Una de las principales tareas del directivo es el entendimiento y la comprensión de que todas las organizaciones son sistemas humanos, compuestas por personas con una gran diversidad de criterios y preferencias y que serán las que determinarán con su comportamiento qué cambios se introducirán en ellas.
Para llevar a cabo un Cambio en la Organización, el personal tiene que cambiar también: debe adquirir nuevos conocimientos, realizar nuevas tareas, asumir mayores responsabilidades y muy a menudo modificar sus hábitos de trabajo, sus valores y las actitudes que tiene con respecto a la forma de actuar en la organización.
En este orden de ideas, podemos mencionar que existe una REGLA DE ORO DEL DIRECTIVO para pretender lograr el Cambio en su Personal:
“Todo Directivo que quiera que sus colaboradores cambien, debe estar dispuesto a analizar y a modificar su propio comportamiento, sus métodos de trabajo y sus actitudes”.
Una de las herramientas esenciales para el Cambio es el Autoconocimiento.
¿Quién soy y qué es en lo que creo?. Herramienta que no puede adquirirse sin un ejercicio serio y honesto de reflexión personal.
El ejercicio del mundo y yo
Plantéate un problema que puede ser personal o laboral y contesta honestamente la siguiente pregunta:
¿Qué he hecho yo, por comisión u omisión para fomentar el problema?
Actuamos y pensamos basados en nuestros propios MODELOS MENTALES:
Frecuentemente recurrimos a la JUSTIFICACIÓN para tratar de explicar nuestras fallas o desaciertos, culpando a los demás de nuestra propia responsabilidad.
Paradigma y valores en México
El significado de la palabra paradigma proviene del griego y quiere decir: MODELO o Ejemplo que sirve de norma…
Una disciplina social como la administración que se dedica al comportamiento de personas e instituciones humanas no debe basarse en paradigmas ni leyes. El universo social no tiene “leyes naturales” de este tipo y está sujeto a un cambio continuo. Esto significa que los supuestos que ayer eran válidos pueden quedar inválidos e, incluso, ser totalmente erróneos apenas pasado un instante”. (Peter Drucker, 1999).
La evolución de nuestro país ha ido dando forma a una manera particular de ser, pensar y actuar que, convertida en cultura, engloba e influye en nuestras acciones. Uno de los componentes que engloba la cultura es la valorización y las actitudes hacia el trabajo.
Un investigador del comportamiento laboral (Joaquín Peón, 1985), que exploró los rasgos de los mexicanos, ha señalado que más que cambiar sus características hay que potencializarlas.
Así, presenta el siguiente cuadro en dos dimensiones, Individual y Solidaridad:
El verdadero Directivo será capaz de entender y asumir su propia idiosincrasia y podrá influir para transformar los valores y las actitudes de sus colaboradores, únicamente si es capaz de cambiar sus propios paradigmas.
Los Directivos que se basen en los valores, transformarán las Instituciones y organizaciones del siglo XXI porque, en lugar de renunciar a sus valores, asumen la responsabilidad de concordar con, o bien cambiar los valores de la organización.