Son muchos los artículos y ensayos que se han escrito sobre el fundador de Apple y sus magistrales presentaciones. Es más, incluso se han escrito libros completos sobre cómo este experto comunicador era capaz de transmitir sus mensajes de una forma memorable. En nuestro post, y con ayuda de Garr Reynolds y su libro “The naked presenter”, vamos a enumerar aspectos prácticos y concretos que nos pueden ayudar a realizar mejores presentaciones. Aquí mostramos algunos de sus consejos:
- Entabla relación con la audiencia. Jobs era un experto en esta cuestión. Desde su indumentaria, sus paseos por el escenario, el contacto visual y sobre todo, su posición de humildad, hacían que conectase con la audiencia de inmediato. Y esta es nuestra recomendación, muévete, actúa interacciona con tu público teniendo siempre una máxima: la protagonista es tu audiencia y tu eres su mentor.
- Da a tu audiencia una idea de dónde quieres ir. No es necesario que reflejes en una diapositiva el sumario de aquello de los que vas a hablar, pero sí que les cuentes cuál es el mapa del viaje que vais a iniciar juntos. Cuéntales el motivo por el que quieres que te acompañen y que va a merecer la pena permanecer a tu lado.
- Muestra pasión. La pasión es el motor de toda gran presentación. No importa a que te dediques o cual sea tu rol dentro de una organización. La pasión es fundamental para poder conectar con tu audiencia y transmitir tu mensaje. No obstante entendemos que esta debe ser modulada dependiendo de la audiencia a la que te vayas a dirigir. No olvides emplear en tus presentaciones términos como asombroso, increíble , espectacular, los cuales te ayudarán a trasladar tu entusiasmo. Y ante todo, sé sincero, pues esta autenticidad es captada de inmediato por los asistentes a tu presentación. Y si no te crees lo que estás contando… mejor no lo cuentes.
- Mantén el optimismo y buen humor. Incluso en los malos momentos, debes tener optimismo y mantener tus creencias. Debes creer en aquello que transmites o jamás serás capaz de vendérselo a nadie. Y además, si empleas el humor de manera inteligente, consiguiendo la risa del público en los momentos adecuados, establecerás una conexión que no habrá manera de romperla. No obstante queremos incidir en que usar el humor como recurso en nuestra presentación, no supone hacer el payaso. Cuidado con ello.
- No son los números, es lo que significan. La audiencia no quiere ver números y números en tus presentaciones. Lo que quiere la audiencia es conocer cuál es tu interpretación que haces tú de esos números.
- Simplifica al máximo los datos, y si lo ves necesario, complementa la presentación con la entrega de documentación aparte donde los asistentes puedan ver de dónde has extraído tus conclusiones y ganar credibilidad.
- Hazlo visual. Emplea imágenes limpias, profesionales y simples. Olvídate de poner largos textos o listas de viñetas. Las slides son tu aliado y no un enemigo, por tanto no hagas diapositivas que duerman a tu audiencia.
- Sorprende. Las personas aman lo inesperado. No encantan las novedades y aquello que nos sorprende. Utiliza la sorpresa para enganchar a tu audiencia, y obtendrás resultados espectaculares.
- Incluye sólo lo necesario. Ya lo dijo Leonardo Da Vinci: “La simplicidad es la sofisticación definitiva”. En tu presentación no puedes decir todo. Tienes que discernir lo esencial de lo que no lo es, y este no es un ejercicio fácil. Igualmente pasa con el diseño de tus diapositivas. Quédate con la esencia y transmítela, si quieres que tu auditorio recuerde algo de lo que has dicho pasadas 24 horas.
- Cambia el ritmo y emplea diversidad de técnicas. Jobs era un experto en cambiar el ritmo, yuxtaponer ideas, contrastar características, etc. En definitiva, era un maestro de la acción, y esta la incluía en todas sus presentaciones. Además, empleaba multitud de recursos, variándolos constantemente: vídeos, historias, datos, imágenes. En definitiva, utiliza el contraste si quieres que tu audiencia no pierda el hilo.
- Deja lo mejor para el final. Tu público va a juzgar tu presentación en los dos primeros minutos.
- Ya entonces se va a hacer una idea de si lo que les vas a contar les interesa o no. Es muy complicado ganarte el interés de la audiencia si no lo has conseguido en esos dos primeros minutos. Por ello debes empezar con una gran apertura. A su vez, el mensaje final es el que mejor fija en nuestra mente, por lo que tendremos dejar lo más llamativo y espectacular para este momento. No lo olvides, las partes más importantes de una presentación son el comienzo y el final, por lo que aquí habrá que dar el “do de pecho”.
- Da la duración apropiada. No te extiendas más de lo necesario. Cuenta lo esencial y no te extiendas demasiado, si no caerás en la repetición, lo anecdótico y el aburrimiento. Y nunca, nunca, sobrepases el tiempo estipulado. En el momento que excedes tu tiempo, la audiencia desconecta. Es mejor dejarles con hambre…
Bibliografía
- REYNOLDS, Garr. The naked presenter. Berkeley: New Riders 2011.
- http://blog.xplica.es/#sthash.zQdQIRdP.dpuf