La administración pública y la equidad de género en el desarrollo de la sociedad

Introducción

El Estado y el Gobierno ejercen la función administrativa a través de instituciones públicas, encargadas a ciudadanos preferentemente del género masculino. A lo largo de la historia se ha marcado notablemente la inequidad y las desavenencias entre hombres y mujeres, derivado de las características biológicas intrínsecas y éstas a su vez se han manifestado por medio de la asignación de roles o funciones que se han visto reflejados en el desarrollo de la sociedad.

Con el surgimiento de las sociedades organizadas y sus formas de gobiernos constituidos, apareció la administración pública que desde sus inicios mostró tendencias de negación de equidad de género, dado que dichos gobiernos estaban erigidos por el género masculino.

Esta discriminación histórica de la mujer en la sociedad ha motivado una toma de conciencia sobre la equidad de género y la necesidad de organizarse por la igualdad de derechos civiles y políticos. De esta manera se han afianzado derechos constitucionales y la participación de la mujer en la vida pública de la nación en beneficio del desarrollo social.

La administración pública

No se puede pasar por alto que la administración pública es un factor inherente al Estado y al Gobierno. El pensador político, Charles-Jean Baptiste Bonnin, define a la administración pública como el poder que ordena, repara y perfecciona cuanto existe, y conduce al bien, tanto los seres organizados como las cosas (P. Ludin, 1990). Sin embargo, no podemos abordar el término sin atender sus raíces, lo cual nos remonta a la palabra administrar que proviene del latín “ad-ministrare”, “ad” (ir, hacia) y “ministrare” (servir, cuidar) y tiene relación con la vida de los gobernantes romanos en la antigüedad (P. Ludin, 1990). Por lo consiguiente, entendiéndose, como pública al carácter colectivo de la expresión, podemos definir que la administración pública es la actividad del Estado encargada primeramente a recaudar recursos económicos, organizar, controlar  y velar los recursos humanos y materiales; a efecto de lograr el bienestar en común.

La administración pública en las primeras civilizaciones de la edad antigua tales como Egipto, China, Grecia y Roma enfocaban sus principios administrativos a erigir sistemas políticos, económicos y sociales encaminados a las actividades productivas y de gobiernos centralizados, omnipotentes.

Con el advenimiento de la edad media, la administración pública, se caracterizó por los gobiernos representados por el feudalismo, como consecuencia del debilitamiento del imperio romano. En ese entonces el rey designaba a un vasallo como autoridad revocable, el señor feudal. Éste controlaba el sistema político de una forma descentralizada, era dueño de las tierras y del producto del trabajo excedente de los campesinos a cambio de la protección que les daba.

La sociedad feudal estaba conformada por tres estratos: los caballeros que eran los más cercanos al señor feudal; los clérigos que gozaban de privilegios y los campesinos que eran la clase considerada la más baja.

Posteriormente, en el siglo XIX, comienza la revolución industrial y a la par el surgimiento del concepto de nueva administración pública encauzada a abordar de una manera más general y compleja la acción del Estado, con el consiguiente crecimiento de las urbes y con  la llegada de campesinos en busca de trabajo, surgió la clase obrera. El nuevo concepto de administración pública contempla puntos tales como: aumento en la destreza, ahorro del tiempo invertido e invención y uso de maquinaria.

Por otra parte, en el código civil napoleónico se empieza a propugnar por la igualdad ante la ley y la libertad de culto (Monroy, 2006). No obstante, aunque la mujer aún no adquiere carácter jurídico independiente, si se logra en ese entonces incluirla como parte de las leyes del Estado.

Con la revolución industrial y la revolución francesa surge y se consolida el feminismo que busca fundamentalmente obtener el sufragio universal y terminar con la sociedad patriarcal y el machismo, base de toda discriminación y marginación de la mujer, logrando modificar costumbres y comportamientos sociales.

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Equidad de género

Para abordar el término de equidad de género, de creación moderna, es  necesario señalar sus raíces etimológicas y presentar las diferencias entre  los conceptos: equidad, justicia y género de sexo. La palabra equidad proviene del latín «aequitas», de «aequus», igual; del griego «͗επιεικεία», y según la connotación de la Real Academia Española, es la justicia natural, por oposición a la letra de la ley positiva (Real Academia Española). Sin embargo, igualdad y justicia no se puede tratar de la misma manera como lo hizo Aristóteles. La igualdad es un vocablo que indica semejanza y justicia es una apreciación establecida por la sociedad condicionada por las leyes imperantes en ese momento.

Ahora bien, hay que distinguir las diferencias en cuanto a los términos género y sexo. La locución sexo tiene su base biológica y en esta se enmarcan las características peculiares que permiten diferenciar a un hombre de una mujer. Por otro lado, la expresión género lleva implícita un conjunto de juicios que la sociedad determina a través de la asignación de roles, partiendo de las diferencias biológicas entre hombres y mujeres haciendo notar las desigualdades. Por lo tanto, el término parte de una situación biológica con una estructuración social. Esta construcción social establece roles de género, tomando en consideración el sexo para señalar las actividades, lo que conlleva a la estereotipación y a la limitación del desarrollo social de la mujer.

Desarrollo social

El desarrollo es sinónimo de progreso aplicable en cualquier ámbito social. Aristóteles, calificó al hombre como un ser social por naturaleza y que no puede valerse por sí mismo, que nace perteneciendo a una célula social que es la familia, a una sociedad y a una nación que supone desarrollo (P.Ludin, 1990). Sin embargo, para Juan Jacobo Rousseau, la idea de progreso es criticada y surge la pérdida de libertad ante el desarrollo.

Por otro lado, la Real Academia Española define la palabra “sociedad” como una agrupación natural o pactada de personas, que constituyen unidad distinta de cada uno de sus individuos, con el fin de cumplir, mediante la mutua cooperación, todos o alguno de los fines de la vida (Real Academia Española).

No obstante, el desarrollo social es un proceso que conlleva cambios de mejoramiento integral en las condiciones materiales de vida de una colectividad que implica la superación de los problemas que trae consigo la marginación. Desarrollo que debe ser promovido por el Estado y el Gobierno para cumplir con una de sus funciones principales que es procurar el bienestar común a través de políticas públicas que eleven la productividad y la innovación científica y tecnológica.

La administración pública y la equidad de género en el desarrollo de la sociedad

La administración pública ha variado a través del tiempo y según los regímenes sociales, políticos y económicos que han existido: esclavismo, feudalismo, capitalismo y socialismo. Dentro de este contexto histórico resaltan la marginación, la discriminación y la falta de equidad de género que ha imposibilitado que la mujer pueda realizarse como ser humano y contribuir al desarrollo de la sociedad.

Es importante resaltar la toma de conciencia de la mujer para organizarse  y sostener una lucha permanente que ha permitido la conquista de derechos civiles y políticos, desde el reconocimiento del derecho femenino al sufragio universal y a su participación paulatina en la esfera de la administración pública y de la política, demostrando en los hechos que es tan capaz como el hombre para promover el mejoramiento social. En la actualidad, la estadística reporta una mayor población femenina lo que representa la importancia, como una de tantas, la inserción en la vida política (La Jornada).

A groso modo, la organización representada por familias hasta lograr la consolidación de las ciudades dio origen a la sociedad masiva demandante de una administración pública que estableciera mecanismo para proveer el desarrollo político, económico y social.

Finalmente, la equidad de género resulta benéfica para la sociedad lo que reconoce la Organización de las Naciones Unidas y que ha incluido entre los ocho objetivos del desarrollo del milenio (Chiapas-ONU), promoviendo la igualdad de género y la autonomía de la mujer.

Conclusiones

Son muchos los logros obtenidos por la mujer en su lucha emancipadora, el derecho civil, en el derecho laboral, así como en el electoral, constitucional e internacional; sin embargo, es preciso decir que falta mucho por hacer, por lo que debe persistir sin claudicaciones en su batalla reivindicadora.

La población mundial esta conformada por un mayor porcentaje de mujeres y también en nuestro país (Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática), pero en las estructuras de soporte para la administración publica del Estado, la situación es diferente, se conforman mayoritariamente por hombres, y si consideramos que en estas estructuras se concentra el poder para crear iniciativas, erogarlas, de aplicación y control, la desventaja es evidente. Por otra parte, en muchos lugares del mundo y de nuestro país, los viejos paradigmas de las funciones que debe tener una mujer siguen siendo muy sólidos, lo que dificulta más aún esta labor; considero que es necesario abrir más espacios para las mujeres en estos grupos cerrados, lo que permitirá aumentar la proporción de mujeres involucradas en la administración pública y de esta forma poder alcanzar en el futuro una verdadera equidad de género.

Bibliografía

Cita esta página

Bravo Erendira Dayani. (2012, octubre 30). La administración pública y la equidad de género en el desarrollo de la sociedad. Recuperado de https://www.gestiopolis.com/administracion-publica-equidad-genero-desarrollo-sociedad/
Bravo Erendira Dayani. "La administración pública y la equidad de género en el desarrollo de la sociedad". gestiopolis. 30 octubre 2012. Web. <https://www.gestiopolis.com/administracion-publica-equidad-genero-desarrollo-sociedad/>.
Bravo Erendira Dayani. "La administración pública y la equidad de género en el desarrollo de la sociedad". gestiopolis. octubre 30, 2012. Consultado el . https://www.gestiopolis.com/administracion-publica-equidad-genero-desarrollo-sociedad/.
Bravo Erendira Dayani. La administración pública y la equidad de género en el desarrollo de la sociedad [en línea]. <https://www.gestiopolis.com/administracion-publica-equidad-genero-desarrollo-sociedad/> [Citado el ].
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Imagen del encabezado cortesía de soldiersmediacenter en Flickr