Cómo convertirse en una buena persona

Las emociones constituyen una pieza fundamental del rompecabezas que implica convertirse en una buena persona, llevar una vida digna y educar niños compasivos, amables y no violentos. Para esto, es necesario cultivar la rectitud (o justicia), el amor (o caridad), la paciencia, la compasión, la generosidad, la gratitud, la tolerancia, el valor, la honradez y el conocimiento de uno mismo.

También hay que tener en cuenta principios como el que afirma que uno debe tratara los demás como quiere ser tratado y reconocer que cualquier ser humano vale tanto como uno.

Lo dicho, a la larga se traduce en buena salud, ya que implica el cultivo de emociones positivas, lo cual aumenta la resistencia del Sistema Inmunológico. Para ello es necesario ponerse en el lugar de los demás, para lo cual hay que empezar equiparándonos con nuestros semejantes, intercambiando con ellos y considerando al otros tan importantes como nosotros mismos, asumir su punto de vista, para poder tomar conciencia de nuestro egoísmo y arrogancia.

En tal caso se empieza a sentir en el propio ego, el disgusto que se sentiría con cualquier persona egoísta.

La otra modalidad consiste en evocar un sentimiento de amor, pensando para ello, en alguien que suscite nuestro amor como, por ejemplo, una madre abnegada e imaginándola que está atravesando una situación difícil. Cuando se fortalece esta visión, se puede ampliar hasta englobar a otra persona y, finalmente, a todos los seres vivos. De esta forma se desarrolla el sentido de la compasión, definida como el deseo de ser de utilidad no solo para nosotros mismos, sino también para los demás.

La compasión surge como expresión espontánea de la conciencia, la cual se debe cultivar expresando cada mañana una plegaria de amor y dedicar todas las acciones al servicio de los demás. Así se observa que en la filosofía Tibetana, una de las tradiciones de meditación consciente termina cada sesión con una breve practica de “metta”, palabra que en lengua pali significa “benevolencia”.

Esta plegaria expresa el mismo deseo de compasión para uno mismo, para los seres amado, incluso para la gente con la que se tiene problema, y finalmente, para todo el mundo.

En otras palabras, la compasión en el budismo tibetano explícitamente incluye tanto a uno mismo como a los otros y se expresa con la siguiente noción “Sea yo liberado del beneficio de todos los seres”.

 

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Orozco Castro Estrella R.. (2006, junio 3). Cómo convertirse en una buena persona. Recuperado de https://www.gestiopolis.com/como-convertirse-en-una-buena-persona/
Orozco Castro Estrella R.. "Cómo convertirse en una buena persona". gestiopolis. 3 junio 2006. Web. <https://www.gestiopolis.com/como-convertirse-en-una-buena-persona/>.
Orozco Castro Estrella R.. "Cómo convertirse en una buena persona". gestiopolis. junio 3, 2006. Consultado el . https://www.gestiopolis.com/como-convertirse-en-una-buena-persona/.
Orozco Castro Estrella R.. Cómo convertirse en una buena persona [en línea]. <https://www.gestiopolis.com/como-convertirse-en-una-buena-persona/> [Citado el ].
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