Enfoques pedagógicos para la educación ambiental

En el diagnóstico realizado se constató que los miembros de la comunidad San Juan y Martínez no eran portadores de un proceso adecuado de educación Popular Ambiental (EPA).

La realidad estaba caracterizada por la realización de acciones aisladas de forma irregular, convocadas, asistémicas y descontextualizadas, en tanto no se sustentaban en una estructura secuenciada y dinámica para la construcción de saberes a partir de su propia realidad. En tal sentido la presente investigación puso su acento en: fundamentar una concepción metodológica del proceso de educación popular ambiental de la comunidad, la que mediante sus fases componentes, que a su vez constituyen ejes dinamizadores del proceso de educación, participación, comunicación, compromiso e integración, garantice el carácter sistémico, contextualizado, secuenciado y dinámico de dicho proceso. Los resultados obtenidos se han sistematizado y se presentan en el presente trabajo como experiencias válidas a tener en cuenta para el debate científico popular.

Introducción

Una rápida revisión de los hechos ocurridos en las últimas décadas revela que algunos temas aparecen cada vez con mayor frecuencia, estos son los relacionados con los diferentes aspectos del desarrollo, asociados a lo político, social, ambiental y a los profundos cambios de la economía mundial donde se destaca la consolidación de un espacio mundial globalizado de forma neoliberal que culmina un proceso secular marcado por la expansión constante de las relaciones capitalistas de producción y favorecido por el amplio desarrollo de las nuevas tecnologías de la información y las comunicaciones.

“Por otra parte, la educación adquiere cada vez mayor importancia en el mundo, no sólo en lo relativo a la producción de conocimientos, su socialización e introducción, sino también en el desarrollo de las capacidades humanas y la formación de valores”. (González G. M., 2003:1).

“La educación se ha convertido, de esta forma, en motor principal de desarrollo de nuestra sociedad. Los procesos educativos adquieren trascendencia y fuertes implicaciones hacia el futuro, en particular en el escenario local, donde la comunidad constituye un espacio que concentra y a la vez refleja las múltiples facetas del desarrollo social.

En tales condiciones, las Nuevas Tecnologías de la Información y las comunicaciones, junto a los nuevos programas sociales de la Revolución, se convierten en aliadas potenciadoras de tal empeño.” (González G. M., 2003:1).

Al estudiar en particular la situación del estado actual de la Educación Popular Ambiental en la comunidad San Juan y Martínez, se observó una situación problemática consistente en: el escaso conocimiento ambiental y sobre desarrollo sostenible en la población, generado por la inexistencia de un proceso educativo, teórico y práctico a través de la participación e investigación de su propia realidad con un carácter sistémico y contextualizado, lo que repercute en los bajos niveles de educación, participación, comunicación, compromiso e integración en la solución de los problemas ambientales, limitando el desarrollo sostenible de la comunidad.

En correspondencia con ello se planteó el siguiente problema: ¿Cómo concebir el proceso de educación popular ambiental de la comunidad que permita de forma sistémica y contextualizada un mayor nivel de educación, participación, comunicación, compromiso e integración de la población y el resto de los actores sociales para la transformación del modo de actuación frente al medio ambiente?

Partiendo del problema se formuló el siguiente objetivo general: Fundamentar una concepción metodológica para el proceso de educación popular ambiental de la comunidad que contribuya de forma sistémica y contextualizada a elevar los niveles de educación, participación, comunicación, compromiso e integración de la población y el resto de los actores sociales para la transformación del modo de actuación frente al medio ambiente.

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A los efectos del presente trabajo los objetivos específicos que nos proponemos son los siguientes:

  1. Analizar el marco teórico y conceptual de la Educación Popular Ambiental para la determinación de las características esenciales de una educación para el desarrollo sostenible.
  2. Socializar los resultados de la experiencia desde las realidades de nuestro contexto.

Bases teóricas de la Educación Popular Ambiental (EPA).

La educación popular ambiental en América Latina, según Muñoz, (2003:30), se ubica a mediados de la década del 80 del siglo XX, y alcanza una mayor expresión a finales de esta década y principios de la siguiente, cuando comienza la interrelación entre el ambientalismo y la educación popular, a partir de cuestionamientos al comportamiento de algunos grupos ambientalistas, que insistían en actuar al margen de los problemas cotidianos de las comunidades, y grupos comunitarios que no tenían la cuestión ambiental como eje de su trabajo.

Al respecto Figueredo J., (2008: 320) plantea lo siguiente: (…)”estábamos buscando maneras de implementar una nueva lógica de pensamiento que diera cuenta de una educación popular que incorporaba las relaciones sociedad naturaleza, o una educación ambiental que incorporaba la dimensión político participativa de la educación popular”.

“Era claro entonces, que continuábamos hablando de una educación popular que tributaba a la educación ambiental y viceversa. Sin embargo, no teníamos conciencia de que ya –desde algunas de nuestras prácticas educativas, condicionadas por las demandas, necesidades y exigencias de nuestro contexto socionatural- estábamos construyendo la teoría de nuestra educación popular ambiental”. (Figueredo J., 2008: 320).

Estas ideas continuaron su evolución desde los 90 del pasado siglo, hasta nuestros días, en la línea de pensamiento de otros muchos autores como Viezzer, Ovalles, (1990), entre otros, incluso incorporándole los principios educativos de Paulo Freire, como lo realizó (Castro E, 1997).

En términos conceptuales pudiéramos decir que la (EPA) debe su nombre a dos corrientes afines, del lado materno la Educación Ambiental, del lado paterno la Educación Popular. (Reyes J., 1994) en la Asamblea del Consejo de Educación de Adultos para América Latina (CEAAL), de la Red de Educación Popular y Ecológica (REPEC), establece que: “la Educación Popular Ambiental es una síntesis que incorpora los planteamientos ecológicos de la Educación Ambiental y lo socio-político de la Educación Popular”.

Sin embargo, ello no se refiere a una simple suma mecánica de los aspectos deficitarios de uno u otro, “tal incidencia no consiste en simplemente añadir a la educación popular contenidos referidos a la ecología, como lo ven muchas personas desde sus percepciones sobre lo ecológico y lo ambiental. Ni agregar a la educación ambiental contenidos sobre la educación popular y técnicas participativas, lo que también está presente en el imaginario de algunos educadores y educadoras de Cuba.

El asunto es más complejo. Se trata en realidad de un aporte mutuo que incorpora la idea de transformar el sistema de saberes y los paradigmas del conocimiento hacia una comprensión renovada del ambiente humano que tribute a relaciones armónicas dentro del sistema sociedad-naturaleza”.

Castro A, (1994:25) define la EPA de la siguiente manera: “es un proceso permanente que desde una perspectiva política proporciona elementos teóricos y prácticos con la finalidad de modificar actitudes, elevar la comprensión y enriquecer el comportamiento de los sectores populares en sus relaciones socioculturales y con el medio biofísico, en vías de la construcción de sociedades sostenibles, que con equidad social, respondan a las particularidades culturales y ecológicas existentes”.

Leff E, (1995:20) por su parte plantea, que “la EPA va más allá de los planteamientos de la educación popular crítica y la pedagogía de la liberación, para plantear nuevas vías para la construcción, la transmisión y la apropiación de saber. Lo que plantea la necesidad, de internalizar en la ciencia de la educación los conceptos de medio ambiente, el análisis de la complejidad y los métodos de la interdisciplinariedad, transformando así las prácticas pedagógicas”.

Dentro de estas conceptualizaciones encontramos los trabajos de Castro E, (1997:76) que sostiene que la metodología de la educación ambiental está muy relacionada con los principios educativos de Paulo Freire donde “el profesor abandona un lenguaje, descripciones, categorías y conceptos para analizar la situación del alumno y desarrolla un proceso dialogal a partir del cual los alumnos empiezan a enunciar sus propias vidas: sus relaciones sociales, económicas y políticas”.

Contempladas algunas bases conceptuales que fundamentan su respuesta e intencionalidad educativa ante el carácter complejo, sistémico y multicausal de la problemática ambiental, se está en condiciones de analizar algunos enfoques pertinentes a la problemática de nuestro país.

De acuerdo con Figueredo J., (2008), estos son:

El enfoque ecológico: este se refiere a una cosmovisión del mundo sobre lo ecológico, se origina a partir de la crítica al desarrollo industrialista de las sociedades capitalistas, sus actitudes consumistas, reproducidas por el propio mecanismo de mercado que hoy opera a nivel global.

Por lo tanto “no acepta aquellas visiones reduccionistas que simplifican la interpretación de la problemática ambiental al deterioro de los recursos naturales (…). Las relaciones sociales de género, clases, razas y etnias, también se incorporan como partes sustanciales dentro de las problemáticas del sistema sociedad-naturaleza”. (Figueredo J., 2008: 339).

Según este enfoque, como se puede apreciar de lo antes dicho, las relaciones de lo económico, político, cultural y natural tributan a que lo ecológico deje de ser circunscrito a la naturaleza. Así entonces la tala de un árbol, nos debe conducir no sólo al mundo de las relaciones naturales, sino que implica el análisis de diferentes elementos de un sistema de interconexiones multicausales de los elementos sociales, culturales, políticos, económicos y naturales.

El enfoque marxista: tiene su anclaje en el cuestionamiento de las categorías marxistas sobre el desarrollo, las que se hacen objeto de crítica condicionado, entre otros factores, por el descrédito adjudicado por la caída del socialismo real en la ex Unión Soviética y por el fracaso de los modelos desarrollistas de América Latina en los ochenta y principios de los noventa.

Sin embargo, existe otra tendencia que reivindica el marxismo, esta reconoce que la base metodológica el marxismo continúa en las actuales condiciones ofreciendo una explicación a los diferentes problemas de la relación sociedad naturaleza que se presentan, asumiéndolo como reflexión crítica para la construcción colectiva de conocimientos que se gestan en las prácticas locales, regionales y globales.

El reto de la educación popular ambiental en la incorporación de este enfoque reside, a decir de Figueredo J., (2008), en que no sea asumido bajo la forma unidireccional de transmisión de contenidos, sino, como una teoría más que dialoga con nuestras prácticas y experiencias de la vida concreta, que tributen al aprendizaje de nuestro saber ambiental.

El enfoque pedagógico: es en nuestra opinión, coincidente con otros autores, uno de los más importantes a tener en cuenta en nuestras prácticas educativas.

Este parte de la estrategia de aprender a aprender la complejidad ambiental, ello significa el desarrollo de las capacidades de auto análisis, autorreflexión crítica de su realidad, autogestión y auto desarrollo para la búsqueda de soluciones a las problemáticas de sus realidades.

El proceso educativo que se desencadena bajo este enfoque desde la educación popular ambiental debe: “movilizar verdaderamente a los individuos en el mejoramiento de sus realidades desde lo afectivo, corporal, intelectual, conductual, desde su cultura (…). Y desde tal movilización promover una verdadera articulación que posibilite el acceso a las personas a entidades colectivas de toma de decisiones, para hacer valer sus propuestas de solución a las problemáticas socioculturales”.

Acercamiento a la Educación Popular Ambiental en Cuba.

La educación popular ambiental cubana, -sin la pretensión de adentrarnos en profundidad en un análisis histórico sobre su origen-, cuenta con características distintivas, condicionadas por los contextos históricos que la demandaron, que marcan diferencias profundas respecto a los países de América Latina.

Si bien es cierto que el proyecto revolucionario cubano ha generado las condiciones socioculturales, políticas y económicas, para ejercer el poder político, basadas en la justicia y equidad social, humanas, solidarias, de cuidado y conservación de los recursos naturales, también es cierto que se manifiestan una serie de limitaciones que han incidido decisivamente en la asunción de la EPA en Cuba, estas son:

  1. Si bien la educación ocupa un lugar privilegiado, que como es conocido constituye una herramienta para la transformación de las realidades y modos de actuación existentes, esta no ha asumido del todo una relación sistémica sociedad-naturaleza, para un desarrollo armónico en este sentido. (Figueredo J., 2008).
  2. La crisis económica de los años noventa del pasado siglo generó carencias de recursos básicos provocando un cambio sustancial y abrupto en nuestros sentidos en las relaciones sociales y para con nuestro entorno natural.
  3. Aún es débil la coherencia e integración de los actores directos de la comunidad en torno a las cuestiones medio ambientales. La participación de algunas organizaciones sociales sólo se limita a apoyar, para que el pueblo asista a las diferentes actividades y no en la movilización para la búsqueda de soluciones colectivas a los problemas de esta índole. (Rosales, 1995, citado en González, 2003: 45).
  4. La multiplicidad de programas y proyectos no se mueven dentro de una estrategia de desarrollo medio ambiental integrada, sino que existen sin articularse entre sí por ser programas independientes.
  5. Aún es escasa la participación contributiva de la comunidad, en términos de la formulación de objetivos medio ambientales, toma de decisiones y manejo de recursos para su implementación en este sentido. En ello no siempre se ha tenido en cuenta los intereses específicos de los miembros de la comunidad, precisamente por no ser elaborados a partir de su propia realidad y por no tener conocimiento de las cuestiones medio ambientales.
  6. Es muy limitada la participación de la comunidad durante los procesos de evaluación y control y casi nula en la evaluación de impacto y aún más escasa en la sistematización comunitaria, como proceso de reflexión crítica de una o varias experiencias.

Los problemas anteriores intervienen como limitaciones, que debe de resolver la Educación Popular Ambiental ya que estos han incidido en el éxito de las comunidades. Por lo tanto asumir la educación popular ambiental en Cuba no fue un hecho casual o un simple interés de superación profesional, estuvo y continúa estando condicionado por elementos contextuales concretos. “pero, sobre todo, tuvo que ver con las carencias e incoherencias de nuestras prácticas ante una problemática ambiental que nos dimensionaba los enfoques conceptuales y metodológicos tradicionalmente utilizados”. (Figueredo J., 2008).

Todas estas implicaciones exigían asumir un proceso educativo y de investigación que diera respuesta a tales demandas. Este proceso fue el de la Educación Popular Ambiental.

A partir del diagnóstico realizado en la comunidad se detectó una serie de problemas que se relacionan a continuación:

  1. Elevada presencia de problemas medio ambientales, en parte dados por las formas inadecuadas de actuación de los actores directos de la comunidad y el resto de los actores sociales los cuales atentan contra el desarrollo sostenible de la misma. Cabe resaltar que les fue difícil identificar el medio ambiente con una visión multidimensional que involucra aspectos sociales, económicos, culturales y de la naturaleza. Se pudo constatar que existía una percepción muy limitada sobre el concepto de medio ambiente, pues una gran parte de las opiniones hicieron referencia a la presencia de problemas de la naturaleza fundamentalmente, teniendo una incidencia casi nula los socio-culturales y económicos.
  2. Bajos niveles de participación de los miembros de la comunidad en la solución de sus problemas medio ambientales.
  3. Falta de integración para la solución de los problemas medio ambientales de la comunidad.
  4. Escaso conocimiento ambiental y sobre desarrollo sostenible en la población condicionado por la inexistencia de un proceso educativo teórico y práctico a través de la participación e investigación educativa como contribución al desarrollo sostenible.
  5. Inexistencia de una estrategia educativa de la comunidad en función de su transformación medio ambiental como contribución al desarrollo sostenible.
  6. Desconocimiento por parte de los miembros de la comunidad de métodos y metodologías para la solución de los problemas medio ambientales.
  7. Bajos niveles de comunicación de los problemas medio ambientales que se manifiestan en la comunidad y de sus posibles soluciones.
  8. Bajos niveles de compromiso y participación de los restantes actores sociales de la comunidad.

A partir de los anteriores problemas detectados se procedió a la fundamentación de una concepción metodológica para el proceso de Educación Popular Ambiental de la comunidad.

Esta se define como un sistema de ideas científicas que fundamentan las fases que a su vez constituyen ejes dinamizadores y los principios para su desarrollo, lo cual garantiza el carácter sistémico, contextualizado, secuenciado y dinámico de dicho proceso para la transformación cognitiva y conductual de los individuos respecto al medio ambiente.

Los principios en que se fundamenta son los siguientes:

  • La educación y capacitación del potencial humano como factor esencial para el desarrollo sostenible. La educación debe generar una cultura de la participación, que permita la construcción colectiva de alternativas para realizar las transformaciones de la comunidad.
  • Partir de los intereses, expectativas y necesidades de la propia comunidad. La acción en función del desarrollo sostenible debe de concebirse e implementarse desde sus propias necesidades.
  • Sustentado en el diagnóstico medio ambiental participativo. A través de este se precisan cuáles son los problemas, dónde se presentan, de qué magnitud son, con qué recursos cuenta la comunidad para hacerle frente.
  • La coordinación e integración de los esfuerzos, requiere de la participación de todos de forma integral e incluir la diversidad de intereses de la población del lugar.
  • Desarrollo de relaciones de colaboración y ayuda mutua, no solo entre sus miembros, sino, con otras comunidades.

Una vez examinados los principios precedentes los cuales determinan que el proceso de educación está centrado en los miembros de la comunidad, podemos pasar de forma concreta a los pasos o fases de la concepción metodológica que se propone para la comunidad objeto de estudio.

I. La fase de acercamiento.

Esta se puede ver de forma explícita o subyacente bajo otras denominaciones según la amplia diversidad de autores, pero en fin de cuentas tuvo el objetivo fundamental de lograr un clima de confianza, afecto y respeto entre las personas, establecer una comunicación dialogada que fortalezca sus relaciones interpersonales.

II. La fase de diagnóstico.

En este paso dentro del diagnóstico se procede a la identificación, selección, estudio y ponderación de los problemas, necesidades y expectativas que poseen los individuos y que están presentes en la comunidad mediante:

  • Listar los problemas sin orden de prioridad jerarquizado.
  • Asignarle las unidades estadísticas en que se expresan.
  • Asignación del orden de prioridad jerarquizado mediante el número de respuestas emitidas por los miembros de la comunidad en torno a cada problema, y determinar la frecuencia de respuestas.
  • Realizar la ponderación.
  • Proceder a la asignación del presupuesto, en caso de que exista y esté disponible para su utilización.

III. La fase de planeación estratégica.

En esta fase es donde se elaboran las propuestas de solución a los problemas medio ambientales que se manifiestan en la comunidad, se determinan los objetivos, se elabora el plan de acciones para la solución de los mismos, se trazan las metas, se proponen las actividades y acciones a desarrollar.

En esta etapa queda conformado un plan estratégico participativo, reflejado en un documento que incluye objetivos, acciones, metas, actividades, presupuestos y responsabilidades, estos van a establecer los límites de operatividad de la comunidad.

IV. Gestión y ejecución de proyectos.

Una vez definidos los aspectos esenciales del proceso de planeación estratégica comienzan a desarrollarse una serie de acciones estas se manifiestan a través de proyectos soñados, concebidos, planeados y ejecutados por los propios miembros de la comunidad.

V. La fase de realización y obtención de los resultados.

En esta fase el objetivo fundamental es comprobar cuales han sido los resultados de las acciones llevadas a cabo por los miembros de la comunidad y el resto de los actores sociales, que resultados cualitativos y cuantitativos se obtuvo en comparación con lo planeado por ellos en la fase III.

De tal manera con todos los elementos anteriores se puede establecer un balance de la acción medio ambiental de la comunidad, instrumento que permite recoger, organizar, registrar, medir, evaluar, resumir, interpretar y tomar decisiones sobre la acción medio ambiental que se gesta en la comunidad.

VI. Evaluación, sistematización y toma de decisiones.

En esta fase se obtienen un conjunto de indicadores que se derivan de todo el proceso y que mediante su análisis cualitativo y cuantitativo se puede evaluar y fundamentar las decisiones de los actores directos de manera más efectiva y acertada posible.

Esta concepción metodológica posee además dos formas organizativas (un programa de educación popular ambiental y un software como soporte práctico), las que unidas a las fases y principios conforman un sistema integrado, sistémico y contextualizado, secuenciado y dinámico que permite perfeccionar el modo de actuación de los miembros de la comunidad frente al medio ambiente. Su aplicación en los marcos de la comunidad, arrojó los siguientes resultados:

Resultados educativos, teóricos y prácticos de la experiencia analizada.

  1. Introducción de la temática medioambiental en grupos teatrales tanto infantil como adulto.
  2. Exposiciones de pintura, galerías, cuentos, concursos, peñas campesinas alegóricas al medio ambiente.
  3. Creación de grupos de vigilancia ambiental con niños y grupos de control con las personas de la tercera edad.
  4. Creación de círculos de interés y murales de medio ambiente en las escuelas.
  5. Patios de referencia sociocultural ambiental.
  6. Talleres de formación en materia de legislación ambiental.
  7. Implementación de una estrategia de comunicación a través de:
  • TV San Juan.
  • Radio base educativa de conjunto con la Casa de Cultura, impresión de boletines, anuncios, spot, plegables alegóricos al estado del medio ambiente en la comunidad.
  • Sistema de señalización a través del mapa verde de la comunidad.

8.  El desarrollo de un área experimental de agro ecología y agricultura sostenible con la ayuda de la Estación Experimental del Tabaco y la Agricultura Municipal.

9.  Repoblación Forestal de las riveras del río San Juan, con el apoyo de la
Unidad Silvícola.

10.  Creación de una página web de Medio Ambiente, así como la inserción en la red de formación ambiental de la provincia de Pinar del Río.

Conclusiones

La validación de la experiencia en la comunidad demostró que la aplicación de la concepción metodológica contribuyó a: un aumento de los conocimientos sobre medio ambiente, a una participación más exitosa y progresiva en relación con la identificación, planeación, solución, evaluación y sistematización de los problemas medio ambientales, a la comunicación, el compromiso y la integración, lo que evidencia una transformación en la conciencia y el modo de actuación de los implicados situándolos en mejores condiciones de construcción y apropiación de saberes desde sus prácticas.

Recomendaciones

Incrementar el proceso de socialización de este tipo de experiencias, de acuerdo al contexto o comunidad en específico, teniendo en cuenta las características físicas y socio-culturales de cada territorio.

Bibliografía

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Figueredo J. (2008). ¿Qué es la Educación Popular?/ Compiladores: Martha Alejandro, María Isabel Romero, José Ramón Vidal. Editorial Caminos. La Habana. Pág. 320-350.

González, G. M. (2003). Tesis en opción al Grado Científico de Doctor en Ciencias de la Educación. La Habana. Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales. (FLACSO).Pág. 1.

Leff, Enrique. (1994). Ecología y Capital. Siglo XXI, UNAM. México.

__________ (1995). La Pedagogía del Ambiente. Boletín de la Red de Formación Ambiental. Vol. 6, No. 12. Enero- Abril. PNUMA.

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Muñoz, M. (2003). Tesis en opción al Grado Científico de Doctora en Ciencias de la Educación. La Habana. Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales. (FLACSO).

Reyes, Javier. (1994). La Educación Popular y la Dimensión Ambiental del Desarrollo. Documento de Discusión. Asamblea de CEAAL. Santiago de Chile.

Viezzer, Moema; Ovalles, Omar.(1990). Manual de Educación Ambiental. Publicado por CEAAL en 1990.

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Conde Lorenzo Eddy. (2009, noviembre 24). Enfoques pedagógicos para la educación ambiental. Recuperado de https://www.gestiopolis.com/enfoques-pedagogicos-para-la-educacion-ambiental/
Conde Lorenzo Eddy. "Enfoques pedagógicos para la educación ambiental". gestiopolis. 24 noviembre 2009. Web. <https://www.gestiopolis.com/enfoques-pedagogicos-para-la-educacion-ambiental/>.
Conde Lorenzo Eddy. "Enfoques pedagógicos para la educación ambiental". gestiopolis. noviembre 24, 2009. Consultado el . https://www.gestiopolis.com/enfoques-pedagogicos-para-la-educacion-ambiental/.
Conde Lorenzo Eddy. Enfoques pedagógicos para la educación ambiental [en línea]. <https://www.gestiopolis.com/enfoques-pedagogicos-para-la-educacion-ambiental/> [Citado el ].
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