Las sesiones grupales tienen su origen en las remotas tribus africanas, quienes llevan años resolviendo conflictos de esta forma.
Los habitantes de pequeños colectivos en África utilizan técnicas de expresión corporal para resolver conflictos y afrontar la toma decisiones vitales. Se ha demostrado que estas costumbres milenarias ayudan a cada individuo a enfrentar y resolver sus aflicciones de forma satisfactoria apoyándose en dos pilares fundamentales: el grupo y las expresiones creativas como la danza o la música. Se trata de una fusión entre coaching y arte, que sitúa la inspiración tribal a la vanguardia de las técnicas de innovación motivacional.
El coaching grupal es una terapia revolucionaria para afrontar los problemas cotidianos de la sociedad actual como los cambios de etapa vital como separaciones, fallecimientos, dificultad para encontrar pareja, dificultad para socializarnos, dificultad para afrontar nuevos retos y el volver a empezar en las distintas áreas como la pareja, la familia y el trabajo.
El coaching grupal a través de expresiones creativas, hace que el usuario obtenga resultados antes de lo que llegan en las terapias individuales, ya que, por un lado recibe feedback de cada uno de sus compañeros, y por otro, mediante el arte, explora universos emocionales de una forma más natural.
Son muchos los beneficios del coaching grupal. Por un lado, incrementa la confianza en uno mismo y el sentido de pertenencia a un grupo ya que disminuye la sensación de soledad y agobio frente a los problemas cotidianos. Al realizar la terapia en compañía, mejora la forma de sociabilizar de las personas y provoca un aumento de la autoestima ya que permite descubrir cuáles son las creencias limitantes y las más potenciadoras de cada individuo.
Por otro lado, permite aumentar la motivación y la sensación de bienestar con uno mismo a la vez que hace conectar a la persona con los aspectos más creativos de su propia personalidad. Además, provoca un aprendizaje global para identificar obstáculos comunes y afrontar la mejor forma de superarlos; utilizar herramientas de gestión de emocional de forma sencilla y a diseñar un plan de acción propio.
Todo ello, provoca que los factores de sociabilización y confianza se activen, consiguiendo así alcanzar los objetivos individuales en menor tiempo.
Hasta ahora en nuestro país existía el coaching de equipos, orientado exclusivamente a los directivos de departamentos en grandes y medianas empresas. Ahora empieza a consolidarse la aplicación de estás técnicas pero para el ámbito personal y familiar, introduciendo además, elementos de inspiración tribal.