Dinámica de relaciones del tutor en la formación del docente

Resumen

La universalización de la Educación Superior Pedagógica como centro de las transformaciones, representa la base para una cultura general integral, por lo que la formación de las nuevas generaciones de educadores ha de constituir una prioridad de trabajo a desarrollar por cada directivo. El objetivo de la investigación es favorecer la dinámica de relaciones del tutor en la formación integral del docente en formación, imperativo a considerar por las distintas estructuras de la institución referida y la Filial Universitaria Pedagógica para la óptima formación de los futuros profesionales en educación. Las acciones de dirección estratégica representan una contribución al desarrollo del sistema de relaciones de las estructuras de dirección en cada nivel directivo, su aplicación consecuente garantiza cohesión e integralidad en el proceso de evaluación de los docentes en formación, y propicia la solución a las principales contradicciones existentes entre la realidad objetiva del contexto educativo y el modelo deseado.

Abstract

The universalization of the Manners Superior Pedagogic like center of the transformations, you/he/she/it represent the base for a culture general integral, for the one which the formation of the new generations of educators is supposed to constitute a priority of work to develop for each directive. The objective of the investigation is favor the dynamic of relationships of the tutor in the formation integral of the educational in formation, imperative to consider for the different structures of the referred institution and the Branch university student Pedagogic for the good formation of the professional futures in manners. The actions of strategic address represent a contribution to the development of the system of relationships of the structures of address in each directive level, their application consequence guarantees cohesion and integration in the process of evaluation of the educational in formation, and favorable the solution to the principal existent contradictions between the reality objective of the educational context and the desired model.

Los cambios que se han introducido en la formación docente en los últimos años, como parte de la revolución educacional que ha impulsado numerosos Programas de la Revolución, particularmente los dirigidos a la formación emergente de docentes y profesores y más recientemente la universalización de la educación superior, no significa solamente la adopción de nuevos métodos y estilos en el trabajo docente y metodológico aunque los incluyen, sino algo mucho más trascendente que ha penetrado en las concepciones pedagógicas que sustentan esta formación profesional en nuestro país.

En este sentido la escuela ha estado siempre presente en el modo revolucionario con que se ha dado respuesta a la formación de docentes que ha requerido el desarrollo educacional emprendido por la Revolución desde su triunfo. Ello ha constituido lo que se pudiera considerar el modelo revolucionario de la formación docente cubana, pues desde un principio se comprendió que solo en la práctica directa era posible adquirir con mayor celeridad y calidad las habilidades requeridas para un adecuado desempeño profesional en las condiciones de una educación que requería miles de docentes.

Para concretar así el principio pedagógico de la combinación del estudio con el trabajo se extiende la Universidad Pedagógica a las Sedes municipales, a partir del proceso de Universalización, siendo el encargo social de estas instituciones la formación integral de los futuros profesores, en la que se requiere de profesionales de la educación, preparados, actualizados, comprometidos con la Revolución Socialista y que contribuyan a elevar la calidad de la educación en las condiciones actuales. En tal sentido, en las tesis sobre Política Educacional aproba¬das en el Primer Congreso del Partido Comunista de Cuba se plantea:

«Por la naturaleza de su función, por el continuado contacto con los educandos, por el prestigio que le dan su saber y su experiencia viene a ser, el maestro, como la imagen de la sociedad. Sus discípulos tienden a imitarlo. Por ello su preparación científica y técnico pedagógica, su actitud política ideológica y moral, su conducta y sus hábitos personales deben estar a la altura de la alta misión que la sociedad le ha asignado». Siguiendo esta premisa la escuela como microuniversidad cumple como primera condición la ubicación de los estudiantes de práctica docente, donde profesores de experiencia categorizados tienen la responsabilidad de formarlos en los componentes político – ideológico, académico, laboral, científico – investigativo y extensionista.

El tutor cumple una función de acompañante, mediador u orientador del alumno, tanto en lo referido a la dirección de sus aprendizajes, como en la promoción de su formación integral. El mismo debe actuar como guía, moderador, asesor u organizador, más que como transmisor estricto de conocimientos, creando los entornos de aprendizaje adecuados que permitan cubrir los objetivos pedagógicos del curso o la carrera, y a la vez mantener al estudiante con un alto grado de motivación y una actitud lo suficientemente activa, como para que se convierta en el auténtico protagonista de su proceso de aprendizaje y formación integral.

Hoy es posible llegar a estos nuevos conceptos, pues la escuela como centro docente responsable del proceso formativo de los futuros educadores, adquiere gran importancia al vincular las actividades prácticas con las académicas y de investigación, en la que los docentes en formación asumen de forma integral todos los procesos educativos que en ella se desarrollan, todo lo cual le imprime una nueva cualidad a la escuela como microuniversidad. De ahí que:

«En las carreras pedagógicas, el modelo de la universalización se sustenta en la ubicación de los estudiantes en (…) centros docentes considerados como microuniversidades, bajo la atención de los tutores que los acompañarán en toda la carrera”. (Castro Ruz, Fidel 2003:4)

De esta forma el modelo del profesional que se aspira formar, está centrado en dirigir el proceso pedagógico profesional en condiciones reales con la tutoría de un profesor de elevada preparación científico – técnica, pedagógica y humanística, fomentando la motivación profesional responsable, como parte de su formación integral, bajo condiciones docentes y de la producción, basado en la ideología de la Revolución Cubana.

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En el presente artículo se explica la dinámica de relaciones del tutor con el docente en formación y como las mismas contribuyen a favorecer la formación integral de este docente en formación.

La figura del tutor en el contexto de las actuales transformaciones educacionales

En la esencia del modelo de universalización, se manifiesta la tradición pedagógica cubana de vincular al docente en formación (estudiante de carreras pedagógicas, el cual se ubica en la escuela, microuniversidad con el objetivo de alcanzar la formación profesional inicial necesaria para enfrentar y resolver los problemas inherentes a su profesión, desde la escuela y para la escuela, desde el trabajo y para el trabajo) con el objeto real de la profesión, bajo la acción directa y permanente de un tutor. Esta constituye una de las figuras fundamentales de este proceso, siendo una de las tareas esenciales a cumplir por las estructuras de dirección de la microuniversidad la adecuada selección y superación de los tutores, donde el docente realiza la práctica, los que tienen la responsabilidad de su formación en una interacción directa y sistemática, que les permita transmitirles sus mejores experiencias, lo que implica un alto honor, un reto en los momentos actuales, por lo que se ha de ser un abanderado de la Revolución en la Educación.

Las definiciones acerca del tutor son muy diversas, ya que incluyen desde una visión reducida del mismo en calidad de asesor académico o facilitador del aprendizaje, hasta una visión más trascendente y abarcadora que lo concibe como aquel agente pedagógico responsable por excelencia de orientar e integrar el sistema de influencias educativas; incluyéndose entre estas posiciones extremas, otras de carácter intermedio.

(Añorga Morales, Julia 1989:48) expresa que el tutor es aquel profesional en el cual se negocia la formación y el mejoramiento del profesional y humano de los individuos de acuerdo a los intereses individuales y sociales.

El tutor es definido por (Cortinas Bover, V; 2005:86) como el docente categorizado como adjunto, según el nivel de educación, de la institución que se erige microuniversidad, que tiene la capacidad de dirección y la sensibilidad humana para asumir de manera consciente y responsable la dirección del proceso formativo del futuro profesional. Reúne en sí las cualidades que le dan la posibilidad de apreciar al docente en formación como ser humano en su integralidad, estableciendo relaciones con este que le permiten prepararlo para la vida, trascendiendo lo estrictamente profesional.

El tutor desempeña un papel esencial en la formación integral del estudiante y tiene la responsabilidad de integrar el sistema de influencias educativas presentes en los distintos ámbitos de su desarrollo personal. Para ello, debe poseer una preparación pedagógica que le permita identificar las necesidades educativas de los estudiantes, realizar las acciones personalizadas que correspondan y valorar la efectividad de las mismas. (R/M 210 /2007:2)

La formación integral del estudiante se concreta en una sólida formación científica, técnica, humanística y de altos valores ideológicos, políticos, éticos y estéticos, con el fin de lograr profesionales revolucionarios, cultos, competentes, independientes y creadores, que se puedan desempeñar exitosamente en los diversos sectores de la economía y de la sociedad en general. (R/M 210, 2007:2)

Para responder a tales exigencias, es necesario que en el proceso de formación de los profesionales se trabaje en vínculo indisoluble y de manera sistemática tanto la esfera cognoscitiva, como la esfera motivacional y afectiva de los estudiantes, para lograr la formación y desarrollo de conocimientos, habilidades, valores e intereses.

Resulta importante entonces reflexionar acerca de la formación de educadores en Cuba, al tener como propósito garantizar la eficiente preparación de los docentes para satisfacer las exigencias y necesidades de la escuela, la cual demanda un magisterio dinámico y creador, que contribuya a la formación integral de los docentes, para que puedan responder a los requerimientos que la sociedad impone. Ese desarrollo integral de la personalidad constituye el objetivo central de la Política Educacional Cubana, objetivo que adquiere un énfasis particular en la formación de los profesionales de la educación, en tanto se deposita en ellos la responsabilidad de la formación y desarrollo de las nuevas generaciones (Bermúdez Morris, R, 2005:1).

La formación del docente se produce en una dinámica de lo personal y lo social, lo individual y lo grupal, al ser lo social, en “última instancia” condición determinante de lo formativo. En este proceso se van construyendo paulatinamente por los sujetos implicados a través de sus interacciones e implicaciones en diferentes situaciones mediante la comunicación y la realización de actividades en las que se despliegan, sus recursos personales, emociones, sentimientos, afectos y conflictos.

La dinámica del proceso de formación de los profesionales es “el movimiento que tiene lugar en la interacción entre los sujetos; es el espacio de construcción de significados y sentidos donde ponen en juego sus recursos personales”. (Fuentes, González, H, 2002:18). “La dinámica del proceso de formación de los profesionales como eslabón es la etapa caracterizada por la interacción de los estudiantes y profesores en la ejecución de lo diseñado curricularmente. Comprende los subeslabones de motivación del contenido, comprensión del contenido y sistematización del contenido”. (Álvarez, Valiente, I, 2002:20).

Al analizar los contenidos abordados por los autores acerca de la dinámica, se constata que existen coincidencias al abordar lo relacionado con los sujetos como centro del proceso en interacción, lo que permite plantear que la concepción asumida en la presente investigación, se corresponde con las posiciones conceptuales dadas por dichos autores, de ahí que la dinámica como proceso está caracterizada por la actuación de los sujetos en el sistema de relaciones durante el cumplimiento de los objetivos de trabajo y mediada por factores determinantes entre los que se identifican: la comunicación, las actuaciones, modos de comportamiento, así como las transformaciones asimiladas y transferidas por cada sujeto en el acto relacional afectivo.

Las instituciones educacionales constituyen comunidades de trabajo por la labor que en ellas se realizan todos lo que la integran. De esa misma manera, constituyen un sistema de relaciones sociales, pues la interacción entre sus miembros es indispensable, al respecto se expresa que: “la escuela es un sistema de relaciones sociales porque en ella se establecen las relaciones directas y organizadas entre los participantes del proceso de educación” (Blanco Pérez, A, 1997:99).

Al expresar relaciones directas este autor refiere las que se establecen entre los directivos, los profesores y lo estudiantes, entre los profesores y entre sus estudiantes. También se incluyen relaciones que se establecen entre los estudiantes. Las que se establecen entre los directivos y los profesores con los padres de los estudiantes y los agentes comunitarios, que también deben ser consideradas directas porque facilitan el proceso de educación y la integración de las partes que asisten en el proceso.

Para lograr el sistema de relaciones del tutor en la formación integral del docente en formación, se hace necesario la dirección oportuna de este proceso, de ahí la necesidad de abordar los principales aspectos relacionados con la dirección. El proceso de dirección se concibe como influencia consciente de los órganos de dirección sobre los colectivos humanos con el fin de asegurar el cumplimiento de los objetivos planificados.

Al analizar cómo los diferentes autores conciben el concepto de dirección nos enfrentamos a una gama de posibilidades en este sentido, pues el término ha ido evolucionando con el tiempo y el desarrollo de la ciencia. Al respecto se plantea:

La dirección educacional es considerada por García Batista, G (2002:331) como la concreción de la política educativa en determinado marco organizacional; desarrollo, control y evaluación de la educación, teniendo en cuenta los recursos de que se dispone y los resultados del trabajo, para lograr determinados objetivos. Tomando en cuenta estas características y otras asumimos el concepto siguiente:

Dirigir científicamente en educación es: tomar en cuenta la esencia de los procesos que se desarrollan en la Institución Educativa y en primer lugar la proyección futura del desarrollo de la institución, lo cual significa el desarrollo de las personas. Es necesario entonces hacer diferenciaciones conceptuales y precisar que entenderemos por Dirección Científica en Educación.

La dirección de las instituciones educativas se hace compleja si se toma en cuenta que adopta características que la distinguen, entre ellas dos diferencian esta práctica: en las escuelas el principal recurso es el humano y todos dirigen y son dirigidos, todos los individuos son por tanto objeto y sujeto del proceso de dirección, de ahí que este proceso tenga un carácter eminentemente subjetivo. En la esencia del proceso de Dirección Científica en el MINED se encuentran la Dirección Estratégica y la Dirección por Objetivos como elementos que permiten lograr los imprescindibles cambios a los que se enfrenta hoy la educación cubana. Por tales razones, se hace necesario tratar los elementos fundamentales acerca de la Dirección Estratégica, en este sentido Alonso, S (1999:45) considera que la Dirección Estratégica en el MINED:

«Es el proceso de diagnóstico continuo del desarrollo educacional, que se realiza bajo la dirección del Partido y en coordinación con las organizaciones políticas, sociales y de masas, los demás organismos, la familia y la comunidad; para cumplir las Direcciones Principales y los Objetivos Estatales que concretan la formación comunista de las nuevas generaciones y el modelo de escuela que para ello se requiere, mediante la optimización del proceso docente- educativo, el entrenamiento metodológico conjunto y los centros de referencia.»

A partir de aquí y teniendo en cuenta las actuales condiciones de universalización de la Educación Superior, se considera prudente adecuar la misma a las condiciones actuales del proceso de universalización de la formación del personal docente en la Educación Superior Pedagógica y considerar, que la Dirección Estratégica es un proceso, que teniendo en cuenta los elementos esenciales de la política educacional y su marco normativo, permite tomar decisiones que se expresan en misiones, objetivos, y metas, así como políticas y planes que organizan de forma consciente y continua las alternativas viables, donde el análisis y la acción están integrados, y se utilizan las fortalezas de la comunidad educativa, para generar cambios que permitan a corto y largo plazo el logro de los resultados esperados.

Todo lo anteriormente planteado justifica que cuando se aplica una dirección acertada en la dinámica de relaciones del tutor durante la formación del docente en formación, se logra una transformación significativa caracterizada por la comprensión en los intercambios de los sujetos en la microuniversidad, mediada por la comunicación como elemento esencial que facilita el cambio de actitud de los sujetos durante el cumplimiento de los objetivos y prioridades de trabajo. Se aprecian cambios en cuanto a la calidad en los resultados del trabajo con los docentes en formación, pues logran una transformación positiva, apreciada en la actuación, comportamiento y consolidación de los procesos en la cual los mismos actúan.

Estos cambios, desde el punto de vista psicosociológicos, propiciaron asimismo consolidar la interacción de los sujetos durante el proceso, mostrando al respecto estabilidad, calidad en el desarrollo de las actividades, vínculo sistemático con el resto del colectivo pedagógico de la microuniversidad, así como compromiso y sentido de pertenencia en el cumplimiento de sus funciones como docente en formación. Además es evidente en los mismos, el cambio experimentado caracterizado por el perfeccionamiento de los componentes académico, investigativo, laboral, de formación político e ideológica y extensionista, aspecto este que ha incidido de manera relevante en el comportamiento social de estos sujetos durante el desarrollo de la práctica laboral.

Resulta de interés considerar que los agentes socializadores que intervienen, realizan con sistematicidad un sistema de influencias durante las relaciones establecidas con los docentes en formación, los cuales utilizan métodos y estilos de dirección que inciden de forma positiva en la transformación de los modos de actuación de los tutores durante el proceso de formación integral de los docentes en formación. En los directivos se aprecia un crecimiento personal. La actitud asumida por estos factores representa una muestra de consolidación en el desempeño de sus funciones de dirección de la escuela como microuniversidad, lo que posibilita a los tutores el establecimiento de relaciones más sólidas con los docentes en formación.

El diagnóstico de cada estudiante constituye un tema que se continúa trabajando, al respecto se incorporan elementos esenciales que tienen que ver con su actuación fuera del contexto educacional y en el plano social, condición esta que también representa una contribución al trabajo con el objetivo de la investigación por la relación que esta presenta en la formación inicial del futuro profesional en el ámbito educacional.

La dinámica de relaciones del tutor con el docente en formación permitió mostrar una transformación significativa en la actuación y desarrollo profesional de los tutores, que hicieron posible consolidar las relaciones de este agente con el docente en formación, desde una concepción organizativa caracterizada por la comprensión entre los sujetos.

Bibliografía

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  • Valle Lima, Alberto y Gilberto García Batista. Dirección, organización e higiene escolar. Editorial Pueblo y Educación. La Habana. Cuba. 2007.

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Bauzá Díaz Anaisa Apolonia. (2014, junio 19). Dinámica de relaciones del tutor en la formación del docente. Recuperado de https://www.gestiopolis.com/dinamica-de-relaciones-del-tutor-en-la-formacion-del-docente/
Bauzá Díaz Anaisa Apolonia. "Dinámica de relaciones del tutor en la formación del docente". gestiopolis. 19 junio 2014. Web. <https://www.gestiopolis.com/dinamica-de-relaciones-del-tutor-en-la-formacion-del-docente/>.
Bauzá Díaz Anaisa Apolonia. "Dinámica de relaciones del tutor en la formación del docente". gestiopolis. junio 19, 2014. Consultado el . https://www.gestiopolis.com/dinamica-de-relaciones-del-tutor-en-la-formacion-del-docente/.
Bauzá Díaz Anaisa Apolonia. Dinámica de relaciones del tutor en la formación del docente [en línea]. <https://www.gestiopolis.com/dinamica-de-relaciones-del-tutor-en-la-formacion-del-docente/> [Citado el ].
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