Hace algunos años se comenzó a hablar en RRHH de las competencias que tienen que desarrollar las personas en las organizaciones o de selección por competencias.
Pero a que nos referimos con “competencias” y el punto que quiero que pensemos juntos es que hacemos tanto las organizaciones, consultores, instituciones de formación, formadores para desarrollarlas?
Cuando hablamos de competencias hablamos de aprendizaje y el aprender implica adquirir nuevos conocimientos y esto conduce a que haya un cambio de conducta.
Ahora bien ese cambio de conducta tiene por objetivo alcanzar nuevas posibilidades que ayuden a lograr metas o el propósito que tiene la persona.
Como definición podemos decir que competencia es la capacidad para responder exitosamente a una demanda compleja o llevar a cabo una actividad o tarea, según criterios de desempeño definidos por la organización. Las competencias abarcan los conocimientos (saber), actitudes (saber ser) y habilidades (saber hacer) de una persona.
Una persona es competente cuando:
Sabe movilizar recursos personales (conocimientos, habilidades, actitudes) y del entorno (tecnología, organización, otros) para responder a situaciones complejas, realiza actividades según criterios de éxito explicitados logrando los resultados esperados .
Este concepto lo voy a relacionar con concepto vertido en el libro “Los cuatro acuerdo” del Dr. Miguel Ruiz que dice:
I. Sé impecable con tus palabras
II. No te tomes nada personalmente
III. No hagas suposiciones
IV. Haz siempre lo máximo que puedas
I. Sé impecable con tus palabras
Las palabras constituyen el poder que tenemos para crear. Nuestra intención se pone de manifiesto a través de la palabra.
Lo que somos, lo que queremos lo mostramos a través de la palabra.
Podemos comparar la mente con un campo. Es fértil en el que continuamente se están plantando semillas.
Estas semilla son nuestros pensamiento, ideas, conceptos, creencias y estos crecen , en la mente humana creando en nosotros creencias, modelos mentales.
Por ejemplo: pienso que eres tonto, este acuerdo es muy difícil de romper y es posible que te lleve a realizar muchas cosas con el único fin de convencerte que realmente eres tonto.
Quedamos atrapados por la creencia en nuestra propia estupidez.
Puede pasar que un día una persona te dice que no eres tonto, CAPTA TU ATENCION, crees lo que esa persona dice y llegas a un nuevo ACUERDO.
Recordemos que “SOLO SE ROMPE UN ACUERDO CON OTRO ACUERDO”
Impecable con las palabras significa utilizar nuestra energía correctamente, en la dirección de la verdad y del amor hacia nosotros mismos.
Tenemos que llegar a este acuerdo a ser íntegros y decir lo que pensamos.
Habitualmente usamos las palabras para culpar, reprochar, destruir, maldecir, enojo, celos, envidia, chismes (el famoso radio pasillo de las organizaciones)
El radio pasillo es como un virus informático la intención es dañina. Una mínima información errónea puede estropear la comunicación entre las personas e “infectar” a todos aquellos que toca y que contagian a más gente
II. No te tomes nada personalmente
Cuando te tomas las cosas personalmente, te sientes ofendido y reaccionas defendiendo tus creencias y creando conflictos. Esta es una manera de ver el mundo.
Muchas veces nos esforzamos de demostrar que tenemos razón y lo único que hace es quebrar relaciones con nuestros jefes, amigos, familiares.
Al ser inmune a las opiniones y acciones de los demás, no seremos víctima de sufrimientos innecesarios. Cuando nos acostumbramos a no tomar nada personalmente, no necesitamos depositar nuestra confianza en lo que hagan o digan los demás.
III. No hagas suposiciones
Casi el 90% de los conflictos que tenemos con otras personas es por tener arraigado en nuestro ser la habilidad de hacer suposiciones.
Las suposiciones crean sufrimiento y la manera de cambiar este acuerdo es haciendo preguntas, expresando lo que deseamos de verdad, conectándonos con nuestra propias necesidades y evitar así malentendidos, peleas, dificultades con los otros cuando no entendemos… suponemos e inventamos y fantaseamos con los hechos
Seguramente UD lector se identificará con esta máxima:
“Si el otro me dice algo… suponemos
Si no nos dicen nada también suponemos
Si oímos algo y no lo entendemos…suponemos”
Si queremos desarrollar habilidades comunicaciones, tenemos que dejar de suponer y aprender a formular PREGUNTAS.
os invito a pensar en esté habito y proponernos cambiarlo y de esta manera mejorar nuestra competencias conversacionales.
IV. Haz lo máximo que puedas
Cuando leí esta frase se vino a mi mente Forrest Gump. No tenia grandes ideas pero … Actuaba. Hacia lo MÁXIMO QUE PODIA EN TODO LO QUE EMPRENDIA
Después de haber leído varias veces este texto para poder implementarlo en mi vida, con mis clientes, alumnos, se generaron en mi mucha preguntas . Las comparto con mis lectores:
¿Cómo me sentiría si alguien me dijera esto a mí?
¿Qué quiero lograr con mis palabras?
¿Mis comentarios son hirientes?
¿Cómo se sentirá la otra persona después de mis palabras?
Queridos lectores los invito a generar conversaciones para la reflexión, tener más diálogo acerca de esa “posibilidad”, de crear “visión compartida” ya que muchos problemas que tenemos es porque no compartimos las visiones, “suponemos”.
Centrar -nos más en escuchar a los otros.
Abrir un espacio de discusión y de diálogo.
Estoy convencida de que muchos problemas que tenemos en las organizaciones se minimizarían si todos desde arriba abajo desarrollamos competencias conversaciones que abran, que generen conversaciones para posibles conversaciones.
