Dirección, ética y organización empresarial

Los modelos de dirección a través de los tiempos han sufrido grandes cambios que tienen como objetivo el trabajo con el capital intelectual, siendo este la materia prima para el desarrollo de grandes empresas, evolucionando con el tiempo y modificando pensamientos, metas y objetivos organizacionales.

Es importante reconocer el aporte de la gestión del conocimiento y de los conceptos que esta trae en el desarrollo empresarial, los cuales nos llevan a la creación de nuevos paradigmas que nos permiten entender estos cambios y mantenernos a la vanguardia en métodos y estrategias, aplicándolos a nuestra realidad, partiendo de la figura del ser humano inmersa en una empresa, con sus expectativas, sus deseos, y el papel que juega el empleado dentro de la misma.

En nuestra posición de líderes dentro de la organización, podemos descubrir aspectos importantes que median entre la cultura organizacional y la estructura de los trabajadores, encontrando una brecha entre ambas partes que nos lleva a cuestionar nuestra labor y nuestro papel de gestores de cambio, es allí donde la experiencia y el conocimiento juegan un papel importante en el logro de la identificación del punto de encuentro entre la cultura y la estructura del individuo, reconociendo las particularidades de la compañía y su trayectoria empresarial y las características personales de los colaboradores que son quienes por medio de su trabajo aportan al cumplimiento de la estrategia corporativa.

Es de gran importancia conocer la estructura de las empresas y la evolución que ha tenido a través de la historia el antiguamente llamado “Departamento de personal”, aterrizándolo a nuestra realidad, en la cual algunas compañías no han vivido la evolución del mismo desconociendo la importancia del ser humano, utilizando un estilo de dirección anticuado y un sistema que desaprovecha el talento de los trabajadores centrándose en un beneficio particular para la empresa.

Por otra parte en la actualidad encontramos compañías que desean evolucionar, con un sistema flexible que es abierto a los cambios e innovador,  estos dos estilos organizacionales tienen una particularidad entre sí, que existen o perduran partiendo de la mentalidad de la Dirección General, quien de acuerdo a sus paradigmas obstaculiza o permite el crecimiento de ella; de esta forma, las normas, los valores, y el estilo comunicativo existentes en la empresa, encuentran la necesidad de vincular a su cultura personas que compartan estos lineamientos y que deseen aportar a su crecimiento por medio de sus características de personalidad y gustos afines.

En nuestra posición de Directivos del área de Gestión del Talento Humano, y de miembros activos de la cultura organizacional  velamos  por la armonía de la empresa, y no siendo suficiente, nos asalta también la inquietud acerca de cómo encontrar la forma de mantener los principios éticos y morales de la compañía y de quienes laboran dentro de ella a pesar de los cambios que se presentan a diario, convirtiéndose así, en un reto personal más que laboral, el hecho de conservar la cultura empresarial, estar a la vanguardia en conceptos y métodos, mantener los niveles motivacionales de los colaboradores y finalmente lograr la ganancia para la empresa, aspectos que deben moverse bajo un marco ético, el cual se puede abordar desde diferentes posturas culturalmente enriquecidas inmersas en enfoques que brindan un matiz diferente a la organización y a su estructura.

Entre los diferentes enfoques encontramos el enfoque ético, los enfoques psicosociológicos, y los antropológicos, los cuales conciben el modelo organizacional con propósitos diferentes, tomando la presencia de las personas desde distintas perspectivas, incluyendo entre estos, unos principios éticos y morales particulares que le dan cabida a nuevas formas de concebir  paradigmas.

Es una realidad que estos enfoques han evolucionado con el tiempo, desde el enfoque mecanicista con un propósito netamente económico y un modelo egoísta, desdibujando la participación del ser humano en la organización, para dar paso luego a un enfoque socio psicológico, el cual incluyó un nuevo paradigma de satisfacciones buscando mas la mediación y la justicia; para luego adoptar modelos antropológicos integrando en un marco ético, a los bienes, normas y virtudes, adquiriendo estas normas un sentido de principios que rigen y orientan el obrar del ser humano; de esta forma el modelo antropológico enfatiza en la existencia de la condición humana diferenciadora de otros seres vivos en función de los fines.

Aunque en la actualidad encontramos necesidad de formar y orientar a los líderes de grandes empresas en el verdadero sentido de motivar y trabajar por el capital humano, es necesario conocer la historia y la evolución de la misma, teniendo la oportunidad de realizar paralelos, siendo el contenido de este texto un llamado a la posibilidad de replantearnos y pensarnos en la dinámica de nuestra empresa y la postura nuestra frente a su cultura y a los colaboradores, el factor más importante que desde su día a día aportan al logro de los objetivos corporativos de nuestra organización.

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Mesa Vélez María Elisa. (2012, junio 8). Dirección, ética y organización empresarial. Recuperado de https://www.gestiopolis.com/direccion-etica-organizacion-empresarial/
Mesa Vélez María Elisa. "Dirección, ética y organización empresarial". gestiopolis. 8 junio 2012. Web. <https://www.gestiopolis.com/direccion-etica-organizacion-empresarial/>.
Mesa Vélez María Elisa. "Dirección, ética y organización empresarial". gestiopolis. junio 8, 2012. Consultado el . https://www.gestiopolis.com/direccion-etica-organizacion-empresarial/.
Mesa Vélez María Elisa. Dirección, ética y organización empresarial [en línea]. <https://www.gestiopolis.com/direccion-etica-organizacion-empresarial/> [Citado el ].
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