aparece como una mayor alternativa para que los países en desarrollo logren equidad en este sentido, impulsando las iniciativas y acciones individuales y colectivas para vivir con más salud cada vez, mejorar continuamente, alcanzar bienestar creando las condiciones para una vida saludable, base fundamental para un mayor desarrollo intelectual y de las potencialidades personales de los hombres que en formación hay, son el potencial del desarrollo de las fuerzas productivas mañana.

En una parte de la constitución de la Organización Mundial de la Salud se expresa la extraordinaria importancia que tiene la colaboración activa de la sociedad en el mejoramiento de la salud del pueblo, por lo que no puede dejarse esta labor sola al médico escolar o al promotor de salud escolar, pues el maestro es el que ejerce en forma directa su influencia en el educando, teniendo el encargo social de contribuir a la formación integral y multifacética de las nuevas generaciones aprovechando convenientemente las posibilidades y potencialidades del currículo, la organización escolar y el Movimiento Escuelas por la Salud entre otros, para darle cumplimiento al Programa Director de Promoción y Educación para la Salud en el Sistema Nacional de Educación que se articula con el de Educación para la Vida y Sexualidad Responsable y Feliz.

En este sentido es significativo entender que la promoción de la salud exige trabajar en las dimensiones fundamentales del desarrollo humano: equidad, sustentabilidad, productividad, potenciación, cooperación y seguridad, en el fortalecimiento del bienestar a través de procesos centrales tales como la descentralización, la intersectorialidad y la participación comunitaria que solo es realidad cuando los miembros de una colectividad (actores sociales) identifican sus problemas, deciden qué hay que hacer y cómo y participan en las acciones que le dan solución.

La educación para la salud es un proceso que cambia o refuerza un pensamiento, actitud, valor o comportamiento para proporcionar y mantener un estado de salud del individuo, grupo o comunidad. Con la educación para la salud se trata de que las personas obtengan un sentido de responsabilidad de su propia salud, adquieran habilidades para analizar y solucionar sus problemas y clasificar sus valores relacionados con el tema.

Promoción y educación para la salud es crear ambiente de vida, de trabajo, de estudio, de descanso, que permita unir los lazos de solidaridad, de compañerismo, de satisfacción. Es desarrollar la conciencia de la unidad que los hombres tenemos con la naturaleza y, por consiguiente, que la conservación de los recursos naturales es para beneficio de todos.

Cada una de nuestras acciones influye favorablemente o no sobre nuestra salud y tiene gran importancia por estar orientada a la formación de la personalidad desarrollada armónica e integralmente, hombres conscientes, capaces mental y físicamente saludables y cultos, que transformen productivamente el ambiente natural y social y que puedan transformarse a sí mismos de manera creadora.

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Lo cual permite plantear que la educación para la salud ocupa un papel central entre los componentes de la promoción de salud, mientras se da un carácter opcional al apoyo de tipo organizativo, económico y a otros tipos de apoyo del ambiente en dependencia de cuál de ellos se necesite para combinarlo con la educación para la salud.

Promoción y educación para la salud es lo más integral, es de la sociedad en su conjunto, lo que más impacto tiene en las raíces de la salud y la vida. Por este razonamiento va más allá de los servicios que presta el sector salud, para penetrar en la vida misma del individuo, familias, barrios y comunidades. Es una acción permanente, que se desarrolla día a día con la voluntad y participación de todos, De ahí que el objetivo fundamental del presente trabajo esté dirigido a analizar los fundamentos científicas morales y jurídicos de la educación para la salud en el contexto social.

Desarrollo

Se ha reconocido que promover salud es posible dándoles a los pueblos los conocimientos, las vías y desarrollándoles la capacidad necesaria para buscar formas y adoptar comportamientos sanos, tarea en la que juega un importante papel el compromiso, la influencia y las decisiones políticas del estado y sus instituciones.

Estos aspectos fueron discutidos en la Primera Conferencia Internacional de Promoción de Salud (Ottawa, Ontario, Canadá, Nov 21, 1986) la cual sirvió de apoyo a la declaración de Alma Ata, 1978. Como resultado, se publicó la Carta de Ottawa para la promoción de la salud, que ha sido fuente de orientación e inspiración en ese campo desde entonces, en las restantes conferencias internacionales subsiguientes. (Adalaide, 1988), (Sundsvall, 1991),(Yakarta, 1997) Y (Ciudad México, 2000).

De acuerdo a la Carta de Ottawa, la promoción de salud consiste en “proporcionar a los pueblos los medios necesarios para mejorar su salud y ejercer un mayor control sobre la misma” (1) y plantea como requisito fundamental para la salud, la paz, la educación, la vivienda, la alimentación, el ingreso, un ecosistema estable, la conservación de los recursos, la justicia social y la equidad.

Se valora la promoción de la salud como un medio de conseguir salud para todos, pero no se percibe como un objetivo. Al ampliar la definición, la Carta de Ottawa señala: “…para alcanzar un estado adecuado de bienestar físico, mental y social un individuo o grupo debe ser capaz de identificar y realizar sus aspiraciones, de satisfacer sus necesidades, y de cambiar o adaptarse al medio ambiente” (2).

Lo cual deja claro la relación entre las condiciones de vida, la salud y la concepción de la salud como un hecho positivo que debe ser buscado activamente en un proceso condicionado social y ecológicamente, además reconoce a las personas y grupos como sujetos activos en la construcción de su propia salud.

Un estudio de los criterios sostenidos desde Ottawa, Ontario, Canadá,1986 hasta la V Conferencia Internacional sobre Promoción de la Salud, organizada en Ciudad México, junio 5-9, 2000 nos permite entender que la salud es un resultado de los procesos sociales y políticos, se logra con la participación de todos los sectores que al trascender el marco del sector salud; significa impartir responsabilidades y potenciar la participación y capacidad de decisión en todas las etapas del proceso de mejoramiento del nivel de vida, lo cual es evidente en la Resolución sobre Promoción de Salud (WHA 51-12) aprobada en la Asamblea Mundial de Salud, mayo, 1998; así como en la Declaración de Medellín, 1999, en el III Congreso de las Américas de Municipios y Comunidades Saludables. Marzo 8-10, 1999.

A escala general, promoción de salud representa un concepto unificado que reconoce la necesidad de cambios de manera y condiciones de vida a fin de lograr salud.

Para promover salud, lo fundamental es la participación activa de las personas en la modificación de las condiciones de vida; lo que conduce al incremento de la cultura de la salud y al desarrollo humano que significa: adquisición de conocimientos, vida prolongada, saludable, acceso a los recursos necesarios y entrenamiento personal para asumir consciente y responsablemente esa participación; los resultados de este proceso pueden ser más eficientes si se inicia desde las edades más tempranas y se mantiene de forma sistemática a lo largo de su permanencia en el sistema educacional y de toda la vida.

La promoción de la salud es entonces una estrategia de mucho valor para desarrollar la cultura en salud, porque permite dar conocimientos y desarrollar habilidades de adaptación y transformación para el enfrentamiento constructivo a la vida y sus agentes estresores; de entrenar a las personas para modificar el medio, mejorar el comportamiento y los estilos de vida sin comprometer la calidad de vida de las generaciones futuras.

La capacidad de actuar para la salud propia es una cualidad personológica que puede ser desarrollada en toda su magnitud, a través de un proceso de educación que contemple esa meta entre sus objetivos; no es casual entonces la determinación de la educación entre los requisitos para alcanzar la salud. La entrega de información y la promoción del conocimiento es uno de los valiosos instrumentos para la participación y los cambios de los estilos de vida, sin duda en esta opción para el desarrollo, individual y social la escuela es un espacio ideal para que se produzca, una parte importante de esa valiosa entrega.

Como se ha visto, en el ámbito y las perspectivas de la educación para la salud esta se orienta hacia el enfoque, cada vez más social. De ahí la necesidad de conocer los fundamentos de esta especialidad.

Fundamentos filosóficos

Los fundamentos filosóficos son la Filosofía Marxista-Leninista, la Economía Política y el Comunismo Científico que la caracteriza por determinar:

  1.  La orientación básica, su función en la sociedad socialista.
  2.  Su carácter multidisciplinario y partir de la unidad y compenetración entre los factores sociales y biológicos a la hora de investigar los fenómenos higiénicos sanitarios.
  3.  La solución de los problemas relativos a la relación existente entre el ser humano y la conciencia en salud.
  4.  La conducta sanitaria como categoría social.

Fundamentos económicos y legales

Representan las conclusiones científicas de la economía política marxista y de las ciencias del derecho y el estado sobre las interrelaciones legales, políticas y estatales reflejándose en una economía planificada, donde las relaciones estatales y legales constituyen una parte de la estructura social siendo condicionada por la base económica de la sociedad. Garantizando el derecho a la salud de sus ciudadanos y, más que eso, lo compromete a mantenerse dentro de un ambiente sano. Esto incumbe tanto al individuo en particular, como a las instituciones de la administración y la economía y sus representantes. Los ciudadanos tienen protegida su salud y garantizada la información higiénico-médico, existiendo leyes y otras prescripciones legales que establecen la obligatoriedad de llevar a la práctica la educación para la salud como es evidente en el contenido de la Ley Nº41 “Ley de la Salud Pública”, en el Capítulo III, sección segunda. Artículo 55 y 56.

Fundamentos sociológicos y social-psicológicos

Están constituidos por las conclusiones, conceptos, hipótesis y teoría científica de la Psicología Social que se aplican a la teoría y la práctica de la educación para la salud. Las conclusiones de la Sociología y la Psicología social permiten a la educación para la salud investigar fenómenos sociales, que influyen en la cultura en salud.

Fundamentos pedagógicos-psicológicos

Representan los datos científicos sobre la esencia, objetivos, contenidos, métodos y medios, así como sobre las condiciones de la educación en sus relaciones mutuas, además de las particularidades de la conducta y de las motivaciones. Desde este punto de vista pedagógico-psicológico se revelan los principios didácticos y las leyes del aprendizaje de la educación para la salud en la escuela, estableciéndose la relación entre salud pública y sociedad.

Fundamentos médicos

Resumen los resultados de los conocimientos médicos sobre protección y prevención y el fomento o el restablecimiento de la salud individual y colectiva, con vista a su aplicación en la educación para la salud.

Los conocimientos médicos constituyen la base del contenido de la educación para la salud, para el trabajo individual, en grupos y masivos. Existiendo una estrecha relación entre los objetivos, contenidos y métodos de la educación para la salud.

Los conocimientos teóricos fundamentales son conceptos no específicos, generales relativos a la salud que proceden de diversas ciencias, y otras específicas para la educación para la salud. Lo cual está muy bien recopilado en el libro Diccionario Terminológico de Educación para la Salud, del Centro Nacional de Educación para la Salud, del cual se han tomado los siguientes conceptos teóricos fundamentales de la educación para la salud y sistema de orientaciones de valor con respecto a la salud.

La definición de la Organización Mundial de la Salud. “Salud no es solo ausencia de enfermedad, sino también un estado caracterizado por un complejo estado de bienestar social, psíquico y físico” (3) supone una vida prolongada y plenamente satisfecha, y la integración social de cada miembro a la sociedad.

Del cual podemos derivar importantes conclusiones científicas fundamentales a tener en cuenta en la educación para la salud:

  •  La salud no es un estado genéticamente determinado, fatalista e invariable. Depende de las particularidades individuales, de la formación social y del nivel de responsabilidad de cada miembro en la sociedad.
  •  La salud se puede mejorar sobre la base de un régimen de vida activo, de una conducta en salud correcta y de la preocupación constante de cada cual por conservarla y fortalecerla.

Salud y Personalidad.

Proceso que incluye la actitud del hombre ante la salud, y que se determina en gran medida por lo específico de la formación social. La sociedad socialista se caracteriza por la actitud consciente ante la salud, por la posibilidad de desarrollar al máximo los rasgos individuales y de desplegar de manera óptima todas las potencialidades físicas y psíquicas de acuerdo a las condiciones individuales.

Estas exigencias se justifican en forma de normas morales y jurídicas. Siendo las más importantes:

  •  La participación activa en el cumplimiento de las medidas relativas a la protección de la salud al nivel de toda la sociedad.
  •  La disposición de hacer todo lo posible por proteger y fortalecer la salud propia, la de la familia, la del colectivo y la de toda la sociedad.

Consistiendo en una de las tareas de la educación para la salud lograr el cumplimiento de estas exigencias en el proceso de educación y autoeducación dirigido por la sociedad.

Cultura para la salud.

Suma de rasgos, que caracterizan la información sobre cuestiones higiénico-médicas y la conducta a seguir por el hombre en cuanto a la higiene, así como el nivel de su actividad social en el campo de la protección de la salud y de un ambiente sano; es al mismo tiempo un componente de la cultura en general en estrecha relación con la economía, la política y la ideología, donde se manifiesta:

  •  El grado de conciencia relacionado con la conservación y fortalecimiento de la salud individual, colectiva y social.
  •  Un régimen de vida sana.
  •  Condiciones de vida y trabajo que permiten el fomento de la salud.
  •  Participación activa en el cumplimiento de las medidas de prevención de enfermedades.
  •  Agente activo en la lucha contra las enfermedades.
  •  La actividad física, como la psíquica y la social, ejerce su influencia en los procesos fisiológicos y en las funciones del organismo y con ello también, en la salud y en el bienestar del hombre.
  •  El estado social y biológico influye en la conducta del hombre, en la capacidad de rendimiento en particular, y en la economía nacional en general.

Modo de vida sana.

Conducta en salud basada en las normativas higiénico-sanitarias científicamente fundamentadas, orientadas a la conservación y fortalecimiento de la salud, el aseguramiento de un elevado nivel de la capacidad de rendimiento y al logro de una vida activa y prolongada.

Los aspectos fundamentales del modo de vida sana son:

  •  Organizar la vida de manera que se pueda fomentar la salud de modo permanente, lograr una adecuada proporción entre la actividad física y mental.
  •  Cultura física y deporte.
  •  Alimentación sana.
  •  Distracción adecuada.
  •  Relaciones humanas armónicas.
  •  Conducta sexual responsable.
  •  Higiene personal y colectiva.
  •  Actitud responsable ante la protección del medio ambiente.
  •  Actitud de rechazo a los hábitos dañinos para la salud. (las adicciones al tabaco, al alcohol, la farmacodependencia y el uso irracional de medicamentos).

Estos aspectos interrelacionados elevan la capacidad de adaptación del organismo a mantener, fortalecer y restablecer la salud y la capacidad de rendimiento. Al mismo tiempo contribuye a la prevención de enfermedades no transmisibles y transmisibles.

Normas de comportamientos para la salud.

Patrones de la conducta que posibilitan un mejor fomento de la protección y el fortalecimiento de la salud, donde se establecen las necesidades fundamentales del hombre en relación con la salud desde el punto de vista de la concepción médica y de la salud pública. Son normas de comportamiento social que se refieren a la salud y a la enfermedad y tiene las siguientes condiciones:

  •  Objetivos de la protección de la salud con su importancia social, e inclusión de la salud en la escala de orientaciones de valores de la sociedad.
  •  Regulación y ejemplos de comportamientos relacionados con la salud y la enfermedad.
  •  Acciones encaminadas al cumplimiento de estas normas o corrección de comportamientos de riesgos (negativos) para la salud.

A la educación para la salud le corresponde transformar estas normas en intereses, necesidades, habilidades y hábitos del hombre, con el cultivo de sus necesidades principales en relación con la salud y su conservación en índices de la cultura en salud de la personalidad, así como con el logro de un nivel óptimo desde el punto de vista de la medicina y de la sociedad. No solo prestar atención al comportamiento del individuo, sino también a los factores ambientales y sociales inmediatos que influyen en dicho comportamiento y a la influencia que la familia y la comunidad ejercen sobre el comportamiento de la persona.

Conciencia de la salud.

Componentes de la cultura para la salud, que expresa el grado de conocimientos que posee el hombre en cuanto a la salud, sobre la base de los conocimientos acerca de la importancia de las medidas de prevención para la protección y el fortalecimiento de la salud, siendo evidente en su actividad práctica.

La misma está constituida principalmente por:

  •  La comprensión del rol que desempeña la salud en el hombre y en la sociedad y la adquisición de conocimientos científicos fundamentales de prevención para su protección y ortalecimiento.
  •  Conocimientos de las políticas de salud orientadas por el Estado.
  •  El reconocimiento de las normas de la cultura para la salud en la actividad del hombre.
  •  El desarrollo de una conducta positiva ante la salud que refleje un comportamiento adecuado con alta percepción del riesgo.

Actitud ante la salud.

Es una predisposición mental adquirida y duradera más o menos fuerte a objetos, personas o situaciones que determinan entre otras cosas la conducta del hombre ante la salud, esta se caracteriza por las reacciones del individuo ante la disposición de la medicina y ante su nivel de disposición para accionar al respecto.

Por lo cual la actitud ante la salud incluye:

  1.  La salud individual y colectiva, requisitos y posibilidades para su protección y mejoramiento.
  2.  La motivación de los criterios, intereses y convicciones.
  3.  El tipo de actitud ante la salud: Indiferente, normal (racional), exagerada.
  4.  El grado de uniformidad en la adquisición de conocimientos de prevención de las enfermedades en salud.

La educación para la salud está encaminada a desarrollar actitudes positivas en relación con la salud desde edades tempranas, desarrollando una motivación a participar activamente en la protección de la salud y en adquirir los conocimientos necesarios al efecto teniendo en cuenta los componentes de las actitudes: Cognoscitivo (opinión, creencias, conocimientos), afectivo (sentimientos, emociones).

Motivación de la conducta ante la salud.

Son las condiciones y procesos, cuya interacción es determinante en la fundamentación y puesta en práctica de la conducta ante la salud, del comportamiento de un modo determinado.
La educación para la salud analiza las causas y condiciones que permiten el desarrollo de la motivación para desarrollar una actitud activa y objetiva del individuo en las cuestiones relativas a la protección de la salud.

Conducta ante la salud.

Acciones del hombre dirigidas a fortalecer, mantener o restablecer la salud, abarcando la actividad, la acción con efectos positivos o negativos sobre la salud incluyendo:

  •  El modo de vida.
  •  La conducta práctica creando las condiciones que contribuya al fomento de la salud.
  •  La conducta en el cumplimiento de las medidas de prevención dictadas por Salud Pública.
  •  La conducta en caso de enfermedad.
  •  Comprensión de la interrelación entre autocuidado y prevención de enfermedades.

La conducta positiva ante la salud, refleja la motivación adecuada, alto grado de conciencia, de la responsabilidad ante su salud y la de los demás miembros de la sociedad, con énfasis en la prevención orientada hacia la protección de la salud.

Conocimientos higiénicos.

Elemento de la cultura para la salud; nivel de información sobre cuestiones relativas a la protección y el fortalecimiento de la salud en correspondencia con las normas de conducta correctas ante la salud y las necesidades higiénicas.

En este sentido la educación para la salud tiene una decisiva importancia. Los conocimientos desarrollan en el hombre criterios, motivos y orientaciones relativas al valor en las cuestiones de salud, y constituyen base para la conducta ante la misma permitiendo el desarrollo de habilidades y hábitos higiénicos.

Todo esto refuerza lo que sobre la salud Fernando González Rey en su libro Personalidad, Modo de vida y Salud plantea:

“Es un complejo proceso cualitativo que define el funcionamiento integral del organismo, integrándose de forma sistémica lo somático y lo psíquico, formando una unidad donde la afectación de uno actúa necesariamente sobre el otro.

En la salud humana, la optimización en el funcionamiento de los distintos sistemas del organismo, somático y mentales, garantiza tres aspectos básicos que debe integrar la comprensión de la salud, estos son:

• Experimentar bienestar, sentirse bien, motivado hacia la vida, con intereses definidos hacia actividades y personas concretas.
• Ser capaz de auto regularse a partir de una cultura sanitaria efectiva.
Expresar un modo de vida sano, donde las actividades concretas que se realicen ayuden al proceso de optimización de las funciones somáticas y psíquicas sintiéndose el sujeto implicado en ella.
• Que es el estado actual del organismo, representa un momento esencial de la optimización futura de los mecanismos y procesos implicados en la salud humana.”(4)

Formulándose una definición general de educación para la salud que se asume.

“Como actividad formativa y educativa, dirigida al desarrollo de una actitud consciente y responsable por parte del hombre ante el fomento, conservación y restablecimiento de la salud y la capacidad de rendimiento. La educación para la salud ejerce su influencia sobre los conocimientos, criterios, convicciones, motivos y actitudes del hombre en relación con la salud y la enfermedad, y es al mismo tiempo un componente de la formación y educación general y del sistema específico de la protección de la salud en particular”. (28)

La Organización Mundial de la Salud define este concepto “como un campo especial de las ciencias médicas y de la salud pública cuyo objetivo es la transmisión de conocimientos y el desarrollo de una conducta encaminada a la conservación de la salud del individuo, colectiva y de la sociedad”. (29)

Conclusiones

• El ámbito y las perspectivas de la educación para la salud se orienta hacia el enfoque, cada vez más social. De ahí que se reconozca entre sus principales fundamentos los filosóficos, económicos y legales, sociológicos y social-psicológicos, médicos y pedagógicos-psicológicos.

• Para conservar y fortalecer la salud a escala social se requiere la promoción de aspectos morales y jurídicas sobre salud y personalidad, cultura para la salud, modo de vida sana, normas de comportamientos para la salud, conciencia de la salud, actitud ante la salud, motivación de la conducta ante la salud, y conocimientos higiénicos.

Referencias bibliográficas

1. Organización Mundial de la Salud: Carta de Ottawa para la Promoción de la Salud, 17-21 noviembre – Ottawa, Ontario, Canadá, 1986. p 2.
2. Ibidem. p. 7
3. Ministerio de Salud: Diccionario Terminológico de Educación para la Salud, CNPES, La Habana., 1983. p 45.
4. Fernando González Rey: Personalidad, Modo de Vida y Salud. Editorial “Félix Varela”, La Habana, 2003. p 6.

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Méndez González Reinol Alberto. (2008, septiembre 24). Promoción de la salud. Fundamentos científicos, morales y jurídicos. Recuperado de https://www.gestiopolis.com/promocion-de-la-salud-fundamentos-cientificos-morales-y-juridicos/
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Méndez González Reinol Alberto. Promoción de la salud. Fundamentos científicos, morales y jurídicos [en línea]. <https://www.gestiopolis.com/promocion-de-la-salud-fundamentos-cientificos-morales-y-juridicos/> [Citado el ].
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