Uno de los temas mas comunes e importante en la cotidianidad es el que atañe a la migración en sus diferentes vertientes: Inmigrantes o Emigrantes, generalmente en busca de mejores fuentes de empleo o también para buscar una residencia con fines diversos.
Desde la antigüedad el hombre ha buscado siempre la manera de mejorar su estilo de vida y para ello en ocasiones ha buscado emigrar hacia nuevos espacios en los cuales exista mayores oportunidades para lograrlo. A raíz de este movimiento, los Estados han buscado la forma de regular dicho flujo al grado que cada vez, las oportunidades para emigrar legalmente a otro país se ha vuelto más complicado por al alto índice de personas que se internan a los diferentes territorios de manera ilegal.
Entre los países con mayor demanda de residencia tenemos a los Estados Unidos de América, con el tan famoso sueño americano que la mayoría de las personas alguna vez han anhelado, o la Comunidad Europea (países que actualmente tienen problemas de desempleo y en algunos casos de recesión), que es otro de los grandes a nivel internacional.
Cada país tiene un organismo encargado de regular estos flujos migratorios con el fin de buscar un equilibrio entre los ciudadanos, nativos del lugar y las personas (extranjeros) que pretender residir teniendo un empleo estable; y aunque existe una minoría de personas que llegan con la intensión de invertir, son los menos pero que también se toman en consideración pues muchas ocasiones son generadores de empleos y benefician a los locales.
En México, la regulación legal de los flujos de personas, tanto al ingresar o abandonar el territorio nacional, esta dado a través del Instituto Nacional de Migración, ente administrativo desconcentrado pero dependiente de la Secretaría de Gobernación, que al ser integrante de las instituciones consideradas como parte del cuerpo de Seguridad Nacional, se ha dado a la tarea de buscar los medios necesarios para encontrar una media y que las personas que soliciten ingresar al país con fin de residencia lo hagan con fines benéficos y no lesivos socialmente hablando, sin dejar de lado otros aspectos no menos importantes como lo son el político y el económico.
Al ser el tema migratorio cada vez más importante en nuestro país y a nivel internacional; en el año 2011, entro en vigor la nueva reforma migratoria en relación a la materia a través de La Ley de Migración y en 2012 el Reglamento para dicha Ley, ambos supletorios a la Ley General de Población y a su Reglamento, en sus respectivos apartados que se mantenían vigentes hasta esa fecha, y aunque su aplicación inició en Noviembre del año 2012, ya se venia gestando algo importante relativo a este tema.
A la par se plantea un proyecto de modernización tanto al interior del INM como en la aplicación de la Ley puesto que si bien la Ley general de Población y su Reglamento no eran obsoletas, si dejaban lagunas legales al momento de su aplicación tanto a nivel administrativo como operativo, por ello se busca una especialización en la materia a través de estas nuevas disposiciones.
Actualmente La Ley de Migración y su Reglamento son la vía para obtener una condición migratoria en nuestro país, en sus diferentes modalidades, sea para Visita, Residencia Temporal o Permanente por Oferta de Empleo o Familiar, Estudios, Técnicos y Científicos, Razones Humanitarias, entre otros, con el fin de dar mayor certeza jurídica a los usuarios para que puedan defenderse, hacer valer sus derechos y evitar que sean víctimas de la delincuencia o incluso, porque no decirlo, del propio sistema.
Cada vía o manera para poder aplicar tiene sus características particulares, con las cuales no solo se protegen los derechos de los migrantes, sino también se tiene un panorama general acerca de la persona a la que se le autorizará determinada condición, es decir y retomando lo citado líneas arriba, cerciorarse que la persona a quien se otorga un documento tenga propósitos benéficos, y aunque esto puede ser un tanto relativo, existen los medios para exhortarlos a cumplir con las disposiciones que marca la Ley, tanto para el extranjero mismo como para quien pretende emplearlo, haciéndose notar esto en el Artículo 7º de la Ley Federal del Trabajo:
Art. 7º.- En toda empresa o establecimiento, el patrón deberá emplear un noventa por ciento de trabajadores mexicanos, por lo menos…
Este sencillo ejemplo es uno de tantos que la normatividad mexicana también prevé para proteger los derechos de sus ciudadanos y evitar de esta forma que sean desplazados de sus fuentes de empleo y por ende que se genere afectaciones a nivel social y en particular para las familias mexicanas.
A pesar de todo lo que se ha considerado para la elaboración y aplicación de esta ley, la reforma migratoria en nuestro país aun es tema de debate, pues se vislumbran algunos problemas en su aplicación debido a la falta de homologación de criterios, ya que muchas ocasiones quienes se encuentran al frente haciendo valer la normatividad migratoria no son diestros en la materia o reciben capacitación durante el ejercicio de sus funciones, entre otras cosas.
Como podemos apreciar, esta ley es muy joven y como toda normatividad con dicha característica, siempre se tiene alguna problemática en la aplicación durante sus inicios, razón por la cual es sujeta a ser perfectible en muchos aspectos, y si bien es cierto que esto se irá dando conforme a la experiencia y que la evolución de los mismos flujos migratorios legales así lo demanden, también es de suma importancia estar muy atentos a las repercusiones que esto traerá a nivel social sobre todo con las personas que no encuadren en alguna condición que la ley señale para obtener un documento con el cual puedan acreditar su legal estancia en el país.
