¿El fin del trabajo?. Posible consecuencia de la tercera Revolución Industrial. (Perspectiva Marxista)

Un tanto para ubicarnos en la situación actual, creo conveniente recordar en forma sucinta lo expuesto en el 2011 por el Centro de Noticias de la Organización de las Naciones Unidas (ONU). Según el informe de Magdalena Sepúlveda Carmona. Actualmente en todo el mundo hay 205 millones de desempleados, la que se considera la cifra más alta de la historia de acuerdo con el Centro de Noticias de la Organización de las Naciones Unidas (ONU). Según el informe de Magdalena Sepúlveda Carmona, la experta independiente de Naciones Unidas sobre derechos humanos y extrema pobreza, presentado en la 17a sesión del Consejo sobre Derechos Humanos, celebrada en Ginebra del 30 de mayo al 17 de junio de 2011, la crisis económica mundial favoreció aún más la desigualdad y la pobreza en el mundo. De acuerdo con el informe “World of Work Report 2012”, de la agencia de la ONU, se estima que 196 millones de personas estaban desempleadas en el mundo a fines del año pasado y se prevé que aumente a 202 millones en el 2012, una tasa del 6,1%. Número que concuerdan con el informe de la OIT del 29 de abril de 2012, el número de desempleados bordean los 200 millones en el mundo. Por otro lado, según el informe sobre Empleo Juvenil Global 2012 de la OIT (el 22 de mayo de 2012), 75 millones de personas entre 15 y 24 años estarán esperando trabajo este año, cuatro millones más que hace cinco años, las economías desarrolladas de Europa enfrentan una situación «peor» a la media mundial. Según dicho informe el 12,7 % de los trabajadores de entre 15 y 24 años de todo el mundo «la generación pérdida» estará en espera de trabajo este año, tendencia que se mantendrá al menos hasta 2016.

Los resultados de estos informes son realmente interesantes, ¿Será que tienen que ver con la crisis de las hipotecas subprime (burbuja inmobiliaria y financiera) y la repentina caída de las bolsas de valores de todo el mundo? ¿Será que lo ocurrido (no la crisis como tal pero si el impacto) es una consecuencia del famoso y bien ejecutado “Plan Marshall”?

Son realmente increíbles las dimensiones hegemónicas del dólar y su impacto directo en la situación socioeconómica del planeta. Pero un momento, el análisis se torna aún más interesante si observamos el informe de la CEPAL / OIT «Coyuntura laboral en América Latina y el Caribe», número 6 de mayo de 2012, encontraremos una sorpresa, en América Latina sucede lo contrario del resto del mundo. Este hecho amerita un real análisis, ¿Será que el dólar tiene tentáculos pequeños y son los que llegan a nuestra querida América Latina?, ¿Será que el “Plan Marshall” no profundizó en América Latina tal como lo hiciera en Europa? Bien, necesitaríamos muchas horas y hojas y hojas para hablar sobre este tema, lo dejaremos para otra ocasión, lo importante es que los números indican que el planeta está dividido en dos trozos, uno da vueltas alrededor del dólar y el otro no.

¿Qué entendemos por Trabajo?, de acuerdo con el Diccionario de la Real Academia Española el término trabajo se refiere al “esfuerzo humano aplicado a la producción de riqueza», sin embargo, de acuerdo con el Diccionario Jurídico sobre Seguridad Social (Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM, México, 1994), el origen etimológico de la palabra trabajo es incierto, diversos autores señalan que proviene del latín trabs, trabis,  que significa traba, pues según se ha considerado por algunos, el trabajo representa un obstáculo o reto para los individuos pues siempre lleva implícito un esfuerzo determinado. Otros autores ubican la raíz en la palabra laborare o labrare  que quiere decir labrar, término relativo a la labranza de la tierra. Otros mas señalan que la palabra trabajo, proviene del griego thilbo, que es un concepto que denota una acción de apretar, oprimir o afligir.

De acuerdo con Marx, en «El Capital», nos dice: «El trabajo es, en primer término, un proceso entre la naturaleza y el hombre, proceso en que éste realiza, regula y controla mediante su propia acción su intercambio de materias con la naturaleza. En este proceso, el hombre se enfrenta como un poder natural con la materia de la naturaleza. Pone en acción las fuerzas naturales que forman su corporeidad, los brazos y las piernas, la cabeza y la mano, para de ese modo asimilarse, bajo una forma útil para su propia vida, las materias que la naturaleza le brinda. Y a la par que de ese modo actúa sobra la naturaleza exterior a él y la transforma, transforma su propia naturaleza, desarrollando las potencias que dormitan en él y sometiendo el juego de su fuerzas a su propia disciplina.»

Es importante señalar que no podemos obviar la doble naturaleza (Eros y Thanatos) que está intrínseca en el término Trabajo; en su lado negativo se encuentra una relación de explotación, de dominación, de enajenación y algunas de esas formas que lindan con la esclavitud. Pero también tiene su lado positivo que se traduce en un modo de reconocimiento social y un espacio de realización, el hecho de sentirse útil y formar parte de las soluciones. Estas dos facetas se encuentran desigualmente presentes en situaciones concretas, pero ninguna está jamás ausente.

Ahora bien, el fin del trabajo no es un tema nuevo ya fue abordado por muchos autores y expertos, si buscamos en la literatura encontramos «La societé post-industrial» (París , Galilée 1969) de Alain Toraine, quien basandose en el ascenso de una nueva capa de técnicos y administradores alienados pero no proletarizados, aseguraba que el antagonismo explotador – explotado en el terreno de la producción dejaba de representar la contradicción principal del sistema social, por ende, su tendencia era desaparecer. Este autor básicamente resalta lo expuesto en «El fin de la utopía» (México Siglo XXI Editores 1968) de Marcuse Heber quien destaca la idea de cómo los trabajadores manuales son remplazados por una “clase de técnicos, científicos e ingenieros”, siguiendo estas ideas han surgido un número importante de autores tales como: André Gorz, con su trabajo “Adiós al Proletariado” (1982), Peter Drucker, “La Sociedad Post-capitalista” (1994), Jeremy Rifkin. “El fin del trabajo. Nuevas tecnologías contra puestos de trabajo: el nacimiento de una nueva era”, Barcelona Paidós 1996, etc., etc.

Todo este andamiaje de ideas tiene un mensaje subliminal, tiene un objetivo claro: crear la imagen de que se está disolviendo la contradicción trabajo asalariado capital, de hecho lo que se quiere es reciclar la vieja tesis sobre la «extinción de la clase obrera» y con ella eliminar la sindicalización (que siempre ha sido un gran dolor de cabeza).

Pero un momento, al hablar del fin del trabajo estamos corriendo con el riesgo de estar inmersos en una profunda confusión que atraviesa el mismísimo centro de la discusión. Mi estimado lector, se trata de la no simple indistinción terminológica y conceptual entre trabajo y empleo, es más, deberíamos tratar por separado el fin del trabajo del fin del empleo ya que son dos cosas muy distintas, pero definitivamente, estaríamos entrando en un terreno que está fuera del alcance previsto en este artículo, para nuestros efectos, al hablar del fin del trabajo estamos incluyendo necesariamente (y dando por sobre entendido) el tema del fin del empleo.

Bien, siguiendo con nuestra dialogo y desde una mirada, poco alentadora, encontramos que, principalmente, gracias las hipotecas subprime (burbuja inmobiliaria y financiera), se ha engendrado el profundo desempleo que estamos viviendo a nivel mundial y que la OIT advierte que, en un par de años, puede alcanzar a 239 millones de personas, es algo que no tiene precedentes, es ilusorio pensar que tendrá una fácil y rápida salida. Esto amenaza con profundizar la crisis. Y la crisis no se revertirá hasta que el empleo comience a dar signos de vida. Ahora bien, este gigantesco desempleo ¿es producto de la sustitución del hombre por la tecnología?, ¿es producto de la 3ª Revolución Industrial?

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Por Carlos Marx sabemos que siempre el capitalismo crea sus propios gérmenes de auto-destrucción. Por simple sobrevivencia, el proceso de creación-destrucción y nueva creación está en la esencia misma del espíritu del capitalismo.

Esto me recuerda el principio de Pareto, también conocido como la regla del 80-20, la falta de regaño y algún que otro castigo en la niñez, la falta de conciencia, la ambición, la falta de respeto al ser humano, la falta de humanidad, la falta de principios morales y éticos del 20%, más bien, mucho menos del 0,5%, afectó en forma significativa a más del 99,5%. Solo por curiosidad, ¿Cuántos Presidentes y Vicepresidentes de Naciones y Ministros, cuántos presidentes de corporaciones, cuantos asesores, titulares de Bancos y cuantos presidentes de Reservas Federales, pusieron sus cargos a la disposición?

Bien, creo que está pendiente una respuesta ¿el Fin del Trabajo? Interesante pregunta, pregunta cuya respuesta está bien lejos del mundo del progreso industrial tecnológico, más bien pertenece al mundo de la psicología.

Hagamos un pequeño paréntesis, ubiquémonos en la primera y segunda Revolución industrial y con la idea de preparar, para el futuro, a nuestro hijo de 15 años de edad, le inculcamos:

• Familia pudiente (burgués): ganar, ganar, ganar, no importa como, lo importante es ganar y ganar.

• Familia obrera (proletariado): haz caso y no contraríes al patrono, soporta, aguanta, ten paciencia, dale gracias a dios que estas trabajando, vendrán tiempos mejores.

Interesante los dos enfoques, los dos mundos, en uno se prepara al niño con principios maquiavélicos (el fin justifica los medios), el miedo no está en su diccionario, en el otro, se prepara al niño a ser sumiso, bajo la incertidumbre del mañana, necesariamente debe tener siempre presente el miedo.

Efesios 6:5-8: “Siervos, obedeced a vuestros amos terrenales con temor y temblor, con sencillez de vuestro corazón, como a Cristo…”

Ahora bien, la pregunta ¿el Fin del Trabajo?, ¿a quien va dirigida?, al empresario y dueño de los medios de producción o al asalariado. Es aquí donde sale a flote, desde las mismas entrañas del ser, el Apocalipsis, elemento constante en el desarrollo de la humanidad.

La grandiosa creencia milenaria, según el famoso texto bíblico, de estar viviendo en los días que preceden a La Gran Hecatombe y al regreso de El Redentor, que traerán el fin de la historia y el comienzo de un reino paradisíaco, estuvo presente con singular fuerza en los preludios del cristianismo y que ha durado por los siglos de los siglos amén.

El culto al miedo ha sido la caja de resonancia de las profecías modernas acerca de un fin catastrófico que nos espera a la vuelta de la esquina. Un ambiente de temor y amenaza crea un terreno propicio para que algunas organizaciones, apoyadas en la Internet y la Globalización, puedan llegar donde usted menos se imagina.

Señores, estamos en la era del Conocimiento, desde hace un buen tiempo atrás dejamos de ser los pobres obreros al estilo Taylor, hoy seguimos siendo obreros pero con apellido “trabajadores del Conocimiento” y solo él nos permitirá derrotar cualquier monstruo por más grande que este sea.

Olvídese del miedo, elimínelo ya que la verdadera amenaza, la gran amenaza, no proviene de la tecnología sino de nosotros mismos, de nuestra incapacidad de crear las condiciones estables para el desarrollo de la economía del bienestar.

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Tarantino Salvatore. (2012, octubre 16). ¿El fin del trabajo?. Posible consecuencia de la tercera Revolución Industrial. (Perspectiva Marxista). Recuperado de https://www.gestiopolis.com/fin-del-trabajo-posible-consecuencia-tercera-revolucion-industrial-perspectiva-marxista/
Tarantino Salvatore. "¿El fin del trabajo?. Posible consecuencia de la tercera Revolución Industrial. (Perspectiva Marxista)". gestiopolis. 16 octubre 2012. Web. <https://www.gestiopolis.com/fin-del-trabajo-posible-consecuencia-tercera-revolucion-industrial-perspectiva-marxista/>.
Tarantino Salvatore. "¿El fin del trabajo?. Posible consecuencia de la tercera Revolución Industrial. (Perspectiva Marxista)". gestiopolis. octubre 16, 2012. Consultado el . https://www.gestiopolis.com/fin-del-trabajo-posible-consecuencia-tercera-revolucion-industrial-perspectiva-marxista/.
Tarantino Salvatore. ¿El fin del trabajo?. Posible consecuencia de la tercera Revolución Industrial. (Perspectiva Marxista) [en línea]. <https://www.gestiopolis.com/fin-del-trabajo-posible-consecuencia-tercera-revolucion-industrial-perspectiva-marxista/> [Citado el ].
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